Voces

Sunday 26 Jan 2025 | Actualizado a 11:42 AM

Un paso atrás

Es necesaria una discusión de cómo resolver los problemas del acceso a la salud.

/ 6 de mayo de 2012 / 06:33

El viernes, sorpresivamente, el Presidente del Estado anunció la convocatoria a una cumbre nacional por la revolución de la salud pública en la que espera que todos los sectores involucrados hagan propuestas y debatan sobre lo que debe hacerse, sobre todo para garantizar la salud gratuita. Mientras tanto, el Decreto Supremo 1126 queda en suspenso.

En su breve anuncio, el Primer Mandatario hizo notar que el polémico decreto no fue una iniciativa del Gobierno, sino del primer Encuentro Plurinacional, realizado en Cochabamba entre diciembre de 2011 y enero de 2012, en el que los movimientos sociales reunidos demandaron ampliar el horario de trabajo de los médicos, que desde la década de 1960 gozan de un régimen especial que consiste en jornadas laborales de seis horas diarias.

Pero el presidente Morales no sólo   se refirió a la decisión de ampliar a ocho horas la jornada laboral de los médicos del sector público, sino fundamentalmente a la necesidad de plantear una verdadera  revolución en ese ámbito, que tenga como objetivo principal asegurar la universalidad del derecho a la salud y su gratuidad. En ese sentido, invitó a autoridades nacionales, departamentales y locales, junto con los profesionales y demás trabajadores en salud, así como al resto de la población a través de sus organizaciones, a sumarse a un debate que, según expresó, se producirá por primera vez en la historia de Bolivia.

La reacción inmediata de los sectores movilizados fue saludar la idea de una cumbre, pero al mismo tiempo manifestaron sus dudas respecto a la suspensión de la aplicación del DS 1126, arguyendo que legalmente no existe una suspensión de la norma, por lo que corresponde seguir movilizados hasta lograr la derogatoria del decreto, cosa que probablemente no suceda, sobre todo considerando que casi todos los trabajadores que participaron del paro y las movilizaciones perdieron su salario del mes de abril al no haber laborado desde fines de marzo, cuando comenzó la fase más dura de la protesta.

Por otra parte, para más de un analista o comentarista mediático de la política, la decisión presidencial fue interpretada como un paso atrás o, lo que es casi lo mismo, como una pequeña victoria de los movilizados, que de todas maneras únicamente han posicionado una vez más la extendida idea de que son parte de un sistema insensible, particularmente con la población más desprotegida, que es la que acude en primera instancia a los servicios públicos de salud, donde es habitual el mal trato, cuando no las prácticas negligentes.

En el marco de conflictividad generalizada, tal vez sea coherente el paso atrás del Gobierno, aunque su costo político está aún por verse. En todo caso, parece una buena idea obligar a la sociedad a discutir cómo resolver los problemas del acceso universal a la salud, así como la calidad de ésta.

Apagón nuclear

Luego del sismo que en marzo de 2011 dejó cientos de muertos, cuantiosas pérdidas materiales y una planta nuclear parcialmente destruida, Japón decidió tomar en serio la lección aprendida con lágrimas y sangre, y comenzó a desconectar gradualmente sus 54 reactores atómicos, hasta que ayer apagó el último: el de Tomari.

Hasta antes del terremoto, este tipo de energía producía el 30% de la electricidad. Eso significa que el país nipón deberá enfrentar un gran desafío en los próximos meses, pues con esta decisión está poniendo en riesgo el normal suministro eléctrico de su territorio; con la consiguiente pérdida de competitividad, aumento de las importaciones y la amenaza de apagones en verano, que es cuando más energía se demanda por el uso de aires acondicionados para combatir el intenso calor.

La noticia ha sido muy bien recibida por grupos antinucleares, que se congregaron en el centro de Tokio para celebrar el apagón y expresar su rechazo   a este tipo de energía. Es de esperar que la entereza y la valentía del pueblo japonés logre superar esta difícil prueba; demostrando al mundo que, si realmente existe la voluntad para hacerlo, se puede vivir sin energía nuclear, y sobre todo que se puede lograr, en el corto plazo, cambios significativos en nuestra forma moderna de vivir.

