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Thursday 12 Dec 2024 | Actualizado a 08:10 AM

Lea el discurso de posesión completo del presidente Luis Arce

El discurso de posesión del presidente Luis Arce duró casi media hora.

Por La Razón

/ 8 de noviembre de 2020 / 13:52

¡Honor y Gloria a nuestros ancestros que siempre nos acompañan!

¡Honor y Gloria a todas y a todos los mártires de la liberación!

¡Honor y Gloria a los caídos en Senkata, Sacaba, El Pedregal!

¡Honor y Gloria a los héroes del pueblo que recuperaron la democracia!

Saludar al pueblo boliviano, al hermano Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia y Presidente de la Asamblea Legislativa Plurinacional, hermano jilata David Choquehuanca.

A los hermanos, Rey Felipe VI de España, Felipe de Borbón y Grecia; presidente de la República de Argentina, Alberto Fernández; presidente de la República de Paraguay, Mario Abdo Benítez; presidente de la República de Colombia, Iván Duque Márquez; presidente del Consejo de Ministros del Perú, Walter Roger Martos Ruiz; vicepresidente Segundo de España, don Pablo Iglesias.

A los cancilleres de la República Islámica de Irán, República Oriental del Uruguay, República Bolivariana de Venezuela y República de Chile. Almuhamed Al Jasmi’s, delegado de su alteza, jeque Jalifa bin Zayed bin Sultan Al Nahayan​, presidente de Emiratos Árabes Unidos.

A los parlamentarios de países hermanos, delegados oficiales de otros países que hoy nos acompañan. Secretarios generales de la CAN, Parlasur; Secretaria General Iberoamericana, ALBA, Banco Interamericano de Desarrollo; representantes de organismos internacionales, al cuerpo diplomático acreditado en Bolivia; observadores electorales; al Presidente de la Cámara de Senadores; al Presidente de la Cámara de Diputados; a todas las senadoras, senadores; diputadas, diputados.

Autoridades nacionales y subnacionales del Estado Plurinacional de Bolivia. Autoridades de los órganos del Estado. Alto Mando Militar y Policía. Expresidentes democráticos, autoridades religiosas y espirituales.

Ejecutivos de las organizaciones sociales, campesinas, indígenas y obreras. Representantes de partidos políticos, a la dirigencia y militancia del MAS- Instrumento Político Para la Soberanía de los Pueblos.

Saludar a la familia de nuestro hermano, jilata David Choquehuanca, y una salud muy especial para mi familia, para mi mamá Olga, mi esposa, Lourdes, mis hijos: Marcelo, Rafael, Camila.

Mis nietos y toda mi familia, a quienes hoy desde esta tribuna les agradezco por toda su paciencia y apoyo.

Durante los años que fui Ministro de Economía y Finanzas Públicas sacrifique muchos años con ustedes, para dedicarme a servir a nuestra patria, y hoy les pido cinco años más de paciencia y tolerancia.

‘El gobierno de facto’

Saludar con mucho afecto a todas las bolivianas y bolivianos que nos acompañan en este día histórico para el pueblo boliviano.

A partir del 10 de noviembre de 2019, después de 21 días en que se escamoteó la voluntad popular expresada en las urnas y que dieron un ganador Bolivia fue escenario de una guerra interna y sistemática contra el pueblo, especialmente contra los más humildes.

Las dos tareas que el gobierno de facto se impuso: pacificación del país y convocatoria inmediata a elecciones no se cumplieron, todo lo contrario. Se sembró muerte, miedo y discriminación, recrudeció el racismo y se usó la pandemia para prorrogar a un gobierno ilegal e ilegítimo.

La persecución y criminalización desatada por el régimen en contra de dirigentes del MAS-IPSP y de los movimientos sociales, en contra de mujeres y hombres humildes del pueblo, se tradujo en muertos, heridos, encarcelados, perseguidos, asilados y exiliados.

Sacaba, Senkata y El Pedregal son una prueba irrebatible de la brutalidad del régimen, pero también son símbolo de dignidad y resistencia junto a hombres como Carlos Orlando Gutiérrez Luna, gran dirigente minero que luchó con valentía por la recuperación de la democracia y que siempre vivirá en el corazón del pueblo.

