Monday 17 Mar 2025 | Actualizado a 03:56 AM

Arqueros del Bahía, Fernandes y Marcos Felipe, se adaptan y ‘espiarán’ al Tigre

El arquero Marcos Felipe y el titular Danilo Fernandes

/ 14 de febrero de 2025 / 08:47

Los guardametas brasileños se entrenarán en predios de Bolívar. Vienen con 5 días de anticipación para adaptarse

Los guardametas brasileños Danilo Fernandes y Marcos Felipe están en La Paz, donde no solo se adaptarán, sino observarán este viernes a The Strongest para saber su juego y figuras.

“Venimos a hacer un gran juego. Los entrenamientos serán trabajos de adaptación para encarar el juego como una final. Venimos a trabajar”, explicó Fernandes.

El guardameta es titular en el Bahía y uno de los líderes del plantel brasileño por la experiencia que tiene en la división profesional.

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“Conocemos muchas cosas de The Strongest, pero no vamos hablar (risas)”, dijo Fernandes, que junto a Marcos Felipe y el entrenador de arqueros estarán este viernes en el Hernando Siles viendo el partido entre el Tigre-FC Universitario.

“¡Nuestros porteros en acción esta mañana! Danilo Fernandes y Marcos Felipe viajarán a La Paz con cinco días de anticipación que el resto del elenco. La dupla realizará cuatro capacitaciones en el CT de Bolívar -socio del Grupo City- como forma de prepararse para los efectos”, posteó el club brasileño en sus redes.

El partido entre The Strongest y Bahía jugarán este martes 18, en el estadio Hernando Siles, desde las 20.30, por la fase 2 de la Libertadores. La vuelta será el 25 en territorio brasileño.

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Cavani anota y Boca arrasa en el Apertura; colombiano Angulo salva a Independiente

El 'Xeneize' derrotó al 'Halcón de Varela' por 4-4, mientras que el 'Rojo' empató 1-1 con la 'Academia' en el Clásico de Avellaneda.

Cavani y Palacios celebran un gol de Boca Juniors.

Por AFP

/ 16 de marzo de 2025 / 23:55

Boca Juniors goleó 4-0 a Defensa y Justicia, con la vuelta a las redes del artillero uruguayo Edinson Cavani, y el clásico de Avellaneda entre Independiente y Racing terminó 1-1, con un gol del colombiano Álvaro Angulo, el domingo en el torneo Apertura del fútbol argentino.

En La Bombonera, y en uno de los cruces destacados de esta décima fecha, Boca fue superior de principio a fin que su rival, festejó su sexto triunfo consecutivo, se subió al primer puesto del Grupo A y parece haber dejado atrás el dolor por la durísima eliminación de hace tres semanas en las primeras de cambio de la Copa Libertadores-2025.

El uruguayo Cavani (9) tocó ante el arco vacío, rompió la sequía y se reencontró con el gol después de un mes y medio, y Milton Giménez (32) sacudió el arco visitante con un derechazo potente tras una asistencia del chileno Palacios para estampar el segundo tanto ‘xeneize’.

Giménez (49) también anotó el tercero en el arranque del segundo tiempo, y con todo a favor, el charrúa Miguel Merentiel (86) certificó la goleada con una exquisita definición desde un ángulo muy cerrado, en la mejor producción de Boca en 2025.

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Lo único que lamentó Boca fue la temprana salida del volante chileno Williams Alarcón, que luego de una jugada se tomó la rodilla derecha y debió salir en camilla, sin poder contener las lágrimas ante el riesgo de una importante lesión.

Satisfecho, el DT Fernando Gago, cuestionado hasta hace unas semanas, destacó que «fue un gran partido. Pero tenemos que mejorar, no nos tiene que desviar el resultado o quedarnos con eso. A medida que se vayan encontrando los resultados, el equipo va a tener un mejor funcionamiento».

Con la victoria, Boca llega a 23 puntos y por primera vez queda al frente de la zona A, delante de Tigre, Huracán y Argentinos Juniors (21), aunque el ‘Matador’ bonaerense puede volver a la cúspide si el lunes le gana a Central Córdoba.

En el clásico de Avellaneda, Independiente y Racing se repartieron puntos en un vibrante empate 1-1, que dejó al primero como puntero de la zona B, mientras que ‘la Academia’ sigue fuera de la zona de clasificación en el Grupo A.