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¿En qué quedó la Ciudadanía Universal?

/ 25 de enero de 2025 / 06:05

El año 2017 el gobierno boliviano convocaba a la “Conferencia Mundial de Pueblos para generar alternativas para la construcción de la Ciudadanía Universal”. El sentido de esa convocatoria fue principalmente abordar la problemática hemisférica y global de los inmigrantes en una época donde comenzaban a radicalizarse los discursos xenófobos y los Estados europeos generaban normativas contra los inmigrantes. En nuestro hemisferio, EEUU patrocinaba políticas radicales y agresivas como la construcción de muros y enmallados a lo largo de su frontera sur.

Ocho años han pasado de aquella propuesta de Ciudadanía Universal basada en una lógica humanista, entendiendo que, así como el dinero, los capitales, las finanzas y las mercancías se mueven libremente volviéndose transnacionales; no podíamos seguir viviendo en un mundo donde se promovían políticas de persecución a los inmigrantes y violaciones sistemáticas de sus derechos humanos fundamentales promovidas desde los Estados. Además de crímenes de lesa humanidad en los principales pasos fronterizos hacia Europa y Estados Unidos de Norteamérica.  

Aquella propuesta de la Ciudadanía Universal, lamentablemente no fue continuada en los años posteriores al 2017 y con el paso de los años los muros y las barreras a lo largo del planeta fueron proliferando, al igual que las políticas agresivas y violatorias de derechos humanos contra los inmigrantes.

Hoy 2025, al igual que el 2017, Donald Trump vuelve a ser electo, esta vez como el 47° presidente de los Estados Unidos de Norteamérica bajo la misma lógica de “Be America Great Again” y un discurso muy fuerte de tolerancia cero a los inmigrantes. Desde EEUU vuelve a posicionarse una política internacional de exclusión, violación de derechos humanos y de odio hacia el inmigrante como el principal enemigo de los norteamericanos, como si EEUU no fuera un país construido por las históricas oleadas de inmigrantes africanos, europeos y latinos.     

Lamentablemente, el Estado Plurinacional de Bolivia no solamente olvidó el paradigma de la Ciudadanía Universal, sino que actualmente se constituye en parte de la misma política, contra los inmigrantes, que desarrolla Donald Trump. Ya que el 23 de diciembre del 2024 el ministro de Gobierno de Bolivia en reunión con la ministra del Interior y Seguridad Pública, el ministro de Relaciones Exteriores y el subsecretario del Interior de Chile firmaron tres tratados bilaterales, calificados por los chilenos como “Tratados Históricos contra la Inmigración”. Los mismos promueven despliegues militares chilenos en la frontera con Bolivia, específicamente en los hitos 30, 31 y 32, despliegues militares que ya se hacían desde febrero del 2023.

Mientras que en Europa y Estados Unidos se levantan muros para evitar las inmigraciones, en nuestra frontera con Chile se promueven enmallados y despliegues militares contra los inmigrantes. Además, facultando a una potencia extranjera (Chile) a manejar los hilos de la política migratoria de toda la frontera boliviana-chilena. Nuestro país, lamentablemente, simplemente se suma mansamente a la Política Nacional de Migración y Extranjería diseñada por Chile que contiene un paquete de seis leyes migratorias agresivas al estilo de Donald Trump; políticas cuyo espíritu normativo son totalmente contrarias al paradigma de la Ciudadanía Universal. De esa forma, el Estado boliviano terminó de enterrar este naciente paradigma civilizatorio sin dar la más mínima pelea para su entendimiento y desarrollo en el concierto internacional.

Gabriel Villalba Pérez es abogado.

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La cruel dictadora

/ 24 de enero de 2025 / 00:23

Se le ha subestimado, sin duda, y más. Tal vez por su apariencia, su maquillaje desaliñado, el exceso de collares, pulseras y treinta y seis anillos en sus manos. O quizá, porque no fue comandante guerrillera, lleva la desmesura a flor de piel, es charlatana con una verborrea difícil de digerir, le llaman loca y hasta se duda del secretariado ejecutivo que, se dice, realizó en Suiza cuando era adolescente.

