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Kuczynski camina lento a un triunfo en Perú; Fujimori aún tiene las matemáticas

Kuczynski recibió el importante apoyo de la popular dirigente de izquierda Verónika Mendoza, quien quedó tercera en la primera vuelta.

/ 9 de junio de 2016 / 00:12

El centroderechista Pedro Pablo Kuczynski caminaba lentamente este miércoles hacia un probable triunfo en el balotaje presidencial de Perú, con una leve ventaja frente a su rival, la populista de derecha Keiko Fujimori, quien matemáticamente aún puede voltear el resultado.

Tres días después de la elección y con el 99,5% de las actas procesadas, el candidato del partido Peruanos por el Kambio (PPK) obtenía un 50,12% de los votos contra 49,88% para la aspirante de Fuerza Popular (FP), hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori, según los últimos resultados difundidos por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE). Unos 42.000 votos los distancian.

Cuando la ONPE llegue al 100% de este conteo, probablemente el jueves, aún habrá que considerar que algunas de las actas -en torno al 1% del total- están impugnadas, y son sometidas a una revisión paralela por un tribunal electoral para validarlas o no.  

Restando las actas observadas, la ONPE mantiene un cálculo paralelo al que llama actas contabilizadas, que va en 98,5%. Es al final de este conteo que oficialmente se tendrá a un ganador.

Los votos observados representan unos 200.000 y, matemáticamente pueden hacer la diferencia. Aunque analistas consideran que, para que ello ocurra, Fujimori debe hacerse del 70% de esos votos, algo «materialmente imposible», según el director de Ipsos Perú, Alfredo Torres.

Cautela

El equipo de PPK ya confía en el triunfo. «Tenemos una ventaja que nos da como ganadores, pero somos respetuosos de las instituciones y vamos a esperar a que se llegue al proceso de 100% de actas», dijo el miércoles Martín Vizcarra, primer vicepresidente de la fórmula de PPK.

Aunque prefieren asegurarse: la mañana del miércoles, Vizcarra y la segunda vicepresidenta de la fórmula, Mercedes Aráoz, acudieron al Jurado Nacional de Elecciones, instancia final de revisión de las actas observadas.

Vizcarra dijo a la prensa que acudían al tribunal para velar por la imparcialidad y que se cumplan los plazos. «Respetamos las instituciones pero pedimos celeridad», agregó al dejar el tribunal.

Por su parte. Kuczynski y Fujimori preferían la cautela y no se pronunciaban sobre las cifras.

Pese al panorama aparentemente adverso, los fujimoristas mantenían el optimismo.

«Evaluamos que tenemos muy buenas esperanzas, estamos optimistas y vamos a mejorar nuestra performance», dijo el martes Pedro Spadaro, uno de sus voceros, tras reunirse con la candidata.

Spadaro aseguró que, además de algunas actas con votos del extranjero, faltan llegar votos del VRAEM, el valle de la selva central peruana donde opera el narcotráfico y sirve de refugio a los remanentes de la guerrilla Sendero Luminoso, a quienes Fujimori padre enfrentó. Explicó que en ese sector el fujimorismo ha ganado ampliamente.

La ONPE informó que tanto asuntos de seguridad como geográficos dificultan el traslado desde esa zona de las actas, muchas de ellas hacen parte de su recorrido vía fluvial.  

Se busca consenso 

PPK, exbanquero de Wall Street y exministro de Economía, sabe que en caso de victoria deberá tender puentes con el fujimorismo, que controla 73 de los 130 escaños del Congreso que asume el 28 de julio y en el cual su partido tiene sólo 18 representantes.

«Buscaremos a los mejores peruanos, independientemente de su orientación política, para construir un Perú mejor», ha dicho Aráoz, quien admitió que en el PPK ya trabajan en la formación de un equipo para la transmisión de gobierno, el 28 de julio.