El uruguayo Gastón Martirena (20) puso en ventaja a Racing con un derechazo potente, pero Independiente reaccionó, se llevó por delante a su rival en la segunda parte y llegó a la igualdad por intermedio de la ‘Pantera Negra’ Angulo (78), que le ganó con un frentazo a la floja salida del portero Gabriel Arias.

Por la noche, Lanús se impuso por 4-1 a Instituto, con goles de Ramiro Carrera (44), Alexis Segovia (61), Marcelino Moreno (70) y Alexis Canelo (90+2), mientras que Alex Luna (18) había anotado para los cordobeses.

Por último, Belgrano y Barracas Central igualaron 1-1 en Córdoba, con tantos de Nicolás Fernández (30) para el ‘Pirata’ y de Fernando Tobio (35) para Barracas, que con este resultado continúa en zona de clasificación a los octavos de final.

Estos son los resultados de la 10ª fecha del Apertura:

Viernes:

Argentinos Juniors-Aldosivi            0-2

Godoy Cruz-San Lorenzo                 0-0

Sábado:

Riestra-River Plate                    0-0

Rosario Central-Gimnasia La Plata      2-1

Estudiantes-Newell’s Old Boys          1-1

Sarmiento-Talleres                     0-0

Huracán-Independiente Rivadavia        2-0

Domingo:

Independiente-Racing                   1-1

Boca-Defensa y Justicia                4-0

Lanús-Instituto                        4-1

Belgrano-Barracas Central              1-1

Lunes:

Tigre-Central Córdoba

Unión-Banfield

Atlético Tucumán-Vélez

San Martín de San Juan-Platense

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Bolívar, campeón a los puntos

Ricardo Bajo, es periodista

Por Ricardo Bajo H. - periodista

/ 16 de marzo de 2025 / 23:53

Introducción: los cincos seleccionados nacionales de Bolívar (Rocha, Paz, Robson, Ramiro y José Sagredo) no está en la final, partido de vuelta. Sus internacionales por Venezuela (Ramírez) y por República Dominicana (Dorny), sí están. Los sancionados de un lado y de otro ven como se levantan sus amarillas: son Justiniano y Jesús Sagredo (por Bolívar); y los uruguayos Alaniz y Acosta más el central Romero (por Blooming). Los “pascaneros” no ceden a su arquero Uraezaña. La selección importa menos que un torneo amistoso. Así nos va.

La norte, la recta y la “prefe” lucen a rebosar; en la vacía curva sur (si era habilitada, se llenaba igual) aparecen ocho grandes pantallas donde se proyectan durante todo el partido el escudo y frases celestes por el Centenario.

Nudo: los dos entrenadores colocan el mismo dibujo con un solo volante de contención (“Justi” y Spenhay, respectivamente). Robatto y Soria comparten la misma idea: esa que ataca en tromba; esa que anhela meter siempre un gol más que rival (el estilo que Cruyff implantó en el Barsa); esa que ningunea la mitad de la cancha y convierte los partidos en un “pim-pam-pum” lindo de ver, de constante ida y vuelta.

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Un diccionario para Robatto

Cuando los equipos de ambos juegan, los partidos semejan combates de boxeo con intercambios de golpes por doquier. La diferencia entre las dos “Academias” es que los cinco delanteros de Bolívar tienen más jerarquía (y puntería) que los de Blooming. Así de simple.

Robatto sorprende con los laterales: Saavedra por izquierda y el juvenil pandino Escleizon Freita por derecha. La clave de la final estará en el lateral zurdo de Blooming: Soria coloca incomprensiblemente en ese lugar a Moisés Villarroel, presa fácil de la estrella del partido, “Papu” Velásquez (ayudado por “Tonino” Melgar en los dos contra uno).

Desenlace: la segunda parte es más de lo mismo. Con espacios, Dorny Romero regala su mejor cara (de puntero por izquierda con Fábio Gomes de nueve). Con espacios, “Papu” vuelve loco a Gabriel Valverde que entra de lateral zurdo para (no) tapar la hemorragia. Soria -fiel a su idea- ignora la marca para atacar y atacar; para fallar y fallar, ora delante de Cordano, ora delante de Lanzillota.

