Observar elecciones
Las misiones de observación son esenciales para velar por la transparencia de los comicios electorales.

Como parte de su pronta visita al país, el polémico secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, suscribirá dos acuerdos para garantizar la presencia de una misión de observación electoral internacional en las elecciones generales de 2019 en Bolivia. Pese a las suspicacias de la oposición, se trata de una muy buena noticia para los comicios de octubre.
Las misiones de observación y de acompañamiento, tanto nacionales como internacionales, son un valioso y hoy ineludible componente de los procesos electorales. Y es que a partir de la presencia de miembros de la misión en diferentes lugares del territorio y en sucesivas etapas (preelectoral, el día de la votación y postelectoral), se contribuye a velar por la transparencia, integridad y confiabilidad de los comicios. En ese marco, hay una importante experiencia de observación electoral en la región.
Con base en su Departamento para la Cooperación y la Observación Electoral, la OEA ha desplegado desde 1962 más de 240 misiones de observación electoral en 27 países del hemisferio. En el caso de Bolivia, hemos tenido 18 misiones en igual número de procesos electorales y referendarios. Como resultado de las misiones, hubo importantes recomendaciones para fortalecer nuestro sistema electoral. Por ello es natural y esperable que las elecciones de este año también cuenten con una misión de la OEA.
Ahora bien, asumiendo su importancia, ¿por qué la misión de observación electoral prevista para los comicios de octubre es objeto de polémica? Porque algunos voceros de la oposición consideran que con la misión de la OEA se da legitimidad a las elecciones y, por tanto, se estaría avalando la candidatura del binomio oficialista. Confunden el objeto. Por su naturaleza, las misiones de la OEA no apoyan ni impugnan candidaturas. Lo que se busca, en rigor, es velar por la transparencia de la votación.
Más allá de la importante misión de observación electoral que desplegará la OEA en los comicios de octubre, es necesario alentar la mayor presencia posible de observadores y acompañantes. Sería ideal si hubiese también una misión de la Unión Europea. Y ciertamente se espera contar con la participación de los organismos electorales de la región, así como de otras entidades supraestatales e invitados especiales. Todos ellos, bajo el principio de no injerencia, son bienvenidos como acompañantes.
En todo caso, debe quedar claro que la confianza y transparencia de las elecciones, en especial el día de votación, están garantizadas por ciudadanos que se desempeñan como jurados electorales en cada mesa de sufragio. También cuentan los notarios electorales y los delegados de los partidos políticos. Y será valioso el anunciado “control electoral” realizado por grupos en torno al cómputo de votos y las actas correspondientes. En 36 años de democracia los bolivianos hemos aprendido a cuidar nuestro voto.