No obstante, la legisladora del fujimorismo, Luz Salgado, aseguró que primero tendrán que presentarles sus disculpas, por haberlos vinculado con el narcotráfico. «Vemos un doble discurso», aseguró, mostrando aún un ambiente tenso entre ambas fuerzas.

El apoyo a Kuczynski puso en evidencia el rechazo que genera en la mitad de la ciudadanía peruana el clan Fujimori, que ha marcado la vida política del país a partir del autocrático régimen de Alberto Fujimori (1990-2000), quien purga una pena de 25 años por corrupción y crímenes de lesa humanidad.

Denuncias de lavado de dinero contra el exsecretario general del fujimorismo Joaquín Ramírez, y el intento por desacreditar esa acusación por parte de su candidato a la vicepresidencia, José Chlimper, perjudicaron a Keiko y evocaron viejas épocas del gobierno de su padre, cuando campeó la corrupción y la compra de voluntades.

A ello se suma una masiva marcha que hubo en todo el país para rechazar un eventual regreso de un Fujimori al poder.

Kuczynski recibió el importante apoyo de la popular dirigente de izquierda Verónika Mendoza, quien quedó tercera en la primera vuelta, y cuya agrupación política, Frente Amplio, consiguió 20 escaños en el Congreso. Será otra fuerza con la que tendrán que conversar.

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Fábio Januario: ‘Construcción en la región sufrió el golpe del Lava Jato y de los precios’

El actual Presidente de Odebrecht Engenharia e Construção (OEC) se refiere al estado de la contratista causante de uno de los mayores escándalos de corrupción en el sector de la construcción, el cual involucró a gobiernos de varios países.

/ 9 de enero de 2019 / 04:00

Las confesiones de sus ejecutivos han hecho caer incluso a presidentes y aún complican a políticos en América Latina. Odebrecht, que admitió el pago de sobornos a cambio de obras en el continente, asegura que ha enderezado el rumbo. La constructora brasileña fue acusada de pagar coimas por unos $us 788 millones en 12 países. Dos años han pasado y en ese caminó reformó su gobernanza, tiene un consejo de administración, un comité de conformidad que garantiza buenas prácticas, además de un directorio que, aseguran, ya no tiene el poder absoluto que ostentaba hace dos años su entonces director ejecutivo Marcelo Odebrecht, ahora en prisión domiciliaria. El rostro visible de la empresa es Fábio Januario, de 47 años y desde hace dos presidente de Odebrecht Engenharia e Construção (OEC), el área más golpeada con el caso Lava Jato. La compañía tiene ahora 18 obras en marcha, 11 de ellas fuera de Brasil. El ejecutivo comenta el escenario que le espera al conglomerado brasileño.

— ¿En qué situación se encuentra Odebrecht?

— Pese a que estos dos últimos años han sido difíciles para la compañía, conseguimos una agenda de transparencia y de transformación de nuestro negocio, con nuevos líderes, gobernanza con consejeros independientes y una agenda de conformidad. Es una nueva empresa preparada para un ciclo de crecimiento y para apoyar en América Latina la transformación en cuestiones de integridad.

— ¿Por qué la región tendría que volver a creer en ustedes?

— Ni el sector público ni privado van a tolerar más a un actor en la construcción que no tenga una agenda de transformación implementada. Tener una agenda de conformidad nos da una ventaja frente a otras empresas que no han hecho cambios. Damos total seguridad a los clientes en relación a nuestras prácticas. Hemos cumplido todo.

— ¿La situación ya tocó fondo?

— El período más crítico ya pasó. En Latinoamérica depende de la madurez institucional de cada país para cerrar acuerdos de lenidad (colaboración con la justicia). Aún tenemos desafíos y en los próximos meses se cerrarán acuerdos importantes en la región.

— ¿Cuáles están pendientes?

