Los afectados por las riadas claman por ayuda
Dos fallecieron en Rurrenabaque y una persona en Quillacollo. Pese a la declaratoria de emergencia, hay regiones donde aún no llega la asistencia

Las autoridades del municipio turístico de Rurrenabaque, en el departamento de Beni, informaron ayer sobre la muerte de dos personas que cayeron de una balsa en el río Beni, el domingo. «Se rescató el cuerpo de un varón, pero el de su pareja, una mujer, no pudo ser hallado», dijo Yerko Núñez, alcalde de la población.
En Quillacollo, Cochabamba, se reportó la muerte de Rosa Quiroz, una señora de la tercera edad, quien habría fallecido de un ataque al corazón cuando trataba de salir de su casa inundada, informó ayer la Red Uno. Las autoridades no confirmaron que se trate de una víctima de las lluvias.
A pesar de la declaratoria de emergencia nacional y departamental, un millar de personas afectadas vive en medio del agua y los mosquitos en Quillacollo, un drama que se repite en el norte de La Paz.
Vecinos de Villa Canillitas, Providencia, Santo Domingo y Manaco, barrios ubicados al sur de Quillacollo, viven en medio del lodo hace cuatro días, desde que sufrieron los embates del desborde de los ríos Rocha y Huayculi, que además colapsaron el alcantarillado provocando la expulsión de las aguas servidas.
Las viviendas están anegadas y no hay bombas para extraer el agua; la gente acampa en las zonas altas donde armó carpas. Hasta ayer al mediodía, la ayuda humanitaria no había llegado y la población lidiaba con olores nauseabundos y los mosquitos.
Claudia Pérez, vecina de Villa Canillitas, duerme con sus tres hijos en la calle final Fructuoso Mercado donde junto a su vecina armó las camas que rescató de la inundación y una cocina. «Estamos durmiendo en la calle, picados por zancudos, no tenemos nada que comer, no hay ni agua», dijo.
Susana Fernández tiene cuatro niños y lo perdió todo. «No he logrado sacar nada, sólo una cama, pero mi ropa y la de mis hijos se ha quedado, todo está remojado». En medio de lágrimas contó que la situación empeora, pues mientras el agua baja de nivel, las viviendas se llenan de mosquitos. «Desde las cinco de la tarde todo se llena de zancudos».
En Villa Canillitas y Santo Domingo existen al menos mil familias damnificadas. Pedro Pacheco aseguró que «hemos llegado a extremos, hemos tenido que cocinar con agua sucia porque no hay agua potable, que las autoridades se dignen a traer algo».
Barcazas improvisadas se ven en algunas calles; así se moviliza la gente pues en el centro del barrio el agua llega hasta las rodillas. Algunos vecinos sacan el lodo con baldes, otros con bombas alquiladas. «Nos han cotizado Bs 100 por hora, es la única forma de hacerlo», relató Eduardo Peredo. En su vivienda habitaban cinco familias; «necesitamos ayuda de la Alcaldía, por lo menos que saquen el agua».
La Paz. Con los caminos hacia Sud Yungas y el norte de La Paz inhabilitados por las lluvias, la situación de los damnificados en esa región del departamento es igual de incierta.
Según Williams Rioja, responsable de la unidad de Alerta Temprana y Gestión de Riesgos de la Gobernación, el mayor número de familias afectadas está en Palos Blancos, donde unos 1.500 hogares perdieron, sobre todo, sembradíos; en Guanay se calcula en 500 las familias afectadas pese a que el nivel de las aguas bajó en las últimas horas. Asimismo, comunarios de Ixiamas, San Buenaventura y Alto Beni esperan la asistencia.
Rioja explicó que la Gobernación no envió aún la ayuda porque aguarda una relación completa del número de afectados, lo que en algunos casos demora debido a que hay comunidades damnificadas asentadas lejos de los centros urbanos. A ello se suma que los caminos están intransitables. «La Gobernación de La Paz gestiona la posibilidad de llevar ayuda por aire».
Aerosur baja precios
AeroSur anunció ayer que debido al corte de rutas de transporte interdepartamental, pone a disposición de la población vuelos solidarios. Los costos son: La Paz-Santa Cruz (Bs 550), La Paz- Cochabamba (Bs 370) y Cochabamba-Santa Cruz (Bs 330).
Defensa Civil llega con ayuda
Defensa Civil lleva ayuda humanitaria a familias damnificadas por los desbordes de ríos. Ayer llegaron al Valle 80 toneladas de alimentos y vituallas para 310 familias de Quillacollo y 20 toneladas para Villa Tunari; hoy serán entregadas por diferentes autoridades. «Tenemos la obligación de cobijar a la gente y dar alimentos», informó Hernán Tuco, viceministro de Defensa Civil.
Hoy se distribuyen raciones secas compuestas por arroz, harina, aceite, fideo y carne de soya, kits de limpieza, colchonetas, frazadas, carpas y medicamentos; todo se entregará a partir de las 8.00 en ambientes de la Unidad Educativa Sucre, en Quillacollo, edificación nueva que será inaugurada por el presidente del Estado, Evo Morales.
Acotó que «se está trabajando con dos helicópteros en Villa Tunari, evacuando personas de la central Chapare. Hay otra emergencia en Sud Yungas, en San Buenaventura y en Rurrenabaque; el río Beni se ha desbordado y mañana (hoy) un avión Hércules con ocho toneladas de alimentos irá hasta Riberalta a cargo del Canciller», informó.