Pero, como diría Marcelo Quiroga Santa Cruz, aquel líder socialista asesinado en otro golpe de Estado en 1980, no es el odio lo que impulsa nuestros actos, sino una pasión por la justicia.

‘Una nueva etapa’

Este 8 de noviembre de 2020 iniciamos una nueva etapa en nuestra historia, y queremos hacerlo con un gobierno que sea para todas y para todos, sin discriminación de ninguna naturaleza.

Nuestro Gobierno buscará en todo momento reconstruir nuestra patria en unidad para vivir en paz.

En este camino, la democracia es un valor fundamental de los pueblos y es la que se expresa de manera inequívoca la voluntad de la población y también es un eje ordenador de nuestra institucionalidad y de nuestra sociedad.

La democracia no sólo es el voto para elegir autoridades en todos los niveles, sino también elecciones abiertas, justas. Es la participación de todos y todos sin la exclusión de nadie, más aún de las mayorías sociales y nacionales culturales. Es la protección de los derechos civiles y políticos como la libertad de expresión y la libertad de organización. Es pluralismo polít6ico.

Todos estos requisitos para calificar un sistema de democrático fueron mutilados en un año de un gobierno de facto. Durante meses se llenaron la boca de democracia para unos, mientras se intentaba proscribir no sólo al MAS, sino al pueblo en su conjunto.

Desde la recuperación de la democracia en Bolivia, en 1982, que fue producto de la lucha del pueblo boliviano, nunca como hasta ahora se ha tendido que evidenciar una democracia mutilada de sus contenidos centrales. Una inmensa mayoría plurinacional enfrentó el peligro de la proscripción, la criminalización y la persecución.

Se estigmatizó a los movimientos sociales, a campesinos e indígenas y obreros. Se nos llamó de salvajes, de sediciosos, de terroristas. Se humilló a las mujeres de pollera, se quemó nuestra Wiphala, que es como quemarnos a nosotros mismos, como quemar nuestras raíces, desde sectores minoritarios de la población, como quedó en evidencia en las elecciones de octubre pasado se quería una democracia sólo para unos pocos.

En los hechos, estos sectores minoritarios levantan la bandera de la democracia sólo cuando les conviene, y cuando no, recurren a la desestabilización, a la violencia, a golpes de Estado para hacerse del poder.

Lamentablemente, algunos grupos quieren volver a la democracia excluyente, mutiladora de nuestra plurinacionalidad, en la que no participen aquellas mayorías que con el esfuerzo de su trabajo hacen posible la Bolivia de todos los días.

Sin embargo, a pesar de esas condiciones adversas, a pesar de que la participación del pueblo estuvo amenazada por la violencia del gobierno de facto y grupos paramilitares en las elecciones del 18 de octubre obtuvimos una histórica victoria en las urnas con más del 55%.

‘Somos mayoría’

Somos mayoría. Eso quiere decir que la población boliviana votó por la paz y la estabilidad, por la esperanza y la dignidad, por el rencuentro entre todos y todas las bolivianas y bolivianos.

Ese voto del 55.10% no es de Luis Arce ni David Choquehuanca. Ese voto es producto de la consciencia y la organización de un pueblo que no quiere libertad para unos cuantos, sino para todos. 

Es el voto de un pueblo que no quiere bienestar para unos cuantos, sino para todos; que no quiere alegría para unos cuantos, sino para todos.

Asumimos este mandato que nos da la población, el pueblo para trabajar incansablemente y con humildad por la reconstrucción de nuestra Patria, y nos comprometemos a rectificar lo que estuvo mal y a profundizar lo que estuvo bien.

En octubre de 2020 triunfó la democracia intercultural, triunfó la democracia que permite la deliberación y organización desde abajo y triunfó la democracia que traduce esa voluntad, esa fuerza creativa a través del voto, pero democracia es también materialización de los derechos contenidos en nuestra Constitución Política del Estado.

De nada sirve elegir a las autoridades mediante el voto si a la vez el pueblo al que se debe la democracia está privado de los derechos fundamentales, como los de acceso a la salud, a la educación, al trabajo, a los ingresos y a la vivienda.

