Gobierno perfila revisar y denunciar incumplimiento de acuerdo Bolivia-EEUU
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, afirmó, como lo había hecho ayer el presidente Evo Morales, que el país del norte está en “una guerra permanente” contra Bolivia
El Gobierno del presidente Evo Morales revisará y denunciará el incumplimiento del acuerdo marco suscrito en noviembre entre Bolivia y Estados Unidos porque el país del norte mantiene una política permanente de conspiración contra la actual administración, informó el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
Por tercer día consecutivo, el Gobierno cuestionó a Estados Unidos. Morales, el viernes, aseguró que “tener relaciones con la embajada de Estados Unidos es como una caca (excremento)”, mientras que ayer denunció que el país del norte declaró una “guerra permanente” contra su Gobierno y que intentó vincularlo con el caso del general René Sanabria, condenado por tráfico de drogas en Miami.
Quintana, en una entrevista con los medios estatales, reafirmó que la administración estadounidense mantiene una especie de política de Estado de conspiración en contra del gobierno de Bolivia porque está al margen –señaló- de los lineamientos que traza a nivel internacional.
«Lo que el presidente Evo ha explicado y le ha dicho al país es lo que nosotros constatamos todos los días acerca de lo que está ocurriendo en esta, no sé si llamar relación entre Bolivia y EEUU. Es lo que el presidente ha llamado prácticamente una declaratoria de Estados Unidos de una guerra permanente contra Bolivia”, sostuvo.
Esta situación persiste, añadió, pese a la firma en noviembre de un acuerdo marco que sentó las bases de un nuevo relacionamiento bajo pilares como el respeto mutuo. En consecuencia sostuvo que “hay que evaluar esta relación” y añadió que el compromiso de Washington de no injerencia “es parte de la política impostora de Estados Unidos”.
El documento bilateral, refrendado en diciembre de 2011 por la Asamblea Legislativa Plurinacional y promulgada como ley el 29 de marzo, incorpora elementos de trabajo como la lucha contra las drogas, comercio, justicia e inversiones.
“Estamos obligados a revisar el contenido de este acuerdo y cuestionar su incumplimiento; eso es lo que tenemos que hacer como un Gobierno responsable…El tema es que hay que evaluar esta relación, esta no es una relación digamos honesta, noble, respetuosas, hay que trabajar en eso, hay que seguir evaluando esa relación”, insistió ayer.
La Paz y Washington mantienen una relación compleja desde el 2008, cuando fue expulsado de Bolivia el embajador estadounidense Philip Golberg, a quien la administración de Morales acusó de injerencia política. También fue expulsada la agencia antidrogas DEA y la Usaid de diferentes zonas, entre ellas del Chapare.
Quintana, precisamente denunció que “todos los días opera contra Bolivia” el exembajador Goldber, quien –aseguró- es directo del Servicio de Inteligencia del Departamento de Estado. “Estamos hablando de una guerra permanente de Estados Unidos contra Bolivia”.
Esa administración asume una actitud permanente de una estigmatización, «de satanización de Bolivia» ante la comunidad internacional en el tema de la lucha contra el narcotráfico, cuyos resultados se niega a aceptar, como reconocen organismos internacionales como Naciones Unidas (ONU).
También aseguró que Organizaciones No Gubernamentales (ONG) contribuyen en la estrategia estadounidense, por lo que serán convocadas. Reveló que el partido Republicano financian organizaciones bolivianas.
«50 años de hegemonía, de tutelaje, de domesticar al sistema político, 50 años de convertir a Bolivia en un peón, para que tenga un aliado y que en foros internacionales sigan su política. Se terminó, le dijimos no vamos a seguir siendo los peones, sus conejillos de indias en materia de economía. Nos hemos desmarcado completamente y esa es una de las razones por las que Bolivia ha pasado a convertirse en adversario político de EEUU», señaló.