Voces

Wednesday 19 Mar 2025 | Actualizado a 19:29 PM

Apoyo pleno a Los Kjarkas

El conjunto folklórico Los Kjarkas ha afirmado la identidad de toda Bolivia.

/ 8 de septiembre de 2018 / 05:15

Tras medio siglo de creatividad musical, y con ella fortaleciendo nuestras identidades andinas, campesinas e indias, en los últimos años de su trayectoria el conjunto Los Kjarkas no solo ha afirmado la identidad andina, sino también de la Amazonia, del oriente y del Chaco; es decir, de toda Bolivia. Su trascendencia internacional es absolutamente clara; en países como Ecuador, Perú o Argentina se cantan y se bailan sus canciones.

Recuerdo que cuando comenzó a surgir en los 70 el nombre de Los Kjarkas (temblor en quechua, y peña en aymara), no era común en el ámbito musical. Sus canciones en quechua cuestionaban la corriente de la época. Además, comenzaron a usar la wankara en vez del bombo procedente del norte argentino, un instrumento común en nuestro medio. También inventaron el ronroco, o charango bajo, en fin. Hay varias tesis académicas sobre la agrupación fundada por los hermanos Hermosa, oriundos de Capinota, Cochabamba. A los interesados les aconsejo leer estos trabajos, y sobre todo a los que solo saben decir y pensar en No.

En los últimos días, Los Kjarkas fueron objeto de varias críticas en las redes sociales y por parte de activistas de las plataformas ciudadanas, porque durante un evento organizado en Ivirgarzama (Cochabamba), Gonzalo Hermosa halagó al Primer Mandatario con las siguientes palabras: “Dios nos regaló y nos mandó un dirigente, nos mandó un presidente, y él se llama Evo Morales. Gracias Evo por devolvernos la dignidad”. Debido a esta afirmación, los activistas políticos advirtieron que harán una campaña en contra de los artistas. ¿Hacer campaña? ¿Acaso no es otra forma de querer imponer el No del 21F? Aunque digan ser demócratas.

Gonzalo Hermosa, uno de los fundadores de la agrupación, respondió a las críticas señalando: “Están en este momento molestando, son unos vagos que se dedican a hacer su ataque cibernético a Los Kjarkas, a nosotros no nos interesa, nosotros no vivimos del Gobierno ni de estos señores”. ¿Acaso es un delito definirse de quiénes son? Eso es lo que hizo Gonzalo Hermosa, y creo que es absolutamente consecuente con su compromiso profundo con las luchas de nuestro pueblo desde hace más de 50 años.

Recuerdo que durante la dictadura de García Meza, Arce Gómez y compañía (1980), época en la que realmente todo era prohibido, varias composiciones de Los Kjarkas y en particular de Gonzalo circulaban en espacios sociales de la resistencia. Hay que recordar también que, con el seudónimo de Andrés Tierra Sentimiento, el director Hermosa grabó uno de sus primeros discos prácticamente en vivo, sin grandes refinamientos sonoros, cantándole a la campesina y al hermano minero particularmente, denunciando las injusticias en las que vivían.

Cito la declamación de Gonzalo de la pista 7 del disco aludido, dedicado al indio minero: “Bronce de mi raza el color / charango tengo por alma / sangre de mi padre el sol / mi madre la Pachamama / fuerte, fuerte mi canto indio y con orgullo he de entonar / el poncho que llevo puesto ningún carajo lo ha de pisar / si de Bolivia me alejan / Pachamama te prometo que en las faldas de tus cerros / volverá, volverá este indio a cantar”. Y cantando agrega: “Hermano minero pulmón de metal, tu vida la quemas junto al mineral… Águila del norte rapaz pronto caerás, con mi pueblo enfurecido no podrá jamás (…)”; y Los Kjarkas seguirán cantando fuerte, el canto indio junto a su pueblo. Kjarkas sutini, jupanakaxa quchala jilatanakawa, wali suma jayllt’asipxi, wali k’uchirt’ayapxistu chuymanaka. Jupanakaruxa q’aranakawa, ch’uxjaña jaqinakaxa wali phiñasipxi Evo jilataru jallallt’atatapata. ¡Jallalla Kjarkas!

