Brianna Figueredo: ‘El fútbol te compromete con el esfuerzo y el compañerismo’
Hoy juega en el Lee Mount Vernon. Nació en Virginia, donde se encontró con un ambiente y condiciones futboleros para las mujeres; sin embargo, cuando volvió a La Paz, se topó con otra realidad, pero igual persistió en lo que ella considera una pasión innata en su vida.
Se trata de una de las deportistas bolivianas que se formó en Estados Unidos, volvió a Bolivia y jugó a nivel estudiantil y de asociación. Volvió al país del norte, donde nuevamente busca encontrar continuidad y éxito en el deporte que le apasiona, se trata de Brianna Figueredo, de 18 años, una lateral derecho que busca su rumbo.
— ¿Cómo surge su inclinación por el fútbol?
— Comencé a jugar fútbol desde muy niña en Estados Unidos, fue a los 8 años que comencé en la escuela y a jugar los campeonatos. Antes de eso mi mamá me metió a clases de todo tipo de deporte, gimnasia, atletismo y otros, pero cuando me puso en el fútbol de niñas ya no lo dejé más. Mucho más en el ambiente americano en el que es un deporte bastante popular entre las mujeres por la entrega que le ponen, diría que incluso le ponen más pasión, no por nada Estados Unidos fue campeón del mundo y siempre es protagonista a nivel internacional.
— ¿Jugó campeonatos en suelo estadounidense?
— Si por supuesto, uno de mis primeros equipos fue en Springfield, Virginia, en el equipo Bradock Road donde comenzamos a competir en los campeonatos de la ciudad. La verdad que se tiene equipos de muy buen nivel femenino, creo que por esa competitividad que se le da. También jugué en el Bryc Elite, un equipo que me dio la oportunidad de mejorar mucho más mi nivel técnico que tenía y aún pude progresar más.
— ¿Es así tan fuerte como dice el nivel competitivo de las niñas?
— Es bastante bueno, eso incluso se lo ve luego a nivel de selección, en el que los Estados Unidos, en damas, ya fue campeón del mundo y por eso tiene un gran nivel que alcanzó. La verdad que es un país donde el fútbol en el ámbito de las mujeres es deporte nacional. Aquí dicen, no sé si por algo machista, que el fútbol americano es para los hombres y el fútbol o soccer, como le dicen, es más femenino y además te ayuda bastante en otras cosas.
— ¿En qué otras cosas?
— Sucede que puedes llegar a ser profesional aquí en Estados Unidos, porque hay una liga bastante fuerte en la que es como trabajar de futbolista, además, que si eres joven y estás en edad de estudio, hasta te dan beca para alguna universidad. Yo de niña no me daba cuenta mucho de ello, porque te otorgaban diferente respaldo de estudio y son esos otros factores que te ayudan también para salir adelante.
— ¿Esos factores de apoyo pueden haberla motivado mucho más?
— No, como le dije, de niña siempre me gustó mucho más el fútbol y me tocó jugar muchos torneos y en algunos logramos campeonatos de la ciudad. Lo principal es como deporte, ahora si vienen otras cosas pues ayudan. Conozco a otra boliviana como Paola Guzmán, quien jugaba un tiempo aquí y ahora fue transferida a España, donde con 21 años está jugando a buen nivel.
— ¿El fútbol tiene una repercusión diferente en las niñas, mujeres?
— Pienso que sí. En mi caso me gusta la esencia, haber no tengo una explicación exacta, pero creo que el fútbol te compromete con el esfuerzo, con el compañerismo, es esa sensación del trabajo tuyo y del juego de conjunto. Me gusta que te exiges con algo, con la puntualidad, la responsabilidad y la seriedad, es trabajar y ser cada vez mejor y mejores.
— ¿En su caso le ayudó a su formación como persona?
— Completamente, incluso en lo psicológico, porque el correr, competir es como sacar de uno toda la energía que tiene. Todo lo que uno tiene adentro, surge el compañerismo con otras jugadoras y hasta te hace olvidar lo que pasa en el entorno.
— ¿Cuando regresó a Bolivia muchas cosas cambiaron?
— Sí claro, con toda la familia volvimos a La Paz y fue un cambio con muchas cosas diferentes, porque fue como comenzar de cero el 2012 si no me equivoco, porque aquí fue prácticamente casi nada de fútbol femenino, porque no había niñas que jueguen al fútbol, eran unas cuantas.
— ¿Cómo hizo usted para seguir lo que había empezado en EEUU?
— Pasa que en esos años no había una escuela específica de fútbol para niñas, era muy diferente a la realidad de los Estados Unidos. Busqué, pregunté en todo lado y no había, entonces tuve que entrenar con los varones, siendo la única mujer y alguna vez una que otra niña, pero no seguían, solo estaban un tiempo.