Democracia es tener el derecho de disfrutar de la riqueza que es para todos y no para unos cuantos, y eso lo hicimos en 14 años y eso vamos a profundizar en nuestro Gobierno: la redistribución del ingreso, los bonos siempre irán de la mano de nuestra política económica.

Vamos a trabajar entre todos y todas para recuperar los niveles de crecimiento que el gobierno de facto hizo añicos, y lo haremos reduciendo la pobreza, así como las desigualdades económicas y sociales. Esos son los principios que guían nuestro modelo económico social comunitario productivo al cual retomaremos.

La ‘triple crisis’

Hoy nuestra Patria enfrenta una triple crisis iniciada en noviembre de 2019 con el golpe de Estado y profundizada con la pandemia.

La crisis política que generó un gobierno que no salió de las urnas ni del respeto de los reglamentos de la Asamblea Legislativa Plurinacional ni mucho menos de su apego a la Constitución Política del Estado.

La crisis sanitaria producto de la aparición de la pandemia mundial del COVID-19 en Bolivia, y a la que el gobierno de facto no pudo ofrecer ninguna respuesta integral adecuada.

La crisis económica derivada de la incapacidad del gobierno para generar estabilidad y crecimiento con justicia social, en un año se retrocedió en todas las conquistas del pueblo boliviano.

Hay quienes han argumentado que la situación actual es producto única y exclusivamente de la acción de ese enemigo silencioso llamado COVID-19, pero querer echarle toda la culpa a la pandemia de esta situación no es correcto, la crisis se venía conformando en el horizonte desde el golpe de Estado, tras el cambio abrupto de la política económica y se agudizó a raíz de los efectos de la crisis sanitaria.

Hoy nuestra economía nacional está en medio de una recesión profunda en la actualidad se tiene caída del PIB del 11,1%.

Según el dato publicado por el INE, al segundo trimestre de este año nuestro país pasó de liderar el crecimiento económico de Sudamérica durante seis años en el periodo entre 2006 y noviembre de 2019 a presentar la caída más fuerte de la economía en los últimos casi 40 años, del mismo modo el déficit fiscal programado para la gestión 2020 alcanza al 12,1% y se convierte en el más alto desde el periodo de la UDP, el déficit del sector público financiero a septiembre alcanza ya a 5,6%.

Por su parte, el TGN presenta un déficit programado ya del 8,7% explicado principalmente por el aumento del gasto corriente, ya que el déficit corriente del TGN alcanza al 8,1% de la presente gestión, estas cifras muestras que en tan solo un año de gestión económica del gobierno de facto  se pasó de una economía que privilegiaba a la inversión pública y a la redistribución del ingreso, a tener la necesidad de contraer deuda pública para pagar los sueldos y salarios del sector público, también hubo un drástico incremento del endeudamiento público, entre noviembre de 2019 y octubre de 2020.

El gobierno transitorio endeudó al país en más de 4.200 millones de dólares entre deuda interna y externa, destaca principalmente la contracción de deuda con el Banco Central de Bolivia por $us 1.900 millones aproximadamente y 800 millones a través de subastas públicas de bonos del TGN, en el ámbito de la deuda externa se comprometieron créditos externos por más de $us 1.500 millones para cerrar el año programaron un endeudamiento de Bs 4.400 millones adicionalmente en el mercado interno.

Las reservas internacionales netas disminuyeron en $us 881 millones entre noviembre de 2019 y octubre de 2020, lo que representa una caída del 13%, aproximadamente, a noviembre de 2019.

Las reservas internacionales se situaban en $us 6.459 millones de dólares y a octubre de este año se encuentran en sólo $us 5.578 millones; sólo en el mes de octubre las reservas disminuyeron en $us 777 millones.

El gobierno de facto deja una economía con cifras que no se veían ni en una de las peores crisis que sufrió Bolivia en el gobierno de la UDP en la década de los años 80 del siglo pasado, aumentó el desempleo, la pobreza y las desigualdades, tenemos ante nosotros el gran desafío de volver a reconstruir nuestra economía, de generar certidumbre, de generar crecimiento con redistribución del ingreso, de reducir las desigualdades económicas y sociales, pero estamos seguros que trabajando junto al pueblo lograremos una vez más superar las adversidades.

