Adiós a Gene Hackman, un coloso adorable
Gene Hackman, reconocido actor estadounidense, falleció a sus 95 años. Su carrera de seis décadas fue premiada con dos Oscar, dos BAFTA y cuatro Globos de Oro.
Gene Hackman, el reconocido actor estadounidense, dejó una marca indeleble en la industria cinematográfica con su imponente presencia y sus interpretaciones llenas de matices. Su carrera, que abarcó más de seis décadas, fue reconocida con numerosos galardones, incluidos dos premios de la Academia, dos premios BAFTA y cuatro premios Globo de Oro. La capacidad del artista californiano para aportar profundidad y complejidad a sus personajes le valió el respeto tanto de sus pares como del público de todo el mundo. Tras conocerse de su fallecimiento a los 95 años, el pasado miércoles, los colegas actores y profesionales de la industria le rindieron homenajes, celebrando no solo sus logros artísticos, sino también su humildad y amabilidad como persona.
Perfil y carrera
Nacido el 30 de enero de 1930, Eugene Allen Hackman comenzó su trayectoria en la industria del entretenimiento después de servir en el Cuerpo de Marines de los EEUU Inicialmente siguió una carrera en radio y televisión antes de pasarse al cine y al teatro. Su papel decisivo llegó con la película de 1967 Bonnie and Clyde, que le valió su primera nominación al Oscar como Mejor Actor de Reparto. Esto marcó el comienzo de una carrera histórica que lo vería sobresalir en una amplia gama de géneros, desde drama y acción hasta comedia.
Uno de los papeles más emblemáticos que interpretó fue el de Jimmy «Popeye» Doyle en The French Connection (1971), por el que ganó su primer Oscar como Mejor Actor. Esta actuación consolidó su estatus como protagonista y mostró su capacidad para interpretar personajes con autoridad y vulnerabilidad. Su interpretación de Lex Luthor en la serie Superman solidificó aún más su reputación como un actor versátil capaz de manejar papeles tanto dramáticos como cómicos.
El segundo Oscar de Hackman llegó por su papel de reparto como «Little» Bill Daggett en Los imperdonables (1992) de Clint Eastwood. Esta película, un western revisionista, destacó la capacidad de Hackman para aportar profundidad y matices a personajes complejos. Sus actuaciones en películas como Mississippi Burning (1988), Hoosiers (1986) y The Royal Tenenbaums (2001) siguieron demostrando su alcance y talento.
Fuera del escenario y vida personal
A pesar de su imponente presencia en la pantalla, Hackman era conocido por su humildad y timidez fuera del escenario. Prefería una vida tranquila, a menudo evitando los focos y la atención del público. Este contraste entre su personalidad en la pantalla y su comportamiento personal solo se sumó a su misterio como actor. El actor se casó dos veces, primero con Faye Maltese y luego con Betsy Arakawa, con quien compartió su vida hasta la muerte.
Su vida personal estuvo marcada por un amor por la sencillez y un desdén por el glamour que a menudo se asocia con Hollywood. Una vez se describió a sí mismo como «un minero común y corriente», lo que refleja su naturaleza realista. Esta humildad y falta de pretensiones lo hicieron querido por quienes lo conocieron y admiraron.
El legado de Gene Hackman
El legado de Gene Hackman va mucho más allá de su impresionante lista de créditos cinematográficos. A menudo se lo conoce como el «actor de los actores», lo que demuestra el respeto que se ganó de sus colegas. Clint Eastwood lo elogió por ser «demasiado bueno para no actuar». Kevin Costner también habló muy bien de Hackman, nombrándolo como uno de los mejores actores con los que ha trabajado.
El impacto de Hackman en la industria cinematográfica es evidente en la forma en que abordó sus papeles. Aportó un nivel de autenticidad y profundidad a sus personajes que los hizo identificables y memorables. Su capacidad para transmitir autoridad con humanidad y reserva era incomparable.
