LR en la Memoria

Friday 28 Mar 2025 | Actualizado a 05:47 AM

Masacre de San Juan, la del número incierto de muertos por bala

Los muertos conocidos eran del sindicato; había muchos eventuales.

Instantánea del velorio de algunos de los asesinados en la masacre en los centros mineros.

Por Iván Bustillos

/ 24 de junio de 2022 / 02:27

Entre el 23 y 24 de junio de 1967, hace 55 años, ocurrió la Masacre de San Juan, en Catavi y Siglo XX. Si bien se habló de 20 muertos, indagaciones posteriores aseguran que fueron muchos más; sin embargo, hasta hoy no se sabe cuánto más.

Y es que no solo cuentan los cadáveres encontrados, sino también los varios desaparecidos, acaso cuerpos secuestrados.

“Si bien se habla de 20 muertos, el número es indeterminado, porque se tiene información de la época de que después del ataque a Catavi y Siglo XX habrían ingresado caimanes, donde cargaron supuestos muertos y heridos; no existe un dato preciso”, señala a LA RAZÓN el exdirector ejecutivo de la Comisión de la Verdad Fernando Rodríguez.

La Comisión de la Verdad estudió la represión militar de 1964 a 1982. El que hasta hoy no haya una cifra cierta de los muertos a bala o heridos, también se debe, explica Fernández, a que una parte de los mineros, muy relacionada con el área rural, trabajaba a destajo; los muertos conocidos eran los sindicalizados, “pero de los no sindicalizados no se tiene un dato preciso”, afirma.

Además, si hay algo que tomar en cuenta en esta masacre es que el ataque militar no fue selectivo, contra alguna fuerza civil, sino que “alcanzó al conjunto de la población que estaba presente; fue un asalto, en el estricto sentido de la palabra, contra una población que no tuvo posibilidad alguna de reaccionar”, detalla Fernández.

Aunque existen investigaciones sobre la trágica jornada, el paso del tiempo va sellando la incertidumbre del número de muertos, “las fuentes ya resultan muy complejas para poder alcanzar datos más aproximados”.

VIOLENCIA.

También hay que considerar la ferocidad del ataque por parte del gobierno del militar René Barrientos, pues una de las causas de la matanza fue que jornadas antes los mineros habían decidido dar una “mita” (un día de haber) en apoyo a la guerrilla de Ernesto Che Guevara en el oriente- sur del país. Un monto de dinero considerable, si se tiene en cuenta que la minería estatal de la época era sostenida por lo menos por 30.000 trabajadores.

Para echar olvido sobre las muertes también conspiró el ataque a las radios mineras, una verdadera experiencia de voz alternativa a los grandes medios.

“Es importante señalar que era un sistema de radios, no una o dos radios, que se interconectaban entre sí, y que era su mecanismo de comunicación, muy eficiente en la época”, remarca el investigador social.

Ahora, apunta Fernández, el hecho también hay que ubicarlo como parte de la expansión del gran capital privado, de su necesidad de socavar la base de la poderosa clase obrera, fundamentalmente minera de la época, de la gran arremetida “neoliberal”, de desnacionalización de lo hecho por la Revolución del 52, lo cual representaba el régimen de Barrientos Ortuño. Proceso que alcanzó su cúspide precisamente en la dictación del Decreto 21060,

Con Barrientos, además, remarca, empezó una arremetida radicalizada de los poderes económicos conservadores.

“El peligro de la Revolución cubana (1959), el desarrollo de guerrillas en varios países de América Latina y la propia guerrilla en Bolivia, había radicalizado la actitud de los sectores más conservadores en Bolivia ligados a la embajada americana, para destruir los avances producidos con la Revolución del 52, especialmente en el área minera”.

Necesidad económica, cuestión de clase: “El desarrollo del sindicalismo minero era sumamente cuestionado por los sectores conservadores de nuestro país, porque para esa época, una huelga minera realmente paralizaba al país; hablamos de más de 30.000 trabajadores que entraban en huelga a la vez”.

Comparte y opina:

El TREP, la buena costumbre del Órgano Electoral boliviano

El sistema de transmisión de resultados preliminares, utilizado desde 2016 en Bolivia, demostró ser eficiente pese a la controversia de 2019 y merece continuar funcionando.

