Para allanar el diálogo, gremiales levantan cerco, pero aún 9 ayunan
Lío. La Alcaldía insiste en que no negociará si hasta el lunes mantienen la presión
Los vendedores que se oponen a la construcción de un viaducto en la plaza Garita de Lima levantaron anoche el sitio a la Alcaldía de La Paz y la huelga de hambre instalada en el Concejo para destrabar el diálogo, a excepción de nueve dirigentes.
“Tras un análisis, hemos decidido asistir al diálogo. En ese marco se decidió que se levante la vigilia que se instaló en las puertas de la Alcaldía; un grupo también dejó la huelga de hambre, pero nueve decidimos continuar con el ayuno”, informó a las 22.00 Mabel Machicado, de la Federación Departamental de Trabajadores Gremiales del Comercio Minorista.
Sin embargo, esta última decisión será sometida a consulta en un ampliado de emergencia que se efectuará a las 14.00 de hoy en la Central Obrera Departamental. El cese de todas las medidas de presión es la condición del gobierno local para comenzar las negociaciones y que se les transmitió en dos misivas.
En ellas se invita a la dirigencia gremial a recibir una explicación del proyecto, a las 15.00 del lunes; el martes tendrán la posibilidad de exponer sus observaciones al alcalde Luis Revilla, quien los recibirá en audiencia. “Si hasta las 15.00 del lunes queda una persona en huelga de hambre, la conversación no va a comenzar”, advirtió el director de Gobernabilidad, Pedro Susz.
Perjuicio. El Palacio Consistorial estuvo cercado por casi 36 horas y en la jornada de ayer los vendedores impidieron el ingreso de los 280 funcionarios que trabajan en el edificio. Para preservar su seguridad, la Alcaldía suspendió actividades; la jornada laboral será repuesta el sábado 22.
El camino de la negociación fue allanado por una reunión sostenida cerca del mediodía entre Susz y los dirigentes, en la que éste les hizo conocer la predisposición de Revilla a conversar, siempre y cuando levanten la presión y participen de la reunión informativa del lunes. “Ninguno se va a quedar sin puesto de trabajo y ninguno va a ser ubicado a otra zona que no sea el área donde actualmente desarrollan sus actividades”, anticipó el director municipal.
El proyecto —por el cual los gremiales mantuvieron cerrados sus puestos desde el lunes y bloquearon el corazón comercial de La Paz— consiste en la construcción de un paso a desnivel en el que se invertirán Bs 14,9 millones, de los cuales se inscribieron Bs 6,8 millones este año. El presidente del Concejo, Omar Rocha, anticipó que convocará a Revilla al Concejo el martes para recibir información y a los vecinos de la Garita, el miércoles.
Vendedoras bloquean en San Pedro
Respaldo
En solidaridad con las comerciantes de la Garita de Lima, vendedoras de la calle Zoilo Flores bloquearon con tarimas la esquina en las calles Almirante Grau y Boquerón. La medida provocó congestionamiento vehicular y molestia en choferes que usaron desvíos. El año pasado, vendedoras de los mercados Amapola, Belén y Rodríguez rechazaron la construcción de una red de mercados.
Se regulariza la venta en Max Paredes y Tumusla
Los puestos de venta de las calles Max Paredes y Tumusla reabrieron ayer, luego de haberse mantenido cerrados por tres días, como muestra de solidaridad con las vendedoras de la plaza Garita de Lima, quienes rechazan la construcción de un paso a desnivel que obligaría a reubicarlas. También las “mañaneras” retomaron sus actividades.
Sin embargo, las tarimas y quioscos que están una cuadra a la redonda de la plaza donde se expenden verduras, hortalizas, carne de cerdo, vísceras y frutas, etc., permanecieron cerrados.
“Es un perjuicio para nosotras, pero podemos aguantar unos días. Lo que no vamos a poder soportar es quedarnos sin trabajo, como nos quiere dejar la Alcaldía”, aseguró Justa Acarapi, una vendedora de menudencias.
El jueves, grupos de choque obligaron a las comerciantes de La Tablada a cerrar sus puestos. Las vendedoras rechazaron acatar la medida porque esta época del año —inicio del año escolar— es la de mayor venta. “El fin de semana la atención va a ser normal, esperamos recuperarnos”, dijo María Huayta.
Opiniones sobre el paso a desnivel
‘Hacer un esfuerzo para mejorar’: Martha Quispe, vecina
La Garita es conocida como un sector peligroso, pero con el proyecto creo que la cara de toda la zona mejoraría. Entiendo que las vendedoras no quieran perder sus empleos, pero se las puede reubicar. Todos tenemos que hacer un esfuerzo para mejorar.
‘No nos quiten el pan de la boca’: Felicidad Alanoca, vendedora de ropa
Hemos vivido prácticamente siempre en este sector. Nosotras somos parte de la zona y no es posible que no nos hayan tomado en cuenta para consensuar la obra. Estamos decididas a dar nuestras vidas si es preciso para que no nos quiten el pan de la boca.
‘Se volvieron dueños de la calle’: Humberto Chacolla Siles, sastre
Desde la plaza Eguino hasta el Cementerio uno se tarda casi 40 minutos por las trancaderas que se producen, sobre todo en la Garita. No se puede entender que los comerciantes se opongan a mejorar. No sé en qué momento se volvieron dueños de la calle.