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‘La llamada del cuerno’ en la Bienal del Mercosur

‘La llamada del cuerno’

/ 25 de septiembre de 2022 / 00:51

El artista Iván Cáceres presenta una instalación interactiva sonora en la Bienal de Porto Alegre, Brasil

Si luchas para dormir después de una experiencia traumática, no estás solo”. Con esa premisa, La 13ª Bienal del Mercosur bajo el tema curatorial Trauma, sueño y fuga (Truma, Sonho e fuga, en portugués), convocó a 20 artistas de la región para participar en este evento dedicado al arte contemporáneo que se inauguró el 15 de septiembre y que se exhibirá hasta el 20 de noviembre en la ciudad de Porto Alegre, Brasil. De Bolivia, el proyecto seleccionado fue del artista Iván Cáceres.

La Bienal este año está concentrada en los efectos de la pandemia. “Casi todos los sobrevivientes de un trauma padecen algún tipo de trastorno del sueño, como el insomnio. Sin embargo, para cerca de mitad de los tres cuartos de las personas, son los sueños vívidos los que dificultan el descanso profundo y abren las puertas de la consciencia a un camino que será inventado. El trauma es el principal combustible para el arte de todos los tiempos y los sueños son un estratagema para la fuga”, describe el texto curatorial.

Instalaciones. El Instituto Caldeira, símbolo del movimiento de innovación en Rio Grande do Sul, es sede de la Bienal
Instalaciones. El Instituto Caldeira, símbolo del movimiento de innovación en Rio Grande do Sul, es sede de la Bienal

El trauma colectivo de la pandemia por COVID-19 ha impulsado la creación artística hacia un nuevo territorio. “Su impacto en el imaginario común, a través de la activación de lo onírico, de los sueños y delirios, abre puertas para escapar de una condición que se nos ha impuesto a todos nosotros. La secuencia de estas tres palabras —trauma, sueño y fuga— forman la línea narrativa que estamos buscando en las obras de los artistas para esta Bienal”.

La Bienal ofrece una experiencia en arte y nuevas tecnologías a través de los trabajos de 20 artistas y colectivos seleccionados en una llamada abierta. Los proyectos elegidos exploran e investigan nuevas tecnologías, lenguajes y materiales, además de revisar y combinar conocimientos y técnicas tradicionales.

Las obras fueron seleccionadas por el curador Marcello Dantas y los curadores asistentes Laura Cattani, Munir Klamt, Tarsila Riso y Carollina Lauriano. La Convocatoria Abierta recibió más de 880 propuestas de 22 países. De los 20 proyectos seleccionados, 15 son brasileños y otros cinco son de Uruguay, Perú, Alemania, Bolivia, Estados Unidos y España.

“Hemos creado una verdadera comunidad, con una cantidad increíble de participantes y proyectos provenientes de diferentes lugares. Y ese es el espíritu de la 13ª Bienal do Mercosul, un espectáculo inclusivo y disruptivo”, dijo la presidenta de la Fundação Bienal, Carmen Ferrão.

Por su parte, el curador Marcello Dantas aseguró que “además de la alta calidad de las propuestas presentadas, la sorpresa también fue encontrar investigaciones que relacionan arte, biología y elementos orgánicos que resultaron consistentes y bastante innovadoras”.

LA GRÁFICA

Sueños. Durante 25 días, Cáceres ha registrado sus sueños y de ellos han salido seres y máquinas que habitan en él.

La representación boliviana

El artista visual y arquitecto Iván Cáceres (La Paz, 1976) presenta en esta oportunidad La conciencia de la arquitectura en el sueño es una máquina de cultivo de rostros. Pututu “La llamada del cuerno”, una instalación interactiva sonora de 25 metros cuadrados que está dividida en tres partes: El objeto, un cuerno de volumen blanco que incorpora cuatro elementos en su cuerpo base; la estructura  base de madera interna y 25 dibujos que son registros de sueños.

“Es una invitación a asistir, a escuchar y explorar la codificación de lenguajes de sueños a través de la tecnología y los textiles”, dice Cáceres sobre su proyecto. Mediante el tejido y el calado, propone una cornocopiadora  (el objeto pututo) que analiza el rostro, un sistema complejo ordenado, para relacionar su geometría básica con la psicología de la persona como “un elemento de interconexión del espacio dentro de un sueño, creando un bricolaje de conjuntos orgánicos”.