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Des-balance del Carnaval 2025

Esteban Ticona Alejo

/ 9 de marzo de 2025 / 06:00

Generalmente, cada año, el balance oficial de las fiestas del Carnaval lo brindan las autoridades del Estado y son cifras que nadie las cuestiona. Por ejemplo, decir que hubo tal movimiento económico en el Carnaval de Oruro y otras ciudades. Esta cifra es “para tapar la boca” porque generó movimiento económico y mucho trabajo. Pero, ¿cuánto de basura contaminante se generó también? Los globos son plásticos que no se degradan fácilmente, la mixtura y la serpentina de papel ocasionaron mayor deforestación de los bosques…

Nuestra intención es ofrecer del desbalance, es decir, de algunos hechos que son visibles, pero que nadie hace recuento y menos se reflexiona sobre esas consecuencias. El Carnaval de Oruro se ha vuelto sinónimo de algunas morenadas, incluido las bandas de música. Este año, más que otros, se interpretaron las morenadas del gran músico y compositor finado José “Jach’a” Flores de los años noventa. Por ejemplo, La mentirosita o Mama Panchita y otros. Los músicos actuales de morenadas no están creando composiciones que penetren en al alma del pueblo; ¿flojera o no hay músicos creadores? El show cuasi extravagante no suplirá el vacío de las composiciones. Pero, ¿qué pasa con otras fraternidades y danzas? Otro ejemplo, los caporales. A nivel de creatividad musical, es una total miseria; no hay nuevos temas inspirados para estos tiempos. Hasta oí adaptaciones de piezas foráneas de otros países. Parece ser que este rubro es meramente comercial y del espectáculo. Incluso se pueden apreciar a los “ch’aphi bandas”, es decir, bandas no consolidadas profesionalmente.

En medio de este escenario del Bicentenario estuvieron los/as niños y jóvenes de Nansana Kids. Jallalla a los que trajeron a estas personas afrougandeses. Aportaron mucho entusiasmo, alegría y ganas de conocer nuestro país. Qué diferencia con los anteriores invitados gringos y actores de Hollywood que apenas podían moverse, es decir, unos verdaderos q’aymas de la actividad cultural y artística.

Fue tan acertado que la saya afroboliviana los reciba en el aeropuerto. No solo estuvieron en Oruro, sino en otros lugares turísticos como Uyuni, Sucre, el lago Titicaca y Tiwanaku. En todos ellos mostraron gran aceptación de la gente. Pero les cargaron muchas actividades en la agenda con solo hacerles bailar y bailar. Hubiese sido lindo oírlos, que nos cuenten sobre su país Uganda; por ejemplo, ¿en qué lugar viven, ¿cómo viven, estudian? ¿cómo perciben a nuestro continente y, particularmente, al Sur? Incluso que nos cuenten de sus sueños, ¿qué quieren ser hacia adelante? ¿Tal vez tuvieron algún conversatorio con los integrantes del movimiento afroboliviano? Que mediocridad de periodistas tenemos, todos figuretis o casi todos para no exagerar. A ninguno/as les interesó ir al plano de conocer desde lo cotidiano a los integrantes del Nansana, en fin.

Pareciera que a los organizadores solo les interesaban que estos niños y adolescentes dancen y dancen. Recuerdo una discusión en Ecuador con los futbolistas afros. Algunos de estos futbolistas cuestionaban que solo les reconozcan como jugadores; es decir, usando sus cuerpos y no sus mentes. Es decir, reclamaban que ellos también saben pensar y soñar. La dislocación entre mente y cuerpo siempre nos llevará a formas de colonialismo. ¿Hubo esta fractura de solo ver cuerpos bailando y muy bien? Para mí, sí hubo, lamentablemente.

Siguiendo con el des-balance. En la ciudad de La Paz el gobierno municipal promocionó el Carnaval sin el consumo del alcohol; pero en las tres entradas hubo mucha propaganda de una empresa de cervezas como auspiciadora y también vendiendo el producto. Ni qué decir de la ch’alla, es decir, de esa forma ancestral andina de relacionamiento del ser humano con la naturaleza, los animales y los seres espirituales. Pero la ch’alla de hoy es solo libar con el alcohol. Este producto dañino sustituyó al agua y al “vino indio” (hecho de maíz morado). Hoy se sumaron productos comerciales como los globos, la serpentina y los cohetillos, que nada tienen que ver con la verdadera ch’alla y su profunda relación espiritual con la Pachamama.