‘Un mensaje de esperanza’

Hoy estamos aquí para enviar un mensaje de esperanza a todas las naciones que conforman Bolivia, a esas mujeres y hombres valientes que salen día a día a luchar para superar esta difícil situación, ellos son el ejemplo para una clase política que debe pasar esta página oscura en su historia, mirar el presente con responsabilidad y compromiso y al futuro con optimismo, enfocándonos en un sólo objetivo, el vivir bien de todas y todos los bolivianos.

Por eso daremos continuidad a la construcción de una economía plural y diversas que recupere, fortalezca y promueva todo el potencial que tenemos, iniciativas y capacidades de Bolivia desde lo comunitario de los pueblos originarios y campesinos, lo estatal, privado, cooperativo y de la amplia diversidad y cultural.

Durante meses hemos planificado una serie de acciones para activar nuestra economía y se toma la dinamización de la economía interna. Tenemos grandes proyectos que vamos a poner en marcha gradualmente en los próximos meses, cumpliendo así nuestro compromiso de campaña con el pueblo, porque día que pasa sin tomar acción, día que se complica la situación de Bolivia.

Nuestra patria hoy más que nunca requiere esfuerzo y movilización sincronizada entre la sociedad civil y todos los órganos del Estado, entre el sector público y el sector privado; así, como entre las diferentes agrupaciones políticas.

A pesar de las diferencias estamos en la obligación de estar a la altura del pueblo, que nos demanda unidad, paz y certidumbre.

Unidad y complementariedad entre oriente y occidente, entre el campo y la ciudad. Todos somos Bolivia, debemos poner fin al miedo en Bolivia.

Creo en la justicia, no en fomentar un ambiente de resentimiento y de venganza, que no respete la diversidad de pensamiento, en donde ser de otro partido o color político te hace ser objeto de odio.

Eso debe acabar. Creo y apoyo el refuerzo, la institucionalidad del Estado y en generar un ambiente seguro y estable donde los únicos que deben temer son los infractores, los criminales, los violentos y los que cometan actos de corrupción.

Nuestro Gobierno trabajará orientado en el presente y futuro, sirviendo al pueblo boliviano, a intereses colectivos y no intereses mezquinos individuales.

‘Somos una nación soberana’

Desde esta tribuna en la que se concentra la voluntad democrática de nuestro pueblo, también quiero dirigir a la comunidad internacional, a las hermanas y hermanos de otros países que hoy nos visitan. Somos una nación soberana, con un Gobierno nacido en las urnas y nuestra voluntad es la de trabajar por un mundo multipolar, en el que no exista la supremacía de ninguna potencia y en la que todos los estados y seres humanos vivamos sin miedo, sin guerras, sin odios, sin saqueo de nuestros recursos naturales; sin la explotación, sin racismo y discriminación; sin amenazas, sin presiones de ninguna naturaleza.

Asumimos con fuerza hoy más que nunca los principios de la autodeterminación de los pueblos, la no intervención, el no alineamiento y la plena igualdad jurídica y política de todos los estados sin ninguna forma de subordinación.

Apostamos por una integración emancipadora y no subordinada que considere todos los ámbitos de la vida, desde la salud, la educación hasta la económica comercial.

Reivindicamos la integración Sur- Sur en un mundo globalizado en que no se imponga designios desde el Norte.

Propugnamos la unidad política de la diversidad de América Latina y el Caribe, la CELAC es la mejor vía para conquistar tan noble e histórica causa.

Volvemos a ser nuestra resolución de la CELAC de la 2014, cuando declaramos a América Latina y el Caribe como un territorio de paz.

Levantamos la bandera de la diplomacia de los pueblos por la vida y de un mundo sin muros. Debemos poner fin a todo aquello que nos impide reconocernos como iguales, como hermanas, como hermanos.

En la subregión, planteamos la recuperación de la Unasur como espacio de integración y un mecanismo de concertación política en la que nos encontremos todos, independientemente de la orientación política de los gobiernos.