— Comenzaron en diciembre de 2016 en Brasil, Estados Unidos y Suiza. Luego República Dominicana, Guatemala, Panamá y Ecuador. Los avances son importantes, pero tenemos que guardar confidencialidad (…). En Perú, esperamos en breve llegar a un acuerdo (con la Justicia) y que la operación pueda retomar rápido.

— Brasil, su país sede, tendrá un nuevo gobierno en 2019, con el juez de la Operación Lava Jato como ministro de Justicia. ¿Qué expectativas tiene la compañía?

— Somos apartidarios, prestamos servicios a la sociedad a través de sus gobiernos. Con el gobierno electo, la presencia del ministro Sergio Moro en Justicia, nos deja optimistas (…) Nos deja bastante satisfechos porque Moro celebró nuestros acuerdos de colaboración y sabe la importancia de las empresas que se acogieron a acuerdos, para transformar el mercado. Nuestra visión es positiva.  NdE. El caso conocido como Operación Lava Jato (“Lavadero de autos”), de  sobornos pagados por grandes constructoras para obtener licitaciones se destapó en el gigante sudamericano en 2015 y da cuenta de que desde 2003 todos los proyectos de infraestructura que se concedieron de manera irregular estaban a cargo de las compañías brasileñas Andrade Gutiérrez, Camargo Correa, Queiroz Galvao, OAS y Odebrecht. Solo está última contratista admitió coimas por $us 788 millones en 12 países de América Latina y África.

— Muchos contratos millonarios se lograron bajo la mesa. Ahora que están trabajando con mecanismos de control, ¿será fácil obtener la misma cantidad de obras?

— El sector construcción sufrió el impacto de los acuerdos de Lava Jato, pero también les afectó el bajo precio de las materias primas. Creo que hubo, en función de la crisis, una retracción grande del sector infraestructura. Las economías de estos países están volviendo a crecer y creceremos también. La sociedad y América Latina no van a tolerar más la falta de integridad. Es una transformación seria.

— ¿Como están las finanzas de la compañía?

— Tenemos en nuestra operación un flujo de caja que continúa saludable, hicimos un gran trabajo de eficiencia, reducción de costos. Eso se conduce con responsabilidad para preservar nuestra capacidad de generación de caja y volver al ciclo positivo. NdE. Odebrecht Engenharia e Construção inició un proceso de reestructuración de una deuda en el exterior por $us 3.000 millones. La firma informó a principios de diciembre pasado que ello le permitirá destinar los recursos inmediatos que tiene en caja para sus operaciones y la conquista de nuevos contratos. Por confidencialidad legal, OEC no puede abordar detalles de la negociación con la prensa.

— ¿Cómo ven el escenario de licitaciones para Latinoamérica?

— Nuestros estudios apuntan que el mercado para los próximos cinco años (incluyendo los países de África donde operan) tiene un potencial de $us 500.000 millones. Tenemos la expectativa de en esos cinco años alcanzar una cifra de $us 20.000 millones de nuevas conquistas para la compañía.

— ¿Evaluaron la posibilidad de cambiar de nombre?

— Pese a los problemas, la marca es reconocida por su competencia, por su excelencia técnica. (…) No existe en el hemisferio sur una capacidad instalada como la nuestra. Nadie junta cemento, arena y acero y tiene más competencia para ejecutar un proyecto que nuestra compañía.

Perfil

Nombre: Fábio Januario

Cargo: Presidente de Odebrecht  Engenharia e Construção (OEC)

Es el principal representante de OEC desde hace 2 años

Januario es desde hace dos años presidente de Odebrecht Engenharia e Construção, el área más golpeada del conglomerado con el caso Lava Jato. “Se dice que cambiarán las cosas, pero soy pesimista sobre Latinoamérica (…) Vemos que son hábitos practicados por toda la clase política latinoamericana. Hay que cambiar la política, las reglas de financiamiento de los partidos políticos para que esto no vuelva a ocurrir”, opinó Gaspard Estrada, director del Observatorio Político de América Latina y del Caribe de la Universidad de Ciencias Políticas de París.

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