Pensando Iberoamérica

El pasado 25 de noviembre, en la ciudad de Santo Domingo, República Dominicana, se realizó la XIV Asamblea General de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). Siendo la OEI una entidad de carácter gubernamental para la cooperación que cuenta con 23 Estados miembros, en este evento participaron ministras, ministros, jefes de delegaciones y autoridades de América Latina, el Caribe, España y Portugal, directivos de la OEI e invitados especiales. Bolivia participó en su calidad de miembro pleno de la OEI.
El evento internacional, si bien tuvo carácter institucional, permitió evaluar la situación de Iberoamericana, por demás crítica a causa de la pandemia del COVID-19, y a pensar los programas y estrategias a implementar en la región a partir de estas constataciones, proyecciones que serán aprobadas en el próximo Consejo Directivo. Como se ha verificado en distintos estudios, “Junto con la salud y la economía, la educación ha sido una de las áreas sociales que más ha sufrido. Según la Unesco, 160 millones de niños y jóvenes iberoamericanos quedaron confinados en sus hogares: todos ellos sufrieron consecuencias sociales, psicológicas y educativas por ese aislamiento, pero más aún los 60 millones que no tuvieron conectividad alguna que les asegurara una mínima atención educativa virtual. Para los que tuvieron el privilegio de poder acceder a tutorías y plataformas digitales, la atención educativa no pasó de ser, en la mayoría de los casos, una educación remota de emergencia. Iberoamérica ha sido la región del mundo con más días de actividad lectiva presencial perdidos, lamentable récord que, junto con lo expuesto, pone en evidencia la catástrofe generacional que estamos sufriendo. Esto se añade a la precariedad que arrastrábamos en nuestros sistemas educativos, cuyos logros más importantes habían sido el cuantitativo de asegurar acceso y cobertura, y la inscripción de más de 30 millones de estudiantes en instituciones de educación superior; todo ello sin cumplir, en la mayoría de los casos, los requisitos mínimos de calidad, equidad e inclusión.” (Memoria 2019-2022, OEI) No obstante los esfuerzos de gobiernos, sociedad civil y organismos multilaterales demostraron capacidad de reacción y compromiso con la resolución de esta problemática.
Ante esa situación se planteó que la Agenda 2030 con sus 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible representa el mayor referente para estructurar la acción cooperadora de la OEI en Iberoamérica. Desde el Programa de Derechos Humanos, Democracia e Igualdad se propuso que se fortalezca la democracia, promueva la participación ciudadana y defiendan los derechos humanos y la equidad de género. Que las acciones prioritarias en el eje educación podrían ser: Primera infancia y educación infantil (Etapa vital), Inclusión educativa y atención a la diversidad, Transformación educativa digital (eje global de trabajo), Formación técnico profesional para contribuir a su consolidación como política pública que incentiva la productividad y empleabilidad, Fortalecimiento de la calidad de la educación para el desarrollo de la ciencia, entre otras estrategias. Además de la consolidación de la participación de la OEI en el Comité Global del ODS 4 de la Agenda 2030 en diálogo con las organizaciones representativas de la región.
En el eje de Cultura se propuso el impulso de la Cultura para el desarrollo sostenible y el Fomento de la cultura iberoamericana. Mientras que en el eje de Lenguas se planteó la Promoción de las lenguas portuguesa, española e indígenas, el desarrollo de la Educación intercultural y plurilingüe, y la Diversidad lingüística. También se ratificó el funcionamiento del Instituto Iberoamericano para la Educación y la Productividad para contribuir a mejorar la productividad de la región en diálogo con gremios, empresarios y gobiernos y del Instituto Iberoamericano para la Formación y Aprendizaje para la Cooperación en las áreas de educación, cultura, ciencia, bilingüismo y difusión de la lengua portuguesa.
Pensando en Iberoamérica, la OEI va camino a consolidarse en un bien público para la región realizando políticas públicas a favor de los más necesitados y necesitadas, haciendo que la cooperación realmente suceda por el bien de todos y todas. Esos son retos que también debemos construir desde las políticas públicas del Estado Plurinacional de Bolivia y desde nuestro rol de miembros de la OEI.
Noel Aguirre Ledezma es educador popular y pedagogo. Fue ministro de Planificación del Desarrollo y viceministro de Educación Alternativa y Especial.