Imputan por corrupción al senador Flávio Bolsonaro, hijo del presidente de Brasil
Se trata de la primera denuncia contra un miembro de la familia Bolsonaro desde que el mandatario ultraderechista llegó al poder en enero de 2019. Un tribunal deberá decidir si acoge la imputación y abre un proceso contra los sospechosos.
La fiscalía brasileña denunció al senador Flávio Bolsonaro, hijo mayor del presidente Jair Bolsonaro, sospechoso de participar, con la ayuda de un asesor, en un esquema de desvío de dinero cuando era diputado regional de Rio de Janeiro, informaron autoridades la madrugada del miércoles.
Se trata de la primera denuncia contra un miembro de la familia Bolsonaro desde que el mandatario ultraderechista llegó al poder en enero de 2019. Un tribunal deberá decidir si acoge la imputación y abre un proceso contra los sospechosos.
La Fiscalía de Rio acusó a Flávio Bolsonaro, de 39 años, de participar en una organización criminal, lavado de dinero, apropiación indebida y malversación de fondos, delitos supuestamente cometidos entre 2007 y 2018.
También fue denunciado como operador del esquema su exasesor Fabrício Queiroz, un exoficial de la Policía Militar de Rio, de 54 años, muy cercano a la familia Bolsonaro, y otras quince personas.
«No cometí ninguna ilegalidad. El Ministerio Público de Rio comete una serie de errores extraños en su ‘acusación’ la víspera de las elecciones municipales», escribió Flávio Bolsonaro en su cuenta de Instagram.
Brasil realizará elecciones municipales el 15 de noviembre.
«Creo que la acusación ni siquiera será aceptada por el organismo especial del Tribunal de Justicia de Rio de Janeiro», agregó el senador.
El caso salió a la luz a fines de 2018, después de que el organismo de control de movimientos financieros (COAF) descubriera giros atípicos entre 2016 y 2017 en una cuenta de Queiroz, por un valor de 1,2 millones de reales (376.000 dólares al cambio promedio de 2017).
En diciembre de 2019, la policía allanó varios inmuebles pertenecientes a Flávio Bolsonaro, a sus exasesores de la Asamblea Legislativa de Rio y a la segunda esposa del presidente Bolsonaro, en el marco de la investigación de ese esquema, llamado «rachadinha», en el cual los empleados devuelven al legislador una parte del salario que reciben.
Según informaciones previas de la Fiscalía, el senador habría movido un total de 2,7 millones de reales (474.000 dólares al cambio de hoy) a través de ese esquema.
El senador Bolsonaro denuncia desde entonces una «persecución política» en su contra, con el objetivo de «alcanzar al presidente».
En agosto, la revista Crusoé publicó que Queiroz habría depositado en la cuenta de Michelle Bolsonaro, la actual esposa del mandatario, 21 cheques por 72.000 reales entre 2011 y 2016 (12.600 dólares al cambio de hoy).
Días después, al ser preguntado por un periodista sobre la supuesta participación de la primera dama en ese esquema de pagos ilícitos, el mandatario le respondió: «íQué ganas de reventarte la boca a golpes!».
En junio, Queiroz, que estaba ilocalizable desde hacía meses, fue detenido en la residencia de un abogado que actúa como defensor de Flávio Bolsonaro.
El exasesor, a quien algunas líneas de investigación filtradas por los medios vinculan a las temidas milicias parapoliciales de Rio, está actualmente en prisión domiciliaria, tras recibir un habeas corpus del Supremo Tribunal Federal (STF).
(04/11/2020)