Bolivia se inserta en los BRICS
Bolivia busca mejores oportunidades en un mundo multipolar y para esto se acerca al grupo de naciones emergentes.
La invitación y participación del presidente de Estado, Luis Arce, en la 16ª Cumbre de los BRICS, que se realizó entre los días 22-24 de octubre pasado en Kazán, Rusia, representa un logro de gestión y acontecimiento fundamental para la política exterior de Bolivia. Y más aún cuando en esta Cumbre de los BRICS se admitió a Bolivia como Estado asociado, junto a 12 países: Argelia, Bielorrusia, Cuba, Indonesia, Kazajistán, Malasia, Nigeria, Tailandia, Turquía, Uganda, Uzbekistán y Vietnam. Recordemos que el 31 de julio de 2023, Bolivia oficializó su deseo de sumarse a los BRICS, asegurando el presidente Arce que Bolivia comparte con los BRICS una visión común respecto a un orden internacional fundado en la igualdad, la complementariedad, la solidaridad, la inclusión, el consenso, la cooperación mutuamente beneficiosa, el respeto a la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, en el marco del multilateralismo. Las reuniones del mandatario boliviano con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y otros Jefes de Estado de países BRICS, la visita del Presidente Lula de Brasil a Bolivia, y la visita oficial de la Canciller Celinda Sosa a China, entre otras gestiones diplomáticas importantes, trazaron la hoja de ruta para esta histórica inserción de Bolivia en los BRICS.
El bloque de cinco países con el acrónimo BRICS, formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y que a partir del 1 de enero de 2024 también incluyó 5 nuevos países (Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos [EAU], Irán, Egipto y Etiopía), sumados a los 13 nuevos países como el caso de Bolivia con estatus de Estado asociado, se convierte y extiende a 23 miembros BRICS. Por lo que, en la actualidad, el bloque estadocéntrico BRICS representa el 36,7% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, el 24,5% del comercio global, el 39,3% de la producción industrial y el 45% de la población mundial.
La Cumbre de Kazán, Rusia, fue el epicentro de la revitalización de la alianza de Rusia, China, India, Brasil y Sudáfrica con los nuevos socios: Irán, Egipto, Etiopía, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. Las conclusiones del Encuentro de Kazán proyectan el surgimiento de nuevos centros de poder, toma de decisiones políticas y crecimiento económico, que sientan las bases de un orden mundial multipolar más justo, democrático y equilibrado. El apoyo a una reforma integral de las Naciones Unidas, incluido su Consejo de Seguridad, para hacerla más democrática, representativa, eficaz y eficiente, y para aumentar la representación de los países en desarrollo en todas las categorías de miembros del Consejo. El papel decisivo de los BRICS en el proceso de mejora del sistema monetario y financiero internacional, para que pueda responder más rápidamente a las necesidades de todos los países.
Está claro que los BRICS no buscan enfrentamiento con los países centrales ni buscan intencionalmente el derrumbe del dólar como moneda de intercambio internacional; es decir, los BRICS necesitan establecer otros mecanismos de intercambio por fuera del dólar o sucumben, porque enfrentar la tiranía del dólar es indispensable para los países asediados, sancionados, privados de créditos internacionales, bloqueados y manipulados económicamente. Y la desdolarización es una medida defensiva necesaria para llevar a cabo sus planes de desarrollo en integración. Por eso tampoco están en contra de los países centrales; no los anima la hostilidad, ni la guerra, ni la competencia, sino, por el contrario, la convivencia plural en un mundo de paz, en aras del bienestar colectivo de sus pueblos. Allí, los discursos de los jefes de Estado de los países miembros revelaron, además, que los BRICS no están en «modo conservación», sino enfocados en el robustecimiento de posiciones que van bosquejando un nuevo horizonte hacia un mundo diferente al actual. Y no solo por la propuesta del multipolarismo ni por buscar, supuestamente, destronar al dólar, sino porque otros factores de fondo marcan ese camino. Esto quedó evidenciado claramente, entre otros elementos y temas, en el encuentro que tuvo lugar en Kazán en octubre de 2024.