— ¿Entonces qué hizo?
— Estudiaba en el colegio Saint Andrews y es ahí donde comencé a conformar el equipo de las mujeres, solo que la situación se hizo un tanto especial porque las chicas eran mayores que yo, tenían entre 16, 17 años y yo tenía 12. Era muy chiquita, pero igual iba, aunque al inicio no me daban importancia, pero luego de a poco me dieron el espacio.
— ¿En todo caso, encontró un equipo de mujeres?
— Quería o buscaba un entrenamiento más exigente y técnico, entonces fui a la escuela de fútbol de The Strongest en la calle Yungas, igual no había muchas niñas, éramos unas cuantas nomas. Sentí que el nivel no era exigente, entonces decidí volver a mi colegio donde ya estaba la entrenadora Zdenscka Bacarreza con quien trabajé mucho mejor.
— ¿Después de todo, fue un paso importante?
— Bastante importante, porque ella sabe mucho del fútbol en todo aspecto, fue jugadora, deportista nata y además que jugamos mucho en el colegio durante un par de años y como nos destacamos me llevó a jugar a la Asociación de Fútbol de La Paz que era ya también otra la situación.
— ¿Cómo le fue en la asociación paceña?
— Mucho más exigente, desde los entrenamientos, yo jugaba en Gimnasia y Esgrima con 13 años, era una de las más jóvenes y era bastante duro porque los entrenamientos eran desde las 05.00 de la mañana, eso era debido a que la mayoría estudiaba o trabajaba durante el día y no podían entrenarse en horarios normales. Era mucho más serio y exigente, aunque luego el torneo no fue muy largo.
— ¿Buscó otras opciones?
— Me fui a la escuela del Tigre en Achumani, en el complejo, donde solo estuve unos meses, porque igual no había mujeres y me entrenaba y jugaba con los hombres, pero era medio complicado porque ellos tienen otra rapidez y fuerza, y no era lo adecuado.
— ¿Entonces en Bolivia no compitió como hubiese querido?
— Jugué varios torneos con el Saint Andrews, estuve en los Plurinacionales por ejemplo, ahí jugaba dos torneos al mismo tiempo, porque en la Sub-18 estaba en el arco y en la Sub-15 podía hacerlo de jugadora. También jugué en la Copa Nissan que se organizaba cada año, llegamos a las finales, pero quedamos en segundo lugar.
— ¿Alguna otra experiencia en el fútbol femenino boliviano?
— Estuve también en el club Cracks con Daniel Vélez y Luis Montellano, donde aprendí mucho más la parte técnica, mejor dominio de balón, tocar, encarar con el balón, alzar la cabeza y me consolidé de lateral, puesto en el que me desempeño.
— ¿Luego vino su inclusión a The Strongest en el equipo mayor de mujeres?
— Sí, fue el 2018 si no me equivoco. Estaba otra vez en la escuela de la Yungas en el centro de la ciudad, entonces se convocó a las pruebas para la mayor y bajamos a Achumani, fuimos como 300 chicas y mediante el fútbol reducido nos fueron eligiendo y cada vez nos quedamos menos. Quedamos 70 y luego 40, pero un plantel solo se conforma de 30 y bueno, me quedé, además que uno de los profes me conocía de la Yungas y ya sabía de mi capacidad.
— Decía que lo triste es la falta de torneos…
— Sí, porque entrenas para jugar, competir con otros equipos, ver cómo estás, o qué pasa con tu plantel, pero en esta última parte faltaron torneos y solo nos quedamos con la práctica.
— ¿Contó que algún momento jugó también con los varones?
— Sí, bueno de niña ya jugué bastante con niños durante muchos campeonatos, aquí también jugué algunos torneos, porque lo permitían, pero no era fácil porque los chicos de otros equipos eran más torpes, al inicio como que te hacían dudar y generar algo de miedo, pero luego de varios partidos agarraba confianza, aunque igual no es lo mismo.
— Otra detalle importante es que hizo atletismo a nivel nacional.
— Sí, fue cuando estuve en el colegio, me tocó representar a La Paz durante dos años en diferentes torneos nacionales como en Potosí y Sucre. Además que ya en Estados Unidos también hice atletismo.
Perfil
Nombre: Brianna Figueredo Rivero
Nacimiento: Virginia (EEUU), 27 de junio de 2002
Familia: José y María Soledad (padres); Jason y Jaden (hermanos)
Futbolista y atigrada
Nació en los Estados Unidos, donde estudió hasta los 12 años y también surgió su pasión por el fútbol que juega desde hace 10 años. Este año sale bachiller en suelo estadounidense, hasta el año pasado estudiaba en el Colegio Integral Boliviano Achumani (CIBA). Jugó en The Strongest, club del cual es hincha y donde jugó algunos años.
(07/11/2020)