Mediante sensores y una cámara, el objeto  escanea el rostro y de acuerdo  a la expresión que ponga —tristeza, alegría u otra— emite una determinada luz y sonidos, como será relámpagos si se está enojado, lluvia si se está triste o canto de pájaros  si detecta alegría. Las luces se diseñan automáticamente también según las reacciones detectadas.

Este objeto concretiza los sueños en materialidad a través del uso de la geometría fractal, obteniendo una especie de mandalas. Así, cultiva rostros. “Es capaz de deconstruir las fronteras entre el espacio real y la espacialidad psicológica, mediante cartas sinópticas de lenguas y pueblos milenarios, llegando a introducirse en lo más hondo de nuestros sueños como una orientación a la topofilia (apego a un lugar), que aspiran a tomar el valor humano”.

Las ilustraciones son fruto de los sueños de Cáceres, que trabaja el proyecto in situ, en el Instituto Caldeira de la ciudad de Porto Alegre, donde construye la maquinaria. Son registros de sueños de 25 días en secuencia  y orden, son específicos del lugar, y reflejan a seres que crean, construyen  y prueban. “En el mundo de los sueños se evidencia  que la comunicación se maneja con leyes de sonido y de luz y que por el momento la palabra no existe”.

Esta obra es “la conciencia de la arquitectura en el sueño, es una máquina de cultivo de rostros y es  así como en el mundo de los sueños los rostros brillan y suenan”, expone Cáceres.

FOTOS: 13ª BIENAL DEL MERCOSUR E IVÁN CÁCERES

El trasfondo filosófico de Mickey 17 y la humanidad actual

La película de Bong Joon-ho critica el utilitarismo extremo, los neofascismos modernos y la alienación tecnológica.

/ 22 de marzo de 2025 / 21:44

La última obra del director Bong Joon-ho, Mickey 17, trasciende el entretenimiento para sumergirse en preguntas incómodas sobre la identidad, la ética tecnológica y las estructuras de poder. A través de su protagonista, un clon “prescindible” en una colonia espacial, la película entrelaza ciencia ficción distópica con una reflexión mordaz sobre los dilemas que enfrenta la humanidad en el siglo XXI. 

El núcleo filosófico de Mickey 17 gira en torno a la pregunta clásica: ¿qué nos hace humanos? Mickey Barnes (Robert Pattinson) es un trabajador replicado mediante una impresora 3D cada vez que muere en misiones peligrosas en el planeta Niflheim. Aunque cada clon hereda los recuerdos de su versión anterior, las iteraciones desarrollan personalidades divergentes: Mickey 17 asume un rol sumiso, mientras que Mickey 18 adopta una rebeldía visceral. 

Este planteamiento evoca el paradigma del Barco de Teseo: si reemplazamos cada parte de un objeto, ¿sigue siendo el mismo? La película traslada esta paradoja a la conciencia humana. Como señala la novela original de Edward Ashton, Mickey7, la flexibilidad del cuerpo físico ante la clonación desafía la noción de identidad única. En un mundo donde empresas como Neuralink exploran la integración cerebro-máquina, el film advierte sobre los riesgos de trivializar la individualidad ante avances tecnológicos sin regulación ética. 

La ética de la inmortalidad en Mickey 17

La condición de “prescindible” de Mickey subvierte el valor tradicional de la vida. Al morir y renacer repetidamente, su existencia se reduce a un recurso intercambiable para beneficiar a la élite colonizadora. Esta dinámica refleja una crítica al utilitarismo extremo, donde la vida humana se valora solo por su productividad. 

Sin embargo, la película también explora cómo la proximidad a la muerte define nuestra humanidad. En una escena memorable, Nasha (Naomi Ackie) acompaña a Mickey en sus últimos momentos dentro de una cámara de aislamiento, recordándole que incluso en la repetición, cada vida merece dignidad. Este contraste cuestiona la obsesión contemporánea por la longevidad y el transhumanismo: si la muerte pierde su significado, ¿qué nos impulsa a actuar con compasión? 

Un espejo de los neofascismos modernos 

El líder de la colonia, Kenneth Marshall (Mark Ruffalo), encarna un neofascismo espacial. Su plan para crear un “planeta purificado” mediante eugenesia y exterminio de formas de vida nativas (“creepers”) evoca discursos actuales sobre pureza racial y exclusión. La película dibuja un paralelismo con movimientos políticos que promueven narrativas de superioridad, utilizando a Mickey como instrumento desechable para mantener el statu quo. 

La impresora de clones en Mickey 17 opera como metáfora de la alienación tecnológica. Aunque la colonia depende de esta máquina para prosperar, su uso refleja una desensibilización ante el sufrimiento ajeno. Timo (Steven Yeun), un compañero de tripulación, personifica esta indiferencia al abandonar a Mickey 17 en una grieta, asumiendo que los “creepers” lo devorarán. 

Este tema resuena en debates actuales sobre inteligencia A y automatización. ¿Hasta qué punto normalizamos la explotación de seres humanos —o algoritmos— en nombre del progreso? La película apunta a que, sin un marco ético sólido, la tecnología puede perpetuar jerarquías destructivas. 

Colectivismo versus individualismo

Los habitantes nativos de Niflheim, inicialmente vistos como amenazas, revelan una inteligencia colectiva que contrasta con el egoísmo humano. Al rescatar a Mickey 17, demuestran empatía incluso hacia quienes invaden su territorio. Este giro narrativo desafía la visión antropocéntrica de la superioridad humana. La idea subyacente es que la supervivencia a largo plazo depende de integrarnos —no de imponernos— a los ecosistemas. 

Bong Joon-ho cierra la película con un atisbo de esperanza: la destrucción de la impresora de clones y la caída de Marshall simbolizan un reinicio hacia una sociedad más equitativa. Sin embargo, este optimismo es cauteloso. Al igual que en Parasite, la estructura de poder se derrumba, pero no hay garantías de que lo que surja sea mejor. 

Mickey 17 es una advertencia. Nos recuerda que cada salto tecnológico debe ir acompañado de un debate sobre qué valores definen nuestra humanidad y cómo hilamos nuestro porvenir. Sin esto, un mañana distópico puede ser hechura humana y no un producto de alienígenas.

La película, en última instancia, no ofrece respuestas, sino que invita al espectador a cuestionar: ¿Estamos usando la tecnología para emancipar o para oprimir? ¿Valoramos la vida solo cuando es escasa? Y, sobre todo, ¿qué sacrificios éticos estamos dispuestos a aceptar en nombre del “progreso”?

La dirección de Bong Joon-ho

Bong Joon-ho, el aclamado autor cinematográfico coreano detrás de obras maestras como Parasite y Snowpiercer, sorprende nuevamente con la entrega de Mickey 17. Esta aventura espacial profundiza en su estilo característico de mezclar géneros y reflexiones sociales.

Bong Joon-ho es conocido por su capacidad para fusionar géneros y crear narrativas complejas que desafían las expectativas del público. En Mickey 17, este enfoque innovador se manifiesta en la forma en que aborda temas como la clonación, el colonialismo y la resistencia.

La puesta en escena de Mickey 17 es una de sus características más destacadas. El equipo de producción, liderado por Fiona Crombie, diseñó un entorno espacial que combina elementos futuristas con referencias reconocibles del mundo actual. La impresora humana, por ejemplo, se inspiró en aparatos médicos y máquinas de tejido, creando una sensación de familiaridad dentro de lo desconocido.

La nave espacial, con su arquitectura laberíntica y funcional, refleja la vida precaria de sus ocupantes. Crombie explicó que el diseño buscaba crear un contraste entre la rigidez de la tecnología y la irregularidad del entorno humano. Este enfoque visual no solo realza la narrativa, sino que también invita al espectador a reflexionar sobre cómo la tecnología puede moldear nuestras vidas, ya sea de maneras tanto liberadoras u opresivas.

Cinematografía de Mickey 17

La cinematografía de Mickey 17 gira en torno a transmitir el estado emocional de los personajes y el ambiente desolado del planeta Niflheim. Los paisajes helados y capturados con una paleta de colores fríos y sombríos, evocan una sensación de desesperanza y aislamiento. La llegada de la primavera en el planeta, simbolizada por la luz solar que atraviesa la niebla, sugiere un giro hacia la esperanza y la posibilidad de cambio.

Bong Joon-ho ha mencionado que su uso de la visualidad es intencionalmente universal, permitiendo que la audiencia de diferentes culturas se conecte con la narrativa sin necesidad de diálogos explícitos. En Mickey 17, esta universalidad se logra a través de la combinación de paisajes inhóspitos con momentos de ternura y conexión humana, como la relación entre Mickey y Nasha.

La película no solo es visualmente impresionante, sino que también contribuye significativamente al discurso estético del cine contemporáneo.

En suma, Mickey 17 se erige como un espejo inquietante de nuestra época, donde la filosofía se materializa en imágenes que trascienden el mero entretenimiento. Bong Joon-ho nos enfrenta a nuestros propios dilemas contemporáneos: el valor de la vida en una era de abundancia tecnológica, la tentación de los fascismos revestidos de progreso y la paradoja de sentirnos más solos cuanto más interconectados estamos.

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Abre la Casa Bolivia Mundo, punto de encuentro cultural

Un nuevo espacio cultural en La Paz fue inaugurado por la ONG Red Bolivia Mundo. un nuevo espacio cultural en La Paz, fue inaugurada por la ONG Red Bolivia Mundo, promoviendo diversas expresiones artísticas y actividades de investigación.

/ 22 de marzo de 2025 / 21:32

Música, exposiciones, un estudio para podcast, investigación y más se funden en un nuevo espacio cultural en La Paz: La Casa Bolivia Mundo.  Desde este inmueble de la calle Hermanos Manchego, emblema de la arquitectura de Sopocachi, la ONG Red Bolivia Mundo (RBM) promueve y difunde la diversidad cultural en expresiones como el arte, la literatura, el cine y el patrimonio boliviano.

Chris Krueger, vicepresidente y fundadora de la ONG, con mucha emoción dio la bienvenida a todos los invitados que la noche del 13 de marzo llenaron los espacios de esta casa. Un nuevo peldaño en este sueño se concretaba. En 1996, Krueger fungía como representante para Bolivia en la Fundación Interamericana, una agencia oficial pero apolítica del gobierno de los Estados Unidos fundada en 1961 para apoyar el desarrollo en comunidades y asociaciones de la sociedad civil en los países de América Latina y el Caribe.

Unir a bolivianos por el mundo

“En ese entonces, se estimaba que por el área metropolitana de Washington DC la población boliviana era de entre 100 y 150 mil bolivianos, la mayor concentración en los Estados Unidos.  Existía el Comité Pro Bolivia que contaba con casi 30 grupos de baile que aparecían con todo su colorido y energía en festivales públicos y promovía relaciones solidarias entre los bolivianos del área”, recuerda.

En 2003, la gestora dejó la Fundación y estableció su residencia en La Paz, dividiendo su tiempo entre Washington y su hogar con la esperanza de generar iniciativas de apoyo en las comunidades de origen y destino de los migrantes. 

Indagando por internet detectó unas 250 organizaciones de migrantes bolivianos en 18 países del mundo. Así nació la idea de formar una red virtual entre ellas y en 2008, con al apoyo de Ximena Diez de Medina, se lanzó el sitio www.boliviamundo.org. “Como se puede leer en este sitio, la Red se guía por los ideales de calidad de vida en armonía con la naturaleza y entre los seres humanos, así como la esperanza de formar relaciones de cooperación entre pueblos”, expone.

La Casa, un espacio para la investigación

Como puntales de lanza, la Red ha impulsado dos líneas de investigación. Por un lado están los proyectos de revalorización del patrimonio INsitu. “A través del programa Desde Bolivia para el mundo, buscamos identificar y educar sobre este legado mediante métodos innovadores, reconocidos por la UNESCO, que analizan las relaciones entre el arte, la arquitectura contemporánea, los paisajes habitados y la política detrás de ellos”, dice la investigador Marisabel Villagómez.

En seis años, el proyecto INsitu ha desarrollado conceptualmente, producido y expuesto nacional e internacionalmente 52 intervenciones de artistas contemporaneos sobre paisaje cultural. En los próximos años, el proyecto se enfocará en patrimonios arquitectónicos que impliquen usos y costumbres de culturas vivas.

Por otro lado está el Observatorio de Migración Transnacional, que proporciona información clara, oportuna y especializada sobre la migración transnacional boliviana. “Son varias las actividades que como observatorio hemos estado desarrollando, como el conversatorio sobre temáticas concretas como el voto en el exteriorvo la situación de bolivianos en la Argentina y en Brasil. Por otro lado también hemos estado difundiendo  información sobre los migrantes y su situación, en especial con el tema de las fronteras”, aputa Alfonso Hinojosa, investigador del Proyecto Observatorio Migrante.

Un punto de encuentro

Hoy, la RBM cuenta con este espacio físico para cumplir con sus objetivos la servico de la cultura. “La Casa Bolivia Mundo es un espacio destinado a la expresión artística y cultural, cuyo objetivo principal es promover y difundir diversas manifestaciones culturales, tanto nacionales como internacionales”. explica Boria Patton, administrador de la Casa Bolivia Mundo.

Entre los servicios que ofrecen está  el alquiler o cesión de espacios para actividades de pequeño formato, tales como microteatro, conversatorios, charlas-debate, presentaciones de libros, exhibición y discusión de documentales, entre otros. “También contamos con una sala de producción de podcasts, con equipamiento adecuado para la creación de contenido digital de alta calidad”, agrega.

La casa además ofrece el servicio de hospedaje: cinco habitaciones completamente equipadas para recibir a visitantes, investigadores y artistas de distintas partes del mundo. “Nuestra casa busca consolidarse como un punto de encuentro para artistas, gestores culturales, académicos y la ciudadanía interesada en las artes y la cultura en general”, recalca Patton.

Los interesados en desarrollar actividades como talleres, clases, presentaciones de libros, charlas o cualquier otra propuesta cultural, pueden contactar con la organización para coordinar una reunión al número 67065690. “En este encuentro evaluaremos la viabilidad de la actividad y la disponibilidad de nuestros espacios, asegurando que cada propuesta se alinee con nuestra visión y objetivos”, agrega.

Quienes deseen asistir como público a las actividades de la Casa, podrán informarse a través de las redes sociales oficiales y en breve se contará con un sitio web donde se podrá acceder a toda la información actualizada de la programación. La Casa Bolivia Mundo ya abrió las puertas.

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Raquel Schwartz presenta ‘Jardín Colgante’ en Manzana 1

'Jardín Colgante' es una exposición que combina grandes lienzos, acuarelas y una instalación de papeles japoneses, invitando al espectador a recorrer un espacio íntimo y contemplativo.

/ 15 de marzo de 2025 / 22:35

“Jardín colgante” titula la más reciente exposición de la artista visual Raquel Schwartz (La Paz, 1963), inaugurada hace unas semanas en Manzana 1 Espacio de Arte (Santa Cruz de la Sierra). Conviene atender al título, ya que la alusión al jardín como imagen no es casual. Para quienes tienen uno en casa, y saben lo que es prodigarle múltiples cuidados y seguimiento diario, el jardín es un refugio, un lugar para ecualizar el espíritu contra los desarreglos de la realidad. Epicuro (341 a.C.) en la Antigüedad enseñaba su filosofía de los placeres en el marco de un jardín. El escritor y jardinero inglés John Evelyn escribió en el siglo XVII que “el aire y el genio de los jardines se prestan a los entusiasmos filosóficos”.

En esta nueva invitación de Raquel Schwartz a hacer un recorrido policromático por los cuatro ambientes que contienen la exposición, existe algo de sensación relajada, como estar atravesando transparencias, y de encuentro con un lugar en paz. Es una sensación la que sostiene la coherencia curatorial. La museografía es muy consciente de la mirada de los visitantes, tiene concebida unas secuencias cromáticas que definen el orden de aparición de las pinturas de gran formato colgadas en las paredes. Incluso nos encontraremos con una pieza que fue parte de la instalación “El cielo más puro de América” –uno de los trabajos referenciales del arte contemporáneo en Santa Cruz. 

El arte de Raquel Schwartz

Después de haber conversado con la artista en el podcast de arte “Inalámbricos” (episodio a estrenarse pronto), podemos ensayar algunas relaciones entre las series de pinturas aquí exhibidas y la imagen del jardín. Para Raquel, el montaje de esta exposición estuvo considerado como un paso más de la producción misma de las obras, ya que todo el trabajo que había iniciado en su taller –incluyendo la experimentación con las acuarelas durante la pandemia– finalmente encontraría un cierre a la manera que ella quería en un espacio de exhibición. Es decir, no se trataba de trasladar obras acabadas a una sala de exhibición, sino que las obras en sí terminarían de aparecer cuando estuvieran adecuadamente dispuestas en la sala expositiva.

“El proceso del montaje es de las cosas que más me emocionaba a mí. Significaba desprenderme de alguna manera del taller, de cierto orden de mi taller, transportar las obras, hacerlas llegar y luego el proceso de encontrarle el lenguaje a la obra dentro de un nuevo espacio”. (Schwartz, 2025).

En esencia lo que la llevó a postular esta exposición al programa anual de Manzana 1, fueron trabajos que venía haciendo en papeles desde hace muchos años y que se venían acumulando. Esto daría lugar a una instalación que ella imaginaba como una cascada.

“La sala yo la quería para exponer mis trabajos en papeles japoneses, que hago desde el 2003 o 2005, son papeles que empecé a hacer por invitaciones a participar en Bienales de Caligrafía en Corea”. (Schwartz, 2025).

‘Jardín Colgante’

La exposición combina cuadros de pintura en lienzo, de dimensiones grandes, con acuarelas en pequeño formato y, el plato fuerte, la instalación de papeles japoneses que aparece flotante en el fondo de la sala posterior. En estos papeles, colgados en degradé y animados por una brisa inducida, están reflejadas las búsquedas conocidas de la artista: las texturas, las investigaciones abstractas del color y luego la naturaleza. Cabe mencionar que el papel tradicional japonés, llamado washi, se fabrica a mano desde hace siglos, y son muy adecuados para la restauración de documentos, hojas de libros y otros, debido a sus fibras largas. El papel japonés es de extrema ligereza, resistente, destaca por su absorción, no se decolora ni se vuelve quebradizos con el tiempo. Se trata por tanto de un trampolín simbólico perfecto para el arte contemporáneo, lo que la artista buscó resaltar con la instalación “Jardín colgante”, que da el título a la exposición.

Por otro lado, hay en esta exposición un aroma de taller, como si la artista hubiera querido trasladar algo de la esencia de su lugar de trabajo al espacio de exhibición. El recorrido de la muestra está diseñado de forma que los visitantes acompañen partes del proceso de creación de la artista.

Y es que, en cierta forma, el taller de Raquel es una suerte de jardín dentro de su economía afectiva, que ha transportado simbólicamente con el traslado de estas obras a la sala de Manzana 1. A parte de los papeles que pintó en el transcurso de las últimas décadas, en general las pinturas expuestas son relativamente recientes, y algunas terminadas específicamente para la ocasión.

Cuando Raquel Schwartz aparece con una nueva muestra, siempre hay que estar atentos a los usos que hace del espacio expositivo, porque como ella misma dice, es una artista del espacio, que lo utiliza de una manera constante como soporte de su obra. Valgan estas líneas como un primer intento de aproximación a la muestra.

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As7ro presenta su ábum debut, ‘Sombraluz’

Desde Buenos Aires, As7ro —alter ego de Santiago Peñaloza— lanza su primer disco que desafía las reglas del mainstream con una propuesta indie cargada de fusiones y reflexiones.

/ 15 de marzo de 2025 / 22:00

En tiempos de plataformas digitales, de Spotify y Youtube, el panorama para los músicos y los profesionales y especialistas que se mueven en el ámbito de la creatividad musical globalizada por internet se ha complejizado hasta extremos como el que apunta Miguel Bosé: “Hoy no quiero grabar. ¿A quién le vendemos nuestra música hoy día? ¿Dónde, en qué tienda? ¿Grabamos en Spotify, Apple Music y equivalentes que son horrores que no pagan? Para nosotros esto no es negocio ni vida, ni nada…ellos se hacen muy ricos, pero a nosotros se nos respeta muy poco”.

Que un músico con la trayectoria repleta de éxitos como Bosé durante por lo menos cinco décadas haya llegado a esa conclusión y ponga en evidencia su decepción por lo que acontece hoy con la industria musical, significa que nuevos valores que se han tomado y muy en serio el oficio de crear y producir música popular en sus distintos géneros, tienen que confrontar hoy día con dificultades inimaginables hasta principios de este siglo XXI en la lucha por encontrar su lugar en el mundo, ese en el que se aspira a ser escuchado y hacer de este fascinante oficio, una forma de vida.

En este nuevo contexto mundial de cómo se gesta el negocio musical, As7ro, alter ego de Santiago Peñaloza, ha iniciado un proyecto que ha dado lugar al lanzamiento de un primer álbum que con el título de “Sombraluz” que contiene nueve canciones se ha ido publicando desde Argentina, entre mayo y noviembre de 2024 y se puede escuchar en las plataformas digitales.

La propuesta es el producto de varios años de estudios en Bolivia y de la formación que As7ro ha conseguido en Buenos Aires como productor musical y que le ha permitido capacitarse en el manejo de los recursos tecnológicos que en la actualidad permiten grabar canciones, efectos sonoros y editar a partir de los nuevos soportes tecnológicos vigentes.

“Sombraluz” es un disco que nace como resultado de un aprendizaje que prácticamente comenzó en la infancia y la adolescencia. Para ello, su autor comprendió desde muy temprano que había que escuchar y mucho, escuchar continuamente, y en lo posible tener el privilegio de la experiencia presencial de estar frente a escenarios en los que ha tenido la posibilidad de escuchar y ver a Luis Alberto Spinetta, Fito Paéz, Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, Pedro Aznar, David Lebón, Dante Spinetta, Emmanuel Horvilleur, Julieta Rada, Clara Cava, Abril Olivera, Jorge Drexler, Lito Vitale, Santiago Motorizado, John Meyer, Hugo Fatorusso y Gonzalo Aloras y la lista no acaba aquí.

Las canciones de “Sombraluz” están inspiradas en la manera en que As7ro siente el mundo y la vida, a través de lo que él llama conciencia unitaria y que en primer lugar puede escucharse en “Tres marías”. Escrita y compuesta en La Paz, antes de salir hacia Argentina, As7ro cuenta que su mirada hacia el cinturón de Orión, la formación de las estrellas, lo conducen a pensar de que “hay cosas superiores que nos guían, uno siempre mira arriba para rezar, festejar, para sentir plenitud, cuando crees que estás hablando con un ser superior, instintivamente miras al cielo”.

“Sombraluz”, canción que da título al álbum, se refiere a la contradicción humana permanente: “la oscuridad no tiene necesariamente que ser mala o dañina, y la luz tampoco obligatoriamente reconfortante”, dice As7ro que también ha escrito A(l)ma “contra la regularización de la vida, con una letra que expresa enojo con el sistema en tiempos que como dice Calle 13, la nueva generación nace con wi-fi en el culo”.

Con toda la experiencia y el conocimiento adquirido en los dos últimos años en Buenos Aires, As7ro llega a la conclusión de que “hay música que no  ha muerto, sólo nos fijamos en el mainstream, en lo visible, a veces pensamos que como no es viral, no existe …hay músicos que no tendrán la masividad de Taylor Swift o Bad Bunny, pero tienen su público, doy un ejemplo al respecto: A la uruguaya Julieta Rada la siguen 70 mil personas, pero la siguen de verdad… hay músicos que piensan que debes apuntar a la fama, que la legitimidad pasa por lo viral… la música que sigo no es mainstream, no es para nada viral… existen bandas locales en distintos países con 10 mil seguidores que escuchan orgánica y auténticamente a esas bandas, y para mí eso es mucho más significativo que una alfombra roja de los Grammy… la masividad y lo que vende puede dar mucho dinero, pero el peligro de esta apuesta es renunciar a tu autenticidad… los sistemas operativos están muy automatizados y por eso se exige mucho menos creativamente… claro que hay que prepararse porque uno canta para hacerle justicia a la letra y a la  música que compone, y para eso, y para tocar teclado y guitarra se ha tenido que preparar (es mi caso)… cualquiera puede subir lo que se le de la gana, pero como decía Charly (García) no hay una ley que proteja a la música, pobrecita”.

Sin encasillarse en un solo género, “Sombraluz” es un álbum con canciones en las que figuran fusiones del R&B y pop con bossa nova, blues lento y afrobeat con flamenco y sus canciones han sido interpretadas íntegramente (voz, instrumentos, producción y mezcla) por As7ro que en Bolivia se formó con la guía de profesores como Sofía Petignat, Rodrigo Villegas, Mayra Gonzáles, Diego Ballón y Freddy Mendizabal y en Argentina egresó de la escuela de Producción Musical Arjaus.

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“En esta primera gran experiencia de haber grabado un álbum con nueve canciones no hay una identidad local, de un país determinado, cosa que podría darse después ya que en realidad estoy empezando” dice As7ro que en “Sombraluz” ha incluido una canción de cuna (“Lullaby2) basada en la melodía de Brahms (lied alemán para voz y piano), “Elefante”, tema instrumental con influencia de Pat Metheny, inspirado en el folkore argentino “que escucho hace muchos años y me guió como músico a cargo de Mercedes Sosa, Cuchi Leguizamón, Daniel Toro, Aca Seca Trío, Manuel Castilla y varios más”.

Completan la propuesta “Mapa al Sol” (la amistad y sus valores), “Fauna y fe” (admiración por alguien fundamental en la vida de uno), “Tu reino” (los gatos comparten el mundo de los sueños) y “Sufrirte” que aborda la temática de la culpa y la necesidad de enmendar.

“Sombraluz”—que proximamamente será lanzado en formato CD– está en Youtube, Spotify, Apple Music, y se puede acceder a información sobre el álbum en Instagram y Tik Tok.

Síntesis: AS7RO es el proyecto solista de Santiago Peñaloza, productor, músico y compositor boliviano ahora radicado en Buenos Aires, Argentina con una mezcla única Indie que significa la exploración, creación y producción de géneros musicales no provenientes de grandes empresas con propuestas producidas y distribuidas de manera autónoma. Tiene previsto su retorno a Bolivia a mediados de este 2025 para continuar con su carrera musical e impartir clases de producción musical, teclado y guitarra para niveles básico e intermedio.

*El autor es  periodista y productor ejecutivo del  álbum Sombraluz

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‘Los Macheteros’ colorean las calles de Burdeos, Francia

Con trajes amazónicos y la danza ancestral de “Los Macheteros”, Bolivia deslumbró por primera vez en el Carnaval des deux Rives, en la capital francesa del vino.

/ 15 de marzo de 2025 / 21:43

Bolivia se presentó por primera vez en el ya conocido “Carnaval des deux Rives” en la capital del vino, Burdeos: “la perla de Aquitania”, ciudad reconocida por su belleza, arquitectura y riqueza patrimonial. El rojo, amarillo y verde destacó entre al menos 25.000 bailarines que se dieron cita en el encuentro como cada año. En esta ocasión, los coloridos y llamativos trajes amazónicos, del departamento del Beni, tomaron posesión de las calles francesas, con la danza oriental “Los Macheteros”, con la participación de una treintena de residentes bolivianos, niños, jóvenes, adultos y hasta gente de la tercera edad. 

La Edición 2025 de este encuentro, que se lleva a cabo, cada año con distintas temáticas, se desarrolló frente a un público diverso, en esta ocasión con la temática “l’Amazonie” (la Amazonía). 

La asociación de países latinoamericanos “Latino Mex Bordeaux”, entre los que Bolivia participa por primera vez, destacó por la bella indumentaria proveniente de esta región de selva húmeda, que interpreta, desde una perspectiva nativa, la resurrección de Jesucristo y su ascensión a los cielos. 

Natalia Fernández Ledezma, estudiante de comunicación en la Universidad Montaigne de Bordeaux, señaló que “no es común ver los bailes bolivianos en eventos como este. Nosotros quisimos mostrar algo de nuestra riqueza cultural y destacar como país”. 

La defensa de la cultura boliviana a través de este tipo de eventos, debe ser la norma entre los residentes bolivianos en el extranjero, es por ello, que un grupo pequeño de compatriotas se organizó frente a otros países que se apropian del folklore nacional. 

La vistuosidad de ‘Los Macheteros’

Para el francés burdigalense, Dimitri Amirault, estudiante de desarrollo de webs, que participó de la organización junto al grupo de bolivianos, este primer encuentro con la cultura fue una sorpresa. “Estoy impresionado por la motivación del grupo boliviano que se organizó para participar en este Carnaval. Ver el proceso de la preparación de los trajes, la coreografía que se hizo en poco tiempo y el ambiente en general que se creó alrededor de esto, me ha parecido muy hermoso”.

“Increíble haber vivido esta experiencia tanto por dentro de la organización como por fuera. Me pareció espléndido”, comentó el joven francés.

En cuanto a la opinión de los espectadores, “Los Macheteros” sobresalieron por ser uno de los grupos más activos, alegres y entusiastas. El público elogió su participación. “Fuimos uno de los grupos más alegres, hemos recibido comentarios muy positivos”, señalaron los bailarines.

La parada de este pasado 9 de marzo dedicada a la Amazonia, combinó a la perfección con el espíritu de este Carnaval: coloreado, vasto y vivo en cuanto a culturas ancestrales. La cita para los bailarines fue a las 14:00 en punto para empezar en la calle Quai de Queyries. Atravesó el centro de la ciudad por las calles principales, Garonne via le pont de pierre, en el centro de Burdeos, continúo por el paseo Victor-Hugo, el paseo Pasteur et la rue Duffour-Dubierger hasta llegar a la place Pey-Berland, en pleno corazón de la capital. 

Esta primera iniciativa y participación del Carnaval de “Des deux Rives”, además,  de ser parte activa de la asociación de latinoamericanos en Burdeos; abre nuevas puertas para futuras actividades culturales donde la multiculturalidad y riqueza del folklore boliviano estará más presente que nunca. 

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