Viajes de muerte
En enero, ante la gran cantidad de accidentes de tránsito que se registraron en el país, escuché a una autoridad del sector decir que las empresas de transporte interdepartamental e interprovincial no implementaron la tecnología GPS desde que había dejado de ser una prueba piloto gratuita. En ese momento me pregunté desde cuándo esa medida era opcional y de libre decisión de las empresas que prestan el servicio. La iniciativa de instalar un sistema de monitoreo mediante GPS está normada en la Ley General de Transporte 165 de agosto de 2011. Y en febrero del mismo año se estableció un convenio marco de cooperación entre Entel y los ministerios de Gobierno y de Obras Públicas, Servicios y Vivienda para su implementación. También se establece que el cumplimiento de la norma se hará a través del Sistema de Monitoreo Vehicular (Sismove) para buses de transporte automotor público interdepartamental, administrado por la Policía Boliviana.
Este martes, ante la gran cantidad de accidentes con muertos (ya van más de 270 en lo que va del año) y heridos, provocados por la desmedida velocidad o por el estado de ebriedad de los conductores, la Policía decidió relanzar el “Plan de seguridad tecnológica y preventiva en carreteras y terminales”. Se anunció que se utilizarán entre cuatro y cinco drones en cada departamento, radares para controlar el exceso de velocidad, computadoras portátiles, alcoholímetros y GPS. Anuncios que se comprometieron a implementar en al menos un año.
Es decir que las normas, los mecanismos, los entes reguladores existen, pero no funcionan. Se quedaron en enunciados, en buenas intenciones. Se dejó el monitoreo en manos de las empresas, las cuales continúan con licencia de funcionamiento aún sin cumplir con los requisitos establecidos por ley. Para que un viaje sea seguro son necesarios varios aspectos, como que los conductores cuenten con las condiciones físicas y mentales, que no estén en estado de ebriedad, que hayan descansado, que conduzcan sin exceso de velocidad. También hace falta que los vehículos estén en buenas condiciones técnicas, que les realicen revisiones mecánicas de manera frecuente; que cuenten con SOAT y llantas en buen estado; entre otras condiciones.
Suman demasiadas muertes, demasiadas familias enlutadas que han visto desaparecer a sus hijos e hijas, madres, padres, abuelos, hermanos… y que no merecen que todo quede en una ceremonia de relanzamiento, para que un año después salgan a luz justificativos como que los empresarios no tienen voluntad para instalar la tecnología en sus transportes, o que todavía no hay presupuesto para cumplir con todas las promesas. La ciudadanía debe estar vigilante para el cumplimiento de las normas, decretos y regulaciones que hacen al derecho de un viaje seguro.
* Periodista.