EEUU niega haber fabricado pruebas contra exministro de México y pone en duda cooperación
Cienfuegos fue arrestado en Los Ángeles en octubre pasado por presunto narcotráfico antes de ser devuelto a su país en noviembre para un eventual juicio.
Estados Unidos rechazó este sábado la acusación hecha por el gobierno de México de que la DEA fabricó pruebas contra el exministro de Defensa mexicano Salvador Cienfuegos, y puso en duda la cooperación bilateral a futuro.
«Los documentos publicados por México (…) muestran que el dosier contra el general Cienfuegos no fue inventado», aseguró el Departamento de Justicia de Estados Unidos en un comunicado.
Pero eso no fue todo y el departamento expresó también su «profunda decepción tras la decisión de México de divulgar información compartida de forma confidencial».
Y agregó que «divulgar dicha información viola el Tratado de Asistencia Legal Recíproca entre México y Estados Unidos, y pone en cuestión si Estados Unidos puede continuar compartiendo información para apoyar las investigaciones criminales de México».
Cienfuegos fue arrestado en Los Ángeles en octubre pasado por presunto narcotráfico antes de ser devuelto a su país en noviembre para un eventual juicio.
Pero fue exonerado en México el jueves pasado. Las autoridades judiciales mexicanas concluyeron que Cienfuegos nunca se reunió con narcotraficantes ni tuvo comunicación con ellos.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, acusó públicamente el viernes a las autoridades estadounidenses, diciendo que no se puede «inventar delitos» y que nadie debería «ser tratado de esta manera».
Nueva acusación
Los investigadores estadounidenses afirman que tuvieron en sus manos miles de mensajes de texto que mostraban que a cambio de sobornos, el exministro había asegurado que no se llevaría a cabo ninguna operación militar contra el cartel mexicano H-2.
«El Departamento de Justicia de Estados Unidos está plenamente comprometido con sus investigaciones en este tema», reza el comunicado.
El departamento ya había dicho antes que se reservaba el derecho a iniciar una nueva acusación contra Cienfuegos, de 72 años, «si el gobierno de México no lo hace».
Antes del acuerdo de traslado con México, Estados Unidos acusaba al exministro de Defensa (2012-2018) del gobierno de Enrique Peña Nieto de presunto tráfico de drogas, lavado de dinero y asistencia al cartel H-2 para «contrabandear miles de kilogramos de cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana a Estados Unidos ilegalmente».
Cuestión de diplomacia
El sorprendente arresto de Cienfuegos en el aeropuerto de Los Ángeles fue en su momento considerado una muestra clara de los altos niveles que alcanzó la corrupción en México.
Pero el caso generó un roce diplomático y el presidente López Obrador se quejó de que la DEA, la agencia antidrogas de Estados Unidos, actuó a sus espaldas.
El mandatario, de relaciones cordiales con el saliente presidente Donald Trump, quedó en una posición incómoda porque tiene estrechos vínculos con los militares y les ha otorgado renovadas responsabilidades en la lucha contra el narcotráfico.
Bajo presión de México, Washington accedió a abandonar sus cargos y enviar a Cienfuegos a su tierra natal para ser sometido a juicio.
Además, el gobierno de López Obrador ha amenazado con quitarle la inmunidad diplomática a los agentes de la DEA que operan en su país bajo un acuerdo de cooperación bilateral.
(16/01/2021)