Voces

Friday 24 Jan 2025 | Actualizado a 22:53 PM

Campañas electorales

Las redes sociales constituyen un nuevo espacio de relevancia mediática electoral

/ 27 de julio de 2014 / 04:08

El Tribunal Supremo Electoral ha dado luz verde al inicio de la campaña electoral. De inmediato, los diferentes frentes políticos en carrera han empezado sus respectivas maniobras para seducir al electorado. Por regla general, el arranque de campaña (así como los cierres) se materializan en sendas concentraciones; mientras más concurridas, mejor.

Los políticos entienden estos eventos como una oportunidad para demostrar su poder de convocatoria y su fuerza electoral. Por este motivo, la ciudadanía fue testigo de varias manifestaciones electorales en el transcurso de la semana que termina. De manera simultánea, en una sociedad cada vez más mediatizada, la exposición de los candidatos en los medios de comunicación se multiplica en época electoral.

A través de estas acciones, los postulantes buscan hacerse conocer por la población, aspirando a convertirse en referentes políticos que orienten la opinión pública en tiempo de campaña; y luego, si resultan victoriosos, a orientar los destinos del país y sus regiones. A su vez, los medios procuran generar y proporcionar la mayor cantidad de información posible, para que la población pueda tomar decisiones de manera responsable, barajando los pros y contras de los diferentes frentes en contienda.

La propaganda electoral en las calles, en los medios, en los espacios de interacción cotidiana y —más recientemente— en las redes sociales constituye un tercer elemento de relevancia mediática en la época electoral. De hecho, la explosión de las redes sociales que se percibe en los ámbitos urbanos ha modificado algunos patrones culturales relativos a la interrelación entre conocidos, colegas y —más allá de eso— amigos virtuales a los que muy probablemente el internauta no llegue a conocer, pues se trata de gente conectada en red pero físicamente muy remota.

Así, las redes sociales permiten a la ciudadanía conocer lo que está pasando en la esfera política de Egipto, Turquía, España o Brasil, pero además les dan la posibilidad de opinar sobre los acontecimientos que se desarrollan más allá de nuestras fronteras. Al respecto, existen estudios que sugieren que la participación en internet hace a las personas particularmente proclives a opinar más libremente y de más temas, puesto que no se enfrentan a la reacción que podrían tener lugar en reuniones presenciales.

De todos modos, la participación ciudadana en las redes es todavía muy incipiente en nuestro país, ya que la sociedad mantiene una fuerte cultura de hacer la política en las calles. En todo caso, el empuje de las nuevas generaciones, los nuevos patrones culturales de consumo y los esfuerzos que se hagan desde las diferentes tiendas políticas por copar las redes sociales harán que propios y extraños asuman este espacio virtual cada vez con más interés.

Temas Relacionados

Comparte y opina:

La cruel dictadora

/ 24 de enero de 2025 / 00:23

Se le ha subestimado, sin duda, y más. Tal vez por su apariencia, su maquillaje desaliñado, el exceso de collares, pulseras y treinta y seis anillos en sus manos. O quizá, porque no fue comandante guerrillera, lleva la desmesura a flor de piel, es charlatana con una verborrea difícil de digerir, le llaman loca y hasta se duda del secretariado ejecutivo que, se dice, realizó en Suiza cuando era adolescente.

Pero se olvida que en su reino realizó los cursos más prolongados de crueldad, persistencia, ambición y manipulación, con infinita paciencia. Cuando en diciembre de 1982 Hugo Chávez prometía en Venezuela ‘romper las cadenas que sometían al pueblo’, en el juramento del “samán de Güere”, Rosario Murillo cumplía 13 años de militancia en el Frente Sandinista de Liberación Nacional. Ya fuera como militante, como mujer o secretaria de Daniel Ortega -quien fungía como coordinador de la junta de gobierno al triunfo de la revolución, desde julio de 1979- o como aprendiz de las disputas encarnizadas por el poder. Como aquella con el poeta y sacerdote Ernesto Cardenal.