Robatto deberá en la Libertadores resolver la incapacidad para retroceder bien de su equipo; solucionar el escaso compromiso defensivo de sus medios. Aunque dudo que lo haga. Los minutos para los juveniles bolivaristas (Mena, Méndez y Ayhuana) hablan bien del trabajo en divisiones inferiores.

Post-scriptum: Bolívar es un justo campeón. El premio de la copa de verano -pasajes gratis en avión- son para el equipo que menos los necesita. Así de paradójico.

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Once goles y un adiós

Jorge Barraza, columnista de La Razón

/ 16 de marzo de 2025 / 23:42

“El Tenor de Aragua, Darío Castillo, estremecerá con su voz los cimientos de la maestranza cuando antes del ‘partir plaza’ sea el encargado de cantar las gloriosas notas del himno nacional”, decía el anuncio de una corrida en la plaza de toros de Maracay, Venezuela. Y salía a la arena un sujeto corpachón, voluminoso, que con voz de ultratumba entonaba Gloria al Bravo Pueblo. Nadie, de los miles de presentes, sabía que ese hombre de voz portentosa que abría la fiesta taurina varias décadas atrás había protagonizado un desdichado suceso en la Copa Libertadores. Ese cantor de enorme humanidad había sido arquero profesional. Lo fue fugazmente, pero entró en los libros.

Hay una foto borrosa del 15 de marzo de 1970. Esa foto de aquella noche inclemente muestra muchos paraguas negros en las despobladas tribunas del estadio Centenario de Montevideo. Los hinchas que se animaron a la mojadura -apenas 6.000- asistieron a un récord que lleva 55 años y difícilmente se repita. Ese lluvioso domingo montevideano Peñarol goleó 11 a 2 al Valencia de Venezuela y marcó la mayor goleada de la historia de la Copa. Incluso es el resultado más abultado en 66 ediciones del torneo. El arquero que recibió los once goles se convertiría años después en El Tenor de Aragua, conocido intérprete de música folclórica y española en su país.

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Sin Mbappé, el paraíso

El Valencia Fútbol Club, desaparecido hace años, había sido subcampeón venezolano detrás del Deportivo Galicia y en esa edición les tocaba enfrentar a los uruguayos, que hasta ahí eran dominadores de la Libertadores junto a los argentinos. Nacional tenía 9 jugadores y Peñarol 8 en la Selección Uruguaya, que tres meses después harían un gran papel en el Mundial de México. Fueron cuartos detrás de Brasil, Italia y Alemania. Esto habla del poderío notable del fútbol celeste en ese entonces. En contrapartida, Venezuela era futbolísticamente el Benjamín de Sudamérica, no había una identidad nacional, sus equipos, salvo excepciones, estaban compuestos por mayoría de españoles, brasileños y argentinos de segundo orden que iban a hacerse unos pesos. Los clubes nacían y desparecían cuatro o cinco años después. Reinaba el béisbol en la patria de Bolívar.

La desproporción de fuerzas era abismal, iban al matadero. Y pasó lo que podía pasar. Tres días antes, en el mismo Centenario, Valencia cayó ajustadamente ante Nacional por 1 a 0, en actuación más que meritoria, incluso con un gol de penal de Atilio Anchetta. En el arco venezolano había una garantía: el Pulpo Colmenares, golero insigne del fútbol Vinotinto, que era incluso de la Selección. Pulpo porque había tardes en que parecía tener varios brazos, las agarraba todas. Pero ocurrió un imprevisto: el juez austríaco-peruano Erwin Hiegger cobró una falta muy protestada por los muchachos del Valencia y, mientras Hiegger estaba dado vuelta contando los pasos, el Pulpo, de rabia, quiso patear la pelota lejos con tanta mala suerte que le pegó en la espalda a Hiegger. Éste se dio vuelta y preguntó: “¿Quién fue…?” Los de Nacional señalaron con el dedo a Colmenares y se fue expulsado. Pescaíto Gómez, posiblemente el técnico más gracioso que dio el fútbol mundial, hizo un cambio obligado: sacó a Zezinho, delantero, y puso a Darío Castillo. Que no recibió goles, pero sufrió un infortunio al final: se quebró un dedo.

