Las cinco vidas de ‘El Papirri’
El cantautor cierra temporada con conciertos el 8 y 9 de noviembre en el Teatro Nuna

“Siento que he vivido cuatro vidas en una”, suspira Manuel Monroy Chazarreta, El Papirri, a puertas de cumplir 40 años de carrera. Fue un año lleno de alegrías y trabajo, que cerrará con recitales en el Teatro Nuna, el 8 y 9 de noviembre, a las 20.00.
Chau Chau 2018 es el nombre del concierto, que le recuerda estas cuatro vidas. “Mi primera vida fue desde la infancia hasta llegar al exilio en México, en 1980. Esta vida tuvo sus luces: aprender a tocar guitarra, mi barrio de Sopocachi, la bicicleta, el fútbol, los primeros conciertos con el grupo de mi madre, las vacaciones en la casa del abuelo en el chaco santiagueño. En las sombras, sentir las dictaduras tan cerca persiguiendo a mi padre, el cáncer de mi madre y su muerte lenta, el no saber qué estudiar.
Compuse mi primera buena canción a los 19, en realidad fueron dos seguidas, Hoy es domingo y Hasta ahurita, allí se inició esto de la canción. Mi segunda vida nació en México, pude aprender a leer música, a tener disciplina de concertista, componer más canciones, vivir de tocar, volver al país y sentir la democracia en andas. Luego Japón, años maravillosos, mucha disciplina guitarrística, el retorno, la noche intensa, mi primer matrimonio, los primeros discos, mis mejores canciones. El 97 empezó mi tercera vida que fue más breve, llena de bajadas y subidas, muchas angustias, morí rápido. Mi cuarta vida nació en Ecuador, con mi segundo matrimonio, la sigo viviendo y muriendo todos los días. Han quedado canciones para el recuerdo”.
En estos conciertos cantará rodeado de amigos: estará Chelo Arias, Diana Azero, el Papirri’s Kínder, el Dúo Manifiesto (Mauricio Segales y Gabriel Poma), el actor Sergio Caballero y el Papirri’s Trío (Heber Peredo, Raúl Flores y Víctor Hugo Guzmán). Sin embargo, se declara solitario empedernido. “La soledad es un halago, digo en una última canción. En Bolivia hay la sensación de que todo lo artístico es sin motivo. Canciones como Bien le cascaremos, Alasita, Metafísica Popular, en otro país con derechos de autor me hubieran dado un par de casas para vivir tranquilo. Ya llego al dígito seis, no me queda mucho tiempo, debo parar el acelerador, siento que mi corazón resiste menos”.
Y es que corre el rumor de que dejaré de tocar en 2019, cumplo 40 años. “Mi salud otra vez está afectada. Estos dos años de retorno a Bolivia fueron demasiado intensos, debo parar. Lo que más me cansa es que yo mismo me produzco, me agota financiar mis discos y conciertos. El Sinfónico fue un esfuerzo demasiado grande y también sin motivo. Canciones casi ya no escribo, pero uno nunca sabe, atacan de nuevo. Lo que sí, siento que paradójicamente tocaré mucho menos en los 40 años de aniversario”.
Este alejamiento implicará también la mudanza del artista. “Me alejaré un poco de mi ciudad, la altura me bajonea, estoy con presión alta, poliglobulia, peligroso es. Este año estuve unas cinco veces internado. Quiero vivir bien esta mi quinta y última vida que empieza hoy”.
Mientras tanto, cerrará este año con los dos recitales en Teatro Nuna (c. 21 de Calacoto, parada PumaKatari), las entradas se venden en Superticket y en el mismo escenario. “Cada concierto mío es diferente. Eso es lindo, pero también agota. Es hermoso tocar en el Nuna. Ideal. La tendinitis crónica no me permitió realizar la idea original de tocar solo. Yo creo que lo haré al año. Ojalá vengan, es mi doble aguinaldo. El solo hecho de todavía cantar y tocar es ya una bendición”.