Pero esos eran apenas sus comienzos. Tendría que soportar incalculables afrentas antes de abandonar cualquier escrúpulo, si es que los tuvo, y convertirse en 2007 en una mujer todopoderosa y peligrosa; en una suerte de primera ministra y desde 2017 en vicepresidenta de Nicaragua. Aguantó el desamparo en sus peleas con media revolución, que la trataran como la ‘querida’ en un mundillo de indescifrables manías sexuales, como una más de la caravana de su marido. Incluso, que Ortega la apartara de la campaña presidencial de 1989/90.

Invertir la ecuación de ser nada sin Daniel Ortega a relanzar a su marido después de la derrota electoral de 1990, a colocarse como la figura, la protagonista de la represión abierta exige, como mínimo, astucia, ambición desmedida y brutalidad. Máxime si el principal tributario de sus deseos es un matón, comandante de una sangría durante más de 40 años, de un total 62 años desde que ingresó a la guerrilla; que puede lucir opacado, lento, pero que es un sobreviviente como ninguno, hasta de la pudrición y los vejámenes de la cárcel.

Aunque la comidilla del despotismo sea Venezuela, he allí a Rosario Murillo, la nueva sombra negra del poder en posición de ser la dictadora contemporánea más longeva. Todo un regalo de la herencia comunista, de los vestigios del castroprogresismo latinoamericano. No es cualquier título, tratándose del rol más machista del mundo, y de una mujer que, óigase bien, alumbró a 10 hijos.

La arquitecta silente supo aprovechar las inseguridades de Ortega después del infarto que sufrió en 1994, el lupus que le tratan en Cuba y la acusación de sistemática violación de su hija en 1998. Ahí estaba ella, la ‘eternamente leal’, para declarar loca a su hija y respaldar a su marido.

Hasta hizo escuela en las privaciones del poder presidencial después de 1990, tanto que fue una de las artífices del regreso de su marido a la presidencia en 2007. Un interregno en el que los Ortega Murillo emprendieron el enriquecimiento desmedido de la familia, controlaron parte de la burocracia nacional, pactaron con la corrupción del entonces presidente Arnoldo Alemán, con sus némesis en la iglesia o la clase empresarial.

No es solo entonces que se le acuse de dar la orden de ‘ir con todo’ contra los manifestantes que emergieron el 18 de abril de 2018 y que cobró la vida de más de 400 personas. Es que, además, entre más lerdo y senil se muestra Ortega, más amarillento e hinchado de su enfermedad, ella es la que controla el aparato del Estado y la que funge como presidente de facto. Por lo mismo, más áspera, vengativa y delirante.

Así que puede que la moda sea Venezuela, pero no por menos visible es más benigna la dictadura en Nicaragua, menos grave la opresión ni menos tétrico el panorama. El próximo año debería haber elecciones en Nicaragua, pero, con todo el poder en sus manos, es previsible que Murillo se consagre en los libros de historia como la más longeva y cruel de las dictadoras.

Son las paradojas de la historia. Llegaron al poder denunciando a Somoza y lo derrotaron a balazos, para luego instalar a balazos una dictadura igual o peor. Fueron propulsados por los que alentaron el nacionalismo sobre el basamento del desgobierno decimonónico y la violencia; por quienes glorificaron la revolución sandinista, sin escatimar en los miles de muertos inocentes que dejaban a su paso, y hoy, con los mismos mitos, los matan a ellos, los encarcelan, los proscriben o los despojan de nacionalidad. Mientras no haya sinceramiento de las carencias y la historia latinoamericana, es muy probable que se sigan cosechando crueles dictaduras, y dictadoras.

John Mario González es analista internacional, escribe desde Kyiv.