‘Asumo la Presidencia con humildad’

Querido pueblo de Bolivia, estoy hoy frente a todos ustedes con mucha emoción, pero con un enorme sentido de responsabilidad que nace del amor que le tengo a nuestra Patria, a nuestras raíces y al pueblo, pero también las promesas asumidas ante esta campaña política, por eso quiero reafirmar desde aquí mi compromiso de honrar cada una de ellas.

Asumo la Presidencia del Estado Plurinacional de Bolivia con mucha humildad, con mucha honra y con mucho agradecimiento por la confianza depositada en nosotros.

Gobernaremos con responsabilidad e inclusión, representándolos a todas y todos, afrontando los cambios necesarios con el objetivo de que Bolivia vuelva a la senda de la estabilidad lo antes posible.

Hoy afrontamos el enorme reto de tener que escribir unido a las letras que definirán los próximos cinco años de nuestra historia, esperando ser recordados como el Gobierno en el que el pueblo boliviano se levantó para recuperar la democracia, la dignidad, la paz, el crecimiento y la justicia social.

Trabajaremos incansablemente sirviendo al pueblo boliviano. Venceremos a la pandemia, triunfaremos sobre la crisis como ya lo hicimos en años anteriores, porque somos un pueblo luchador, perseverante y valiente que mira sin miedos y con optimismo y con la fuerza de saber que nosotros somos capaces de conseguir.

En mi recorrido por toda Bolivia, junto con el hermano jilata David, he sentido el dolor, pero también la esperanza de millones y millones de bolivianos y bolivianas.

No olvidaré nunca las lágrimas, los abrazos, las sonrisas, las palabras de fuerza que me dieron en todo momento, ni las historias personales que me compartieron en cada lugar por el que pasé.

No olvidaremos los anhelos de quienes sean visto tan afectados en este año fatídico marcado por el golpe a la democracia y por esta cruel pandemia.

Sus rostros, sus voces, su cariño y esperanza estarán siempre presentes hoy conmigo y me acompañarán en todo momento durante los próximos cinco años.

Por mandato de ustedes, queridas hermanas y hermanos, asumo con mucha humidad y responsabilidad la Presidencia del Estado Plurinacional.

Miro el pasado, todo lo que vivimos y superamos. Levanto mis ojos y veo que una Bolivia mejor es posible, con la participación y el trabajo de todas y todos los bolivianos.

Caminemos en paz, lado a lado para lograrlo. ¡Vamos a salir adelante!

¡Que viva el Estado Plurinacional de Bolivia!

¡Honor y gloria al pueblo boliviano!

Muchas gracias.

(Fuente: Ministerio de la Presidencia)

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‘Dispararon policías y entraron al cuartel’

"Los militares que están en el regimiento, en el Chapare, admiten que la movilidad que intentó detener a Evo entró al cuartel. Estaba con policías y se fueron en helicóptero", reveló la fuente a este medio.

Afirman que fueron policías los que atentaron contra el expresidente Evo Morales.

Por La Razón

/ 27 de octubre de 2024 / 20:52

Una fuente política del más alto nivel nacional, que pidió mantener su nombre en reserva, aseguró a La Razón que quienes dispararon catorce veces contra el vehículo del expresidente Evo Morales son policías que, a posteriori, se refugiaron rápidamente en la Novena División del Ejército, acantonada en Villa Tunari, Cochabamba, y luego fueron evacuados en helicóptero.

“Los militares que están en el regimiento, en el Chapare, admiten que la movilidad que intentó detener a Evo entró al cuartel. Estaba con policías y se fueron en helicóptero”, reveló la fuente a este medio.

También un grupo de militares del recinto militar admitió ante los manifestantes que las camionetas relacionadas con el incidente ingresaron al cuartel con policías. Luego partieron en un helicóptero.

Según el relato de un militar, las camionetas, en las que se encontraban efectivos policiales vestidos de civil, ingresaron al recinto militar y fueron evacuados por orden superior.

“Son policías, nosotros no tenemos esas camionetas. En el cuartel no hay esas camionetas último modelo”, dijo el militar a un grupo de seguidores de Morales, según un video compartido en redes sociales.

Se cree que fue un intento de detener a Evo. Y, ante la falla, los uniformados dispararon al vehículo. “Podían haber matado a Evo y al chofer, el semi blindaje del auto aminoró los impactos”.