Tras su muerte, los homenajes de la comunidad cinematográfica destacaron no solo su talento, sino también su calidad personal. Su filmografía sirve como recordatorio del poder de la narración auténtica y la importancia de mantenerse fiel al oficio de uno.
Testimonios
Nathan Lane, que coprotagonizó con Hackman la reedición en inglés de la clásica comedia La Jaula de las Locas (La Cage aux Folles, 1978), uno de los mayores éxitos de su carrera, recordó con profundo afecto el tiempo que trabajaron juntos.
«Gene Hackman era mi actor favorito, creo que se lo decía todos los días que trabajamos juntos en la película», dijo Lane en una declaración. «Al observarlo de cerca, era fácil ver por qué era uno de los mejores. Nunca lo podías ver actuando. Sencillo y sincero, reflexivo y conmovedor, con solo un toque de peligro».
Añadió que «era tan brillante en la comedia como en el drama y, afortunadamente, su legado cinematográfico vivirá por siempre. Fue un tremendo privilegio poder compartir la pantalla con él y sigue siendo uno de mis recuerdos más preciados”.
El comediante Hank Azaria, que interpretó un papel secundario en La Jaula de las Locas, también le rindió un homenaje, al tiempo que se refirió al director del film, el fallecido Mike Nichols.
«Fue un honor y una experiencia educativa trabajar con Gene Hackman», escribió Azaria en las redes sociales. «Mike Nichols dijo sobre su genial interpretación de personajes: ‘siempre le dio a cada papel que interpretó una parte diferente del verdadero Gene’. Envío todo mi amor a su familia y amigos».
Morgan Freeman, quien protagonizó junto a Hackman Unforgiven y Suspicion de 2000, honró al actor en una publicación propia. «Uno de los momentos más destacados de mi carrera fue darle vida a la película francesa Gardé a Vue (Bajo sospecha, 2000) con el increíblemente talentoso Gene Hackman. Y, por supuesto… Unforgiven. Descansa en paz, amigo mío».

Dos anécdotas
Una de las historias personales más memorables de Gene Hackman se remonta a su tiempo en el Pasadena Playhouse, una escuela de teatro donde estudió antes de lanzar su carrera. En aquella época, él y su compañero de clase, Dustin Hoffman, fueron votados como «los menos propensos a tener éxito» por sus profesores. Esta predicción no solo no le desanimó, sino que encontró en ella motivación para demostrar su talento.
Después de dejar la escuela de actores, Hackman se mudó a Nueva York, donde trabajó como portero en el hotel Howard Johnson’s de Times Square. En un giro del destino, un profesor del Pasadena Playhouse que había sido particularmente duro con él pasó por el hotel. Al verlo vestido con un uniforme de portero, el profesor se acercó y le dijo: «¡Ves, Hackman, te dije que nunca llegarías a nada!». Esta anécdota refleja la determinación y la perseverancia del laureado actor, quien finalmente demostró su talento al mundo.
Lex Luthor y el bigote
Otra anécdota inolvidable de Gene Hackman está relacionada con su icónico papel como Lex Luthor en la película Superman (1978). En ese momento, se había dejado crecer un bigote y estaba reacio a afeitárselo para el papel. Sin embargo, el director Richard Donner encontró una forma empática para intentar convencerlo.
“Me presenté al primer día de pruebas de maquillaje para Superman con un fino bigote de Lex Luthor que me había dejado crecer para el papel”, contó Hackman en 2021, en un homenaje a Donner. “Dick, que llevaba su propio y atractivo bigote, me dijo que el mío tenía que desaparecer. Se comprometió a perder el suyo si yo me quitaba el mío. Fiel a su palabra, celebró mi última pasada de cuchilla arrancando alegremente los bigotes falsos que había adquirido para la ocasión”.
Esta anécdota muestra no solo el humor y la creatividad de Donner, sino también la capacidad de Hackman para adaptarse y comprometerse con sus papeles.
El pasado miércoles fueron encontrados sin vida el cuerpo suyo, el de su esposa, Betsy Arakawa,y uno de sus tres perros. Las autoridades informaron que no había señales de violencia.
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