Pensando en el clásico
Imagen: La Razón
Ricardo Bajo
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Introducción: la recta final del torneo es una auténtica locura. El que más banca tenga, ganará. El que mejor administración de plantel haga, vencerá. El que mayor fortaleza física/mental exhiba, levantará la copa.
El Tigre jugará las últimas cuatro fechas cada dos días. Y si suma los partidos de final (ida y vuelta) aumentará dos cotejos más. En un principio serán siete partidos en 17 días. Sabedor de estas condiciones y enfrentando al colero descendido del torneo, Rescalvo pone ante Real Santa Cruz un equipo alterno. Veo al lateral zurdo, Lino, de central; veo a suplentes (“sospechosos comunes”) como Amoroso, Ramallo y Sotomayor de titulares.
Veo a un buen Dilan Saavedra Mercado (18 años, ex ABB) de lateral derecho. Por cambiar, el valenciano/español cambia hasta de dibujo: retorna el 4-4-2 con “Pito” y Guerrero. Del uruguayo voy a hablar más adelante. Estamos los tres mil quinientos de siempre en el Siles. A las afueras resuena la megafonía para la inauguración del arbolito de Navidad este jueves.
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Nudo: el partido va a tener pinta de práctica seria de cara al clásico del domingo. Sobrará toda la segunda parte. Servirá para que Rescalvo hábilmente regale chance a changos y suplentes. Todos aprovecharán sus minutos. El equipo está metido, de menos a más, en lo físico y en lo mental. Esa será la mejor de la noticia, más allá de la goleada ante un rival que ya se siente descendido, sin alma.
La peor de las noticias: el corte en la boca de Viscarra por una pierna fuera de lugar del “Almanaque” González. La primera parte termina tres a cero. A destacar una pared hermosa entre Guerrero y Sotomayor; una contra veloz de Amoroso, un tanto de goleador de Ramallo, recordando viejos tiempos. El uruguayo, como el equipo, va de menos a más: cae a banda, presiona, incluso hace goles. A ratos me recuerda al mejor Matías Alonso de la época de Farías. Mira tú, me acordé de don César.
Desenlace: la segunda parte sirve para ver el debut de dos changos. Y la vuelta del castigado (por Rescalvo) Enoumba. El primero se llama Hugo Wilfredo Guzmán Vaca (19 primaveras), es delantero de la reserva (lleva cuatro anos en Achumani, es del Chaco (como el “Pito”). Bailan juntos chacarera. Prefiere que le digan Hugo Vaca.
El segundo es más paceño que la marraqueta. Tiene 20 anitos, vive por la zona del Cementerio. Se llama Gerel Marcelo Buezo Yan: central o cinco. El “score” final dice que esto termina cuatro a cero: el último es de Bruno, tambien encendido en esta recta final.
Post-scriptum: el Tigre respira en la nuca de la “Academia”. Otra vez llega desde atrás, como un buen felino salvaje. Ya se acerca Nochebuena, ya se acerca Navidad.
(05/12/2024)