Día de la Mujer
Todavía hacen falta días como éste para hacer visible la brecha que existe entre hombres y mujeres

Como todos los años, el 11 de octubre se recuerda el Día de la Mujer Boliviana, fecha señalada en recuerdo de la poeta Adela Zamudio, una de las principales precursoras de las reivindicaciones femeninas en la historia moderna del país, cuyo aporte es infinitamente más grande que los versos de su famoso poema Nacer hombre, en el que denuncia el régimen patriarcal de su época, todavía vigente hoy.
De ahí que esta fecha sea propicia para recordar no solo a la poeta y su impronta real y simbólica, sino también el que todavía hacen falta días como éste para hacer visible la brecha que existe entre hombres y mujeres, en sus responsabilidades en lo público y lo privado, en el salario que reciben por el mismo trabajo y, finalmente, en lo que la sociedad les reconoce como aporte a unas y otros.
Es un día para recordar que son miles las mujeres que sufren cotidianamente las múltiples formas de violencia que el sistema patriarcal ha naturalizado en las personas; que mientras todavía hay quien sostiene que la violencia la sufren unas y otros, la diferencia está en que por cada hombre que sufre golpes o insultos, hay nueve mujeres en similar o peor situación.
Es una fecha que nos recuerda, también, que la Asamblea General de Naciones Unidas ha señalado éste como el Día Internacional de las Niñas, que este año celebra la “Fuerza de niñas, sin guion e imparables”, como una forma de señalar la importancia de dejar que ellas reciban desde pequeñas la atención, las oportunidades y el apoyo que se merecen, para estar en igualdad con sus pares varones. Es una fecha para soñar con niñas libres, plenas y dueñas de su presente y su futuro, idéntico a lo que se desea para los niños.
El Día de la Mujer Boliviana es la ocasión, asimismo, para hacer un balance y reconocer que se ha avanzado mucho, que se han logrado y consolidado numerosas transformaciones en favor de la mitad femenina de la población; pero también que falta un largo camino por recorrer y que parte de la ruta pasa por transformar las percepciones e ideas de muchísimos varones que no comprenden por qué unas y otros merecen el mismo trato y oportunidades.
Asimismo, es un día para reconocer, y valorar, que las luchas en favor de las mujeres no han sido solo cosa de ellas, pues también hubo hombres que se han sumado a la causa y dieron lo que tenían para hacerla prosperar; para recordar, pues, que no todos los hombres son adversarios o verdugos de las mujeres y que el patriarcado se puede combatir desde la propia condición masculina, poniendo en cuestión sus presupuestos y, fundamentalmente, los privilegios que benefician a unos en desmedro de otras.
El 11 de octubre es, como debiera ser el resto del año, el día en que toda la sociedad debe recordar que solo desatando toda la potencia femenina en el país y el mundo habrá un cambio y podremos hablar de desarrollo. Mientras tanto, los días nacional e internacional de las mujeres seguirán siendo importantes y necesarios.