Comparte y opina:

Luchemos juntos por un mundo nuevo

/ 24 de enero de 2025 / 00:18

En un momento en el que nuestras sociedades democráticas se enfrentan a tantos desafíos, medioambientales, económicos y tecnológicos, Francia, Europa y América Latina tienen una oportunidad histórica de congregarse una vez más en torno a un mismo ideal, a una misma concepción del universalismo y la dignidad humana y a una misma voluntad de actuar por el bien común.

Ya hemos librado esta lucha en el pasado. No nos olvidamos de esta historia. Es una fuente de inspiración. Nos recuerda que los libertadores, animados por el impulso de la Revolución Francesa y por un viento de libertad, lucharon con valentía por la independencia de todo un continente.

En el último año, mis dos viajes a América Latina me han mostrado, en cada encuentro, hasta qué punto esta historia continúa escribiéndose día tras día. Y sesenta años después de la gira histórica del general De Gaulle, es nuestra responsabilidad seguir defendiendo esta visión, combativa y humanista, de nuestro destino común frente a los principales cambios de nuestra época.

Entre los muchos desafíos que enfrentamos, nos preguntamos, en los mismos términos que ustedes, por el lugar que deben ocupar los espacios digitales en nuestras vidas concretas, por el impacto de la inteligencia artificial en ellas y, de manera más general, por la conciliación de los avances tecnológicos con nuestros valores. Este tema ocupará un lugar central en la cumbre mundial que se realizará en París los días 10 y 11 de febrero, la Cumbre de Acción sobre la Inteligencia Artificial, que reunirá a todos las partes interesadas de este ámbito.

Queremos, asimismo, construir junto a ustedes un mundo que enfrente decididamente el cambio climático, que permita adaptarse a él y que proteja nuestros bosques y océanos. Un mundo que nos ofrezca una mayor seguridad frente a la delincuencia organizada transnacional y que elabore normas comerciales equitativas para nuestras empresas. Un mundo más justo, en el que medioambiente y prosperidad vayan de la mano, sin oponerse jamás, puesto que son indisociables.

Hemos comenzado a transitar codo con codo este camino en temas tan importantes como los océanos, copresidiendo con Costa Rica la Conferencia sobre los Océanos de las Naciones Unidas, que se celebrará en Niza en junio, apoyando la candidatura de Valparaíso para acoger la Secretaría del Tratado de Alta Mar, defendiendo la igualdad de género junto a México, movilizándonos por el clima en vista de la COP30 de Belém, en Brasil, y protegiendo los bosques con los países amazónicos.

Esta agenda internacional, más justa, la hemos construido junto a ustedes con el Pacto de París por los Pueblos y el Planeta, que ya cuenta con el apoyo de 70 países.

A través de estas numerosas iniciativas, siempre impulsadas por el mismo universalismo, nos negamos a ceder a la idea de la fragmentación del mundo en bloques, entre un Norte y un Sur o entre un Occidente y un «resto del mundo». No debería aplicarse un doble rasero en función de la geografía o las afinidades: cada vida cuenta, en Ucrania y en Oriente Próximo, en Haití y en Venezuela. Francia, país latinoamericano gracias a sus territorios de ultramar y miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, siempre asumirá sus responsabilidades para contribuir a la paz y la estabilidad en el continente.

En este comienzo de año, deseo, más que nunca, reafirmar con firmeza nuestro compromiso de continuar junto a ustedes con esta ambiciosa agenda, de crear nuevas oportunidades de intercambios entre nuestras universidades, nuestras instituciones culturales y centros de investigación, y también de lanzar nuevos proyectos para nuestras empresas, que vayan en la dirección de una mayor autonomía estratégica para nuestros dos continentes.

No cabe duda. El futuro de Francia y de Europa se escribirá con América Latina y el Caribe; luchemos juntos, pues, por un mundo nuevo.

Emmanuel Macron es Presidente de la República Francesa.