/ 22 de febrero de 2025 / 20:56

Finalmente, el TREP (Transmisión de Resultados Electorales Preliminares) será repuesto. Pese a ser un resultado de primera vista, no vinculante y que por su naturaleza nunca llegará al cien por ciento de las actas, se ha vuelto la niña de los ojos de los partidos, al punto de que para la elección de agosto, las organizaciones políticas renunciaron nada menos que al fondo estatal que les tocaba para hacer sus campañas electorales, decidiendo destinarlo a financiar el TREP.

En los días que siguen, al parecer, sobrevendrá la discusión de cómo debe implementarse el nuevo TREP: que para que el Órgano Electoral no sea juez y parte, el TREP sea operado por una empresa «independiente», y mejor si es extranjera; que deberá contar con un software propio, dada su complejidad; que sí o sí debe tener una ley que lo respalde; que debería tener un control ciudadano, en fin.

En este punto, acaso lo más oportuno sea revisar un poco lo que ya ha sido el TREP, para dimensionar mejor lo que se deba hacer hacia adelante.

De primera, hay que recordar que el TREP es un ‘viejo’ sistema que el órgano electoral usó desde el referendo constitucional del 21 de febrero de 2016, y pese a que en las elecciones generales de 2019 se le exigió llegar al cien por ciento de los votos, en anteriores comicios su parámetro de eficiencia era solo superar el 80%.

En 2016, se estrenó como el Sistema de Transmisión Rápida y Segura de Actas. Según registró Fuente Directa, el medio digital de prensa del órgano electoral, en esa ocasión los datos fueron presentados a las 18:15 del día del sufragio y se había llegado a 81,2% de las actas, dando como resultado 45,8% de los votos por el Sí y 54,2% por el No (cuando el resultado oficial fue: 48,70% por el Sí y 51,30% por el No); el nuevo sistema acertó en la tendencia, aunque relativamente no fue exacto en las cifras. En las elecciones judiciales de 2017, con un promedio de 80% de actas verificadas en los tres tribunales (Superior de Justicia, Agroambiental y Constitucional) y en el Consejo de la Magistratura, en una larga conferencia de prensa a las 21:30 del 3 de diciembre, la entonces presidenta del TSE, Katia Uriona, dio el detalle, departamento por departamento, tribunal por tribunal, del porcentaje de votación alcanzado por cada uno de los candidatos.

En 2016, tras la primera experiencia del sistema, Uriona entusiasta declaraba a Página Siete que se había cumplido con el desafío de «alcanzar a entregar los resultados en el día a través del conteo rápido». Es llamativo que aquella vez Uriona también denominara al TREP como un «sistema de verificación de actas».

En 2019, el TREP, ya con este nombre, fue incluido en el Reglamento de las Elecciones Generales (aprobado en mayo de 2019), en su capítulo II, en los artículos 52, 53 y 54. Allí se disponía que el responsable del TREP era la Dirección Nacional del Servicio de Registro Cívico (Sereci), que habría un Centro de Procesamiento de Datos (que fue en La Paz) y que la Dirección Nacional de Tecnología de Información y Comunicación iba a proporcionar toda la infraestructura informática.

Aquí hay que aclarar que la creadora y gestora de este sistema fue la empresa Neotec, dirigida por el ingeniero boliviano Marcel Guzmán de Rojas, quien asistió técnicamente al sistema desde 2016.

Acaso el mayor problema del TREP es el despliegue que necesita de gente. Para los comicios de 2019, Guzmán de Rojas (Informe al TSE del 28 de octubre de 2019) detalló que se contrató a más de 7.600 operadores para cubrir todos los recintos electorales en el país y en el exterior; «se desplegó al menos 1 operador en cada recinto electoral, tanto en Bolivia como en el extranjero, y en aquellos recintos con más de 10 mesas, se desplegó un operador por cada 10 mesas». Para este trabajo en 2017 se había movilizado a 4.888 personas. Estos operadores tenían la misión de fotografiar el acta en cuanto terminara el escrutinio en la mesa electoral, anotar los resultados y, a través de su celular, enviar foto y datos al centro de procesamiento en La Paz. Para posibilitar el envío vía celular, informó Guzmán de Rojas, se utilizó más de 600 vehículos para recoger a operadores donde no había señal, además de que se instalaron 51 antenas satelitales en «localidades estratégicas» para que el operador vaya y transmita desde allí.

