Aprenden repostería para hacer crecer su emprendimiento
Actualmente la familia Flores administra una pequeña pensión, pero con estas nuevas clases, proyectan además instalar una pastelería.
Kevin y Sandra se capacitan junto a su hija
Imagen: GAMEA
Con su niña en brazos, Kevin Flores, y su esposa Sandra Romero, pasan un curso de repostería para luego hacer crecer su emprendimiento. Esta familia aprende los secretos de los pasteleros en los talleres gratuitos que se imparten en el Espacio Joven, de la Unidad de la Juventud, de la Secretaría de Municipal de Educación y Culturas.
“Como estaba con un poco de tiempo, busqué capacitarme más. Al igual que las mujeres, yo soy capaz también de ponerle mi sazón a la comida”, afirma sin dudar Kevin, que es el único varón de 15 estudiantes que aprenden repostería en Espacio Joven. Su compañera, Sandra es una de las 14 estudiantes que también se instruye en este oficio.
“Las clases son muy buenas, estamos haciendo galletas de coco con limón, hicimos alfajores, rosquete”, expresa emocionado Flores en medio de risas, mientras frota sus manos empolvadas con harina tras la manipulación de la masa.
La familia Flores rompió tres esquemas: Kevin, como cabeza de familia, ratifica que tanto el varón como la mujer, pueden y son capaces de desempeñar las mismas funciones, además el tener un bebé no es impedimento para continuar capacitándose y tercero, que se puede “aprender en familia”.
Sandra, recordó que se enteró de los cursos de repostería de la Alcaldía cuando aún estaba embarazada. “Esta es una gran oportunidad para capacitarse. Nos encanta la cocina a los dos, tenemos la gastronomía en la sangre por nuestros padres y tenemos la sazón”, expresa con optimismo.
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La joven madre dejó de trabajar para tener a su bebé, pero aquello no fue un obstáculo para seguir aprendiendo.
Durante las clases, hasta la bebé aprende la disciplina de escuchar. “Mientras sacamos los pesajes (de los ingredientes), ella (bebé) espera sentadita y en la hora de amasado nos turnamos con su papá”, asegura.
Actualmente la familia Flores administra una pequeña pensión, donde ellos son los chefs, pero con estas nuevas clases, proyectan instalar una pastelería, para complementar su actividad económica. “Si aparte de la comida podemos ofrecer un postre”, asegura Sandra.
Jasmin Quisbert, la capacitadora del curso de Repostería de Espacio Joven, se siente orgullosa de Kevin y Sandra, ya que son una familia que motiva e inspira a sus compañeras. “Como profesora, si ellos pueden, yo puedo seguir aprendiendo también”, añade Quisbert.
“Esta familia que viene a pasar clases con su bebé ha motivado a muchos estudiantes porque ven las ganas y el esfuerzo que muestran ellos por salir adelante”, describe.
La primera etapa de las clases de repostería inició el 15 de septiembre y culminó el miércoles 7 de noviembre; sin embargo, se viene una segunda fase para continuar con la capacitación.