Los presidenciables de Ecuador queman últimos cartuchos en el cierre de campaña
El presidente Daniel Noboa y su rival izquierdista Luisa González recorrieron la nación antes del cierre de campañas
Los candidatos presidenciales de Ecuador hicieron un último intento para convencer a los votantes indecisos el jueves, día de cierre de una amarga campaña dominada por el aumento de la violencia de los cárteles y la crisis económica.
El presidente Daniel Noboa y su rival izquierdista Luisa González recorrieron la nación andina, atravesada por la línea ecuatorial, y celebraron los últimos mítines antes de la medianoche, fecha límite para detener la campaña.
«Estamos sobreviviendo, no viviendo», dijo Jesús Chávez, un vendedor ambulante de 56 años de Quito, que resume el descontento generalizado por la inseguridad y una anémica recuperación económica tras la pandemia.
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Cierre de campaña
Ecuador, otrora faro de paz en una región conflictiva, ahora se encuentra envuelto en una sangrienta guerra territorial entre cárteles y mafias internacionales rivales.
Una letanía de grupos compiten por el control de las rutas de tráfico, muy lucrativas y que enlazan los narcocultivos de Colombia y Perú con los clubes nocturnos en Europa, Australia y Estados Unidos, a través de los puertos del Pacífico de Ecuador.
La tasa de homicidios del país creció de 6 por cada 100.000 habitantes en 2018 a 38 en 2024, pasando por el récord de 47 en 2023. Eso ahuyentó a los turistas extranjeros y derivó en la migración de decenas de miles de ecuatorianos.
«Hay muertes crueles, asesinatos, crímenes, es una realidad diaria», dijo Chávez, quien ha sido asaltado varias veces en el pintoresco corazón colonial de Quito.
‘Declaraciones de guerra’
Casi 14 millones de los 18 millones de ecuatorianos ejercerán el voto obligatorio en las elecciones generales del domingo.
En total, 16 candidatos aparecerán en la papeleta presidencial.
La mayoría tiene una intención de voto de cerca de cero, por lo que la verdadera contienda parece estar entre Noboa, el fotogénico heredero de un imperio bananero, y González, una madre soltera tatuada y delfina del poderoso movimiento izquierdista Revolución Ciudadana.
La campaña de González se ha centrado en sus bastiones costeros y en amasar votos en los barrios más pobres, donde su mentor político, el exiliado expresidente Rafael Correa (2007-2017), se hizo conocido.
Ella ha culpado a Noboa de parte del derramamiento de sangre debido a sus políticas de seguridad de línea dura, que han incluido estados de excepción. Y han llevado a los militares a patrullar las calles, tomar el control de las prisiones y reforzar las fronteras.
«Es urgente que cambiemos el país, no con declaraciones de guerra, que no van a llevar a ninguna parte, sino construyendo la paz». Eso dijo González a Radio Morena como parte de una ofensiva mediática el jueves.
Dato
Noboa, de 37 años, ha apostado por una política de «mano dura» para hacer frente a las bandas criminales, y a su imagen juvenil.
En la campaña, ha caminado con la camisa desabrochada hombro a hombro con soldados fuertemente armados. Usó chaleco antibalas mientras lideraba espectaculares operaciones de seguridad.
En la capital rodeada de volcanes, sus camiones de campaña atravesaron arterias principales difundiendo bulliciosa música en homenaje al joven presidente. Con letras que destacaban su capacidad para traer prosperidad y combatir la corrupción.
Algunos transeúntes movían las caderas en señal de apoyo.
En las partes acomodadas de la ciudad, los dueños de tiendas colocaron fotos de tamaño natural de Noboa en las vitrinas. Representando al presidente con pantalones cortos o vestido de manera informal con los brazos cruzados.
La mayoría de sondeos muestran que lleva una ventaja sobre González, pero podría no ser suficiente para evitar una segunda vuelta en abril.