Los miembros de los BRICS cumplen un papel importante dentro de sus respectivas regiones. Además, cada vez en mayor medida, los países BRICS aparecen con propuestas concretas en el campo económico, financiero y estratégico mundial. Este grupo estadocéntrico e intergubernamental, que tiene como objetivo la cooperación Sur-Sur para el desarrollo entre potencias emergentes, cuenta con el enorme peso económico de China, orientada a comandar el proceso de globalización que Occidente poco a poco va dejando vacante. En esta línea, el presidente chino, Xi Jinping, expresó con claridad la hoja de ruta de la política internacional de los próximos años: «Necesitamos abogar por una nueva economía global, apoyar el régimen de comercio multilateral, oponernos al proteccionismo y volver a equilibrar la globalización económica para hacerla más incluyente y equitativa». Esto no significa anular el orden económico surgido en la posguerra fría, sino adaptarlo a la distribución actual del poder global, reformando las viejas instituciones de Bretton Woods –como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial– y, también, creando y expandiendo otras nuevas. No por nada, uno de los resultados más notorios es el funcionamiento por casi ya una década del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) de los BRICS, con sede en Shanghái, China. La intervención del presidente Xi Jinping en Kazán resume algunos de estos elementos. En su discurso subrayó la importancia de impulsar la reforma de la gobernanza mundial e hizo un llamamiento a promover la solidaridad y la cooperación entre los países BRICS: «Debemos construir un BRICS comprometido con la paz, con la innovación, revolución tecnológica y cambio industrial, el desarrollo verde, la justicia, y la coexistencia armoniosa entre todas las civilizaciones».
En este contexto, Bolivia celebra y trabaja su inserción al grupo de países denominado BRICS, así como el ingreso al Nuevo Banco de Desarrollo de BRICS, clave para financiar proyectos de desarrollo para nuestro país. Bolivia coincide en impulsar la transformación de la economía y la gobernanza mundial, para desplegar un desarrollo conjunto basado en los grandes avances de la ciencia y la tecnología, la conectividad digital y las energías renovables. Esto se reflejó en la reciente reunión bilateral de los Presidentes Luis Arce y Xi Jinping, en el marco de la Cumbre del G-20 de Río de Janeiro, Brasil: primera reunión Presidencial de Bolivia y China como miembros de BRICS.
Bolivia es un país rico en recursos naturales, tiene la mayor reserva de litio del mundo, posee importantes reservas de gas natural, minerales tradicionales, tierras raras y, como país, desarrolla una asociación estratégica con China y Rusia con el objetivo de potenciar la tecnología y el financiamiento para la industrialización soberana del litio como recurso energético, así como garantizar el mercado para productos bolivianos con valor agregado derivados del litio, en China y los mercados emergentes del Sur, constituidos por los BRICS.
La diversificación de la economía boliviana, la industrialización con sustitución de importaciones, la producción y exportación de alimentos, la consolidación de una economía de base ancha y la redistribución social del excedente económico son los objetivos del modelo económico boliviano que lidera y conduce el presidente Luis Arce, los cuales requieren de manera urgente nuevos enfoques de integración y asociación con soberanía. Por ello, el ingreso de Bolivia a los BRICS Plus se constituye en un acierto de la política exterior de Bolivia y de la Cancillería, porque: 1) nos obliga a reconocernos como país parte del Sur Global y la Cooperación Sur-Sur, de las periferias del sistema-mundo, sometidas históricamente a la injerencia extranjera; 2) como país tendremos más voz, autonomía y representación en la toma de decisiones sobre los asuntos globales; 3) cooperación financiera y acceso a nuevas formas de financiamiento a través del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS, ampliando la relación con otros países que están fuera del sistema de transacciones SWIFT, en la alternativa CIPS de China; 4) con los BRICS ampliados, se promoverá un orden global más armónico donde la cooperación reemplace a la confrontación, el desarrollo productivo a la especulación financiera, el principio de respeto mutuo al intervencionismo unilateral, la integración económica a las sanciones anacrónicas y la transferencia de tecnología a los bloqueos tecnológicos. Por ello, no cabe duda de que la histórica inserción de Bolivia en los BRICS es el camino correcto y acorde a nuestros intereses como país.