En este punto, urge aclarar qué es siempre el TREP. Según define el Reglamento, es un «sistema de información» para dar a conocer el resultado de la elección «en el menor tiempo posible». Demasiadas veces se confunde al TREP con el «conteo rápido» o con el registro en «boca de urna» y, también, con el cómputo oficial. Con los dos primeros, hay que precisar que ambos son proyecciones de resultado sobre una muestra, nacional sí, pero muestra al fin. En la elección de 2019, por ejemplo, mientras casi todos los medios destacaban que VíaCiencia, la única empresa autorizada para difundir un resultado preliminar, y que prácticamente fue usada para «medir» la solvencia del TREP, daba una distancia entre el MAS y CC de 4,5 puntos porcentuales (cuando el TREP dio 7,8 puntos); sin embargo, no se decía o se decía poco que el resultado de VíaCiencia (según su ficha técnica registrada en el OEP) era sobre una muestra de 5.100 actas de 33.048 existentes en el país, o sea, 15,4% del total; en términos de votos, de 6.974.363 habilitados, la empresa cubrió 878.460; VíaCiencia informó que su conteo era al 100% con un margen de confianza de 95%, y que solo tenía un margen de error de 0,1%.

En cambio, el ‘pobre’ TREP, del que todos desconfiaban por haber sido interrumpido, era el trabajo sobre el cien por ciento de las mesas (actas), las 34.555 que hubo en el país y en el exterior.

En cuanto a confundir el TREP con el cómputo oficial, esta fue precisamente una de las causas de la crisis poselectoral de 2019: el sobredimensionamiento del TREP. En la declaración que hizo la Misión de Observación Electoral de la OEA el lunes 21 de octubre por la noche, tras la reanudación del TREP, que fatalmente mostró un «cambio drástico y difícil de justificar» en la tendencia de la votación por el MAS y CC, para el organismo este hecho modificaba «drásticamente el destino de la elección» y, lo más importante, «generaba la pérdida de confianza en el proceso electoral»… todo ello sin hacer alusión alguna al cómputo oficial que ya estaba en marcha; con todo lo bueno que fue el TREP, la elección fue descalificada con base en un sistema de información preliminar y no vinculante que, además, al final no llegó, y no podía llegar, al 100% de las mesas, por inconvenientes que se preveía iban a tener los operadores para mandar las fotos: al final hubo 377 actas, 1,09% del total, que nunca fueron enviadas (Informe de Neotec).

Hay que prevenirse contra el sobredimensionamiento de marras: en 2019, se razonaba más o menos que el cómputo oficial al final solo debía confirmar el resultado del TREP, cuando en verdad el TREP solo era un anticipo del verdadero resultado. Más bien que hasta en esto el TREP fue eficiente: al final, la diferencia entre el MAS y CC en el cómputo oficial fue de 10,57%, cuando el TREP dio 10,57%, apenas una centésima de diferencia.

Urge también precisar el funcionamiento del TREP. A lo dicho, que un operador mandaba desde el recinto electoral la foto del acta y el resultado, hay que agregar que en el Centro de Procesamiento de Datos en La Paz había 350 verificadores que, tras recibir la fotografía, transcribían su resultado, sin ver el resultado que había mandado el operador del recinto; luego, se comparaban ambos apuntes, y si coincidían, el acta era considerada como «verificada» e inmediatamente se la publicaba junto con subir a la web la foto correspondiente. La publicación de las actas en realidad implicaba la actualización del resultado cada tres minutos; este proceso consistía en «sumar las actas, agregar los resultados por país, departamento y municipio y generar un archivo Excel con las actas verificadas y aprobadas» (Informe de Neotec).

Transmisión, verificación y publicación, entonces. Pero ¿qué pasaba cuando la lectura del acta hecha por el operador en el recinto electoral y la lectura del verificador en La Paz no coincidían, por diversos problemas, como una mala foto o datos mal copiados? Pues estas actas pasaban a un equipo de «20 aprobadores», quienes decidían si el problema se podía solucionar sobre la marcha (una mala suma, confusión de números, etc.) y en tal caso publicar el acta; o si la falla era insalvable, el acta era puesta en el estado de «observadas», que no iban a ser publicadas. Por esto, cuando se informó el avance del TREP a las 19:30 del 20 de octubre de 2019, hubo dos cifras: al TREP se había transmitido 89% de las actas, pero solo se había verificado (por tanto, publicado) 84%.

