Murillo justifica su delito: ‘Estoy pagando por un error cometido por un bien mayor’
"Estoy pagando por un error cometido por un bien mayor, que en su momento lo explicaré con toda claridad y transparencia”, escribió Arturo Murillo en una respuesta larga a las alusiones de Roxana Lizárraga.

Arturo Murillo y Jeanine Áñez, cuando eran senadores.
Imagen: APG
Quien fuera ministro de Gobierno de la administración Jeanine Áñez, Arturo Murillo, aprovechó el cruce verbal con su otrora colega de gabinete Roxana Lizárraga para justificar el delito por el que guarda prisión en Estados Unidos.
“Estoy pagando por un error cometido por un bien mayor, que en su momento lo explicaré con toda claridad y transparencia”, escribió en una respuesta larga a las alusiones de la exministra de Comunicación.
“No estoy orgulloso de esto, pedí disculpas, pero jamás me callarán”, advirtió.
Murillo, considerado hombre fuerte del gobierno de Áñez, fue condenado a 70 meses de prisión por la Corte de Distrito de Florida, Miami (Estados Unidos) por delitos de soborno y lavado de dinero.
En los hechos, ingresó dinero sin declarar a Estados Unidos, que provenía del sobreprecio que su gestión cobró en la compra de material antidisturbios en 2019, cuando formó parte del gabinete de Áñez, autoproclamada presidenta del país.
Por encargo del gobierno de entonces, el entonces ministro de Defensa, Luis Fernando López, gestionó la compra de gases lacrimógenos para contrarrestar las protestas de noviembre de 2019. Murillo también formó parte de la adquisición en su condición de cabeza del Ministerio de Gobierno.
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A través de la empresa estadounidense Bravo Tactical Solutions LLC (BTS), ambos ministros compraron el material antidisturbios a la compañía brasileña Cóndor. Pagaron $us 5,6 millones, pero con un sobreprecio de $us 2,3 millones, según las investigaciones.
De ese total, Murillo recibió al menos $us 532.000 de sobornos.
Entre el 21 y 22 de mayo, Murillo y su otrora jefe de gabinete fueron detenidos en Florida, acusados por los delitos de soborno y lavado de dinero. Entonces también fueron detenidos sus cómplices Luis Berkman, Bryan Berkman y Philip Lichtenfeld.
Entonces, la Fiscalía acusó también a un “funcionario” del Ministerio de Defensa de Bolivia, que se presume fue el exministro López, ahora prófugo de la Justicia y asilado en Paraguay.
Los cómplices extranjeros de Murillo se acogieron a juicio abreviado y fueron sentenciados por la Justicia de Estados Unidos. La misma suerte corrió Méndez, aunque, luego varios años, fue deportado a Bolivia en abril de este año.
Murillo y Lizárraga mantienen un fuego cruzado. Todo comenzó en una entrevista en DTV, en la que la exministra aludió a su colega sentenciado.
Luego, Murillo respondió con un punteo de seis asuntos. “Lizárraga jamás renunció. Se le pidió su renuncia por realizar más de 6 viajes a Miami con recursos del Estado a visitar, sin permiso de Presidencia, a su íntimo amigo”, dijo.
En el posteo de aquel, Lizárraga remató: “Ensuciaste toda la gestión de (la expresidenta) Añez y la arruinaste a ella. Ayudaste al retorno de la dictadura”.
Se refirió a los delitos de Murillo, por los que Áñez, en una carta, también se expresó decepcionada.