Comparte y opina:

Los ODS y el Presupuesto General del Estado

/ 22 de enero de 2025 / 06:05

Bolivia como miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el resto de los países que la conforman, adoptan un conjunto de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), también conocidos como Objetivos Globales, para erradicar la pobreza, proteger el planeta, reducir las desigualdades, mejorar la calidad educativa, promover el desarrollo sostenible social, económico y ambiental, entre otros desafíos; objetivos que también se contrastan con el Presupuesto General del Estado (PGE) 2025, elaborado con la participación de todas las entidades públicas, municipales, departamentales y empresas.

Los 17 ODS se centran en : 1) Fin de la Pobreza, 2) Hambre Cero, 3) Salud y Bienestar, 4) Educación de Calidad, 5) Igualdad de Género, 6) Agua Limpia y Saneamiento, 7) Energía Asequible y no Contaminante, 8) Trabajo Decente y Crecimiento Económico, 9) Industria, Innovación e Infraestructura, 10) Reducción de las Desigualdades, 11) Ciudades y Comunidades Sostenibles, 12) Producción y Consumo Responsable, 13) Acción por el Clima, 14) Vida Submarina, 15) Vida de Ecosistemas Terrestres,16) Paz, Justicia e Instituciones Sólidas, 17) Alianza para Lograr los Objetivos.

Esta agenda es un plan de acción con metas integradas en tres dimensiones: económica, social y ambiental; metas que se proyectan con la ejecución de programas y proyectos del PGE 2025 que, pese al contexto político, las entidades públicas, respondiendo a las necesidades de las regiones del país, hacen el esfuerzo de continuar promoviendo el desarrollo sostenible.

Es importante considerar que la implementación de los ODS depende de las políticas públicas que los Estados desarrollan en cada año. Para el caso de Bolivia, su implementación está estrechamente relacionada con el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP) y el Plan de Desarrollo Económico y Social 2021-2025, “Reconstruyendo la Economía para Vivir Bien, Hacia la Industrialización con Sustitución de Importaciones”. Y su principal instrumento financiero para concretar estos compromisos es el PGE, que contempla la proyección de ingresos y gastos para una gestión.

Hasta aquí podemos comprender que el modelo económico, el plan de desarrollo y las metas del PGE se encuentran articuladas a estos ODS, su cumplimiento estimula el crecimiento y desarrollo económico y social, a corto, mediano y largo plazo. Sin embargo, el lector también debe considerar que coyunturalmente en Bolivia se adelantó el periodo electoral, promovido y agudizado por frentes políticos desde mediados del 2022, intensificando una comunicación persuasiva que impidió cumplir las proyecciones económicas en los últimos 3 años. Además, el contexto externo se agravaba con una crisis múltiple, financiera, climática, alimentaria, energética, hídrica y macroeconómica.

En estas semanas se registran nuevamente acciones de sabotaje económico por organizaciones sociales y asambleístas afines a “Evo”, acciones que podrían tener un impacto negativo para el 2025 y del cumplimiento de los ODS. Ya son más de tres años consecutivos de obstáculos en la gestión pública del presidente Luis Arce, lo que pone en riesgo los compromisos internacionales asumidos por el Estado y limita la capacidad del país para contribuir a la sostenibilidad ambiental y social. Por tanto, es fundamental que estos sectores, vinculados al «evismo», prioricen el bienestar de las bolivianas y los bolivianos, trabajando en beneficio de las generaciones presentes y futuras.

Edson Surco es licenciado en Administración de Empresa y Contaduría Pública.

Comparte y opina:

Stablecoins: de la volatilidad a la seguridad

/ 21 de enero de 2025 / 06:07

En los últimos años, los criptoactivos han revolucionado el panorama financiero global, pero junto con su popularidad han surgido desafíos significativos, como la volatilidad. De hecho, una de las principales características de los criptoactivos, sobre todo de las criptomonedas, es su volatilidad extrema.