Diferenciar transmisión de verificación es vital, para no cometer errores de apreciación como algunos: en su Informe Final de auditoría (diciembre de 2019), la OEA señala que la primera acción deliberada para manipular el resultado fue que el TREP se detuvo justo al 83,76% de las «actas verificadas y divulgadas», las cuales eran parte «de un 89,34% de actas que ya habían sido transmitidas y que estaban en el sistema TREP»; hasta ahí, cierto. Lo raro y sorprendente es lo que sigue: el TSE, dice la OEA en su informe, «ocultó a la ciudadanía, de manera deliberada, un 5,58% de las actas [89,34 menos 83,76] que ya se encontraban en el sistema TREP pero que no fueron publicadas».

Esto del ocultamiento era falso, protestó Guzmán de Rojas en su declaración a la Fiscalía a fines de 2019: no eran actas ocultadas, sino que eran actas no verificadas, porque se hallaban en estado de observación o eran parte de la lista de espera de los verificadores en La Paz; hasta el final hubo diferencia entre las actas transmitidas y las verificadas. Si con el 84% de actas verificadas, las «ocultadas» eran 5,58%, veinte minutos después, a las 20:00, ya se tenía 93% de verificadas y las «ocultadas» bajaron a 3%; cuando el TREP cerró, las «ocultadas» eran de 3,28% (Informe de Neotec).

Ahora, algo que tampoco se destaca es que en 2019 en justicia el TREP fue eficiente: en la noche de la jornada electoral, poco antes de que se interrumpiera (como a las 20:10), el TREP había alcanzado «el 96% de actas transmitidas y el 93% de verificadas» (Neotec). Precisamente aquí está lo valioso del TREP. Como hicieron notar en su tiempo Guzmán de Rojas y el exvocal Antonio Costas, antes que proporcionar el resultado de manera pronta, lo realmente provechoso del TREP fue que preservaba las actas, en foto, como un banco. Por esto, razonaba y reclamaba Costas en Animal Político: ¿cómo se podía haber cambiado las actas y los resultados, haber hecho fraude, cuando en el mismo día de la elección, hasta las ocho, diez de la noche, se había depositado (habían sido transmitidas) casi la totalidad de las benditas actas?

El TREP mostró ser un buen y necesario recurso complementario al cómputo oficial, que, como se sabe, es manual: se cuentan los votos en la mesa electoral, con rayitas de diez en diez, se anota el resultado en el acta ante la presencia de delegados de todos los partidos (al menos idealmente); esa acta (y no las papeletas electorales, como creían muchos cívicos en 2019) va al Tribunal Electoral del departamento y allí en acto público se revisa y aprueba acta por acta; se hace un acta oficial y se la manda al Tribunal Supremo Electoral, el cual, también en Sala Plena pública, suma, revisa y verifica todo el proceso; según la norma de 2019, el TSE tenía hasta siete días para emitir el informe final oficial del escrutinio; aquella vez lo hizo en cuatro días, hasta el 25 de octubre. Y en todo el proceso, oficialistas y opositores están mirando, aprobando o rechazando, cada acta.

Muchos parten de la idea de que el TREP fue deficiente porque fue interrumpido, todo se vino abajo desde ese momento, y ahora toca pasarlo a mejores manos para que se cure y esta vez sea eficiente; cuando, como se mostró, fue eficiente y lo único que habría que hacer hacia adelante es continuar esa su forma de funcionamiento, claro, con las correcciones que se deba.

Y es un contrasentido eso de que el TREP deje de ser estatal, que deje de ser parte del OEP y sea «terciarizado»; si bien en 2019 y en anteriores comicios, la informática era de Neotec y mucho del concepto del TREP se le debe a Guzmán de Rojas, el sistema debe ser un servicio que esté bajo tuición del Órgano Electoral, tanto por su magnitud (que no es un mero conteo sobre una muestra, sino el registro del total de las mesas) como porque es la necesaria contraparte estatal a los conteos rápidos que sin duda siempre harán las privadas el día de la elección (pues nunca mejor mercado que un país en vilo por un resultado que cambiará su vida en los siguientes cinco años).

Le puede interesar: El Órgano Electoral ratifica para el 17 de agosto las elecciones generales

Comparte y opina:

Releyendo al ingeniero ‘héroe’ Villegas

Una revisión pertinente a la denuncias de fraude realizadas en 2019 por el ciudadano Edgar Villegas.

El ingeniero informático Édgar Villegas.

