Hipótesis ‘campañeras’
La guerra sucia fue superada por un suceso de campaña más relevante: los incendios forestales de gran magnitud

Cuando hace un año arrancó la larga campaña electoral que concluirá en los siguientes días, las hipótesis iniciales sobre sus dinámicas y contenidos son muy distintas a las que se pueden proponer actualmente. Además de la abrupta decisión de ejecutar por primera vez primarias para estas elecciones generales, un fenómeno climatológico terminó cambiando los escenarios y las previsiones electorales.
Una de las primeras hipótesis fue que este proceso podía verse afectado por el uso de tecnologías al servicio de la desinformación o manipulación del electorado, tal como ha ocurrido en otros países. Y si no se presentaba este uso perverso de las redes sociodigitales, se esperaba al menos que un aprendizaje acumulado en los últimos años por parte de la clase política permitiera proponer campañas electorales digitales mucho más planificadas y novedosas. A la fecha ambas hipótesis encuentran múltiples matices, pues aunque se han registrado interesantes novedades en el uso de tecnologías en esta campaña, no se puede señalar que el uso de tecnologías haya tenido una incidencia concreta y significativa en las tendencias electorales.
Al contrario, ha surgido un ingrediente inesperado: el rol protagónico que han tenido las encuestas en la campaña electoral. A pesar de que la normativa que las regula puntualmente aún es novedosa, anteriormente no había ocurrido que tantas empresas encuestadoras y medios de comunicación se inscribieran ante el OEP para la realización y difusión de estos estudios de opinión. Además, las “puestas en escena” de sus presentaciones han devenido en propuestas multimedia que parecieran buscar la cualificación continua de los datos y opiniones que se presentan a la ciudadanía.
Otra hipótesis inicial postulaba que el uso de recursos públicos establecía una significativa ventaja en términos de presencia mediática para el partido y el binomio gobernante. Y si bien esto ha sido así durante la campaña, la exposición de las candidaturas alcanzó otro matiz en términos de propaganda, ya que también se pudo ver la puesta en funcionamiento del novedoso fortalecimiento público, que en su inédita implementación parece haber otorgado visibilidad a muchos y (sobre todo) muchas candidatas de todos los partidos en carrera, quienes, en otras condiciones, probablemente no hubieran tenido la oportunidad de darse a conocer a la ciudadanía.
Una premisa en los procesos electorales es que buena parte de los sucesos de campaña suelen ser “instalados” en la agenda pública como parte de la guerra sucia, y que en esta ocasión se habría “innovado”, presentando su producto más icónico con fecha, hora y tráiler de lanzamiento. Sin embargo, parece haber sido superada por un suceso de campaña más relevante, la inesperada magnitud de los incendios forestales justo en periodo electoral.
Se podría hacer un punteo más amplio y detallado de algunas hipótesis que se van estructurando a medida que nos acercamos al final de esta campaña electoral, pero serán solo eso hasta que estudios posteriores, desarrollados a profundidad nos permitan esclarecer cuánta certeza hay en ellas. Aunque antes de que esto ocurra, una primera claridad al respecto llegará con los resultados electorales del domingo 20 de octubre.
* Comunicadora. Twitter: @verokamchatka