Esta es la razón por la que las stablecoins o monedas estables han ganado un lugar central en el ecosistema financiero digital y como un puente entre las finanzas tradicionales y el futuro digital. Estas criptomonedas, diseñadas para mantener un valor estable; casi fijo, se han convertido en herramientas clave para impulsar la adopción masiva y la innovación en los mercados financieros.

Las stablecoins son un tipo de criptomoneda cuyo valor está vinculado a un activo subyacente, como monedas fiduciarias (por ejemplo, el dólar estadounidense o el euro), materias primas (como el oro) o incluso una cesta de activos. A diferencia de otras criptomonedas como Bitcoin, Ethereum o Solana, cuyo valor puede fluctuar drásticamente en cuestión de horas, las stablecoins están diseñadas para ofrecer estabilidad y reducir el riesgo de volatilidad.

Existen diferentes tipos de stablecoins según el mecanismo que utilicen para mantener su estabilidad:

1.            Stablecoins respaldadas por monedas fiduciarias (fiat): Cada token está respaldado por reservas de dinero en una proporción de 1:1. Ejemplo: USDT (Tether) o USDC (USD Coin).

2.            Stablecoins respaldadas por criptoactivos: Utilizan otras criptomonedas como garantía, generalmente sobrecolateralizadas para contrarrestar las fluctuaciones del mercado. Ejemplo: DAI.

3.            Stablecoins algorítmicas: Su estabilidad no depende de reservas físicas, sino de algoritmos y contratos inteligentes que regulan automáticamente la oferta y la demanda. Ejemplo: UST (aunque este tipo ha enfrentado desafíos).

4.            Stablecoins respaldadas por commodities. Estas monedas están vinculadas a activos físicos, como el oro, la plata o el petróleo. Por ejemplo, Tether Gold (XAUT) y PAX Gold (PAXG) están respaldadas por reservas de oro.

Las stablecoins no solo resuelven el problema de la volatilidad, sino que también ofrecen ventajas clave que las hacen esenciales en el panorama financiero y tecnológico actual:

1.            Facilitan las transacciones internacionales

Enviar dinero a través de fronteras puede ser costoso y lento utilizando métodos tradicionales. Las stablecoins permiten transferencias rápidas y económicas, eliminando intermediarios y reduciendo las tarifas asociadas.

2.            Impulsan la inclusión financiera

En regiones con sistemas bancarios poco desarrollados o economías inestables, las stablecoins ofrecen acceso a un sistema financiero más seguro, guardando sus ahorros en una moneda estable y resistente a la inflación, sin necesidad de una cuenta bancaria.

3.            Juegan un rol clave en las Finanzas Descentralizadas (DeFi)

El ecosistema DeFi depende en gran medida de las stablecoins para proporcionar liquidez, servir como medio de intercambio y actuar como colateral en plataformas de préstamos.

4.            Protección contra la volatilidad

Para comerciantes e inversores, las stablecoins actúan como un refugio seguro en períodos de alta volatilidad en los mercados de criptomonedas.

5.            Modernización de los mercados tradicionales

Cada vez más instituciones financieras tradicionales están explorando el uso de stablecoins como una forma de modernizar sus operaciones, incluido la CBDCs.

El papel de las stablecoins en el mundo financiero está en constante evolución. Su adopción masiva no solo está transformando la forma en que realizamos transacciones, sino que también está sentando las bases para una economía digital más inclusiva y eficiente. A medida que los marcos regulatorios se consoliden y la tecnología avance, es probable que veamos una integración aún más profunda entre las stablecoins y los sistemas financieros tradicionales.

En un mundo donde la estabilidad y la accesibilidad son esenciales, las stablecoins están demostrando ser una solución indispensable, ofreciendo el equilibrio perfecto entre innovación y seguridad. Sin duda, estas monedas digitales seguirán siendo un componente clave en la evolución del dinero tal como lo conocemos.