Por Iván Bustillos

/ 7 de abril de 2024 / 06:12

Dibujo Libre

El ingeniero Édgar Villegas, quien en octubre de 2019 denunció fraude electoral tras comparar las actas y datos del TREP con las del Cómputo oficial, ha vuelto a la agenda mediática. Lo hizo con el anuncio de la Fiscalía de que le está imputando por instigación pública a delinquir, con la masiva solidaridad que tuvo de parte de la oposición al MAS, con haberse declarado, ante la “opinión pública internacional”, “perseguido político”, y con el eufórico “¡no nos van a doblegar, carajo!”

Es la ocasión para una relectura de al menos una parte de lo que el ingeniero denunció, tanto en el programa televisivo Jaque Mate en el canal universitario el 24 de octubre de ese año, como en su texto Informe sobre irregularidades identificadas en las elecciones en Bolivia realizadas el 20 de octubre de 2019 del 1 de noviembre de 2019 (196 páginas).

Doloso ‘volteo’ de resultados

Lo primero que Villegas denunció en Jaque Mate fue el ‘volteo’ que hubo en algunas actas. Éstas, por lo general registran una columna de votación por el Presidente y otra por el diputado uninominal de la región. El ‘volteo’ consiste en que si el acta se la llenó con X votos para Presidente y Y votos para el diputado, en el registro numérico de los datos en el Cómputo oficial las cifras están al revés: las Y para Presidente y las X para el diputado. Es el caso del acta 24442 (El Alto), donde con el ‘volteo’, apunta el ingeniero, se incrementa de 87 a 130 votos al MAS y se disminuye de 33 a 29 a CC.

Es un error que los jurados tratan de enmendar advirtiéndolo en la casilla de Observaciones que tiene el acta, escriben que los resultados “están invertidos”. Esto no vale para Villegas porque la advertencia apareció sólo en el acta del Cómputo, cuando no estaba en la foto de la misma acta en el TREP.

“Lo alarmante es que se ha alterado (el acta); ha aparecido aquí (en la casilla de Observaciones) más observaciones; y eso no puede pasar, porque cuando se envía al TREP, se envía la fotografía del acta final antes de sellar; no puede haber ninguna alteración”.

Villegas parte del supuesto de que la foto para el TREP es lo último que se hace antes de cerrar el sobre de seguridad. La descripción del procedimiento que hace el director de Neotec (gestor del TREP), Marcel Guzmán de Rojas, desmiente dicho supuesto. Si bien la foto para el TREP debía ser al cierre del acta, los operadores tenían la instrucción de enviar la foto y el resultado lo antes posible, pues para eso era el TREP, para el resultado rápido; la prueba de esto es que entre las 18:00 y 21:30 del día de la elección en la nube del TREP se recibió 90% de las actas.

De modo que en muchos casos, el operador del TREP no pudo registrar algunos añadidos o correcciones que eventualmente hicieron los jurados en el acta después de cerrarla; para esas rectificaciones estaba la casilla de Observaciones. En cuanto al “volteo”, es notoria la intención de criminalizar el error.

Acta 30863 (Cochabamba), negligencia del transcriptor

Las actas que publicó el Órgano Electoral, tanto en el TREP como en el Cómputo constan de dos partes: la imagen misma del acta y la columna de transcripción de los datos. En el caso de la 30863, Villegas denuncia que si bien en la imagen del TREP la transcripción es correcta, no lo es en el acta del Cómputo: de 119 votos para Presidente en CC, se le baja a 106, una pérdida de 13 votos.

Revisando el acta, se ve que se trata de una pésima transcripción en el Cómputo oficial; en el acta las sumas cuadran perfectamente, pero en los datos transcritos hay varios errores. Es una negligencia del transcriptor del acta. Ahora, si bien CC pierde 13 votos, Villegas no dice que el MAS, por la misma mala transcripción, pierde 16 votos, cuando se le debía anotar 59, se le puso 43.

Acta 1253 (Buenos Aires, Argentina), acta ilegible

Villegas se queja de la mala calidad de la imagen del acta en el Cómputo oficial. “Aparte que no se ve nada, no hay firmas de los jurados electorales”, destaca, y remata: al MAS se le asigna 100 votos de 150 válidos: “acá arrasó el MAS (…) otra mesa con fraude que ganó el MAS”.

Lo que no dice el ingeniero es que se trata de la foto de una copia y no del original del acta.

