El mundo avanza tras las monedas digitales de los bancos centrales
Imagen: COMMONWEALTH SECRETARIAT
De las monedas al papel y ahora a lo digital, las formas del dinero evolucionan.
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Actualmente el 90% del dinero en circulación es digital, luego de que la pandemia aceleró la transformación.
Dinero
Las monedas digitales de los bancos centrales facilitan las transacciones internacionales y buscan mejorar la inclusión financiera. Actualmente, 11 países las han lanzado y 21 tienen programas piloto.
Las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC, por su sigla en inglés) están emergiendo rápidamente como el próximo paso en la evolución del dinero. Actualmente, 11 países ya han lanzado sus propias CBDC y otros 21 tienen programas piloto en marcha, según el CBDC Tracker del Atlantic Council.
Más del 90% del dinero en circulación hoy en día es digital. La pandemia ha acelerado aún más la caída del uso de efectivo, impulsando la necesidad de una adopción más amplia de las CBDC.
Pero, ¿qué son las CBDC y por qué son relevantes? Una CBDC es dinero digital emitido por un banco central que complementa, pero no reemplaza, el efectivo. A diferencia de las criptomonedas como Bitcoin, las CBDC son respaldadas por el gobierno emisor, lo que garantiza su valor estable. “En un mundo CBDC, el código digital de cada unidad monetaria virtual se guardará en una billetera digital y el titular de la billetera lo transferirá sin problemas a las billeteras digitales de otras personas”, explica un editorial del Harvard Business Review.
Uno de los principales beneficios de las CBDC es la reducción de costos y tiempos de transacción. Los inmigrantes, por ejemplo, enfrentan un cargo promedio del 6,25% cuando envían dinero a sus países de origen, según el Banco Mundial. Las CBDC podrían eliminar la necesidad de operadores de transferencia de dinero, reduciendo estos costos y acelerando las transacciones transfronterizas, que actualmente pueden tardar varios días en completarse.
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Además, las CBDC pueden mejorar la inclusión financiera, como lo demuestran las experiencias de países como las Bahamas y Nigeria. En ese primer país lanzaron el Sand Dollar en 2020 para aumentar la inclusión financiera de sus ciudadanos, especialmente aquellos en islas remotas con acceso limitado a servicios bancarios. “Nos centramos en eliminar tantos obstáculos como sea posible para que las personas que tengan acceso al equivalente de una cuenta de depósito o una cuenta de billetera móvil realicen transacciones”, afirmó John Rolle, Gobernador del Banco Central de las Bahamas. De manera similar, Nigeria introdujo la eNaira en 2021 para ayudar a un tercio de su población que no tiene cuentas bancarias, con el objetivo de reducir la pobreza y mejorar la igualdad de género y los estándares de salud.
Las CBDC también tienen el potencial de contrarrestar la actividad criminal mediante la creación de registros y rastros digitales que facilitan la lucha contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo. No obstante, esta trazabilidad adicional también plantea preocupaciones sobre la privacidad.
La Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo (BCE) están estudiando cómo incorporar el anonimato en las CBDC. “Si bien la cuestión de si emitir o no una CBDC sigue siendo principalmente una cuestión de política, esa pregunta no puede responderse sin una comprensión profunda de las diversas características de diseño específicas que podría tener una CBDC”, comentó el BCE en una nota institucional. La seguridad y la protección de los datos serán consideraciones clave antes de cualquier decisión de seguir adelante con las CBDC.
Generar confianza en las CBDC será crucial para su adopción exitosa. La gente ha necesitado tiempo para confiar en cada nueva forma de dinero, desde las piezas de metal hasta las tarjetas de débito y crédito. Esta confianza solo será posible de construirse si los gobiernos y los bancos centrales son transparentes y honestos acerca de las posibles ventajas y riesgos de las monedas digitales. Además, la cooperación y las regulaciones internacionales serán fundamentales para asegurar una fe pública sólida y duradera en las CBDC.