‘Sabor a triunfo’: ecuatorianos sueñan en clasificar a octavos de final de Qatar-2022
Imagen: AFP
Los hinchas ecuatorianos en el empate de este viernes ante Países Bajos
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Los hinchas de este país sueñan con llegar lejos en este Mundial y vivieron de una manera especial el empate ante Países Bajos
De pie y mordiéndose las uñas, los ecuatorianos rogaban por el final del partido entre su selección y Países Bajos, que se selló con un empate 1-1, lo que hace soñar a la ‘tricolor’ con la clasificación a octavos en Qatar-2022.
“Sé que va a haber sorpresas. Confío en Ecuador y vamos a pasar y hasta podemos ser campeones”, dijo afónico a la AFP Alexander Pilco de 19 años.
El estudiante universitario no podía dejar de abrazar una pequeña bandera tricolor mientras celebraba el “empate con sabor a triunfo”.
El marcador de esta jornada deja a Ecuador con cuatro puntos y segundo en la clasificación del Grupo A, detrás de su rival de turno.
“Todos los jugadores se sacrificaron, todos hasta la última pelota. Enner (Valencia) fue el mejor sin duda”, agregó Pilco mientras saltaba junto a otros aficionados que se concentraron en un centro comercial en el norte de Quito.
“Energol”, “Energol”, gritaban los hinchas ecuatorianos, que aplaudieron por varios segundos al capitán de la «Tricolor» cuando abandonó el campo de juego por molestias en la rodilla.
Valencia anotó el único tanto de la selección ecuatoriana en el minuto 49. Por Países Bajos marcó Cody Gakpo en el minuto 6.
El gol de la «naranja mecánica» desfiguró algunos rostros, pero no desmoronó el ánimo de los aficionados.
Los aplausos alcanzaron también para Piero Hincapié y Pervis Estupiñán. La euforia era tan grande que los aficionados hasta se emocionaron al ver al excapitán Antonio Valencia, cuando fue enfocado por las cámaras.
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ÍDOLOS
En el club Independiente del Valle, cuna de casi una decena de seleccionados, la mirada estaba atenta en los movimientos de Gonzalo Plata y Moisés Caicedo.
En el vecino Valle de los Chillos, donde se ubica la sede del equipo, en un auditorio las nuevas generaciones del club seguían el duelo. Jackson Plaza, un jugador de 16 años nacido en la amazónica localidad de Shushufindi.
“Me gusta verlo como juega (a Hincapié), como defiende porque yo juego en la posición de él. Él es fuerte», comentó a la AFP Plaza.
La ilusión estaba en los ojos claros de Braulio Manobanda, un lateral derecho de 17 años.
“Si ellos pudieron (llegar a un Mundial) nosotros como no vamos a poder. Nos inspiran a seguir luchando para un día poder estar ahí”, expresó a la AFP.