El escultor Jefrin Acuña expone ‘Introspección: raíz de vida’ en el Museo Nacional de Arte
A través de sus obras, el artista cruceño realza la labor de las parteras y la importancia de la lactancia materna. La muestra estará en exposición hasta agosto.

El escultor Jefrin Acuña expone “Introspección: raíz de vida” en el Museo Nacional de Arte.
Imagen: MNA
Una mezcla del Pilcomayo, Camargo y los Yungas paceños lleva en sus venas Jefrin Acuña Salinas, el escultor cruceño nacido en el corazón del Parque Amboró, quien en pasados días inauguró su exposición “Introspección: raíz de vida”, en la Sala Previa del Museo Nacional de Arte (MNA), dependiente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB).
Se trata de 12 obras escultóricas forjadas en bronce que son parte de una colección de 30. Esas 12 piezas fueron trasladas desde Santa Cruz y retratan el inicio mismo de la vida. Están inspirados en el momento del nacimiento a través de la maestría de parteras y parteros.
“Yo nací de manos de una partera y me cuentan que a la partera que me atendió le pagaron con dos gallinas”, relata entre bromas el artista, que vio de cerca la sabiduría de esta labor, ya que sus propios abuelos ejercieron este papel en sus comunidades.
La segunda reflexión que incentivó al proceso creativo que se puede apreciar en el museo fue la lactancia: “Cuando una mujer está dando de lactar. La leche hace que los pechos se pongan venosos. Esas venas parecen raíces. Y sí que lo son, porque la leche es el elemento nutritivo de la nueva vida que necesita fortalecerse para florecer”, dijo.
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El inicio y aprendizaje fundamental que recibió este artista arranca gracias al maestro Juan Bustillos, en la capital oriental de Santa Cruz, a través de una beca para trabajar esculturas en metal.
TÉCNICA
Dentro de la técnica que trabaja destaca que en su taller de fundición se requiere calentar los hornos durante varios días.
Esa formación fue complementada por un diplomado brindado por la Fundación Patiño, con la cual Jefrin y muchos otros aprendieron a gestionar sus ideas, plasmarlas en proyectos culturales y finalmente aprendieron a tocar puertas para contar con apoyo institucional con el cual ponen en marcha obras y exposiciones.
El escultor contó que su proyecto germinó luego de varios años y finalmente se presenta en la ciudad de La Paz.
Adelantó que ya trabaja en su siguiente propuesta escultórica denominada: “Piel a piel”. Dijo sentir que está cumpliendo un sueño: “El anhelo de todo artista boliviano es poder mostrarse en el Museo Nacional de Arte y yo lo estoy cumpliendo. Por ello me siento agradecido”.