Davos y las preocupaciones sobre la globalización
Panorama de la ciudad suiza, donde se lleva a cabo anualmente el Foro Económico Mundial.
El foro se llevó a cabo en Davos del 16 al 20 de enero.
INFORME
Durante una semana en enero, Davos, un pequeño pueblo en lo alto de los Alpes suizos, se convierte en el foco de atención del mundo, cuando las élites globales convergen para la reunión anual del Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés).
Este año la reunión se llevó a cabo del lunes 16 al viernes 20. Típicamente, la lista oficial de invitados suele ser muy exclusiva y se compone de alrededor de 2.000 a 3.000 participantes y oradores, pero el evento en sí atrae a miles más hacia sus eventos alternativos. La reunión del WEF es donde las empresas, e incluso los países y regiones se instalan para procurar vender conceptos y servicios o atraer inversiones.
Recorriendo Promenade, la vía principal de Davos, se encuentran lo que se conoce como houses, que son lugares que se pueden alquilar como bases de operación. Por lo general se trata de tiendas minoristas que se rentan durante la semana del encuentro para establecer embajadas o puestos de avanzada de las corporaciones para recibir visitantes, celebrar reuniones, etcétera.
Más allá de los actos oficiales, los discursos principales y los conversatorios en el Centro de Congresos, el centro de la ciudad de Davos se ha constituido en sí mismo como parte principal del evento. Los acuerdos más importantes no se alcanzan estando en el escenario.
2023. El evento anual del Foro Económico Mundial en 2023, en el que se reunieron los líderes empresariales y políticos del mundo, detalló el impacto de un mundo golpeado por una alta inflación y las altas tasas de interés con las que los bancos centrales la han intentado combatir. La amenaza de recesión ha llevado a algunas grandes empresas a recortar sus gastos, incluyendo el recorte de sus plantillas de trabajadores. Alphabet, la casa matriz de Google, es la gigante que más recientemente se sumó a la tendencia, cuando el jueves anunció que cesaría a 18.000 personas.

La rivalidad geopolítica, el desacoplamiento tecnológico y el proteccionismo han alterado cada vez más el panorama empresarial y político mundial, presentando riesgos y recompensas potenciales, dijeron los participantes. Es indudable que la velocidad y la calidad misma de la globalización se han visto notoriamente alteradas en 2022, sobre todo, luego de iniciada la guerra en Ucrania.
“En los días recientes se han logrado avances en escalar nuestra ambición climática, impulsando un crecimiento más equitativo y desbloqueando el beneficio de tecnologías de vanguardia. Para mí, la mayor lección de la semana ha sido que, aunque el mundo está más fragmentado hoy, no tiene por qué estar así mañana”, dijo Børge Brende, presidente del WEF y exministro de Relaciones Exteriores de Noruega.
“Al juntarnos, podemos dar forma a un futuro más colaborativo, evitando una recesión y construyendo un crecimiento sólido. La agenda es crítica y factible para detener la fragmentación de la economía global”, destacó Brende.
El presidente del WEF expresó su confianza en que “podamos forjar un futuro más resiliente, sostenible y equitativo”, a sabiendas de que “la única manera de lograrlo es hacerlo juntos”.
EMPRESAS.
En el marco de la cita en Davos, las empresas señalaron que están priorizando la rentabilidad y la eficiencia en medio de las preocupaciones sobre las condiciones macroeconómicas. Esto es así, ya sea para alcanzar sus objetivos estratégicos, reducir su fuerza laboral u optimizar las operaciones. En muchos casos, los ejecutivos dicen que buscan implementar nuevas tecnologías para ayudar a reducir costos, lo que ofrece una ventaja potencial para los vendedores de dicho software.
“Tenemos que ser mucho más estrictos con los costos y lograr los mismos planes de crecimiento con mucha menos inversión”, dijo el presidente ejecutivo de Uber Technologies Inc., Dara Khosrowshahi. “El desempeño que se definió como excelente en el pasado (mucho crecimiento sin énfasis en las ganancias) es un desempeño que se describe como insuficiente o mediocre en nuestro nuevo mundo”.
