OMS Y ATT ratifican carencia de evidencia científica sobre efectos adversos de ondas electromagnéticas
Ante la preocupación de las personas por posibles surgimientos de enfermedades a causas de esas ondas, la OMS pidió solicitar mediciones a las instituciones correspondientes para dilucidar esa situación.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Autoridad de Fiscalización y Regulación de Telecomunicaciones y Transportes (ATT) ratificaron el martes que no existe una evidencia científica que demuestre que la exposición a ondas electromagnéticas por la cercanía a antenas o el uso de celulares tenga efectos adversos en la salud humana.
«No hay evidencia científica de vivir cerca de una torre o de usar telefonía celular, esto implica un cáncer», sostuvo el miembro del Panel de Radiación de la OMS, Jorge Skvarca, en un seminario con dirigentes de juntas vecinales.
Informó que ese resultado fue producto de varios años de recopilación de información científica, suministrada por las organizaciones más importantes dedicadas al estudio del cáncer e incluso vinculadas a diagnósticos sobre las ondas electromagnéticas.
Ante la preocupación de las personas por posibles surgimientos de enfermedades a causas de esas ondas, Skavarca pidió solicitar mediciones a las instituciones correspondientes para dilucidar esa situación.
«Si tienen antenas de comunicaciones pidan a la ATT que mida (el nivel de radiación). No hay otra forma de saber sí están o no están bien», manifestó.
Por su parte, el coordinador regional de ATT en Cochabamba, David Valero, estableció que no existe riesgo alguno en el país, porque se hace mediciones constantes, programadas y sorpresivas, sobre el nivel de ondas electromagnéticas y las empresas de telefonía celular, por ejemplo, trabajan dentro los estándares internacionales permitidos.
Recordó que el límite permitido vigente está en 0.2 mili vatios por centímetro cuadrado como máximo, pero en territorio nacional esa medida está por debajo de lo requerido, tomando en cuenta todas las fuentes de emisión.
«Hemos detectado niveles mucho menores, alrededor del 0.1%. No hemos detectado mayores niveles de densidad de potencia», aseveró.
Incluso, sostuvo que no existe riesgo para las personas cuando se instalan radio bases en un edificio o una casa, porque los ases de dispersión no se dirigen hacia abajo, sino que se direccionan a los sectores laterales de manera longitudinal.
«Una vez más no hay evidencias de que esto produzca problemas de cáncer como se estaba diciendo. Si las hubiera, nosotros estaríamos preocupados», agregó.
En contrapartida, los dirigentes vecinales presentes no estuvieron completamente convencidos de la veracidad de la información.
En ese sentido Rolando Pol, dirigente vecinal, dijo contar con evidencia propia que demuestran que las ondas electromagnéticas de las radio bases causan enfermedades.