Pero se olvida que en su reino realizó los cursos más prolongados de crueldad, persistencia, ambición y manipulación, con infinita paciencia. Cuando en diciembre de 1982 Hugo Chávez prometía en Venezuela ‘romper las cadenas que sometían al pueblo’, en el juramento del “samán de Güere”, Rosario Murillo cumplía 13 años de militancia en el Frente Sandinista de Liberación Nacional. Ya fuera como militante, como mujer o secretaria de Daniel Ortega -quien fungía como coordinador de la junta de gobierno al triunfo de la revolución, desde julio de 1979- o como aprendiz de las disputas encarnizadas por el poder. Como aquella con el poeta y sacerdote Ernesto Cardenal.

Pero esos eran apenas sus comienzos. Tendría que soportar incalculables afrentas antes de abandonar cualquier escrúpulo, si es que los tuvo, y convertirse en 2007 en una mujer todopoderosa y peligrosa; en una suerte de primera ministra y desde 2017 en vicepresidenta de Nicaragua. Aguantó el desamparo en sus peleas con media revolución, que la trataran como la ‘querida’ en un mundillo de indescifrables manías sexuales, como una más de la caravana de su marido. Incluso, que Ortega la apartara de la campaña presidencial de 1989/90.

Invertir la ecuación de ser nada sin Daniel Ortega a relanzar a su marido después de la derrota electoral de 1990, a colocarse como la figura, la protagonista de la represión abierta exige, como mínimo, astucia, ambición desmedida y brutalidad. Máxime si el principal tributario de sus deseos es un matón, comandante de una sangría durante más de 40 años, de un total 62 años desde que ingresó a la guerrilla; que puede lucir opacado, lento, pero que es un sobreviviente como ninguno, hasta de la pudrición y los vejámenes de la cárcel.

Aunque la comidilla del despotismo sea Venezuela, he allí a Rosario Murillo, la nueva sombra negra del poder en posición de ser la dictadora contemporánea más longeva. Todo un regalo de la herencia comunista, de los vestigios del castroprogresismo latinoamericano. No es cualquier título, tratándose del rol más machista del mundo, y de una mujer que, óigase bien, alumbró a 10 hijos.

La arquitecta silente supo aprovechar las inseguridades de Ortega después del infarto que sufrió en 1994, el lupus que le tratan en Cuba y la acusación de sistemática violación de su hija en 1998. Ahí estaba ella, la ‘eternamente leal’, para declarar loca a su hija y respaldar a su marido.

Hasta hizo escuela en las privaciones del poder presidencial después de 1990, tanto que fue una de las artífices del regreso de su marido a la presidencia en 2007. Un interregno en el que los Ortega Murillo emprendieron el enriquecimiento desmedido de la familia, controlaron parte de la burocracia nacional, pactaron con la corrupción del entonces presidente Arnoldo Alemán, con sus némesis en la iglesia o la clase empresarial.

No es solo entonces que se le acuse de dar la orden de ‘ir con todo’ contra los manifestantes que emergieron el 18 de abril de 2018 y que cobró la vida de más de 400 personas. Es que, además, entre más lerdo y senil se muestra Ortega, más amarillento e hinchado de su enfermedad, ella es la que controla el aparato del Estado y la que funge como presidente de facto. Por lo mismo, más áspera, vengativa y delirante.

Así que puede que la moda sea Venezuela, pero no por menos visible es más benigna la dictadura en Nicaragua, menos grave la opresión ni menos tétrico el panorama. El próximo año debería haber elecciones en Nicaragua, pero, con todo el poder en sus manos, es previsible que Murillo se consagre en los libros de historia como la más longeva y cruel de las dictadoras.