Reclama que en el Cómputo oficial no se tengan escaneadas las actas del extranjero. Omite el hecho de que para las 1.507 actas provenientes del exterior del país se había previsto que para el Cómputo oficial se iban a usar las imágenes del TREP, porque las actas en físico tardarían en llegar a La Paz.

Acta 28800 (La Paz), disminución de la votación para Carlos Mesa
En esta acta en el Cómputo oficial hay un evidente perjuicio para Carlos Mesa: de 59 votos asignados a CC en el acta, en la columna de datos apenas se anota 3; “le han reducido 56 votos”, denunció Villegas.

Se trata de la corrección de un error en el acta. Lo que no señala el ingeniero es que en la misma acta, en el recuadro de Observaciones, un jurado electoral aclara que la votación de CC para Presidente efectivamente es de 3 votos. Ahora, haciendo cuentas, si se pusiera 59 en vez de 3, los votos válidos se dispararían a 124, casi el doble de lo (correctamente) anotado en el acta, 68 votos válidos.

Acta 30931 (Cochabamba), incremento de 50 votos al MAS

Aquí, el MAS para Presidente apenas tiene 5 votos, y en la columna de transcripción de los datos, en lugar del 5 se anota 55, 50 votos asignados “arbitrariamente”, reclama Villegas.

Lo que no dice el ingeniero es que esta acta en el archivo del OEP, en la parte inferior, tiene un “proveído” firmado por los 5 vocales departamentales; en esta aclaración oficial hecha por la autoridad electoral se dice que el MAS tiene 55 votos porque esto fue verificado “con las hojas de trabajo” de la mesa. El proveído es del 22 de octubre de 2019 y figura en la cara posterior del acta.

Actas 75457 (Santa Cruz) y 90231 (Pando) alteración de datos e imagen del Cómputo

Curiosamente, en ambos casos se trata de la confusión entre el 4, el 1 y el 9. En el caso del acta cruceña, Villegas denunció que en el archivo Excel se publicó 47 votos para el MAS, una hora después, esta cifra cambió a 97; evidencia de “directa manipulación”. Revisando el acta en el archivo del OEP, se ve que se trata de un error de escritura: estaba 47 porque en el acta quien la llenó escribe muy parecidos el 4 y el 9 (no completa el círculo del 9 en su parte superior). Ahora, sólo con el “aumento” a 97 luego cuadran las cifras totales. Lo mismo pasa en el acta pandina, esta vez en desmedro de CC, de 49 que debía tener, se pone 41. Aquí el ingeniero tiene razón, pues lamentablemente en los datos oficiales se anotó el errado 41.

También puede leer: Población y distribución de recursos poscenso

Acta 71252 (Santa Cruz) Actas que aparecen y desaparecen en el archivo Excel

Villegas reclama que en el archivo Excel (el registro de los datos de todas las mesas) hay actas que aparecen y desaparecen, algo anómalo, que muestra que hubo “manipulación manual” de algo “informatizado”, “todo debería ser automático, no debería haber estas sorpresas”.

Guzmán de Rojas aclaró esto en su Informe Final al TSE del 28 de octubre de 2019: las subidas y bajadas de las actas en el archivo Excel se deben a correcciones que se hace a los datos oficiales tras confrontarlos con los del TREP. Cuando se va corregir los datos de un acta, esta no se publica en el archivo Excel y el número de actas computadas disminuye por un tiempo; una vez corregida, el acta vuelve a aparecer en el archivo Excel.

Más votos por Evo que el total de votos válidos, 7 actas

Villegas habla de 7 actas en que el MAS tiene más votos que el total de los votos válidos, las actas 1579 (Argentina), 10971 (Sucre), 24402 (El Alto), 28298 (Sicasica), 27742 (Ichoca, La Paz), 32733 (Arani) y la 34071 (Vinto, Cochabamba).

Revisando dichas actas, se evidencia que, en todos los casos, se trata de sumas defectuosas de los votos válidos. Lo lamentable es que el Órgano Electoral transcribió en el resultado oficial los datos errados, y lo peor, lo hizo pese a que en algunas actas los propios jurados corrigen el error en la casilla de Observaciones.

Pasa, entonces, que Villegas si bien registró y denunció las 7 irregularidades en el archivo Excel, no indagó la fuente, las actas del archivo del OEP, no se preguntó qué es lo que realmente pasó.