Para muchas empresas en los últimos años, el atractivo de las oportunidades de alto crecimiento sustentó las decisiones de gastar mucho en adiciones de personal, expandir líneas de negocios o proyectos que estaban a años de ser rentables. Las conversaciones en Davos esta semana destacan una disciplina renovada que está guiando las decisiones de inversión.
“Cuando el dinero era gratis, con tasas de interés del 0%, muchas empresas invertían en locos proyectos, por puro gusto, que no eran fundamentales para su misión ni para lo que hacían”, dijo David Glazer, director financiero de Palantir Technologies Inc. “Ahora, el dinero ya no es gratis y se ven obligados a pensar realmente en dónde están invirtiendo”. Sostuvo que Palantir se ha centrado en sus mismos productos principales en los últimos años.
Aun así, la industria de la tecnología debe prepararse para tiempos más difíciles, apuntó Satya Nadella, director ejecutivo de Microsoft Corp., hablando en Davos esta semana. La compañía dijo el miércoles que eliminaría unos 10.000 puestos de trabajo.
“Nosotros en la industria de la tecnología tendremos que ser más eficientes. No se trata de que todos los demás hagan más con menos, tendremos nosotros que hacer más con menos. Tendremos que mostrar nuestras propias ganancias de productividad”, afirmó.
Incluso las empresas que se expandieron durante la pandemia dicen que están enfocadas en la eficiencia. Por ejemplo, el de En Thermo Fisher Scientific Inc., Marc Casper, aseveró que los empleados de las empresas de ciencias de la vida deben buscar formas de realizar mejoras prácticas en las operaciones.

Algunos empleados, por ejemplo, modificaron procesos para acortar el tiempo que lleva cambiar productos en una línea de fabricación. “Cada colega es responsable de hacernos más efectivos y eficientes. No es un eslogan, así es como operamos, y así es como impulsamos la productividad”, explicó.
A medida que las empresas se enfocan en la rentabilidad, muchas también deben continuar administrando costos más altos respecto a las materias primas. “Todavía no hay un gran cambio en la inflación”, dijo Ilham Kadri, CEO de la empresa química belga Solvay SA.
Los ejecutivos están tratando de establecer estrategias que jueguen «ataque y defensa al mismo tiempo», dijo Bob Sternfels, socio gerente global de McKinsey & Co.
La tecnología podría ayudar a las empresas a descubrir cómo manejarse en un contexto de desaceleración y salir en una mejor posición, Los ejecutivos de la empresa que venden productos y servicios que pueden ayudar a automatizar, interpretar, o incluso señalar ineficiencias. Su rol también debe ser identificar oportunidades, a pesar de los obstáculos macroeconómicos que enfrentan las empresas.
“Las empresas están ajustando las estructuras de costos, pero también continúan asignando capital hacia oportunidades de crecimiento u oportunidades de productividad”, sostuvo Tom Sweet, director financiero de Dell Technologies Inc.
RESULTADOS.
“No hay soluciones perfectas en una tormenta perfecta”, subrayó el miércoles António Guterres, secretario general de la Organización de Naciones Unidas. “Pero podemos trabajar para controlar el daño y aprovechar las oportunidades. Ahora más que nunca, es hora de forjar los caminos hacia la cooperación en nuestro mundo fragmentado”.
La escala del desafío, el sentido de urgencia y la importancia de la colaboración fue un hilo que unió todas las discusiones de esta semana en Davos, ya sea sobre Ucrania, la crisis climática, las cadenas de suministro, la tecnología e innovación, salud, economía y mucho más.
Las crisis globales e interrelacionadas requieren soluciones globales e interrelacionadas. En el WEF se destacó el papel del comercio, tanto por los desafíos que enfrenta como resultado de la interrupción de la cadena de suministro, como por la diversidad de soluciones alternativas que se fueron presentando en las discusiones.