Lea también: Militar admite que vehículo involucrado en ataque a Evo ingresó al cuartel con ‘policías’

PROYECTILES

La misma fuente indicó que los proyectiles que se incrustaron en el vehículo serán testimonio irrefutable del tipo de armas que se usaron en caso de una investigación.

Sobre el tema, el presidente Luis Arce instruyó una minuciosa investigación para esclarecer este hecho. “Ante la denuncia del expresidente Evo Morales de un presunto atentado contra su vida, he instruido una inmediata y minuciosa investigación, para esclarecer este hecho”.

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laRazón: nuevo ciclo

Por La Razón

/ 31 de agosto de 2024 / 07:50

Desde nuestro nacimiento hace 34 años, hemos recorrido un camino de crecimiento y consolidación, destacándonos como un diario nacional líder y de referencia. Ha sido un andar fecundo, con desafíos y aprendizajes, marcado por un periodismo honesto y responsable. Como toda empresa que opera en un entorno económico cambiante, llega un momento en el que se deben tomar decisiones estratégicas para garantizar su sostenibilidad y permanencia. A partir del 1 de septiembre, iniciamos un nuevo ciclo como medio digital. Es una decisión necesaria para asegurar nuestra continuidad y relevancia.

Hemos analizado en profundidad este nuevo rumbo desde hace algún tiempo, proyectando escenarios futuros, pero sobre todo ponderando el hecho que un periódico es ineludiblemente una empresa y debe regirse por los códigos de un manejo responsable y sostenible. En ese sentido, estamos impulsando un modelo de negocio diferente al anterior.

La actual crisis económica boliviana, con su impacto en los flujos de divisas y en nuestra logística operativa, particularmente en la importación de materia prima, y la reconfiguración de la inversión del mercado publicitario, ha motivado el cambio: a partir de septiembre La Razón no tendrá una versión en papel y trasladaremos nuestras ediciones al «papel digital», concentrando nuestros esfuerzos en ofrecer un producto de calidad e interactivo a la altura de los tiempos.

En este contexto de consolidación digital, fortaleceremos nuestra presencia en línea, desarrollando nuevas herramientas y formatos. Potenciaremos La Razón Digital, ofreciendo contenidos innovadores y mejorados como La Razón Radio, el programa Piedra, Papel y Tinta, y los programas deportivos Marcas y Fútbol sin Anestesia, en streaming y televisión. La constante evolución de La Razón Digital y nuestras propuestas en redes sociales continuarán y reflejan el inicio de este ciclo en nuestra trayectoria.

Hoy en día, el periodismo impreso enfrenta desafíos sin precedentes. La irrupción de Internet, junto con el auge de las plataformas y redes sociales, han transformado los hábitos informativos de las personas e impactan profundamente en el modelo de negocios de los diarios impresos a nivel global. La Razón se adapta a ese nuevo contexto.

Apreciadas y apreciados lectores, más allá del soporte mediático, el grupo propietario del diario, la dirección y todo el equipo de La Razón reafirmamos nuestro compromiso con un trabajo responsable y de calidad.

Esta transformación es un paso más en nuestra evolución y estamos convencidos de que, con la confianza de nuestros lectores, colaboradores y columnistas, continuaremos siendo un pilar en la conversación pública y democrática del país. Septiembre marca el nacimiento de una nueva etapa para esta casa periodística, una etapa que enfrentamos con convicción y optimismo, seguros de que las decisiones tomadas hoy garantizarán nuestra permanencia y éxitos en el futuro.

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Economía en tiempos difíciles

El desafiante entorno económico ha forzado transformaciones drásticas en varios sectores

Por La Razón

/ 30 de agosto de 2024 / 07:01

El contexto de la economía boliviana está acompañado por una serie de factores tanto internacionales como domésticos, que han creado una situación extremadamente compleja. Sería apropiado mencionar la desaceleración económica a nivel mundial, que implica condiciones desfavorables, así como desafíos a escala interna que incluyen la presencia de problemas estructurales y de desconfianza.