Son las paradojas de la historia. Llegaron al poder denunciando a Somoza y lo derrotaron a balazos, para luego instalar a balazos una dictadura igual o peor. Fueron propulsados por los que alentaron el nacionalismo sobre el basamento del desgobierno decimonónico y la violencia; por quienes glorificaron la revolución sandinista, sin escatimar en los miles de muertos inocentes que dejaban a su paso, y hoy, con los mismos mitos, los matan a ellos, los encarcelan, los proscriben o los despojan de nacionalidad. Mientras no haya sinceramiento de las carencias y la historia latinoamericana, es muy probable que se sigan cosechando crueles dictaduras, y dictadoras.

John Mario González es analista internacional, escribe desde Kyiv.

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Luchemos juntos por un mundo nuevo

/ 24 de enero de 2025 / 00:18

En un momento en el que nuestras sociedades democráticas se enfrentan a tantos desafíos, medioambientales, económicos y tecnológicos, Francia, Europa y América Latina tienen una oportunidad histórica de congregarse una vez más en torno a un mismo ideal, a una misma concepción del universalismo y la dignidad humana y a una misma voluntad de actuar por el bien común.

Ya hemos librado esta lucha en el pasado. No nos olvidamos de esta historia. Es una fuente de inspiración. Nos recuerda que los libertadores, animados por el impulso de la Revolución Francesa y por un viento de libertad, lucharon con valentía por la independencia de todo un continente.

En el último año, mis dos viajes a América Latina me han mostrado, en cada encuentro, hasta qué punto esta historia continúa escribiéndose día tras día. Y sesenta años después de la gira histórica del general De Gaulle, es nuestra responsabilidad seguir defendiendo esta visión, combativa y humanista, de nuestro destino común frente a los principales cambios de nuestra época.

Entre los muchos desafíos que enfrentamos, nos preguntamos, en los mismos términos que ustedes, por el lugar que deben ocupar los espacios digitales en nuestras vidas concretas, por el impacto de la inteligencia artificial en ellas y, de manera más general, por la conciliación de los avances tecnológicos con nuestros valores. Este tema ocupará un lugar central en la cumbre mundial que se realizará en París los días 10 y 11 de febrero, la Cumbre de Acción sobre la Inteligencia Artificial, que reunirá a todos las partes interesadas de este ámbito.

Queremos, asimismo, construir junto a ustedes un mundo que enfrente decididamente el cambio climático, que permita adaptarse a él y que proteja nuestros bosques y océanos. Un mundo que nos ofrezca una mayor seguridad frente a la delincuencia organizada transnacional y que elabore normas comerciales equitativas para nuestras empresas. Un mundo más justo, en el que medioambiente y prosperidad vayan de la mano, sin oponerse jamás, puesto que son indisociables.

Hemos comenzado a transitar codo con codo este camino en temas tan importantes como los océanos, copresidiendo con Costa Rica la Conferencia sobre los Océanos de las Naciones Unidas, que se celebrará en Niza en junio, apoyando la candidatura de Valparaíso para acoger la Secretaría del Tratado de Alta Mar, defendiendo la igualdad de género junto a México, movilizándonos por el clima en vista de la COP30 de Belém, en Brasil, y protegiendo los bosques con los países amazónicos.

Esta agenda internacional, más justa, la hemos construido junto a ustedes con el Pacto de París por los Pueblos y el Planeta, que ya cuenta con el apoyo de 70 países.

A través de estas numerosas iniciativas, siempre impulsadas por el mismo universalismo, nos negamos a ceder a la idea de la fragmentación del mundo en bloques, entre un Norte y un Sur o entre un Occidente y un «resto del mundo». No debería aplicarse un doble rasero en función de la geografía o las afinidades: cada vida cuenta, en Ucrania y en Oriente Próximo, en Haití y en Venezuela. Francia, país latinoamericano gracias a sus territorios de ultramar y miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, siempre asumirá sus responsabilidades para contribuir a la paz y la estabilidad en el continente.

En este comienzo de año, deseo, más que nunca, reafirmar con firmeza nuestro compromiso de continuar junto a ustedes con esta ambiciosa agenda, de crear nuevas oportunidades de intercambios entre nuestras universidades, nuestras instituciones culturales y centros de investigación, y también de lanzar nuevos proyectos para nuestras empresas, que vayan en la dirección de una mayor autonomía estratégica para nuestros dos continentes.

