El Tigre abusa, la hinchada acusa
Imagen: La Razón
Ricardo Bajo
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Introducción: es el penúltimo partido en casa del Tigre. Estamos los de siempre. En la previa se anuncia la partida de Viscarra al Perú, engrosará las filas de “Alianza (Lima) Corazón”, el equipo del pueblo. Rescalvo no cambia: altera de nuevo el sistema; y el onceno. Coloca otra dupla central (esta vez la lotería cae en Aimar y Caire); pone otro doble cinco (esta vez, Wayar con Ursino); recupera a Ortega de titular; y dispone (otra vez) de un solo delantero: Miranda. En la banca veo a Guerrero, Triverio y Sotomayor, entre otros. En la curva sur, un hincha levanta un cartel con el número nueve: “te bancamos a muerte, Guerrero, danos tu camiseta”.
Oriente forma con ocho juveniles: cinco sub 20 y tres sub 23. Al año no podrá fichar castigado por no pagar sueldos. Es otro grande que se viene a pique. Como San José, como Wilstermann. Algo no funciona en nuestro fútbol.
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Nudo: el partido es un mero trámite; parecerá una práctica con público. La primera parte termina con cinco a cero. Los “refineros” no marcan, dejan jugar; están a la deriva, como el club. Ortega se para de cinco. Con el paso de los minutos se acerca más al “box” rival y filtra pases, como antiguamente. Chura desborda por izquierda ante la falta de resistencia. Otros, como Wayar y Ursino, patean de lejos, sin oposición. Incluso un orientista (Fabio Darío Vargas, de 20 añitos) mete dos goles en su puerta. El Tigre abusa.
Desenlace: en el descanso, la hinchada acusa. Es una tradición gualdinegra de nuevo cuño. De la curva, de la recta, de la preferencia, bajan los gritos de “Fuera Crespo”. Cuando vuelve el equipo, los cánticos se cambian por el “Fuera Rescalvo”. El valenciano mete tres cambios: Jusino por Caire; Buezo por Chura; y Enoumba por Quaglio. Bustos se pone de lateral zurdo y el camerunés/boliviano, de lateral derecho. “Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo”, cantaría Vallejo.
En la segunda parte, el gualdinegro se deja ir. Incluso recibe pitos por su apatía. El “score” final indica seis a dos, parece un marcador de tenis. Cuando todo se termina, Viscarra posa en la sur junto a su hermoso retrato/trapo. Junto a él, está su autor, Wilmer Lastra Bracamonte, la persona más feliz sobre la faz de la tierra. El Tigre es eso/vive para eso: para hacer la vida más linda a sus hinchas, digan lo que digan los demás.
Post-scriptum: el Tigre llega a la penúltima fecha a cuatro puntos del líder Bolívar. Este miércoles, si la “Academia” vence a Oriente, dará la vuelta en el “Tahuichi”. Ahí se terminará todo. Los stronguistas más optimistas no tiran (aún) la toalla. Se resignan a caminar hacia su esquina; no abandonan el cuadrilátero de las doce cuerdas.
(17/12/2024)