El técnico Didier Deschamps, el rostro de la Francia ganadora
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Didier Deschamps durante un partido de Francia en el Mundial Qatar 2022
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Fue campeón como jugador y ya fue campeón como entrenador, ahora busca una nueva estrella para los galos
Apóstol del grupo por encima del individuo, resultadista, líder de vestuario meticuloso y pragmático, Didier Deschamps amplía en el Mundial-2022 su inmenso palmarés, el más completo del fútbol galo.
Bajo su mando, toda una generación de franceses se ha acostumbró a la victoria.
Fue el capitán de la primera estrella, la del Mundial Francia 1998, y seleccionador de la segunda, veinte años después en Rusia. Y quizá lo sea el de la tercera en caso de triunfo ante Argentina el domingo (15.00) en la final en Qatar.
La competición reina hizo llorar a menudo a los aficionados galos, marcados por el trauma de la ‘noche de Sevilla’ en semifinales de la edición de 1982, o el cruel Francia-Bulgaria de 1993 que supuso la no clasificación de los Bleus al Mundial-1994.
Pero la historia dio un giro y Francia aprendió a levantar trofeos y a disputar finales mundialistas: la del domingo será la cuarta en siete ediciones.
Pragmatismo y resultados
Deschamps encarna esta nueva Francia, no siempre con el fútbol más estético, pero que no se cansa de ganar. Con él, ya sobre el césped o en el banquillo, los Bleus conquistaron dos Mundiales, una Eurocopa y una Liga de las Naciones.
Con él como capitán, el Olympique de Marsella inscribió su nombre en el palmarés de la Liga de Campeones, en 1993, un éxito único en el fútbol de clubes francés.
Y también con él, como entrenador, el Marsella conquisto la Ligue 1 en 2010 después de 18 años de espera.
Incluso la gran Juventus de Turín espera aún un título a nivel europeo desde la Champions de 1996, con Deschamps en la medular.
Trayectoria en el banco Bleu
A sus 54 años, el hombre nacido en Bayona culmina en Qatar una década al frente de los Bleus, desde su designación aún sobre las ruinas del fiasco del Mundial-2010, en 2012 tras un paréntesis de dos años con Laurent Blanc al frente.
Cuestionado después de la eliminación en octavos de la Eurocopa-2021, no sería de extrañar que renovase su contrato al regreso a París.
El presidente de la Federación Francesa Noël Le Graët tiene absoluta confianza en él y en su trabajo.
Pero si encara el domingo su partido 138 al frente de la selección, un récord, Deschamps lo debe en parte a una generación excepcional de Hugo Lloris, Olivier Giroud, Antoine Griezmann, Raphaël Varane, Paul Pogba y Kylian Mbappé, los seis rostros de su era.
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Adaptación
Pero que el que fuera volante de la Juventus, que estuvo cerca del precipicio en el repechaje de 2013 contra Ucrania (0-2, 3-0), supo adaptar su dirección a las nuevas generaciones.
“La palabra clave es adaptarse”, señaló su adjunto Guy Stéphan. Con siete lesionados en el camino a Doha, su lema cobra todo el sentido.
“Su mayor cualidad para triunfar con continuidad es justamente no relajarse nunca, ser muy meticuloso, atento a los pequeños detalles. También sabe replantearse cosas», analiza uno de sus capitanes, Raphael Varane. «Lo que lo enoja es la relajación».
Cambio de posturas
Aunque con el tiempo, el Deschamps riguroso suavizó un poco su metodología de trabajo. Sorprendió al volver a convocar a Adrien Rabiot y Karim Benzema después de tiempo sin hacerlo.
A menudo criticado por su cautela táctica y su conservadurismo, Deschamps supo también mostrarse innovador, dio la alternativa a una treintena de nuevos futbolistas desde el título en 2018.
Pero Deschamps no olvida que construyó sus éxitos sobre una solidez defensiva a toda prueba, una cultura del resultado convertida en legendaria y una inmensa capacidad para sufrir, ingredientes propios de su carrera como centrocampista trabajador.