No cabe duda. El futuro de Francia y de Europa se escribirá con América Latina y el Caribe; luchemos juntos, pues, por un mundo nuevo.

Emmanuel Macron es Presidente de la República Francesa.

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Los ODS y el Presupuesto General del Estado

/ 22 de enero de 2025 / 06:05

Bolivia como miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el resto de los países que la conforman, adoptan un conjunto de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), también conocidos como Objetivos Globales, para erradicar la pobreza, proteger el planeta, reducir las desigualdades, mejorar la calidad educativa, promover el desarrollo sostenible social, económico y ambiental, entre otros desafíos; objetivos que también se contrastan con el Presupuesto General del Estado (PGE) 2025, elaborado con la participación de todas las entidades públicas, municipales, departamentales y empresas.

Los 17 ODS se centran en : 1) Fin de la Pobreza, 2) Hambre Cero, 3) Salud y Bienestar, 4) Educación de Calidad, 5) Igualdad de Género, 6) Agua Limpia y Saneamiento, 7) Energía Asequible y no Contaminante, 8) Trabajo Decente y Crecimiento Económico, 9) Industria, Innovación e Infraestructura, 10) Reducción de las Desigualdades, 11) Ciudades y Comunidades Sostenibles, 12) Producción y Consumo Responsable, 13) Acción por el Clima, 14) Vida Submarina, 15) Vida de Ecosistemas Terrestres,16) Paz, Justicia e Instituciones Sólidas, 17) Alianza para Lograr los Objetivos.

Esta agenda es un plan de acción con metas integradas en tres dimensiones: económica, social y ambiental; metas que se proyectan con la ejecución de programas y proyectos del PGE 2025 que, pese al contexto político, las entidades públicas, respondiendo a las necesidades de las regiones del país, hacen el esfuerzo de continuar promoviendo el desarrollo sostenible.

Es importante considerar que la implementación de los ODS depende de las políticas públicas que los Estados desarrollan en cada año. Para el caso de Bolivia, su implementación está estrechamente relacionada con el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP) y el Plan de Desarrollo Económico y Social 2021-2025, “Reconstruyendo la Economía para Vivir Bien, Hacia la Industrialización con Sustitución de Importaciones”. Y su principal instrumento financiero para concretar estos compromisos es el PGE, que contempla la proyección de ingresos y gastos para una gestión.

Hasta aquí podemos comprender que el modelo económico, el plan de desarrollo y las metas del PGE se encuentran articuladas a estos ODS, su cumplimiento estimula el crecimiento y desarrollo económico y social, a corto, mediano y largo plazo. Sin embargo, el lector también debe considerar que coyunturalmente en Bolivia se adelantó el periodo electoral, promovido y agudizado por frentes políticos desde mediados del 2022, intensificando una comunicación persuasiva que impidió cumplir las proyecciones económicas en los últimos 3 años. Además, el contexto externo se agravaba con una crisis múltiple, financiera, climática, alimentaria, energética, hídrica y macroeconómica.

En estas semanas se registran nuevamente acciones de sabotaje económico por organizaciones sociales y asambleístas afines a “Evo”, acciones que podrían tener un impacto negativo para el 2025 y del cumplimiento de los ODS. Ya son más de tres años consecutivos de obstáculos en la gestión pública del presidente Luis Arce, lo que pone en riesgo los compromisos internacionales asumidos por el Estado y limita la capacidad del país para contribuir a la sostenibilidad ambiental y social. Por tanto, es fundamental que estos sectores, vinculados al «evismo», prioricen el bienestar de las bolivianas y los bolivianos, trabajando en beneficio de las generaciones presentes y futuras.

Edson Surco es licenciado en Administración de Empresa y Contaduría Pública.

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Stablecoins: de la volatilidad a la seguridad

/ 21 de enero de 2025 / 06:07

En los últimos años, los criptoactivos han revolucionado el panorama financiero global, pero junto con su popularidad han surgido desafíos significativos, como la volatilidad. De hecho, una de las principales características de los criptoactivos, sobre todo de las criptomonedas, es su volatilidad extrema.