Termino exhortando sobre cómo el consumo del alcohol en conductores de algunos buses cegó la vida de 73 personas en tres accidentales fatales. Solo se dice que se investigue. Pero, a futuro, ¿se podrá sancionar a los culpables, incluidos a las autoridades del Estado, por no cuidar a los ciudadanos? Janikiw suma anatax utjawaykiti. Jichha pachanakanxa, umañakixchixaya. ¿Janicha?

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Ernesto Noe Tamo y la Marcha por el Territorio y la Dignidad de 1990

Esteban Ticona Alejo

/ 23 de febrero de 2025 / 06:01

El martes 17 de febrero falleció Ernesto Noe Tamo, líder indígena moxeño trinitario del departamento de Beni. Tuvo varios cargos como presidente de la Confederación Indígena del Oriente Boliviano (CIDOB), de la Central Indígena del Beni (CPIB) y corregidor del Gran Cabildo de la Santísima Trinidad. Pero el que marcó su perfil de gran dirigente indígena fue ser uno de los cabezas de la marcha denominada Por el Territorio y la Dignidad, de 1990.

Esta marcha o caminata duró 34 días y recorrió 640 kilómetros. Inicialmente, fueron 300 personas y llegaron a ser miles de personas, entre hombres, mujeres y niños, que partieron, un 15 de agosto, desde la ciudad de Trinidad, capital del departamento de Beni, hasta la ciudad de La Paz, la sede de gobierno, y dejó una huella profunda en la sociedad boliviana. Antes de esta primera e histórica marcha, los pueblos indígenas de la Amazonía, el oriente y el Chaco estaban clandestinizados por el Estado y la sociedad boliviana. Aún se creía que los pueblos de las regiones citadas estaban casi extinguidos o por extinguirse, frase cuasi similar a lo que expresa la Ley de Reforma Agraria de 1953.

A la par de Ernesto Noe estuvieron Tomás Ticuasu y Marcial Fabricano. Recuerdo la frase de Ticuasu, del pueblo sirionó y fallecido en el año 2018. Le dijo al presidente Jaime Paz Zamora “queremos hablar de jefe a jefe”. Es decir, hablemos y negociemos de igual a igual, que el mandatario vaya al encuentro de la marcha y se negocie allí la reivindicación sobre el territorio indígena, que estaba acechado por los madereros y empresarios, como también el respeto a los pueblos indígenas. Don Ernesto fue el más sabio y supo llevar a su pueblo a lograr la reivindicación anhelada, además de hacer entender que la marcha era justa y que la sociedad boliviana sepa que hay pueblos ancestrales que están clandestinizados y maltratados por los grandes empresarios y sus seguidores.

La sabiduría de Noe se expresó en la profunda cautela en sus expresiones del mes de caminata, sin herir a nadie, pero mostrando la firmeza de ser representante de los pueblos indígenas de la Amazonía y que estaban en su legítimo derecho de reclamar por los avasallamientos y por los derechos más indispensables como seres humanos. Esta marcha dejó muchas lecciones a los gobernantes y la sociedad boliviana. Por ejemplo, el Estado, mediante sus gobiernos, tenía que respetar y negociar los derechos de los pueblos indígenas. La sociedad boliviana, por primera vez, escuchó en las ciudades, como La Paz, varios idiomas como el moxeño, sirionó, yuracaré, etc. En la gran demanda como pueblos, inauguraron el derecho al territorio, demanda más profunda de solo por las tierras.

Recuerdo el día del recibimiento a los marchistas en la Cumbre, lugar de la región andina sobre 4.000 m.s.n.m. y la entrada a los Yungas o ingreso a la Amazonía. Dirigentes de la CSUTCB fueron los anfitriones de recibir con rituales a los marchistas. La ciudadanía se volcó masivamente yendo a la Cumbre. Después de la ceremonia, se acompañó a los marchistas, quienes ingresaban con música y tamborita peculiar de los Moxos. La gente citadina acompañó hasta llegar al centro de la ciudad de La Paz. La solidaridad, mediante la donación de ropa para el frío y alimentación, fue lo más destacado.