Tres días después tocaba Peñarol y Colmenares suspendido… Quedaba un sólo arquero y con el dedo roto: Castillo, que además era un novato y no atajaba nunca. Para peor, noche lluviosa, barro y la luz amarillenta y mortecina de aquellos tiempos que no beneficiaba a los arqueros. A los treinta segundos, una rauda corrida por izquierda del puntero Julio Losada, centro combado, cabezazo de Spencer y Peñarol 1 a 0 arriba. Todavía se estaban acomodando y ya perdían. Nervios, inseguridad, culpa, dolor en el dedo, todo se le amontonaba en la cabeza al futuro Tenor de Aragua.

En aquellas Libertadores eran comunes las goleadas vergonzantes, había países no tan desarrollados futbolísticamente. Se daban resultados de cinco y seis goles. Pero hasta ahí, pasa. Once goles es un mazazo, una impiedad. El mismo hincha del vencedor sale del estadio casi contrariado, festeja más un 1 a 0 que un 11 a 2. “Para Peñarol fue una risa”, tituló su columna Juan Ángel Miraglia, cronista de la uruguaya revista Deportes. Sí, era tragicómico. “Un score de básquetbol”, comentó La Mañana. “Peñarol fue un despiadado verdugo”, puntualizó el desaparecido El Día. Y BP Color acertó un pleno: lo describió como “Un triunfo sensacional y una goleada para la historia”.

Por lo general, cuando un equipo llega a cinco o seis, pone el pie sobre el freno, Peñarol siguió a fondo, Tenía que ganar para clasificar a la fase siguiente, pero no corría peligro. A aquel grito inicial de Spencer le siguieron tres de Pedro Rocha, dos de Losada, otros dos de Ermindo Onega. Acabaron el fusilamiento Nilo Acuña, Waldemar Cáceres y el mismo Spencer. El Pulpo Colmenares, en la platea, se agarraba la cabeza. Peñarol tenía antecedentes crueles: en 1963 había vencido al Everest ecuatoriano 9 a 1.

Tras la carnicería, el vestuario venezolano era un cementerio. El silencio se cortaba con tijera. Darío Castillo, el infortunado arquerito que tuvo que ir a buscarla once veces adentro, confesaba muchos años después que fue la noche más dolorosa de su vida. “El primer balón que tomé ya no me sentí bien. Luego llegaron los goles, uno detrás de otro, y me desmoralicé, al punto que los balones que iban para afuera yo los metía en mi arco. Esa delantera de Peñarol era endemoniada… eran unos bárbaros, unos diablos… Y la presión del público, el estadio Centenario, el dolor en mi dedo que me había fracturado en el partido anterior, los goles, ninguno de mis compañeros se quiso parar en el arco, y seguían los goles… Fue un partido muy difícil… Esta historia me marcó para siempre… Recuerdo que sólo un niño uruguayo, cuando terminó el partido, vino a saludarme y darme ánimo y me acompañó hasta el camerino”. Poco después, Castillo se alejó del fútbol y se dedicó al canto.

 Después de ese partido la selección le llevó a Peñarol 8 jugadores para el Mundial de México y aun así llegó a la final de la Copa, jugando con los suplentes y los extranjeros. Dirigido por el inolvidable Oswaldo Brandao, el cuadro aurinegro se midió en dos contiendas casi bélicas con el Estudiantes de Osvaldo Zubeldía. Fueron refriegas en que las piernas de todos parecían cuchillas. En La Plata se impuso Estudiantes 1-0 con un sensacional gol de palomita de Daniel Romeo; en Montevideo terminó 0 a 0. Zubeldía, siempre zorro, llevó con la delegación a un boxeador consagrado, el Tano José Menno, platense, fana de Estudiantes y campeón argentino y sudamericano mediopesado, que también incursionó como peso completo. El Tano peleó con Ringo Bonavena y fue sparring de Monzón. Zubeldía sabía cómo lo iban a esperar. Cuando llegaron con el bus al Centenario empezaron las agresiones apenas abrir la puerta. Menno fue el primero en bajar y tuvo que abrirse paso a fuerza de piñazos. No obstante, el propio Tano le bajó unos decibeles al tema, dijo que fue como hincha y para colaborar: «Estudiantes me llevó para defender a sus jugadores, pero la gente de Peñarol había mandado seis o siete boxeadores negros. Vinieron todos juntos. Jamás me pegaron tanto en mi vida».

Otra época.

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Todo es fiesta para Bolívar, campeón del Torneo de Verano

Doblete de Velázquez, Romero, Justiniano y Méndez anotaron para la Academia. Con goleada, presentación de equipo y casaca centenario.

