12 pautas para ayudar a las mamás que perdieron a un hijo
Solo en el idioma hebreo existe una palabra que designa a la persona que ha perdido un hijo: shjol. Su traducción más acertada sería “viud@ de hijo”.

Todos perdemos un ser querido, pero creo que no hay nada comparado con el dolor que deja la pérdida de un hijo, sientes que tu corazón ha dejado de latir, que tu cerebro ha tenido un corte circuito y solo sientes un desagarro en el fondo de tu ser, tu alma la has dejado de sentir.
Perdí a mi hijo Fares de 18 años el 5 de diciembre del 2014 por alguna razón que desconozco, su alma decidió partir sin previo aviso y he estado viviendo su pérdida con mucho dolor pero también he tenido algunos momentos de paz y ya a cinco años de aquello mi vida ha tomado un nuevo camino, una aceptación de la pérdida en favor de mi propio ser.

Poco a poco, empecé a encontrar un sentido a mi pérdida, entendí que mi dolor jamás pasará, aprenderé a vivir con él cada día hasta que yo también vuele a su lado. Aprendí a escucharlo a través de buenos pensamientos, de los buenos sentimientos, aprendí a esperar en ese canto de los pájaros cuando visito su tumba, aprendí a encontrarlo en esas músicas que escucho a diario y que sus letras me hablan a mí de lo que debo emprender.
Toda pérdida trae una ganancia
Aprendí este tiempo también que a diario aparecen los ángeles enviados, para darme fortaleza, ángeles que con palabras sencillas me hacen entender que él está más aquí que allá. Aprendí que en los cumpleaños y en las fiestas pasea a nuestro lado y al caer una lágrima en nuestros rostros te apuras en secarla para que vivíamos felices contigo y través de ti.
Aprendí que la resiliencia es la capacidad de recuperarse frente a la adversidad, pero yo asumo que ese poder solo viene de muy dentro de cada uno, también si quieres puedes tener la capacidad de hundirte en el dolor y dejarte morir.
Solo ese duelo nos llevara a demostrarnos a nosotros mismos que esta pérdida traerá siempre una ganancia, tal vez no se vea en algunos años, pero la vida te presenta muchas cosas que te permitan responderte. Busca, busca siempre ese para qué… que te permitirá vivir de forma diferente.
Nunca será fácil, pero tampoco será imposible darle un giro a tu sentir, tu vida es un regalo aprende a darle esa luz que necesitas y que viene de tu corazón….
Te regalo estas pautas que a mí me ayudaron:
- Llora todo, saca todo y sonríe cuando puedas.
- Cuando comiences a desesperarte, detente, relájate, no hagas nada, solo mira una película, lee o duerme hasta que comiences a recuperar la calma.
- Haz lo que creas que es mejor para ti. No le debes rendir explicaciones a nadie por la manera en la que necesitas expresar tu duelo.
- Si eres una persona de mucha fe, reza tanto como puedas.
- Debes saber que no estás solo. Muchas personas han pasado por lo que tú estás pasando.
- Durante la noche, cuando no haya nadie para ti y no puedas dormir, escribe una carta para tu hijo sobre el amor que sientes y sobre cuánta falta te hace.
- No fijes fechas de recuperación. Pueden pasar años antes de que comiences a sentirte de manera normal nuevamente y esa etapa de estado normal será una nueva etapa.
- Trata de recordar que nadie podrá entender lo que sientes realmente, a menos que hayan pasado por lo mismo que tú.
- Hazle saber a tus seres queridos que pueden ayudarte y pídeles que respeten tus sentimientos.
- Si puedes, recuerda la fuerza que has descubierto durante todo este proceso. Esto significa que podrás superar cualquier cosa en adelante.
- Debes saber que hay incertidumbre en casi todo, incluso en seguir adelante.
- No olvides que eres valiente por haber atravesado por esto.
Fares, lucharé porque esta pérdida no sea en vano y con las lágrimas en los bolsillos gritaré que tú fuiste quien nos permitió construirnos de nuevo. Ya no pregunto por qué te fuiste sino para qué.
* Tatiana Vallejos O. es fundadora de la Clínica del Alma Fares. Celular 73717282