Problemas y soluciones
El descuido de la nacionalización emerge por la falta de inversión en la cadena hidrocarburífera

Fernando Chuquimia
La escasez es un concepto fundamental en economía, se refiere a la situación en la que los recursos disponibles son insuficientes para satisfacer todas las necesidades y deseos humanos. En otras palabras, siempre hay más demanda de bienes y servicios de lo que se puede ofrecer con los recursos limitados. Existen varias formas en las que la escasez se manifiesta en la economía, por ejemplo, los recursos naturales, como el agua, los minerales y el petróleo. Aunque la tecnología puede mejorar las técnicas de producción y uso de estos recursos, su disponibilidad seguirá siendo finita.
En este sentido, la escasez es lo que da origen a la economía, es decir que, en un mundo utópico con abundancia de recursos, no habrían problemas sobre cómo asignar los mismos, por cuanto, al tener recursos restringidos y deseos infinitos, las personas y las sociedades deben tomar decisiones sobre cómo distribuir esos recursos de manera que maximicen el bienestar general.
Revise: El arte de especular
El domingo 8 de septiembre del presente, el presidente Luis Arce de manera didáctica explicó a la población, los problemas por los cuales está atravesando la economía boliviana, referidos a la falta de dólares y combustibles, siendo el origen y causa, el descuido de la nacionalización de los hidrocarburos. Es importante recordar al lector que, en 2014, Bolivia producía 18,6 millones de barriles de petróleo (mbp) y 21.766 millones de metros cúbicos de gas natural (mmcgn).
Se tenían considerables reservas de gas en los campos: Margarita, Incahuasi, Sábalo, San Alberto y Yapacaní. El volumen y valor de exportación de gas natural ascendían a 17.608 millones de metros cúbicos (mmc), por los cuales se generaban ingresos de $us 6.011 millones. El volumen de importación de combustibles alcanzaba a 8 millones de barriles, con un costo de $us 1.110 millones y un precio promedio de $us 50.
Para la gestión 2023, la producción de petróleo y gas natural se redujo a 8,6 mbp y 13.122 mmcgn, las reservas de gas de los campos mencionados han disminuido. El volumen y valor de exportación de gas natural se contrajeron a 8.062 mmc, incidiendo directamente a los ingresos por $us 2.050 millones. El volumen de importación de combustibles se elevó a 18,2 millones de barriles, con un costo incremental de $us 2.881 millones y un precio promedio de $us 80.
Evidentemente, la coyuntura actual no es la misma que hace 10 años. Vivimos en un contexto, donde la inflación mundial se ha incrementado, encareciendo el precio del petróleo y del servicio de contenedores internacionales, adicionando la intensidad severa de los efectos climatológicos, además del aumento descontrolado de las tasas de interés. No obstante, más allá de los factores externos, el descuido de la nacionalización emerge por la falta de inversión en la cadena hidrocarburífera, disminución de producción de combustibles, dependencia de la importación y el incremento de su consumo.
Ante esta problemática, el presidente Arce propuso la solución, que tiene carácter estructural y es de mediano plazo, mediante la producción nacional de combustibles, que consiste en la inversión en exploración, aspecto que se realizó desde el 2021, logrando 16 pozos en exploración, 6 exitosos y 1 megacampo; además de la producción de biocombustibles a través de 2 plantas que operan desde este año y 1 planta HVO que se encuentra en proceso; y, la generación de incentivos al sector privado para incrementar su oferta. Se aclara que dicha solución cuenta con medidas de corto de plazo, que permitirán provisionar de combustible a la población y generar mayores divisas.
Finalmente, un tema que corresponde ser resuelto por el Gobierno Nacional conjuntamente la población boliviana, es la continuidad o no de la subvención a los hidrocarburos, por cuanto, dicha política genera un gran costo económico y que al tener un precio mucho más bajo que el internacional, se genera contrabando, daño económico al Estado, escasez de dólares y desabastecimiento de combustibles.
(*) Fernando Chuquimia es especialista financiero