El dominicano Dorny Romero y el argentino-boliviano Patricio Rodríguez celebran el primer gol.

/ 16 de marzo de 2025 / 19:28

Bolívar se impone por 5-0 a Blooming en La Paz, con lo que se corona campeón del Torneo de Verano ante cerca a 25.000 aficionados, este domingo en el Hernando Siles.

Los goles del triunfo fueron anotados por John Velázquez —doblete—, Dorny Romero, el capitán Leonel Justino y Bruno Méndez.

Pese al resultado, Blooming se mostró muy ofensivo, porque ingresó con tres delanteros netos y un hombre más de vocación, Bolívar tuvo bastante que lidiar para imponer su juego.

Fue un inicio de tu a tu, porque la visita así lo propuso y los aficionados y el espectáculo lo agradeció, porque se mostró un intenso primer tiempo.

Dos llegadas del local fueron salvadas al inicio por Franco Posse sobre la línea a los 3’PT y luego Romero estrelló el balón al palo izquierdo.

Sin embargo, a los 17’PT buen desborde de Romero por izquierda, sacó el centro al otro extremo para que Velásquez le pegue de bolea y anote el 1-0.

El cuadro cruceño respondió, con Moisés Villarroel y Rubén Alaniz, pero les faltó fortuna, estuvo cerca de la igualdad.

La réplica fue letal, porque a los 37’, Romero marcó el 2-0, esta vez habilitado por Velásquez.

LIQUIDÓ A SU RIVAL EN EL COMPLEMENTO

En el segundo tiempo, bajó la intensidad y pese a ello se mantuvo como un partido emotivo e intenso por la actitud de ambos equipos.

Cuando se jugaban los 10 minutos, Braulio Uraezaña salvó dos tiros seguidos de Patricio Rodríguez y Joh Velásquez, pero ya no pudo con el tercero.

Fue el remate de Leonel Justiniano, quien remató de primera y con un ‘bombazo’ puso el 3-0 para los celestes.

Blooming ya lució cansado para responder y el local aprovechó aquello, desborde de Romero por izquierda, llegó al fondo, cedió pase retrasado al medio, donde Velásquez solo empujó el balón para el 4-0 a los 16’ST.

Sobre el final, Bruno Méndez puso el 5-0, con un zapatazo letal, ya antes hizo dos jugadas especiales y comenzó el olé y olé para el festejo de campeón del certamen preparatorio.

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El Barcelona gana 4-2 en su visita al Atlético con una gran remontada

Los 'Culés' alcanzaron la remontada y vencieron 4-2 a los 'Colchoneros'.

Lamine Yamal y Samuel Lino disputan el balón.

Por AFP

/ 16 de marzo de 2025 / 19:10

El Barcelona recuperó este domingo el liderato después de imponerse por 4-2 al Atlético en el Metropolitano, tras remontar dos goles en contra en un final de partido espectacular. 

El atacante argentino Julián Álvarez (45) marcó el primero al filo del descanso tras un buen pase de Giuliano Simeone desde la banda derecha, sorprendiendo a la zaga azulgrana mediante un magistral contraataque. 

En la segunda parte, llegó una auténtica lluvia de goles. Primero, el noruego Alexander Sorloth (70) amplió la ventaja de los locales, pero un tanto del polaco Robert Lewandowski (72) y otro de Ferran Torres (78) equilibraron el choque poco después.

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Se llegó con igualdad al descuento final y allí el Barça hizo mucho daño: Lamine Yamal (90+2), que lo había intentado en repetidas ocasiones, adelantó al Barça con un disparo que el inglés Conor Gallagher desvió sin que el arquero esloveno Jan Oblak pudiera evitarlo y, después, Ferran Torres (90+8) puso la guinda al pastel.

Con este triunfo, el Barcelona suma 60 puntos, los mismos que el Real Madrid, que ganó el sábado al Villarreal (5º) por 2-1, pero el equipo catalán tiene un partido disputado menos.

Esta temporada los de Hansi Flick no le habían ganado al conjunto rojiblanco. Se enfrentaron en la primera vuelta en La Liga y los de Simeone vencieron 2 a 1 en Montjuic. En Copa del Rey coincidieron en semifinales y el partido de ida se saldó con un empate 4-4. La vuelta de esa eliminatoria se disputará el 2 de abril en el Metropolitano.

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