Leo López, el ‘fichaje’
Imagen: Archivo La Razón
Ricardo Bajo
Imagen: Archivo La Razón
Introducción: arranca el torneo de “verano” (octavos de final, ida). El partido terminará con seis grados y un diluvio universal. Estamos 1.500 stronguistas.
El último papelón de Crespo (la venta de entradas con la leyenda “vamos Bolívar”) aleja aún más a una hinchada harta.
Los días que le quedan al presidente ilegítimo son una cuenta atrás con la reunión entre past-presidentes y la Comisión Electoral de la Federación Boliviana de Fútbol.
Zago coloca a la unidad alterna. Los titulares para el martes no están ni en la banca: los Banegas, Moriceau, Ursino, el brasileño Castro, Amoroso, Arrascaíta y Triverio.
TAMBIÉN PUEDE LEER:
La “U” de Vinto va a mostrar el estilo Leitao: jugar de tú a tú. No hay VAR. Una unidad móvil de Bolivia TV levanta la señal para el flamante Canal del Fútbol. La era Tigo Sports es (solo ya) un mal sueño.
Nudo: el Tigre juega así: Torres; Dilan, Pedraza (capitán), Chiatti y Lino; Quiroga, Cuéllar, García y Guerrero; Flores y Godoy. En FC Universario, hay viejos conocidos de la hinchada gualdinegra: el “comandante” Castro, Daniel Camacho, Johan en el arco.
El uruguayo Guerrero (en nueva posición de volante por izquierda) y García (por derecha) aprovechan la chance. El primero es el único que se anima a disparar de lejos, un arma que debe ser explotada el martes.
Los dos arqueros de Bahía (que han llegado a La Paz una semana antes y entrenan en Ananta por recomendación de su técnico, el ex “goalkeeper” Rogério Ceni) están presentes en el Siles. El doble cinco (Cuéllar-Quiroga) se solapa: hace falta un mixto, un armador, un filtrador.
Desenlace: la segunda parte arranca con rayos que iluminan la gélida noche y con truenos que estremecen el alma y dan miedo. El “referee” intentará parar el “match” pero bota la pelota en el único lugar de la cancha donde la bola rebota. Un disparo de Lino pone el uno a cero. Hay que rematar de lejos el martes, por favor.
La entrada de Chura (por Guerrero) y de López (por Quiroga) cambia la cara al equipo. El mexicano -a punto de rescindir contrato- se quedó en Achumani, siguió entrenando y hoy en día, es el mejor (no) fichaje. Se colocará en el doble pivote central y luego de cinco: dará salida al juego, filtrará pases, tocará de primera, abrirá el juego, hará mejor a los compañeros.
Ante la no llegada del argentino/enganche Favio Álvarez (por su exigencia de cobrar en unos dólares que no hay), Leo López es el llamado a ocupar esa posición clave. Con la igualada de Maximiliano Núñez, cuando mejor estaba el Tigre, se firman las tablas.
Post-scriptum: The Strongest juega el martes (20.30) el partido más importante del año. López se ha ganado su lugar, querido Zago.