Gobernador teme que ingreso forzado de bolivianos amenace el éxito de la cuarentena en Oruro
Zenón Pizarro pidió al Ejército reforzar el control. Este martes 7 de abril, Oruro cumple 18 días de silencio epidemiológico, es decir que no se ha detectado ni un nuevo caso de COVID-19 desde el 16 de marzo.

El gobernador de Oruro, Zenón Pizarro, expresó su preocupación ante la probabilidad de que cerca de 300 connacionales que se hallan en Colchane (territorio chileno en la frontera con Bolivia) intenten ingresar al país “por la fuerza”, sin someterse al aislamiento y a los controles sanitarios. La autoridad teme que el éxito de la cuarentena que rige en Oruro se vea amenazada, por lo que pidió al Ejército reforzar el control en ese sector de la frontera con Chile.
“Son 300 bolivianos que llegaron a la frontera después del sábado y que quieren entrar a la fuerza a Pisiga, en territorio boliviano; como Oruro no vamos a permitir eso porque el departamento está cumpliendo una cuarentena disciplinada. Por eso estamos pidiendo al Ejército reforzar el control correspondiente”, declaró Pizarro a radio Panamericana.
Antes de poder seguir su viaje por el resto del país, añadió la autoridad, estas personas deben pasar por Migración y por control sanitario, “de lo contrario es jugar con la salud del pueblo boliviano; no sabemos ni estamos diciendo que estén contagiados, pero de manera voluntaria deben hacer la cuarentena”.
Logro epidemiológico
Este martes 7 de abril, Oruro cumple 18 días de silencio epidemiológico, es decir que no se ha detectado ni un nuevo caso de COVID-19, un logro que es atribuido a la drasticidad de las medidas aplicas por las autoridades departamentales y municipales y a la disciplina de la población. La región contaba con ocho casos positivos de coronavirus y se ha mantenido en ese número desde que se dictaron las restricciones, el 16 de marzo. De hecho, cinco de las ocho personas del grupo familiar que se hallan en estricto aislamiento ya dieron negativo al virus en varios análisis.
Pizarro explicó que otro grupo de 480 personas, que también llegaron a Pisiga desde Chile, ya cumplen la cuarentena y se someten regularmente a la revisión médica en el espacio habilitado con ese fin en ese sector del país; la finalidad es que ni un caso sospechoso salga de control.
Se desata la violencia
Cerca del mediodía de este martes, ciudadanos bolivianos que pretenden retornar al país agredieron a militares que resguardan el paso fronterizo con piedras y otros objetos. En medio de las acciones de violencia habrían arrebatado un fusil, según videos difundidos en redes sociales.
Ante esta situación, los efectivos de las fuerzas del orden se unieron y protegieron con escudos para enfrentar la situación. Tras las agresiones, en uno de los audiovisuales se escucha reclamar a un jefe militar boliviano exigir a estas personas devolver un fusil, que presuntamente le quitaron a un soldado.
Según Pizarro, la mayoría de estas personas son bolivianos que –al verse sin trabajo por efecto de la desaceleración económica que empieza a afectar a Chile a causa del COVID-19– decidieron regresar a Bolivia.