Esta marcha nos enseñó que somos diversos, pero unidos y que existen pueblos ancestrales que son parte vital de este país. Después de 1990, en pocas ocasiones apareció don Ernesto, esa sabiduría mostrada en la marcha, como la discreción y el perfil bajo la mantuvo. Noe es uno de los grandes sabios ancestrales, que mediante el sacrificio y la guía acertada coadyuvan decididamente en la defensa de los derechos de los pueblos ancestrales. Jallalla, tata Ernesto Noe, juman sarnaqawimaxa wali askiwa. ¡Jallalla!

*Es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.

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Ecuador, entre incertidumbre y esperanza

Esteban Ticona Alejo

/ 9 de febrero de 2025 / 00:29

Hace unos días tuve la oportunidad de viajar a Ecuador y a algunas ciudades como Quito y Salasaca. Haber vivido por varios años y en diferentes momentos, siempre le lleva a uno a recordar sobre varios momentos agradables. Volver a Quito, la capital del país, es casi siempre comparar lo que ves y lo que recuerdas. Por los años 80, algún amigo ecuatoriano me decía que Quito es como un chorizo, extendido de norte a sur, pero hoy se ensanchó también a los costados, haciendo una especie de embuchado y muy habitado.

Algunos referentes siguen primando como el famoso cerro de Pichincha, como el ruku y el wawa. Cómo no recordar cuando el avión aterrizaba al aeropuerto Mariscal Sucre, situado en el corazón del norte de la ciudad. Hoy hay otro aeropuerto, más al norte de la ciudad. Por el centro de la ciudad busqué algunas frases tan poéticas que solía escribirse en algún muro de la ciudad. Aunque al entrar a la ciudad decía “Bienvenidos a Quito arrecho”, no sé si es grosería, pero lo tomé como una broma de algún escritor callejero que adorna las calles de la ciudad. Me encantaba ir a las librerías sea de material nuevo o usados. La famosa librería Librimundi ya no se encuentra cerca de la avenida Amazonas, dicen que aún sobrevive en algún centro comercial de la urbe.

Fui al mirador más turístico de Quito, El Panecillo, que por los años 80 era un promontorio de tierra, pero hoy es un lugar muy agradable, lleno de quioscos con artesanías y comida. En la Plaza Grande, como se llama, donde está el poder político del Carondelet. Esta plaza siempre fue un lugar muy concurrido y lleno de gente, porque es el centro histórico de la ciudad y del país. Pero estaba muy resguardada de gran contingente militar y los quioscos con artesanía y cafés, situados debajo del Palacio cerrados. Supongo por razones de seguridad o para que no ingresen los manifestantes en contra del presidente Daniel Noboa. Pero al conversar con amigos y colegas, todos me manifestaron de cómo cambio el país, de una ciudad tranquila y muy acogedora a otra con mucho miedo e incertidumbre, sobre todo de los robos y asaltos que se ha hecho muy cotidianos.

En medio de esta incertidumbre social, está el proceso de elección para la Presidencia del país. Casi la veintena de candidatos para Presidente dan una señal de la profunda dispersión y atomización social que vive nuevamente Ecuador. No es extraño que los candidatos lleven un chaleco antibala y un policía muy bien armado a fin de resguardar su seguridad física, después de lo ocurrido hace algunos años con un candidato que fue muerto mediante un atentado.

De la multiplicidad de candidatos/tas, casi todos aseguran que no habrá un claro ganador y que habrá una segunda vuelta, posiblemente entre el actual presidente derechista Daniel Noboa y Luisa Gonzales, del ala del correísmo. Hay algunos candidatos quechuas, pero el más interesante es Leónidas Iza, pero muchos piensan que no obtendrá buena votación. El 9 de febrero, fecha de las elecciones aludidas, se sabrá de algún/a ganador/a.

Hasta hace poco, Quito sufrió 14 horas de corte de energía eléctrica, todos los días, y que puso en grandes dificultades al país, incluso con el cierre de fábricas, y es el recuerdo más penoso. A propósito, recuerdo que por los años 2000, el gobierno de entonces promocionaba que los ciudadanos consuman energía eléctrica mediante las cocinas eléctricas. Qué paradoja que, hoy, esa oferta masiva se haya transformado en la escasez extrema. ¿Qué paso? ¿Falta de previsión de políticas públicas? Me gustaría seguir contándoles otros aspectos de mi visita, como el municipio de Salasaca, aquella región a la que le dicen “bolivianos”. ¿Por qué? Sera en otro momento. Ecuador profundo aún sueña con la esperanza de días mejores, ojalá muy pronto. Wasitampiwa purt’awayta Ecuador markaru. Janikiwa suma sarnaqawixa utjkiti.