Esta es la razón por la que las stablecoins o monedas estables han ganado un lugar central en el ecosistema financiero digital y como un puente entre las finanzas tradicionales y el futuro digital. Estas criptomonedas, diseñadas para mantener un valor estable; casi fijo, se han convertido en herramientas clave para impulsar la adopción masiva y la innovación en los mercados financieros.

Las stablecoins son un tipo de criptomoneda cuyo valor está vinculado a un activo subyacente, como monedas fiduciarias (por ejemplo, el dólar estadounidense o el euro), materias primas (como el oro) o incluso una cesta de activos. A diferencia de otras criptomonedas como Bitcoin, Ethereum o Solana, cuyo valor puede fluctuar drásticamente en cuestión de horas, las stablecoins están diseñadas para ofrecer estabilidad y reducir el riesgo de volatilidad.

Existen diferentes tipos de stablecoins según el mecanismo que utilicen para mantener su estabilidad:

1.            Stablecoins respaldadas por monedas fiduciarias (fiat): Cada token está respaldado por reservas de dinero en una proporción de 1:1. Ejemplo: USDT (Tether) o USDC (USD Coin).

2.            Stablecoins respaldadas por criptoactivos: Utilizan otras criptomonedas como garantía, generalmente sobrecolateralizadas para contrarrestar las fluctuaciones del mercado. Ejemplo: DAI.

3.            Stablecoins algorítmicas: Su estabilidad no depende de reservas físicas, sino de algoritmos y contratos inteligentes que regulan automáticamente la oferta y la demanda. Ejemplo: UST (aunque este tipo ha enfrentado desafíos).

4.            Stablecoins respaldadas por commodities. Estas monedas están vinculadas a activos físicos, como el oro, la plata o el petróleo. Por ejemplo, Tether Gold (XAUT) y PAX Gold (PAXG) están respaldadas por reservas de oro.

Las stablecoins no solo resuelven el problema de la volatilidad, sino que también ofrecen ventajas clave que las hacen esenciales en el panorama financiero y tecnológico actual:

1.            Facilitan las transacciones internacionales

Enviar dinero a través de fronteras puede ser costoso y lento utilizando métodos tradicionales. Las stablecoins permiten transferencias rápidas y económicas, eliminando intermediarios y reduciendo las tarifas asociadas.

2.            Impulsan la inclusión financiera

En regiones con sistemas bancarios poco desarrollados o economías inestables, las stablecoins ofrecen acceso a un sistema financiero más seguro, guardando sus ahorros en una moneda estable y resistente a la inflación, sin necesidad de una cuenta bancaria.

3.            Juegan un rol clave en las Finanzas Descentralizadas (DeFi)

El ecosistema DeFi depende en gran medida de las stablecoins para proporcionar liquidez, servir como medio de intercambio y actuar como colateral en plataformas de préstamos.

4.            Protección contra la volatilidad

Para comerciantes e inversores, las stablecoins actúan como un refugio seguro en períodos de alta volatilidad en los mercados de criptomonedas.

5.            Modernización de los mercados tradicionales

Cada vez más instituciones financieras tradicionales están explorando el uso de stablecoins como una forma de modernizar sus operaciones, incluido la CBDCs.

El papel de las stablecoins en el mundo financiero está en constante evolución. Su adopción masiva no solo está transformando la forma en que realizamos transacciones, sino que también está sentando las bases para una economía digital más inclusiva y eficiente. A medida que los marcos regulatorios se consoliden y la tecnología avance, es probable que veamos una integración aún más profunda entre las stablecoins y los sistemas financieros tradicionales.

En un mundo donde la estabilidad y la accesibilidad son esenciales, las stablecoins están demostrando ser una solución indispensable, ofreciendo el equilibrio perfecto entre innovación y seguridad. Sin duda, estas monedas digitales seguirán siendo un componente clave en la evolución del dinero tal como lo conocemos.

Gamal Serhan Jaldin (@gamalbolivia) es experto en Tecnología e Innovación.

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