(*)Iván Bustillos es periodista

Comparte y opina:

Presidente impone grado a almirantes y generales de las FFAA

Imposición del grado por parte del mandatario Luis Arce.

/ 26 de abril de 2023 / 06:27

El presidente Luis Arce impuso grados militares de generales y almirantes a cinco integrantes de las Fuerzas Armadas y los convocó a defender los intereses del pueblo boliviano, y sus recursos naturales, como el litio.

“Los llamo a defender los intereses del pueblo boliviano, al lado del Gobierno del proceso de cambio como oficiales de alto rango, a la cabeza de unas Fuerzas Armadas llamadas a marchar junto a su pueblo hacia aquel horizonte emancipador que siempre ha querido tener nuestro pueblo boliviano”, remarcó el mandatario, además de capitán general de las FFAA, en la ceremonia.

Ascendieron al grado de general de división y vicealmirante, el general de Brigada Aérea Jaime Soria Jaldín y el contraalmirante Gonzalo Víctor Vigabriel Sánchez, respectivamente, según recogió la agencia estatal de noticias ABI.

ORDEN.

Al grado de general de división y vicealmirante, el general de brigada Juan José Zúñiga Macías; el general de Brigada Marcelo Javier Zegarra Gutiérrez, y el contralmirante Juan Arnez Salvador, respectivamente.

Los ascendidos ya forman parte del alto mando militar desde noviembre de 2022, que está liderado por el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Hugo Arandia López. Vigabriel Sánchez es el jefe de Estado Mayor del Comando en Jefe de las FFAA, Soria Jaldín es inspector general de las FFAA, Zúñiga Macías es el comandante general del Ejército, Zegarra Gutiérrez es el comandante de la Fuerza Aérea y Arnez Salvador es el comandante de la Armada.

Le puede interesar: Cívicos resuelven cumbre sectorial y pedir una reunión con el Presidente Arce

“Bolivia no flota en la nada y está inserta en un complejo sistema de relaciones económicas, diplomáticas y geopolíticas que dividen al planeta entre países desarrollados industrializados y países subdesarrollados y no industrializados”, afirmó Arce durante el acto de imposición de grado a los oficiales generales y almirantes de las Fuerzas Armadas.

El mandatario continuó: “Aquel orden, que separa pueblos (…) no se sostiene por inercia, es reproducido cada día desde cierto eje imperial; es justamente ese orden injusto y saqueador el que Bolivia está dispuesto a romper, en orden de asegurar una verdadera libertad y prosperidad para su pueblo. Para sí, de esta manera, alcanzar el vivir bien con la sustitución de importaciones, la industrialización del litio como horizonte estratégico, y de nuestros recursos naturales”.

YACIMIENTOS.

Según la BBC el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) reportó en febrero de 2020, en su informe anual Resumen de productos minerales (Mineral Commodity Summaries), que Bolivia es el primer poseedor de litio desplazando a Argentina, que ocupaba esa posición hasta 2019.

Temas Relacionados

Comparte y opina:

Solo 833.115 firmas; juristas culpan a los 4 órganos del Estado

Se frustra la iniciativa de referéndum para reformar la Constitución.

Los denominados ‘juristas independientes’ informaron ayer de la recolección de firmas.

Por Iván Bustillos

/ 26 de abril de 2023 / 06:10

En los 90 días que les dio la ley, los denominados “juristas independientes” lograron reunir 833.115 firmas, insuficientes para activar un proceso de reforma parcial de la Constitución. Culparon del fracaso, en parte, a los cuatro órganos del Estado.

La campaña debía colectar 1,5 millones de firmas, o sea 20% del padrón electoral; el 23 de abril cerró el plazo. “No hemos fallado los impulsores de esta cruzada, porque dimos todas las batallas hasta el último momento”, apuntan los juristas en un comunicado que hicieron público ayer.

CAMINO.

Y no fallaron, afirman, en el sentido en que abrieron un “camino nuevo” para “liberar la Justicia del secuestro político y sacarla de la profunda crisis en que se encuentra”; las más de 800.000 adhesiones dan legitimidad a esta convicción, remarcan.

En la conferencia de presentación del resultado de la campaña, uno de los impulsores de la misma, Juan del Granado, apuntó que aparte de la ardua labor que significó la recolección de firmas, tuvieron que enfrentar trabas puestas por el propio Estado.

“Hemos tenido que enfrentar las dificultades que nos ha puesto el Estado, en sus cuatro órganos”, acusó Del Granado.