Todos estos fenómenos tuvieron un impacto negativo en el entorno económico, lo que exacerbó aún más la situación. La política, naturalmente, ha sido un factor crucial en todo esto, especialmente en lo que respecta a las tensiones entre el Gobierno y sus críticos y adversarios políticos, que solo han agregado más incertidumbre sobre el futuro económico del país. Las políticas económicas han sido criticadas con intensidad, lo que demuestra una cultura polarizada que lucha por la toma de decisiones efectiva.

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Uno de los problemas más visibles es la escasez de dólares, que se agudiza desde principios de 2023 a la par de una devaluación impulsada por el precio de la divisa en el mercado paralelo. El desequilibrio ha impactado el sistema de precios, exacerbado por el control y ocultamiento de la información disponible. Las Reservas Internacionales Netas disminuyen, dando señales de fuertes problemas en la gestión de liquidez y de política monetaria. Al mismo tiempo, el sector privado señala la falta de seguridad jurídica y la urgente necesidad de una nueva ley de inversiones.

Otro conflicto de larga data es el subsidio a los hidrocarburos que aunque ha permitido mantener precios bajos en el mercado interno, es insostenible a largo plazo y está afectando el presupuesto estatal. Las discusiones sobre posibles cambios en esta política podrían generar aún más tensiones internas.

La inflación, ya perceptible, ha elevado la preocupación por el incremento de precios en productos básicos, fenómeno que se ve agravado por la especulación y la escasez de divisas. A esto se suman los desafíos provocados por desastres naturales, como la sequía que ha golpeado varias regiones del país, afectando la producción agroindustrial. Aunque ha habido avances en la exploración de hidrocarburos con algunos descubrimientos recientes, estos no han sido suficientes para aliviar las tensiones económicas y han abierto nuevos frentes de conflicto.

El desafiante entorno económico ha forzado transformaciones drásticas en varios sectores, incluyendo el de la comunicación y el periodismo. Los medios impresos, en particular, han enfrentado dificultades para importar insumos básicos, pero también han encontrado en la digitalización y en los nuevos patrones de consumo de información una ventana para reinventarse.

Aunque la situación es compleja, las crisis ofrecen oportunidades para aquellos que saben identificarlas y reestructurarse a tiempo. Las empresas y sectores que logren adaptarse a las nuevas realidades podrán salir fortalecidos. La rápida evolución en la forma de informar, impulsada por los cambios en las preferencias del público, presenta tanto desafíos como oportunidades para quienes sepan ajustarse a los nuevos tiempos.

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Camino al referéndum

Corre contra el tiempo el Gobierno y en su camino tiene por delante muchos obstáculos, algunos subsanables con retórica y argumentos

Por La Razón

/ 22 de agosto de 2024 / 07:17

A 10 días del plazo máximo para convocar a referéndum para resolver tres asuntos urgentes en la agenda política, social y económica, el presidente Luis Arce ha puesto en consideración del Tribunal Supremo Electoral (TSE) cuatro preguntas, que deberán ser analizadas y comentadas antes de pasar al control de constitucionalidad; la Asamblea Legislativa no ha sido invitada al debate.

En cumplimiento de su anuncio de convocar a consulta ciudadana para dirimir si se levanta o no la subvención a los carburantes, si es posible la reelección después de un segundo periodo, y si se incrementa el número de miembros en la Asamblea Legislativa, el mandatario propuso cuatro preguntas, dos sobre los carburantes, que serán sometidas al análisis del TSE, que debe dictaminar, en el plazo de 72 horas desde ayer, “si reúnen las características de claridad, imparcialidad y precisión”.

Lea: Elecciones judiciales

Luego del informe del TSE, explicó el ministro de Justicia, le corresponde al Tribunal Constitucional Plurinacional avalar la constitucionalidad de las preguntas. La “fecha fatal” para haber cumplido ambos trámites, dijo el ministro, “es la próxima semana”. Es previsible que, cualquiera que sea el veredicto de ambas instancias, habrá severos cuestionamientos, que ya han sido anunciados por los líderes de la oposición.

