El Comité de la ONU observa que Morales y Áñez sean acusados de sedición y terrorismo
Según el CAT, sedición y terrorismo son tipos penales vagos y abstractos y no se adecuan al principio de la legalidad.
El Comité Contra la Tortura (CAT, por sus siglas en inglés) llamó la atención que de forma coincidente se haya acusado a los expresidentes Evo Morales y Jeanine Áñez por delitos de terrorismo y sedición, cuando ambas tipificaciones son “ambiguas” y “sin que existieran pruebas contundentes”.
“Llama la atención de que la expresidenta interina Jeanine Áñez sea justamente acusada por los mismos delitos como lo fue su predecesor el presidente (Evo) Morales, a pesar de una definición excesivamente amplia y ambigua, sin que existieran pruebas contundentes de que en ambos casos se hubieran cometido actos susceptibles de ser calificados como terrorismo”, aseveró el jueves en Ginebra, Suiza, el relator del CAT, Claude Heller.
Morales fue acusado en 2020 por los delitos de terrorismo, sedición y financiamiento a las actividades terroristas, luego de que el exministro de Gobierno Arturo Murillo develara en noviembre un video-audio en el que el exmandatario supuestamente llama a cercar las ciudades para ahogarlas en desabastecimiento de alimentos.
Como Morales, Áñez también fue acusada por terrorismo, sedición y conspiración en la denuncia denominada Golpe de Estado y que corresponde a los hechos que derivaron a la dimisión del expresidente. Las denuncias contra la expresidenta, ahora en la cárcel, fueron activas cuando asumió la Presidencia Luis Arce. La denuncia la planteó la exdiputada del MAS Lidia Patty.
“Lo que llama mucho la atención es que la persecución judicial ha sido tendenciosa con un carácter político y de que se ha recurrido a estos cargos de sedición, terrorismo y violaciones de sus obligaciones”, cuestionó y recordó que tras la crisis de 2019 se recurrió a esas figuras legales.
Según el CAT, sedición y terrorismo son tipos penales vagos y abstractos y no se adecuan al principio de la legalidad.
También calificó de “comportamiento errático y partidista” el accionar de la Policía, que en 2019 se amotinó y agravó la crisis política que hasta ese momento solo tenía como actores de las protestas a los cívicos.
“Incluso el jefe de la Policía (Yuri Calderón) fue el que sugirió al Presidente, en una declaración pública el 10 de noviembre de 2019, a que presentara su renuncia y se presentó una situación similar en las Fuerzas Armadas. Es decir, los hechos revelan una clara manipulación durante las (disputas) políticas”, cuestionó.
El CAT pidió que se informe si se tomaron las medidas específicas para garantizar que la Policía y las Fuerzas Armadas se rijan por “criterios estrictamente profesionales subordinadas al poder civil, lo que contribuirá a garantizar la estabilidad democrática. ¿Se ha pensado en establecer controles internos y externos para supervisar su actuación?”, preguntó