Celebración
Felizmente, la resaca se cura con más y mejor periodismo, nuestro compromiso

Muchas cosas han cambiado, en el mundo, en el país y en el periódico, desde entonces, pero una se ha mantenido constante: el compromiso de sus periodistas, los de entonces y los de ahora, de estar ante todo al servicio de los lectores.
El Anuario 2010, que se vende junto a esta edición, no sólo hace un recuento cronológico de lo sucedido en los últimos 12 meses, condensando de manera periodística este breve lapso de nuestra historia, sino que también mira en perspectiva los sucesos de 1990, y el modo en que este periódico los narraba cotidianamente.
Además, como ya es tradición, junto con el Anuario celebramos la creatividad de nuestros auspiciadores y sus publicistas, que en esta ocasión le rindieron su homenaje a la libertad de expresión.
Celebramos porque también agasajamos al Personaje del Año: Marlene Ardaya, la presidenta ejecutiva de la Aduana Nacional, pero sobre todo a la mujer que con su trabajo comprometido y constante ha puesto muy alto el ideal de servidor público, característica suya en los cargos que ha desempeñado al servicio del Estado boliviano.
Y hay que destacar especialmente el hecho de que Marlene Ardaya ha sido elegida como Personaje del Año a través de un democrático procedimiento que, fundamentalmente, sirvió para poner en evidencia que los periodistas de La Razón saben reconocer a quien practica lo que predica.
Especial reconocimiento de parte nuestra merecen este 2010 también otros dos personajes por su aporte para lograr la Bolivia de hoy. Cergio Prudencio, que dio vida hace 30 años a la Orquesta Experimental de Instrumentos Nativos y este año lo ha celebrado reafirmando la indiscutible calidad musical del grupo humano que dirige, y Ana María Romero de Campero, que se fue, pero nos dejó como herencia su ejemplo de firmeza, equilibrio y constancia con la lucha por más y mejor democracia.
Pero sobre todo celebramos la constancia de nuestros lectores y lectoras, sin quienes nuestro ejercicio cotidiano del periodismo sería inútil, y a quienes nos debemos en todo momento, como garantes de su derecho a la información y a la libertad de expresión.
Felizmente, cuando se trata de celebraciones como ésta, la resaca se cura con más y mejor periodismo, que es nuestro compromiso por los próximos 20 años y más.