Gamal Serhan Jaldin (@gamalbolivia) es experto en Tecnología e Innovación.

Comparte y opina:

Las diferencias arbitrarias

La agresión a Emilia podría interpretarse como un intento de ‘recordarle su lugar’ dentro de una jerarquía social no oficial

Cris González

/ 19 de enero de 2025 / 06:00

El caso de la señora Emilia y su nieto, agredidos mientras recolectaban tunas en Achumani, barrio principalmente de “jailones” (gente con plata), como se denominan en Bolivia, refleja dinámicas sociales que devela profundas desigualdades estructurales. Este incidente no solo es un ejemplo de violencia y discriminación cotidiana, sino que expone cómo operan sistemas de exclusión y prejuicio que me remiten a las jerarquías descritas por Wilkerson en su libro Casta y reciente película que encuentras en una famosa plataforma: Origen.

Wilkerson identifica cómo las sociedades perpetúan jerarquías basadas en diferencias arbitrarias, como el color de piel, la clase social o el origen étnico. En el caso de Bolivia, la agresión hacia una mujer mayor, indígena, y su nieto, puede ser entendida como un reflejo de las tensiones históricas entre el colonialismo estructural y la resistencia de los pueblos originarios.

La agresión verbal y la exclusión de Emilia no son incidentes aislados, sino un síntoma de una mentalidad que jerarquiza a los individuos en función de prejuicios étnicos, económicos o culturales, la palabra robo fue repetida en reiteradas ocasiones por uno de los atacantes, como acusación directa. Este incidente, aunque sucedido en un espacio público, reafirma las barreras invisibles que delimitan quiénes son «bienvenidos» en ciertos entornos y quiénes levantan sospechas de inmediato.

Los sistemas de casta, nos dice Wilkerson, no solo deshumanizan a quienes son colocados en el «escalón más bajo», sino que también desensibilizan a quienes perpetúan esos sistemas, promoviendo actitudes de supremacía y rechazo. En el caso de Emilia, los agresores actuaron bajo prejuicios arraigados que, normalizados, reflejan una falta de reconocimiento de la dignidad humana compartida. El trato fue de tu, la acusación inmediata fue “esto es robo” y le dice frente, al infante llorando, “es una vergüenza, más encima que traigas a tu niño a enseñarle a robar”.

El trato de superioridad hacia una mujer mayor, aymara, quien, junto a su nieto, recolectaba tunas en un lugar público, la acusación de robo – ladrona, sin mediar juicio es una manifestación de una sociedad que todavía no ha logrado desmantelar las estructuras coloniales que posicionan a ciertas personas como menos dignas o «fuera de lugar» y sospechosa de infringir el marco legal vigente.

El sistema de casta, se construye sobre pilares de deshumanización, asignando roles de superioridad o inferioridad según características externas según describe Wilkerson. En el caso boliviano, la agresión a Emilia podría interpretarse como un intento de «recordarle su lugar» dentro de una jerarquía social no oficial, pero profundamente internalizada. Este acto de violencia revela cómo las dinámicas de poder pueden ser tan sutiles como devastadoras.

La respuesta del gobierno boliviano, particularmente con la recepción de Emilia en la Casa Grande del Pueblo por parte del presidente Luis Arce, tiene un fuerte peso simbólico. Este acto busca reivindicar la dignidad de la víctima y demostrar solidaridad frente a un acto de discriminación que ha generado indignación social. Desde el punto de vista ético, es un gesto importante porque visibiliza el compromiso del Estado con sectores históricamente marginados, como las mujeres indígenas y rurales. Pero el problema en el país es estructural, quedó en evidencia en 2019 donde el racismo fue una vergonzosa variable que cruzó el escenario durante el golpe cívico-militar. Ojalá se instale el tema y se busquen salidas.

(*) Cris González poeta y artista visual

Temas Relacionados

Comparte y opina: