¿Cómo nos deconstruimos como fotógrafas?
La colectiva fotográfica WarMi Photo exhibe en el CCELP ‘Bitácora de un viaje hacia la deconstrucción’
¿Cómo nos deconstruimos como fotógrafas? Sabemos que en lo colectivo está la fuerza de lo participativo. Sabemos también que en la construcción participativa se enriquece la representación de la realidad, puesto que las imágenes que producimos hablarán, gritarán, expresarán por aquello que no está presente. Es por esto que es importante deconstruir el cómo producimos imágenes desde una mirada humanizante, inclusiva y que cuestione cuánto de nosotras y de nuestra mirada, cultura, ego, se impregna en las imágenes y cuánto de la historia, realidad y contexto de quienes retratamos se impregna al final. Somos conscientes de que la objetividad de nuestras imágenes no es real. Esta Bitácora de un viaje hacia la deconstrucción —muestra con series de siete fotógrafas integrantes de la colectiva WarMi Photo que se exhibirá en la sala de Exposiciones del Centro Cultural de España en La Paz (Camacho 1484) hasta el 11 de febrero— es el resultado de un proceso de mirar hacia nosotras mismas, hacia nuestra manera de crear imágenes, analizaremos los errores cometidos, preguntarnos: ¿En qué momentos fuimos extractivistas o tuvimos una mirada colonialista o quizá no fuimos totalmente empáticas? ¿En qué momentos sentimos que nos dejamos llevar por la estética y no la ética?
Esta bitácora será el registro de un viaje hacia la deconstrucción en nuestras prácticas fotográficas como mujeres. El proyecto aborda temáticas sobre maternidad, sexualidad, migración, identidad, equidad laboral, otro tipo de feminidades, discapacidad y nuevas tecnologías. Para la construcción de esta bitácora se usarán distintas materialidades como el uso de audios, ilustración, videoarte, etc; desde diversas narrativas visuales potenciando nuestro proceso colaborativo.
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Entendemos que sanar es reconciliarse con la realidad, “ser aquí”, sanar a nosotras mismas para poder ejercer prácticas fotográficas decolonialistas, humanizantes, éticas, conscientes de su contexto y que promuevan la equidad de género.
¿Cómo se inicia un viaje hacia la deconstrucción? ¿Qué significa deconstruir? La palabra “deconstruir” está formada por raíces latinas y significa deshacer para analizar los elementos. Deshacer, desaprender, deshilar; encontrar la hebra y jalar. Iniciamos este viaje con el corazón en los ojos y la mirada hacia adentro; la hebra que jalamos nos lleva a ese lugar recóndito donde habita nuestra niña interior, es ella la que guía este viaje físico y metafísico; en el mundo presente, pero también en el universo interno.
En nuestra bitácora, vamos documentando el proceso, a veces con lágrimas y dolor, otras con amor y fuerza. Cada puerto al que arribamos es una memoria, una herida, una imagen, un discurso, un mandato; una pregunta que vamos deshilando.
La hebra de la deconstrucción nos devela la forma y la dirección en la cual fuimos hiladas, cada una bajo el mandato cultural del ser/mujer desde la mirada hegemónica del patriarcado. El tejido parecía ser muy fuerte y bien estructurado, pero es aquí donde descubrimos algo muy poderoso, esa hebrita siempre estuvo ahí para jalarla y deshilar, desaprender, deconstruir, cuestionar.


Cómo nos deconstruimos
Por cada pregunta una imagen como acto simbólico de fuerza y resistencia. Cuestionamos el cuerpo desde el mandato de la reproducción, ¿es ese el fin de los cuerpos con ovarios? No, también podemos ser creadoras de nuestros propios cuerpos. Cuestionamos los mandatos sociales sobre el género y la identidad y le devolvemos al mundo imágenes no binarias y rebeldes. Cuestionamos el tabú impuesto por el catolicismo al erotismo y al placer sexual; ¡liberamos nuestras vulvas! Cuestionamos el discurso de “progreso profesional” del primer mundo sobre los países tercermundistas. Cuestionamos la tradición y romantización de la violencia en las prácticas fotográficas. Cuestionamos la mirada que se tiene de la discapacidad y el cuerpo como un concepto que se deconstruye. Cuestionamos el estigma de “droga” a los enteógenos y deconstruimos como una herramienta terapéutica para la sanación.
Sabemos que este viaje no termina aquí, pues el tejido es extenso, a veces va más allá de nuestra propia génesis. Pero hemos entendido que reconciliarse con la memoria es avanzar hacia otras realidades posibles, no hay una sola. Y que podemos construir, hilar de nuevo desde el perdonar, desde el mirar con amor la herida. Mirar a nuestra niña interior y reconocernos en su mirada y construirnos la imagen del mundo que nos merecemos.