El descontento ciudadano abre paso a liderazgos ‘disruptivos’ en Bolivia, según analista
Para Peña, hoy no hay líderes que puedan hablarle a todo el país, “cada uno le está hablando a su parroquia”.

Vladimir Peña, en diálogo con La Razón Radio dice que hoy no hay líderes que puedan hablarle a todo el país.
Ante el creciente “desencanto” con el sistema político boliviano, el abogado y analista político Vladimir Peña analizó cómo el “factor Milei”, un discurso disruptivo y antisistema, podría replicarse en Bolivia debido al “cabreo de la gente”.
En entrevista con La Razón Radio, Peña explicó que el agotamiento del Movimiento Al Socialismo (MAS), sumado a la falta de madurez en la oposición y la crisis económica, han generado insatisfacción generalizada.
“Estamos ante un momento de incertidumbre, ante un escenario abierto (…). Hay mucho desencanto y considero que más allá de las particularidades del liderazgo del presidente argentino, Javier Milei, el origen es el mismo de los proyectos populistas, disruptivos, antisistémicos”, explicó.
En ese contexto, Peña destacó a Chi Hyun Chung como una figura capaz de “canalizar el descontento ciudadano”, gracias a su autenticidad y el respaldo de las iglesias evangélicas. También mencionó a Branko Marinkovic quien “a su manera está intentándolo”. Y María Galindo “que probablemente pudiera representar más, de mejor manera, el enfado ciudadano”.
“Entonces hay un caldo de cultivo, hay enfado, hay cabreo en la gente, hay insatisfacción hacia el sistema político en su conjunto, y estas opciones de disrupción ante el agotamiento pueden tener unas posibilidades”, añadió.
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Líderes nacionales
Consultado sobre cómo la fragmentación geográfica y social está afectando a los liderazgos políticos. Respondió que hoy no hay líderes nacionales que “puedan hablarle a todo el país (…). Cada uno le está hablando a su parroquia”. Sin embargo, ante un proceso anticipado, limita su capacidad “para tener un discurso mucho más amplio”.
En palabras de Peña, Samuel Doria Medina y Jorge “Tuto” Quiroga están centrados en Santa Cruz y el oriente, donde “tradicionalmente” se ha concentrado el voto opositor al MAS, y compiten por representar a ese electorado. La disputa entre ellos será clave para el bloque opositor, especialmente “ante la salida de Carlos Mesa”.
Si logran unirse, podrían tener opciones de ganar, pero si se fragmentan, podrían generar “desencanto” entre los votantes. Además, Manfred Reyes Villa, “que para uno es un alfil de Arce”, pero que, para Peña, el presidente lo usó para frenar a Evo Morales en Cochabamba, donde ha crecido en apoyo, especialmente entre los disidentes del MAS.
En general, para Peña, la política está fragmentada porque los líderes opositores no han logrado adaptarse a los nuevos tiempos y siguen utilizando un discurso centrado en la confrontación con Evo Morales, sin encontrar un mensaje que conecte con toda la sociedad boliviana.
Advirtió que la hegemonía del MAS está en declive, perdiendo el control de mayorías absolutas que caracterizaron su pasado. Según las tendencias actuales, el MAS podría reducirse a un tercio del electorado, mientras la oposición permanece fragmentada y sin identidad ideológica clara.
Finalmente, enfatizó que la mayoría de los bolivianos quieren un cambio político, pero esa mayoría no es homogénea. “Pero para ser gobierno no es suficiente el voto anti MAS, se necesita convencer a los desencantados del MAS que están ahí al medio todavía mirando con incertidumbre el futuro”, concluyó.