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Las Fuerzas Armadas desarmadas de valor y ética

Esteban Ticona Alejo

/ 26 de enero de 2025 / 06:00

La recurrencia en varias acciones es un serio indicio de que algo ocurre en alguna institución de la sociedad. Mejor dicho, si las salidas son negativas en gran medida, quiere decir que la institución está en una crisis aguda o casi existencial. Las Fuerzas Armadas de Bolivia, en los últimos años, pareciera que aventuran a la profunda displicencia. Por ejemplo, en la lucha contra el contrabando, casi persistentemente son emboscados y hasta pierden vidas. Si estás en una guerra, no se puede cometer tantos errores en las intervenciones, porque se supone que las acciones son planificadas y con toda la logística de guerra. ¿O los contrabandistas están mejor organizados, equipados que las Fuerzas Armadas?

Pero también se oye denuncias que algún militar fue descubierto robando como un simple ladrón o que otro militar de la Fuerza Aérea fue descubierto pilotando una avioneta y transportando drogas. ¿Cómo se puede caer tan bajo? ¿Cuál es el tratamiento frente a estos casos? Sabemos que algunos de estos procesos se los juzga por la vía militar, ¿será que se sanciona?

Por si fuera poco, hace un par de años, intentando imitar al Rambo estadounidense, en la línea del show y del espectáculo, algunos instructores efectuaron u obligaron a algunos jóvenes cadetes a realizar el salto mortal sin preparación adecuada. Las consecuencias fueron fatales, como graves lesiones, que aún no se sabe si llevarán una vida normal los alumnos afectados del Colegio militar.

Ni que decir de los conscriptos que prestan su servicio militar obligatorio, donde los abusos y formas violencias, como golpizas e incluso la muerte, son inalterables. ¿Cuánto es el número de estos casos por año? Aunque, paradójicamente, pese a las prácticas tan crueles e inhumanas institucionalizadas, los/as jóvenes siguen apostando para ser reclutados en alguna guarnición militar del país. ¿Cómo denominar este anhelo de la juventud, sabiendo que pueden ser castigados, incluso perdiendo la vida?

Pero la reciente violación de algunos oficiales a una militar en el departamento de Pando nos deja nuevamente sin palabras y con mucha rabia. Se denunció que incluso se habría filmado esas horrendas acciones. ¿Quiénes son estos militares? En el fondo, son violadores perversos, que se incrustaron en la Fuerzas Armadas para delinquir y no cumplir con las funciones específicas como está dicho en la Constitución Política del Estado Plurinacional.

En todos estos datos, el tratamiento informativo por los diferentes medios de comunicación es totalmente reprochable. A nombre de los derechos humanos, se borra el rostro, solo se dice el nombre o las iniciales de los malhechores. ¿Por qué no mostrar y decir sus nombres si son personas mayores?

A esta pequeña muestra, agregamos a oficiales de alto rango involucrados en acciones políticas de sedición como el golpe de Estado de 2019, junto con Jeanine Áñez, Luis Fernando Camacho y otros. También en el intento del golpe de Estado de mediados del año 2024. Las ambiciones de poder también se manifiestan en las Fuerzas Armadas. Poder conectado a recibir dádivas o sobornos, como fue manifestado públicamente por la familia Camacho en 2019.

Urge investigar y estudiar las acciones de las Fuerzas Armadas. Desde las labores menudas hasta las últimas operaciones nombradas, porque la recurrencia ya no se puede interpretar como “casos aislados”. Pero también el Estado tiene que asumir su responsabilidad. Por ejemplo, modificar el ingreso para ser militar. A estas alturas ya no basta saber sus aptitudes intelectuales ni físicas, sino sus anhelos psicológicos conectados a la perversidad, incluso al entorno familiar. Por la década de los años 70 y 80 del siglo XX, casi todos los militares soñaban producir los golpes de Estado para ser presidente y ministros. Creo que ese pensamiento no ha desaparecido, está latente y se rearticula según las circunstancias políticas y sociales. Militar jaqinakaxa, ipi jaqinakawa. muwaña, jiwayaña uka amtawinipxiwa. Wakisispawa chhaqtayaña uka irqawi ¿janicha?

