Un parque gastronómico
Tirolesa, trampolín, piscina, circuito ninja, lechón, sajta, chorizo... eso y mucho más tiene Wayra Land, en el sur paceño

Wara no tenía dónde jugar. A sus nueve años era más alta que el promedio, así es que no la dejaban entrar a las salas de entretenimiento. Ese fue el motivo para que sus padres, Mónica Flores y Domingo Andreuzzi, crearan un restaurante con parque de diversiones incluido, alejado del bullicio y, sobre todo, familiar.
Es un local de comida criolla, pero la mayoría de sus 5.000 metros cuadrados tienen entretenimiento para todas las edades, desde un arenero para menores de seis años, pasando por un zipline de 50 metros de largo, hasta un trampolín y billar para los mayores. “Es para que todos se diviertan y no se excluya a nadie”, afirma Andreuzzi, sentado en medio de la sala de su vivienda, desde donde controla todo lo que sucede en Wayra Land.
“Cuando vamos a un restaurante, la mayoría está acupada con su teléfono celular, ni siquiera hablan entre ellos. En cambio, la gente la pasa muy bien cuando va a los parques”, observa Flores. A los tres integrantes de la familia Andreuzzi Flores les encanta compartir actividades. Así lo hicieron en Virginia (EEUU), donde vivieron varios años, y ahora quieren repetirlo en Bolivia. Así que para que Wara tenga dónde jugar y las familias cuenten con un lugar para afianzar sus lazos se pensó en este espacio ubicado cerca del mirador Codavisa, en Alto Calacoto, en un extremo de la zona Sur de La Paz.
Vale la pena alejarse del ruido citadino y acercarse a un barrio tranquilo, adonde se llega —si acaso no se cuenta con un vehículo propio— de tres maneras diferentes. La primera es mediante la línea de minibuses 551, cuya parada final está en la puerta del local. Una cuadra abajo se encuentra la parada del minibús 343. La otra opción es tomar uno de los radiotaxis de la empresa Chasquipampa en la calle 53, que transporta al pasajero por Bs 8.
Tres banderas bolivianas y una pared larga con una franja de dibujos multicolores son la distinción de este espacio paceño, que fue inaugurado el sábado 21 de septiembre, después de un año y tres meses de haber sido planificado.
El circuito empieza por un área que tiene césped sintético, donde hay resbalines, columpios, inflables y pequeños laberintos con arena, que —según Flores— tiene efectos terapéuticos. Todo ello para niños menores de seis años, quienes deben estar acompañados en todo momento por una persona mayor.
Casi al lado, una cuerda especial une dos árboles. Ahí se encuentra el primer divertimento para mayores de ocho años: un zipline que tiene aproximadamente 50 metros de largo. Siguiendo el camino enlosetado está una cancha con césped sintético —habilitada para cualquier edad— y, al lado, la principal novedad de Wayra Land: el circuito ninja, una especie de gimnasio lúdico que tiene una escalera hecha de sogas, una línea de argollas, un ascenso con estacas y una rampa de dos metros y medio, al que se debe subir con rapidez y agilidad. “Está pensado para que un papá rete a su hijo a hacer la barra o pasar la línea de argollas, algo que una a la familia”, explica Andreuzzi.
La otra alternativa para compartir y estar en grupo es la piscina de siete metros de largo y 1,60 metros de altura máxima, que está ubicada dentro de una especie de carpa solar, donde se disfruta de por lo menos 25 grados fuera del agua.
Las personas mayores que quieran un poco de tranquilidad tienen una habitación con mesa de billar y futbolines, o alguno de los jardines para disfrutar de la vista del Valle de las Ánimas. Los que desean un poco de actividad tienen la opción caminar hacia ese atractivo natural o divertirse en un trampolín.
Cada una de las atracciones tiene recomendaciones de seguridad, aunque el más importante es extremar las medidas de seguridad con los menores de edad, para lo cual se cuenta con cuatro personas atentas ante cualquier problema.
Con excepción del uso de la pileta (Bs 25), todas las atracciones son gratuitas, con la única condición de adquirir alguna opción culinaria de Wayra Land, como sajta, mondongo, lechón, ají de lengua, fricasé, escabeche de patitas o chorizo, con precios que fluctúan entre los Bs 30 y 45.
Wayra Land atiende los fines de semana y los feriados, desde las 11.00 hasta las 16.00. Las consultas y reservas se pueden hacer en el teléfono 67119411.