En Santa Cruz el problema está en Palmasola y en otras 9 carceletas
La Defensoría constató que en una celda de 5x6 metros viven hasta 56 internos.

La Defensoría constató que en una celda de 5×6 metros viven hasta 56 internos.
La razón n Palmasola, otrora considerada cárcel «modelo», hace tiempo que colapsó. En este recinto penitenciario hay 2.034 internos (300 mujeres y 1.734 varones) que se dan modos para «sobrevivir». Organizan brigadas para evitar la violencia entre ellos, pueden encontrar almuerzo y otras comidas en pensiones privadas; además que son constantes las denuncias de que desde el penal se controla el robo de vehículos y otros delitos, según el informe de la representación departamental de la Defensoría del Pueblo en Santa Cruz.
Allí impera el «código del silencio» ante algún problema grave, fugas o la muerte de algún interno. Del total de privados de libertad sólo 18 tienen sentencia, de acuerdo al informe de la Dirección de Establecimiento Penitenciario de Palmasola, que también detalla que 1.863 cumplen detención preventiva y 153 son detenidos con apremio, que vienen a ser los casos de asistencia familiar y laboral.
Si se habla de delitos, la mayoría (442 personas) está presa por la Ley 1.008. Un dato que preocupa es la presencia de alrededor de 46 adolescentes y jóvenes de entre 16 a 21 años y el informe contundente de la Defensoría del Pueblo: «Hacinamiento y falta de servicios penitenciarios». Pero Palmasola no es el mayor de los problemas de Santa Cruz, sino las carceletas que están en el área rural.
Deplorable. La defensoría visitó las carceletas de Camiri, Charagua, Vallegrande, Ascensión de Guarayos, Buenavista, Portachuelo, Montero, Warnes, Puerto Suárez y La Guardia, donde llegó a constatar una situación alarmante y riesgosa para el sistema carcelario, la seguridad y la humanidad de quienes guardan detención por la comisión de algún delito.
Estas carceletas sufren de un peligroso hacinamiento, hombres y mujeres se entremezclan y deben sobrevivir durante meses y meses en pequeños cuartos, los que son a su vez dormitorios, cocinas y baños.
La situación es de las peores en la carceleta de Montero, que está en las mismas instalaciones donde funciona el Comando Provincial de la Policía, y cuenta con cuatro celdas, en la que están 160 privados de libertad.
En la celda N° 1 (6×4 m) hay 34 internos varones, en la N° 2 (5×6 m) hay 48 internos y en la N° 3 (5×6 m) viven «amontonados» 56 internos.
La celda más vacía es la N° 4, de 4×4 m, que alberga a siete mujeres. Pero también hay una celda de castigo, de 2×4 m, donde cumplen sanción disciplinaria siete internos.
Donde sí hay campo es en la carceleta de Buenavista (4 celdas de 2×3 m para 18 detenidos, un baño y un «patio» de 1×7 m), según constató la Defensoría del Pueblo en octubre del 2010. Duermen en el suelo o lo que puedan y salen al «patio» tres veces al día, para ir al baño o para caminar.
Los custodios de la carceleta de Portachuelo también sacan a los nueve internos tres veces al día, para ir al baño y refrescarse, luego son encerrados en tres celdas. Por su parte, los internos del centro de detención de Warnes comen de una olla común y de las sobras de los policías. Las dos celdas son para varones y en caso de llegar mujeres, deben improvisarles un espacio en el garaje.
En Ascensión de Guarayoslas enfermedades infectocontagiosas son de alta incidencia y en Camiri los presos carecen de prediarios
En Vallegrande los 19 custodios habitan en dos cuartos de 3×3 m, y en Bahía 62 internos son vigilados por cuatro policías, en cuatro celdas.
Hacen falta arreglos y Prediarios
En la mayoría de las carceletas el retraso en los prediarios se agudiza y va en desmedro de la alimentación de los privados de libertad y de la tranquilidad de los policías.
En la carceleta de Montero, se recomendó solicitar a la Dirección Nacional de Régimen Penitenciario el aumento del pre- diario a Bs 10. La Defensoría sugirió la provisión de medios de transporte, medicamentos y la refacción de todas las carceletas.