Una mujer fallece por intoxicación aguda; su cuerpo presenta 70 orificios producto de inyecciones
De acuerdo con las primeras investigaciones, la mujer fue trasladada a Emergencias del Hospital Japónes a las 03.00 del miércoles en un taxi; una vez internada, la mujer que la llevó desapareció.

Una profesora de 42 años, que presentaba 70 pinchazos en el rostro y cuerpo, murió en Emergencias del Hospital Japónes de Santa Cruz de la Sierra por intoxicación aguda, después de ser trasladada por una persona que luego desapareció del lugar.
José Parra, fiscal de materia a cargo del caso, informó que la mujer fue abandonada en la sala de emergencias en la madrugada del miércoles. La maestra presentaba al menos 70 pinchazos en el rostro, abdomen, brazos y tórax.
Agregó que el examen forense determinó que la causa del deceso fue intoxicación aguda (conjunto de síntomas como consecuencia inmediata de la absorción de una dosis importante de un producto tóxico). Para determinar el tipo de sustancia, se tomaron muestras del cuerpo de la mujer, que serán enviadas al Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF).
“Creemos que se trata de un tratamiento vinculado a la estética porque la víctima presenta 70 orificios de entrada de aguja (jeringa) alrededor de los ojos, brazos, abdomen y tórax. Sus familiares confirmaron que otra mujer la invitaba a realizarse un tratamiento de belleza y que ella accedió”, detalló el fiscal.
De acuerdo con las primeras investigaciones, la mujer fue trasladada a Emergencias a las 03.00 del miércoles en un taxi; una vez internada, la mujer que la llevó desapareció, horas después una tercera mujer se presentó en el lugar averiguando el estado de salud de la paciente.
El director del hospital, Víctor Hugo Zambrana, explicó que la mujer llegó con un paro cardiorrespiratorio, por lo que los médicos de Emergencia intentaron reanimarla, pero no respondió.
Gisela P. salió de su casa a las 15.00 del martes, rumbo a una supuesta clínica para ser sometida a un tratamiento estético, según los familiares. La Policía cree que el centro, aún no identificado, funciona en una vivienda particular.
Cristóbal J., esposo de la fallecida, pidió a las autoridades judiciales dar con el paradero de los supuestos médicos que le practicaron la cirugía estética.