Foro de Davos es ‘blanco fácil’ para teóricos de la conspiración
Pero la reunión anual en sí se ha convertido en un imán para grandes falsedades, como que el WEF quiere que la gente coma insectos en lugar de carne para combatir la inseguridad alimentaria.

Un participante del Foro Económico Mundial usa su teléfono móvil en el centro de congresos en Davos, Suiza, el 18 de enero de 2023. Foto: AFP.
El Foro Económico Mundial (WEF) en Davos es el blanco ideal para los teóricos de la conspiración que impulsan la idea de una camarilla de élite que gobierna el mundo. La sede es una ciudad en los Alpes suizos donde los jefes de estado y los titanes de los negocios se reúnen para debatir durante una semana.
Celebridades, magnates y líderes mundiales se reunieron en este foro de Davos para discutir los temas más complicados que enfrenta la humanidad. Desde la guerra de Ucrania hasta las catástrofes climáticas e incluso la amenaza de la desinformación.
Pero la reunión anual en sí se ha convertido en un imán para grandes falsedades, como que el WEF quiere que la gente coma insectos en lugar de carne para combatir la inseguridad alimentaria.
Lo que da oxígeno a estas teorías ridículas es lo que los observadores llaman los acuerdos tras bastidores entre los líderes empresariales. Es una costumbre del WEF que alimenta la idea de que está dirigido por una camarilla en la sombra que trabaja para obtener ganancias privadas bajo el disfraz de resolver problemas públicos.
«El Foro Económico Mundial es blanco de la información errónea y la desinformación porque ocupa un espacio singular en la conciencia pública». «Una reunión de los actores económicos más poderosos e influyentes del mundo en un foro que muestra y celebra ambos». Así afirmó Michael W. Mosser, director ejecutivo del Laboratorio de Desinformación Global de la Universidad de Texas, en Austin.
«La opacidad del Foro Económico Mundial, se presta a acusaciones de que no está en contacto con la gente ‘común'», señaló Mosser a la AFP.
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«Blanco fácil»
La naturaleza elitista del foro, al que muchos titanes de negocios pagan decenas de miles de dólares para asistir, perpetúa esa desconfianza.
«El WEF es un blanco fácil (de desinformación): es muy costoso y solo se puede asistir con invitación». Así explicó a la AFP Claire Wardle, codirectora del Information Futures Lab de la Universidad de Brown.
«Está reproduciendo el fundamento de toda teoría de la conspiración, que es que el mundo está siendo controlado por una élite secreta y tú no eres parte de ella».
Eso se hizo evidente en memes sarcásticos, incluido uno que mostraba una comida típica en Davos. Se trata de una persona encorvada sobre un cuenco lleno de monedas, con una cuchara grande en la mano.
Alentando esos memes, también hubo comentarios que se burlaban de las noticias que decían que la prostitución había florecido en Davos durante el WEF.
Una sesión del Foro sobre el «peligro claro y presente de la desinformación», a la que asistieron medios de comunicación. Incluido el editor de The New York Times, se convirtió en el blanco de los teóricos de la conspiración.
El debate sobre la desinformación, según un podcast conservador, pretendía arremeter contra el derecho del público a criticar la agenda del WEF.
«Al igual que muchas otras organizaciones de alto perfil, hemos visto cómo declaraciones infundadas y teorías conspirativas reemplazan la razón por la fantasía». Afirmó así a la AFP Yann Zopf, jefe de medios del WEF.
«Con los crecientes temores sobre el costo de vida, exacerbados por la pandemia y la crisis energética, ahora es más crítico que nunca abordar la desinformación de frente».