Las reacciones de los líderes de partidos de oposición, incluyendo a Evo Morales, salieron por el cauce de lo previsible: el Presidente trata de transferir al pueblo responsabilidades indelegables; la reforma constitucional no puede consultarse mediante decreto; la consulta no sirve para resolver los problemas de hoy; hacer referéndum es un despilfarro de dinero, hoy tan escaso; la consulta solo servirá para confundir al pueblo; y, coincidentemente entre todos, las preguntas son confusas; el resultado solo agravará la polarización. Los unos hablaron en nombre de sus convicciones democráticas, el expresidente Morales, en nombre de su aspiración a ser candidato nuevamente y su temor de no serlo.

En medio de la carrera por llegar a la “fecha fatal” para emitir el decreto supremo convocando al referéndum e instruyendo al TSE realizarlo el mismo día que las elecciones judiciales, el debate público no ha sido parte de la agenda. No se trata siquiera de discutir la pertinencia de los tres temas, sino sobre todo de lo que se desea lograr con las preguntas. Cierto es que debatir en medio de crispada polarización parece tarea infértil, pero cuando menos proponer los temas ya es un avance democratizador.

Corre contra el tiempo el Gobierno y en su camino tiene por delante muchos obstáculos, algunos subsanables con retórica y argumentos, y muchos otros con política activa, mientras trata a toda costa de evitar el, probablemente imposible, paso por el Legislativo. Las conclusiones y recomendaciones del TSE y del TCP servirán para saber si el Gobierno prevalece en su intento o debe buscar otra estrategia en medio de un clima crecientemente conflictivo.

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1D: elecciones judiciales

Por La Razón

/ 18 de agosto de 2024 / 00:05

Superando varios obstáculos y con más de un año de retraso, finalmente las elecciones judiciales tienen fecha. Pese a los augurios de fracaso, la Asamblea Legislativa aprobó por dos tercios las listas de postulantes. Y el TSE tomó competencia para organizar la votación popular. Será el 1° de diciembre. Es una buena noticia para la institucionalidad y la democracia.

Por mandato constitucional, las altas autoridades del Tribunal Constitucional Plurinacional, el Tribunal Supremo de Justicia, el Tribunal Agroambiental y el Consejo de la Magistratura son electas por la ciudadanía. Previamente, con arreglo a una convocatoria pública, la ALP selecciona a las y los postulantes que cumplan requisitos, no tengan impugnaciones, certifiquen méritos y pasen una prueba de conocimientos. Como sucedió en los comicios anteriores, es un proceso con problemas de legitimidad.

Los principales cuestionamientos a las elecciones judiciales son que se contaminan de inicio por la politización de la preselección de postulantes en la ALP (“son afines al Gobierno”), se vota en las urnas con muy escaso conocimiento sobre los candidatos y sus méritos y, en especial, no contribuyen a resolver la crisis estructural del sistema de administración de justicia en el país. Así, en la votación popular de 2011 y 2017, primaron los votos nulos como una forma de cuestionar el mecanismo.

Pese a la complejidad de estas elecciones y la experiencia fallida de su realización, se trata de un avance de ampliación democrática contemplado en la Constitución. En el pasado, las altas autoridades judiciales eran electas directamente en el Parlamento, como resultado del cuoteo partidario. Ahora, la ciudadanía tiene el derecho de votar por estas autoridades, aunque en rigor la elección viene condicionada por el polémico filtro de la Asamblea. Así ha ocurrido también en este nuevo proceso.

El 1° de diciembre las y los bolivianos estamos convocados a las urnas en la tercera elección de este tipo en nuestra historia. Tendremos que elegir 52 autoridades (26 titulares y 26 suplentes) entre los 139 postulantes seleccionados. Los comicios debieron realizarse en 2023, pero la acción combinada de operadores políticos y judiciales se ocupó de bloquearlos en la Asamblea. El resultado fue la autoprórroga de las autoridades electas en 2017, que cumplieron su mandato en diciembre del año pasado.

¿Por qué son importantes y sobre todo necesarias estas elecciones pese a que las listas aprobadas tienen problemas de paridad de género, número mínimo de postulantes, inclusión indígena y hasta selección de postulantes aplazados? Primero porque se cumple la Constitución contra quienes apostaron por obstruir estos comicios hasta el año 2026. Y lo más relevante, porque con nuevas autoridades electas en diciembre se podrá reemplazar a los magistrados autoprorrogados y sus sentencias a la carta. No es poco.

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