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Zapatistas de Chiapas: 31 años de resistencia y rebeldía

Esteban Ticona Alejo

/ 12 de enero de 2025 / 06:00

Los últimos días del mes diciembre de 2024, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de México recordó el 30 aniversario del inicio del levantamiento, del 1 de enero de 1994. La prensa solidaria internacional destacó la fuerza organizativa que recibió a más de mil personas de México y del mundo, como también a la representación de bases de apoyo en el denominado Encuentro Internacional de Resistencia y Rebeldía. Además, para quienes no pudieron llegar a San Cristóbal de las Casas en Chiapas, a la discusión de las distintas mesas, se transmitió en vivo vía streaming. En Bolivia, muy pocos medios de comunicación brindaron alguna cobertura al encuentro.

El EZLN en los últimos años fue organizando eventos parecidos al del 2024, pero el reciente es nuevo en el tratamiento de temas como la autocrítica y la perspectiva del EZLN. Fue tan gratificante ver y escuchar a los/as zapatistas con frases como “que no quieren enseñar sino contar, no quieren mostrar un camino sino compartir y cómo se preparan para el día después”. Y para ello han estudiado su pasado y viajado. No es que los zapatistas estaban atrincherados sólo en su territorio autónomo. Contaron algo de su viaje a Europa del año 2021, que fue otro momento de profunda observación y reflexión de los problemas del mundo.

No sólo están siguiendo el mundo y sus problemas sino también el México actual y profundo. Por ejemplo, criticaron el “Programa Sembrando Vida” porque alimentaría la división y el enfrentamiento dentro de las comunidades. Pero también cuestionaron la propuesta de la “Cuarta trasformación” llevada a cabo por la actual presidenta Claudia Sheinbaum, porque sería una especie de reorganización capitalista de México.

Lo más sobresaliente del Encuentro fue la profunda autocrítica de cómo estaba organizado el EZLN, bajo una lógica piramidal y eso era continuar reproduciendo la visión capitalista. Incluso, expusieron, el cómo se fueron elitizando y cómo cada vez había poca comunicación con las bases. Todas estas preocupaciones les llevaron a sepultar la forma organizativa piramidal. Pero ¿cuál es la organización con la que la han sustituido? El Común o la Comunidad, con fuerte base ancestral. Le llaman la genealogía de lo común, que es una propuesta colaborativa, colectiva frente al método capitalista, que es la propiedad privada.

Lo Común o a la Comunidad, también es una propuesta a los pueblos indígenas y campesinos, “retrocediendo el reloj de la historia”. Es una especie de retorno a los tiempos en que las comunidades ancestrales que se reunían para deliberar, se informaban y tomaban decisiones colectivas. ¿Cómo se denomina en las lenguas de los pueblos indígenas de Chiapas lo común o la comunidad? En la región andina se llama el Thakhi en aymara y el Ñan en quechua, que quiere decir simplemente El camino

El capitán insurgente Marcos (antes llamado subcomandante Marcos y Galeano, respectivamente) destacó diciendo que “cuando los compas hablan del común no dicen hay que hacer esto, ellos están diciendo nosotros estamos haciendo esto”. Otras preocupaciones que afloraron en esta especie de informe y relanzamiento del EZLN fueron la educación y la salud. Se habló de hospitales, al parecer mediante una relación intercultural de la medicina occidental y la ancestral.

En el tema de la educación, se recalcó que aún existen problemas que se reproducen, por ejemplo, el alcoholismo. Mostrar a la comunidad rebelde y en resistencia, pero a la vez presentar una comunidad no idealizada y con problemas es una de las más esclarecedoras apuestas a futuro. ¡Honor y gloria para la comandante Ramona! ¡Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ukhama sutiniwa. Jilat, kullakanakan sarnaqawipa kha Chiyapa, México tuqina. Amtawayapxiwa 31 mara unxtasiwita. Jiwasanakan suma jathasaruwa kutt’añasa sasaw sawayapxi. Jallalla EZLN!

Es aymara boliviano y es sociólogo y antropólogo.

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