Una nueva Coalición de Ministros de Comercio sobre el Clima fue lanzada. Reúne a más de 50 países para impulsar la “cooperación internacional sobre el clima, el comercio y el desarrollo sostenible”. Como explicaron en una nota sobre la conformación de este grupo, “conectar los puntos es vital para encontrar soluciones globales coherentes”.
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, hizo un llamamiento en su discurso especial para valorar el libre comercio. “Incluso en el panorama económico mundial actual marcado por la fragmentación, el sistema de libre comercio, que ha contribuido al crecimiento económico mundial y la libertad mejorada de la humanidad, sigue siendo un bien público global que nunca puede ser abandonado”, dijo el jueves.
Liu He, vicepresidente de China, subrayó la oposición de su país al “unilateralismo y proteccionismo”.
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Con todo, se pudo ver un poco de optimismo en Davos. Por ejemplo, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, explicó que las cosas pintan mejor de lo que se temía. Sin embargo, eso todavía no significa estar en buena forma. Dijo que el realismo es esencial y que se debe evitar ser demasiado optimistas o demasiado pesimistas, e instó a los líderes a “ser pragmáticos, colaborar, hacer lo correcto y mantener la economía global integrada para el beneficio de todos”.
En la semana del WEF quedó clara la existencia de los vínculos que unen los desafíos, las crisis y los temas. La energía es quizás la más obvia. Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía, habló el lunes sobre el papel cada vez mayor de la seguridad energética para impulsar el crecimiento de las energías renovables y no quedarse tan sólo en las preocupaciones ambientales.
No es solo para el cambio climático que la tecnología se planteó como una solución. La inteligencia artificial puede impulsar el acceso a los servicios gubernamentales en países como India. En todos los ámbitos, el potencial de la tecnología ha sido señalado.
Pero, como dejó en claro el Global Cybersecurity Outlook, existen riesgos. Según el informe, solo el 4% de los expertos de todo el mundo están “seguros” de que los dispositivos conectados están correctamente protegidos.
“Esta es una amenaza global y requiere una respuesta global y una acción mejorada y coordinada”, dijo en Davos Jürgen Stock, secretario general de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).
Como dijo el viernes Larry Summers, exsecretario del Tesoro de los Estados Unidos, “nunca me ha impresionado tanto el potencial de la tecnología”, pero, agregó que necesita los “cimientos políticos y financieros correctos”.
HISTORIA.
El WEF se constituye como una organización internacional no gubernamental y de cabildeo. Fue fundada el 24 de enero de 1971 por el ingeniero y economista alemán Klaus Schwab. La fundación, que en su mayoría está financiada por alrededor de 1.000 empresas, que alcanzan una facturación de más de $us 5.000 millones, así como subsidios públicos.
Este foro asume como su misión “mejorar el estado del mundo mediante la participación empresarial, política, académica y de otros líderes de la sociedad para dar forma a las agendas mundiales, regionales y de la industria”.
El WEF es conocido, principalmente, por su reunión anual a fines de enero en Davos, un centro turístico de montaña en la región de los Alpes orientales de Suiza. Entre los selectos invitados se encuentran inversores, líderes empresariales, líderes políticos, economistas, celebridades y periodistas.
Además de Davos, la organización convoca conferencias regionales en lugares de África, Asia oriental, América Latina e India y realiza dos reuniones anuales adicionales en China y los Emiratos Árabes Unidos. Asimismo, produce una serie de informes, involucra a sus miembros en iniciativas específicas y proporciona una plataforma para que partes interesadas colaboren en proyectos e iniciativas.
El Foro sugiere que un mundo globalizado se gestiona mejor mediante una coalición autoseleccionada de corporaciones multinacionales, gobiernos y organizaciones de la sociedad civil.
El WEF ha recibido críticas a lo largo de los años. La naturaleza elitaria de sus reuniones y propuestas han estado bajo el escrutinio público en diversas ocasiones. Como reacción a las críticas dentro de la sociedad suiza, el Gobierno federal de ese país decidió en febrero de 2021 reducir sus contribuciones anuales al WEF