El Órgano Electoral, dijo, “realizó una labor burocrática dilatoria”. En el comunicado, los juristas aseveran que este órgano “demoró casi 5 meses en aprobar las preguntas y autorizar los libros; nos rechazó sin justificativo alguno el uso del sistema informático para las adhesiones, convirtiendo así el trámite en una difícil carrera de obstáculos que culminó con la valla final de exigirnos que transcribamos, en un soporte informático, la integridad de todas y cada una de las partidas registradas”.

Le puede interesar: Comienza el registro de postulantes a las elecciones judiciales

El Órgano Ejecutivo, continuó Del Granado, “a través de su ministro (de Justicia, Iván Lima) nos descalificaba regularmente y, sobre todo, desiformaba a nuestra comunidad”, fustigó.

LEGISLATIVO.

“El Órgano Legislativo, en lugar de asumir esta conducta ciudadana como una referencia de lo que pudiera ser en su momento una acción legislativa positiva, aceleró las elecciones judiciales, estas supuestas elecciones que van a repetir la vergüenza de 2011 y 2017, repetir el cuoteo, el manoseo partidocrático de las postulaciones”, deploró el abogado y exalcalde de La Paz.

Y, finalmente, concluyó, el Órgano Judicial, “que rechazó nuestras impugnaciones; y si bien todavía está nuestro recurso de amparo en el Tribunal Constitucional, nos han fallado en contra, cerrándonos un último resquicio”.

Como se ve en el cuadro adjunto, 81% de las firmas las obtuvieron en los departamentos del eje.

En el comunicado, resaltan una autocrítica: “Es evidente que no dimensionamos bien el tamaño del desafío y tal vez sobrevaloramos lo que parecía una gran demanda social por la Reforma”.

Temas Relacionados

Comparte y opina:

Por cansancio, Diputados aplaza la consideración de dos importantes créditos

Según el Gobierno, los $us 500 millones de dólares concedidos por el BID servirán para la reposición de fondos usados en el apoyo a poblaciones vulnerables afectadas por el COVID-19.

Miembros de la Cámara de Diputados.

Por Iván Bustillos

/ 23 de abril de 2023 / 14:29

Debido al cansancio derivada de una previa sesión larga, la Cámara de Diputados decidió posponer “para los próximos días” el tratamiento de dos créditos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Tras la maratónica sesión de más de 21 horas desde el sábado, en la que se aprobó la Ley de Compra de Oro Destinado al Fortalecimiento de las Reservas Internacionales, el diputado Juan José Jáuregui, del Movimiento Al Socialismo (MAS), sugirió la moción. La sugerencia fue aprobada con los votos necesarios cerca del mediodía de este domingo.

Para la misma sesión ordinaria 89 estaban consignados los dos proyectos.

La Ley 267/2022-2023 aprueba el contrato de préstamo 5376/OC-CO para el “proyecto apoyo a poblaciones vulnerables afectadas por coronavirus II”. Fue suscrito el 24 de enero de 2023 entre el Estado Plurinacional y el BID para el préstamo de $us 500 millones.

Diputados

Y la Ley 268/2022-2023, del contrato de préstamo 5705/OC-BO, para el “programa de apoyo preinversión para el desarrollo”; fue suscrito el 24 de enero 2023 por $us 52 millones.

Sobre los $us 500 millones del BID, la nota de prensa oficial del organismo, del 21 de octubre de 2021; señalaba que “el proyecto apoyará los esfuerzos del Gobierno de Bolivia de apoyar a las poblaciones más vulnerables a enfrentar los efectos económicos de la pandemia”.

Para materializar este apoyo, se “financiará el pago de una parte de los costos del Bono Contra el Hambre; es un programa de transferencias monetarias creado en respuesta a la pandemia”.

“El programa consiste en una transferencia realizada por única vez a personas que no cuentan con un ingreso estable; al no recibir un sueldo del sector público o privado ni pensión o renta de la seguridad social a largo plazo”, complementa.

Asimismo, se anuncia que el crédito financiaría “una parte de las transferencias monetarias del programa Renta Dignidad del que participan personas mayores de 60 años que no reciben ingresos por jubilación”.

El Gobierno confía en que ambos créditos permitirán otorgar al país liquidez; eso ante la falta de divisas extranjeras y la necesidad de desarrollar proyectos de inversión ya definidos.

Temas Relacionados

Comparte y opina: