Tuesday 18 Mar 2025 | Actualizado a 18:37 PM

La república de Wikipedia

La quinta web más visitada del planeta es una enciclopedia que nutren los voluntarios, un fenómeno global.

/ 5 de septiembre de 2018 / 23:01

Todos los días, después de comer, Lourdes Cardenal se sienta delante del ordenador y no se levanta hasta las seis de la tarde: hora de su café con leche y tostada con mermelada de naranja amarga. Ahora está trabajando en un artícu­lo sobre Asiria: ampliándolo y añadiendo referencias. Ella misma lo escribió el 13 de septiembre de 2004. Fue una de sus primeras aportaciones a la Wikipedia en español, la filial de la popular enciclopedia online que ni los más optimistas apostaron a que llegaría tan lejos: no solo sigue existiendo, 17 años después de su creación, sino que es la quinta web más visitada del planeta, solo por detrás de Google, YouTube, Facebook y el buscador chino Baidu. Maestra que dejó de ejercer después de casarse y amante del arte, Cardenal empezó a editar con 63 años. Hoy tiene 78 y es una de las wikipedistas más veteranas y esmeradas. “No somos unos sabios”, defiende con entusiasmo.

“Simplemente vivimos con el afán de que otros aprendan lo que nosotros hemos aprendido”. Para no olvidarse, en un papel ha apuntado la larga lista de temas sobre los que ha escrito: despoblados, monasterios, cerámica, indumentaria, zarzuelas… No concibe su vida sin Wikipedia. Y jamás hubiera imaginado que esa afición tardía la llevaría en 2015 a los salones del teatro Campoamor de Oviedo para recoger el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional, que reconocía el valor de esa “enciclopedia libre, políglota y editada colaborativamente” que tantas alegrías le había dado. “Los voluntarios hemos seguido trabajando por nuestra propia satisfacción. Wikipedia es un fenómeno asombroso. Yo creo que ni Jimmy Wales se lo acaba de creer”.

Jimmy Wales (Huntsville, Estados Unidos, 1966) apenas tenía tres años cuando su madre compró una enciclopedia de 22 tomos para niños. Cuando aprendió a leer, pasaba horas consultando las entradas ilustradas con fotografías en blanco y negro. En 1994, tras terminar la universidad, se mudó a Chicago para trabajar en una compañía financiera —era un agente bursátil concienzudo y certero, pero no demasiado agresivo, según su jefe—, y cuatro años después se fue a San Diego para empezar una nueva vida: utilizó sus ahorros para lanzar un portal web. Eran los 90, en el mundo antes de Google, y por entonces Yahoo era el rey. El negocio iba razonablemente bien, así que Wales decidió experimentar y, de paso, cumplir un sueño de infancia: quería crear una enciclopedia online que se llamaría Nupedia. Contrató a Larry Sanger, un doctorando de Filosofía al que había conocido en un foro de internet, para que gestionara el proyecto y en marzo de 2000 se pusieron a trabajar: pedían artículos a expertos, que luego sometían a un proceso de siete pasos y que, superadas todas las revisiones, publicaban en la red en su versión definitiva. El método de trabajo habitual en las enciclopedias clásicas. El objetivo era que, con el tiempo, Nupedia se sostuviera con ingresos publicitarios. Pero, tras un año de trabajo, el balance no era prometedor: había 21 artículos publicados y 150 en borrador. Algo debía cambiar.

Sanger se enteró de que existía una herramienta de software denominada wiki que permitía escribir y editar de forma colaborativa. Y decidieron probar suerte: Wikipedia nacía el 15 de enero de 2001. En un mes ya habían superado los 1.000 artícu­los y no tardarían en aparecer ediciones en francés, español, italiano, alemán, ruso… Hoy suman 301 idiomas. Casi dos décadas después, Wales aún recuerda que el tráfico se multiplicaba mes a mes y él mismo debía instalar los servidores. Si un proyecto tan utópico —acceso libre a la suma del conocimiento en un solo lugar y mantenido por voluntarios— ha triunfado, cree, es porque “una enciclopedia libre representa una idea inspiradora y emocionante. Es un sueño materializado: esto es lo que internet debería ser. Además, editar Wikipedia es divertido. Si pasas unas horas del domingo investigando y escribiendo un artículo, te vas a dormir sintiendo que el mundo es algo mejor”.

Wales es una de las personalidades más destacadas del internet, el padre de uno de los grandes tesoros de la red: un compendio del conocimiento libre que suma más de 15.000 millones de páginas vistas al mes, más de 47.000 millones de artículos y 72.000 editores activos. Un movimiento que perdura gracias a la dedicación y la capacidad de los voluntarios, y que se enorgullece de su diferencia: en sus páginas no hay publicidad, su única vía de financiación son las donaciones. También es, como le gusta señalar a la prensa anglosajona, el único miembro no multimillonario del club de los fundadores de las webs que acaparan la atención mundial —Mark Zuckerberg, Larry Page y Sergey Brin, Jeff Bezos…—. “Aquí en Londres hay montones de banqueros que ganan más de lo que yo ganaré nunca, pero mi vida es 10 veces más interesante. El éxito de Wikipedia no reside solo en su popularidad: es la demostración de la colaboración colectiva. Además, gracias a ella puedo conocer a quien quiera, participar en proyectos muy estimulantes y tener voz para opinar en asuntos que me importan, como la libertad de expresión”, dice Wales.

El estadounidense vive en Londres desde 2012 y ahora trabaja en las oficinas de su nueva aventura, WikiTribune —que, a pesar del prefijo, es una iniciativa totalmente independiente de Wikipedia—, en The Shard, el rascacielos proyectado por Renzo Piano a orillas del Támesis. Ahora Wales quiere aplicar la fórmula Wikipedia a las noticias: en WikiTribune, que aún está en fase de prueba, los artículos serán sometidos a una revisión tanto por parte de periodistas profesionales como por miembros de la comunidad. Se trata, subraya, de no desperdiciar la “inteligencia colectiva” relegándola a los comentarios al final de la página. Periodismo de evidencia, lo llama. “Me perturba la idea de que vivamos en un mundo posverdad. Es una locura. El modelo de negocio de los medios de comunicación lleva mucho tiempo bajo ataque y hasta los diarios serios se enfrentan al dilema de hacer periodismo de calidad, que es muy caro, o contratar a chavales para escribir contenidos virales, que es muy barato. Hay que encontrar nuevos modelos”.

No debemos esperar unas oficinas como las de Google, advierten. “Somos una asociación sin ánimo de lucro”, justifica John Lubbock, responsable de comunicación de Wikimedia UK, entidad afiliada a la Fundación Wikimedia, organización que respalda Wikipedia y otros proyectos hermanos menos conocidos como Wikcionario, Wikiviajes, Wikiversidad o Wikinoticias. Impulsada por Wales en 2003, con sede en San Francisco y 302 empleados repartidos por todo el mundo, esta fundación dirigida por Katherine Maher se nutre de donaciones para realizar sus actividades: en el ejercicio 2016-2017 recaudaron $us 91 millones y cerca del 90% de los aportes proceden de particulares que dan una media de 15 dólares.

La oficina de Wikimedia en Londres tiene una pequeña sala de reuniones y el resto del espacio lo ocupan las mesas de sus nueve trabajadores. “Aquí nos dedicamos a apoyar los proyectos de Wikimedia y a la comunidad, a recaudar dinero, pues nos financiamos con una dotación de Wikimedia y fondos propios, y a establecer proyectos de colaboración con instituciones culturales y educativas”, explica Lubbock. En los principios, crear una nueva entrada en Wikipedia o modificar una existente era tan sencillo como apretar el botón de “Editar”. Ni siquiera hacía falta registrarse. “Ahora somos una comunidad enorme y hay más reglas”, precisa. “Requiere de un cierto aprendizaje. Por eso, cada vez organizamos más talleres para no perderse en Wikipedia”.

“Pobres novatos”, suelen repetir con una media sonrisa los colaboradores más experimentados. ¿Por qué no se puede crear la biografía de x persona? ¿Por qué me han borrado la corrección que hice? ¡Solicito la intervención de un bibliotecario! Son mensajes habituales en las páginas de discusión de la enciclopedia, que, entre sus normas de buen funcionamiento, recuerda a los veteranos que no sean hostiles con nadie en general y con los nuevos en particular. Hay mucho trabajo por hacer. Evidentemente, no siempre atienden a razones, esta plataforma colaborativa no es ajena a las disputas, pero carece de la toxicidad que campa a sus anchas en muchos foros de internet. “Creo que, en general, tenemos un ambiente saludable porque nunca dijimos: ‘Wikipedia está con la libertad de expresión sin cortapisas. Expresa lo que quieras’. Siempre tratamos de que hubiera un comportamiento adecuado”, asegura Wales. Y quienes velan tanto por la calidad del contenido como por la armonía de la comunidad son los propios voluntarios. La enciclopedia tiene una compleja jerarquía de usuarios que poseen determinados derechos de edición y gestión de las páginas. Por ejemplo, solo los confirmados, es decir, aquellos que hayan realizado un mínimo de 50 ediciones, podrán editar páginas que han sido semiprotegidas para evitar vandalismos, y los bibliotecarios, la principal figura encargada del mantenimiento del orden en la Wikipedia en español son elegidos por votación y entre sus atribuciones se encuentran las de borrar o restaurar páginas y bloquear a otros usuarios. El poder de Wikipedia reside en Wikipedia. La comunidad se rige por una serie de políticas y convenciones alcanzadas por consenso: la Fundación Wikimedia se ocupa de prestar el soporte técnico y de la redistribución de los recursos, pero no interviene en su funcionamiento diario ni ejerce ningún tipo de control sobre el contenido. Es una república independiente. El mismísimo Wales tuvo sus más y sus menos con los empoderados editores cuando quiso cambiar su fecha de nacimiento: su partida dice que vino al mundo el 8 de agosto de 1966, pero en realidad lo hizo el 7 por la noche. Cuando trató de corregir el dato, los wikipedistas se opusieron, y ahí se iniciaría un debate que tardó años en resolverse. Y en realidad, a los usuarios no les faltaba razón: había un documento oficial que respaldaba la fecha errónea y tan solo el testimonio de Wales para defender la enmienda. De hecho, fue él quien se encargó de perfilar los principios que los voluntarios veneran por encima de todas las cosas: los artículos deben estar bien escritos, ser neutrales en sus puntos de vista y apoyarse en fuentes fiables y verificables.

No tiene explicación. Es un vicio. Un virus. Casi un estilo de vida. Los wikipedistas siempre están pensando en el siguiente artículo. Y no viven la actualidad como el resto de los mortales: cuando se produce una noticia, ellos están pendientes de introducir las novedades en la enciclopedia (y de contener a los trolls con ganas de divertirse), que se actualiza a un ritmo vertiginoso. A Julen Lopetegui le nombraron entrenador del Real Madrid antes del anuncio oficial y editores veteranos tuvieron que frenar el entusiasmo de quienes se adelantaron a los acontecimientos —en todas las entradas de la enciclopedia hay un historial y una página de discusión donde pueden consultarse todos los cambios y los, en muchos casos, encendidos debates que suscitan—. A fin de continuar con las actualizaciones, Lourdes Cardenal organiza excursiones con su marido, Nicolás —él hace las fotos— y visita despoblados, uno de los temas que le apasiona.

En marzo, durante una entrevista en el marco del festival South by Southwest en Austin (Texas), Susan Wojcicki, directora ejecutiva de YouTube, anunció que iban a aliarse con Wikipedia para batallar contra la proliferación de teorías conspirativas y desinformación en esta plataforma de video de Google. Unas semanas después, Facebook también comunicó que sus ingenieros estaban trabajando con la enciclopedia para frenar las fake news en la red social. Dos gigantes tecnológicos se encomendaban a una organización sin ánimo de lucro, de presupuesto ajustado y sostenida por voluntarios, para tratar de resolver una crisis de calado.

En la comunidad wikipedista recibieron la noticia como un espaldarazo a su trabajo: atrás quedaban los tiempos en los que se cuestionaba la fiabilidad de una enciclopedia que, aunque imperfecta, se ha esforzado por mejorar la calidad de su contenido. Otro triunfo para la historia de Wikipedia, donde todavía resuena el dictamen de la prestigiosa revista Nature, que, tras un riguroso análisis, concluyó que los artículos científicos de Wikipedia apenas tenían nada que envidiar a los de la canónica Encyclopedia Britannica: “Nuestros revisores encontraron una media de cuatro errores en cada entrada de Wikipedia y tres en las de Britannica”.

Para Wales es una buena noticia que este tipo de compañías valoren las millones de páginas de Wikipedia. “Somos una entidad sin fines comerciales y un enorme recurso público que todos, particulares y empresas, pueden utilizar. Nuestro contenido es libre. Pedimos a nuestros lectores que donen y creo que estas compañías que se benefician del trabajo de la comunidad igual deben poner su parte”.

El patrimonio wikipedista es muy útil para Google, que obtiene de la enciclopedia buena parte de la información que ofrece en su Gráfico de Conocimiento
—el recuadro que aparece a la derecha en determinadas búsquedas y que, si por ejemplo se busca a “Clara Campoamor”, permite ver de un vistazo sus datos biográficos, sus principales libros y personalidades relacionadas—; para asistentes de voz como Siri de Apple o Alexa de Amazon, que hallan en Wikipedia la respuesta a preguntas que les plantean, o para todos aquellos que trabajen en inteligencia artificial y necesiten entrenar a sus algoritmos.

Según Maher están ante una gran oportunidad. “No queremos depender de las donaciones de una única compañía, pero sí sería importante para nosotros lograr un compromiso de apoyo a largo plazo de distintas empresas, porque estamos creando un fondo que asegure el futuro de Wikipedia incluso en el caso de que desapareciera la Fundación Wikimedia”.

En teoría, Wikipedia no debería funcionar. Su destino lógico era el caos. Pero, en la práctica, lo hace. Aunque para apuntalar su futuro Wales desgrana varias tareas pendientes. “Tenemos que seguir cultivando una comunidad saludable, porque de otro modo desapareceríamos, y debemos adaptarnos a los cambios tecnológicos. Cuando empezamos, los smartphones no existían y ahora el 50% de nuestro tráfico se realiza desde estos dispositivos, que nos traen muchos lectores, pero también queremos editores y no es tan sencillo escribir un artículo desde un móvil. Eso representa un reto”. La diversidad es otro punto débil: menos del 20% de los voluntarios de Wikipedia son mujeres. “Estamos tratando de corregir el desequilibrio, y no solo por corrección política, sino por la calidad y diversidad del contenido. El wikipedista medio es un hombre occidental de 28 años, soltero y sin hijos, y por tanto muchas realidades le son ajenas. Necesitamos una comunidad variada para cubrir toda la experiencia humana”, justifica.

Desde 2015, Wikimedia España ha organizado 33 jornadas de edición colectiva —denominadas editatonas, del inglés edit-a-thon, combinación de los términos edit y marathon— para reducir la brecha de género y mejorar los contenidos sobre los logros de las mujeres en las ciencias, la literatura o la informática. En la versión en español, las biografías femeninas se sitúan en un 20% —la media global es del 17%—. María Sefidari, vicepresidenta de la Fundación Wikimedia y voluntaria desde 2006, terminó su maratón exhausta. Ella escribió o tradujo artículos de mujeres notables como la bioquímica australiana Rita Harradence o la antropóloga donostiarra Begoña Aretxaga. Aún no sabe si repetirá. “Fue duro”, recuerda. “Pero hay que aprovechar este recurso, único en internet, para luchar contra los sesgos y, sobre todo en el caso de las mujeres, contra las inhibiciones internas que nos llevan a preguntarnos: ‘¿Quién soy yo para escribir sobre determinado tema?’”.

Todos los martes. De 18.30 a 20.30. El grupo de trabajo Cuarto Propio se reúne en uno de los laboratorios del centro cultural Medialab-Prado, en Madrid. ¿Su misión? “Queremos que haya más referentes femeninos en Wikipedia. Porque faltan”, explica Carmen Galdón Corbella, fundadora de esa iniciativa que nació en 2015. Su núcleo duro está formado por ocho miembros —el colectivo está abierto a hombres y, de hecho, desde hace tres meses el profesor de lengua y literatura Jesús Eloy Pérez Alonso acude (casi) todos los martes: está cubriendo lagunas en la categoría de autoras de novela juvenil—. “Aquí realizamos una lectura colaborativa de todos nuestros artículos. Nos celebramos y aplaudimos cuando publicamos”, relata Mónica Fernández. Cuarto Propio ha creado las biografías de la matemática María Pazos y la fotógrafa Paula Anta, y ha retocado la de Amparo Barayón para que sus méritos —fue pianista y activista— figurasen antes que el oficio de sus padres o su matrimonio con el escritor Ramón J. Sender. Una vez acumulen más experiencia de edición aspiran a remangarse con entradas más peliagudas como patriarcado, feminismo o violencia machista que, en su opinión, no reciben el tratamiento debido en la enciclopedia. “Pensamos mucho los artículos de mujeres que escribimos para que estén impecables y no puedan decirnos que no son interesantes o enciclopédicamente relevantes. Editar es relativamente sencillo, pero luego te topas con la trastienda humana y los juegos de poder, que también los hay: esta enciclopedia es un reflejo de la sociedad”, asegura Galdón. “Wikipedia engancha porque te permite ver tu contribución colectiva. Es emocionante y empoderante saber que puedes escribir la historia”. O, al menos, reescribirla.

Temas Relacionados

Comparte y opina:

Raquel Schwartz presenta ‘Jardín Colgante’ en Manzana 1

'Jardín Colgante' es una exposición que combina grandes lienzos, acuarelas y una instalación de papeles japoneses, invitando al espectador a recorrer un espacio íntimo y contemplativo.

/ 15 de marzo de 2025 / 22:35

“Jardín colgante” titula la más reciente exposición de la artista visual Raquel Schwartz (La Paz, 1963), inaugurada hace unas semanas en Manzana 1 Espacio de Arte (Santa Cruz de la Sierra). Conviene atender al título, ya que la alusión al jardín como imagen no es casual. Para quienes tienen uno en casa, y saben lo que es prodigarle múltiples cuidados y seguimiento diario, el jardín es un refugio, un lugar para ecualizar el espíritu contra los desarreglos de la realidad. Epicuro (341 a.C.) en la Antigüedad enseñaba su filosofía de los placeres en el marco de un jardín. El escritor y jardinero inglés John Evelyn escribió en el siglo XVII que “el aire y el genio de los jardines se prestan a los entusiasmos filosóficos”.

En esta nueva invitación de Raquel Schwartz a hacer un recorrido policromático por los cuatro ambientes que contienen la exposición, existe algo de sensación relajada, como estar atravesando transparencias, y de encuentro con un lugar en paz. Es una sensación la que sostiene la coherencia curatorial. La museografía es muy consciente de la mirada de los visitantes, tiene concebida unas secuencias cromáticas que definen el orden de aparición de las pinturas de gran formato colgadas en las paredes. Incluso nos encontraremos con una pieza que fue parte de la instalación “El cielo más puro de América” –uno de los trabajos referenciales del arte contemporáneo en Santa Cruz. 

El arte de Raquel Schwartz

Después de haber conversado con la artista en el podcast de arte “Inalámbricos” (episodio a estrenarse pronto), podemos ensayar algunas relaciones entre las series de pinturas aquí exhibidas y la imagen del jardín. Para Raquel, el montaje de esta exposición estuvo considerado como un paso más de la producción misma de las obras, ya que todo el trabajo que había iniciado en su taller –incluyendo la experimentación con las acuarelas durante la pandemia– finalmente encontraría un cierre a la manera que ella quería en un espacio de exhibición. Es decir, no se trataba de trasladar obras acabadas a una sala de exhibición, sino que las obras en sí terminarían de aparecer cuando estuvieran adecuadamente dispuestas en la sala expositiva.

“El proceso del montaje es de las cosas que más me emocionaba a mí. Significaba desprenderme de alguna manera del taller, de cierto orden de mi taller, transportar las obras, hacerlas llegar y luego el proceso de encontrarle el lenguaje a la obra dentro de un nuevo espacio”. (Schwartz, 2025).

En esencia lo que la llevó a postular esta exposición al programa anual de Manzana 1, fueron trabajos que venía haciendo en papeles desde hace muchos años y que se venían acumulando. Esto daría lugar a una instalación que ella imaginaba como una cascada.

“La sala yo la quería para exponer mis trabajos en papeles japoneses, que hago desde el 2003 o 2005, son papeles que empecé a hacer por invitaciones a participar en Bienales de Caligrafía en Corea”. (Schwartz, 2025).

‘Jardín Colgante’

La exposición combina cuadros de pintura en lienzo, de dimensiones grandes, con acuarelas en pequeño formato y, el plato fuerte, la instalación de papeles japoneses que aparece flotante en el fondo de la sala posterior. En estos papeles, colgados en degradé y animados por una brisa inducida, están reflejadas las búsquedas conocidas de la artista: las texturas, las investigaciones abstractas del color y luego la naturaleza. Cabe mencionar que el papel tradicional japonés, llamado washi, se fabrica a mano desde hace siglos, y son muy adecuados para la restauración de documentos, hojas de libros y otros, debido a sus fibras largas. El papel japonés es de extrema ligereza, resistente, destaca por su absorción, no se decolora ni se vuelve quebradizos con el tiempo. Se trata por tanto de un trampolín simbólico perfecto para el arte contemporáneo, lo que la artista buscó resaltar con la instalación “Jardín colgante”, que da el título a la exposición.

Por otro lado, hay en esta exposición un aroma de taller, como si la artista hubiera querido trasladar algo de la esencia de su lugar de trabajo al espacio de exhibición. El recorrido de la muestra está diseñado de forma que los visitantes acompañen partes del proceso de creación de la artista.

Y es que, en cierta forma, el taller de Raquel es una suerte de jardín dentro de su economía afectiva, que ha transportado simbólicamente con el traslado de estas obras a la sala de Manzana 1. A parte de los papeles que pintó en el transcurso de las últimas décadas, en general las pinturas expuestas son relativamente recientes, y algunas terminadas específicamente para la ocasión.

Cuando Raquel Schwartz aparece con una nueva muestra, siempre hay que estar atentos a los usos que hace del espacio expositivo, porque como ella misma dice, es una artista del espacio, que lo utiliza de una manera constante como soporte de su obra. Valgan estas líneas como un primer intento de aproximación a la muestra.

Comparte y opina:

As7ro presenta su ábum debut, ‘Sombraluz’

Desde Buenos Aires, As7ro —alter ego de Santiago Peñaloza— lanza su primer disco que desafía las reglas del mainstream con una propuesta indie cargada de fusiones y reflexiones.

/ 15 de marzo de 2025 / 22:00

En tiempos de plataformas digitales, de Spotify y Youtube, el panorama para los músicos y los profesionales y especialistas que se mueven en el ámbito de la creatividad musical globalizada por internet se ha complejizado hasta extremos como el que apunta Miguel Bosé: “Hoy no quiero grabar. ¿A quién le vendemos nuestra música hoy día? ¿Dónde, en qué tienda? ¿Grabamos en Spotify, Apple Music y equivalentes que son horrores que no pagan? Para nosotros esto no es negocio ni vida, ni nada…ellos se hacen muy ricos, pero a nosotros se nos respeta muy poco”.

Que un músico con la trayectoria repleta de éxitos como Bosé durante por lo menos cinco décadas haya llegado a esa conclusión y ponga en evidencia su decepción por lo que acontece hoy con la industria musical, significa que nuevos valores que se han tomado y muy en serio el oficio de crear y producir música popular en sus distintos géneros, tienen que confrontar hoy día con dificultades inimaginables hasta principios de este siglo XXI en la lucha por encontrar su lugar en el mundo, ese en el que se aspira a ser escuchado y hacer de este fascinante oficio, una forma de vida.

En este nuevo contexto mundial de cómo se gesta el negocio musical, As7ro, alter ego de Santiago Peñaloza, ha iniciado un proyecto que ha dado lugar al lanzamiento de un primer álbum que con el título de “Sombraluz” que contiene nueve canciones se ha ido publicando desde Argentina, entre mayo y noviembre de 2024 y se puede escuchar en las plataformas digitales.

La propuesta es el producto de varios años de estudios en Bolivia y de la formación que As7ro ha conseguido en Buenos Aires como productor musical y que le ha permitido capacitarse en el manejo de los recursos tecnológicos que en la actualidad permiten grabar canciones, efectos sonoros y editar a partir de los nuevos soportes tecnológicos vigentes.

“Sombraluz” es un disco que nace como resultado de un aprendizaje que prácticamente comenzó en la infancia y la adolescencia. Para ello, su autor comprendió desde muy temprano que había que escuchar y mucho, escuchar continuamente, y en lo posible tener el privilegio de la experiencia presencial de estar frente a escenarios en los que ha tenido la posibilidad de escuchar y ver a Luis Alberto Spinetta, Fito Paéz, Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, Pedro Aznar, David Lebón, Dante Spinetta, Emmanuel Horvilleur, Julieta Rada, Clara Cava, Abril Olivera, Jorge Drexler, Lito Vitale, Santiago Motorizado, John Meyer, Hugo Fatorusso y Gonzalo Aloras y la lista no acaba aquí.

Las canciones de “Sombraluz” están inspiradas en la manera en que As7ro siente el mundo y la vida, a través de lo que él llama conciencia unitaria y que en primer lugar puede escucharse en “Tres marías”. Escrita y compuesta en La Paz, antes de salir hacia Argentina, As7ro cuenta que su mirada hacia el cinturón de Orión, la formación de las estrellas, lo conducen a pensar de que “hay cosas superiores que nos guían, uno siempre mira arriba para rezar, festejar, para sentir plenitud, cuando crees que estás hablando con un ser superior, instintivamente miras al cielo”.

“Sombraluz”, canción que da título al álbum, se refiere a la contradicción humana permanente: “la oscuridad no tiene necesariamente que ser mala o dañina, y la luz tampoco obligatoriamente reconfortante”, dice As7ro que también ha escrito A(l)ma “contra la regularización de la vida, con una letra que expresa enojo con el sistema en tiempos que como dice Calle 13, la nueva generación nace con wi-fi en el culo”.

Con toda la experiencia y el conocimiento adquirido en los dos últimos años en Buenos Aires, As7ro llega a la conclusión de que “hay música que no  ha muerto, sólo nos fijamos en el mainstream, en lo visible, a veces pensamos que como no es viral, no existe …hay músicos que no tendrán la masividad de Taylor Swift o Bad Bunny, pero tienen su público, doy un ejemplo al respecto: A la uruguaya Julieta Rada la siguen 70 mil personas, pero la siguen de verdad… hay músicos que piensan que debes apuntar a la fama, que la legitimidad pasa por lo viral… la música que sigo no es mainstream, no es para nada viral… existen bandas locales en distintos países con 10 mil seguidores que escuchan orgánica y auténticamente a esas bandas, y para mí eso es mucho más significativo que una alfombra roja de los Grammy… la masividad y lo que vende puede dar mucho dinero, pero el peligro de esta apuesta es renunciar a tu autenticidad… los sistemas operativos están muy automatizados y por eso se exige mucho menos creativamente… claro que hay que prepararse porque uno canta para hacerle justicia a la letra y a la  música que compone, y para eso, y para tocar teclado y guitarra se ha tenido que preparar (es mi caso)… cualquiera puede subir lo que se le de la gana, pero como decía Charly (García) no hay una ley que proteja a la música, pobrecita”.

Sin encasillarse en un solo género, “Sombraluz” es un álbum con canciones en las que figuran fusiones del R&B y pop con bossa nova, blues lento y afrobeat con flamenco y sus canciones han sido interpretadas íntegramente (voz, instrumentos, producción y mezcla) por As7ro que en Bolivia se formó con la guía de profesores como Sofía Petignat, Rodrigo Villegas, Mayra Gonzáles, Diego Ballón y Freddy Mendizabal y en Argentina egresó de la escuela de Producción Musical Arjaus.

Le puede interesar: Gonzalo Gómez y Gogo Blues lanzan este año ‘Ocho’, su nuevo álbum

“En esta primera gran experiencia de haber grabado un álbum con nueve canciones no hay una identidad local, de un país determinado, cosa que podría darse después ya que en realidad estoy empezando” dice As7ro que en “Sombraluz” ha incluido una canción de cuna (“Lullaby2) basada en la melodía de Brahms (lied alemán para voz y piano), “Elefante”, tema instrumental con influencia de Pat Metheny, inspirado en el folkore argentino “que escucho hace muchos años y me guió como músico a cargo de Mercedes Sosa, Cuchi Leguizamón, Daniel Toro, Aca Seca Trío, Manuel Castilla y varios más”.

Completan la propuesta “Mapa al Sol” (la amistad y sus valores), “Fauna y fe” (admiración por alguien fundamental en la vida de uno), “Tu reino” (los gatos comparten el mundo de los sueños) y “Sufrirte” que aborda la temática de la culpa y la necesidad de enmendar.

“Sombraluz”—que proximamamente será lanzado en formato CD– está en Youtube, Spotify, Apple Music, y se puede acceder a información sobre el álbum en Instagram y Tik Tok.

Síntesis: AS7RO es el proyecto solista de Santiago Peñaloza, productor, músico y compositor boliviano ahora radicado en Buenos Aires, Argentina con una mezcla única Indie que significa la exploración, creación y producción de géneros musicales no provenientes de grandes empresas con propuestas producidas y distribuidas de manera autónoma. Tiene previsto su retorno a Bolivia a mediados de este 2025 para continuar con su carrera musical e impartir clases de producción musical, teclado y guitarra para niveles básico e intermedio.

*El autor es  periodista y productor ejecutivo del  álbum Sombraluz

Comparte y opina:

‘Los Macheteros’ colorean las calles de Burdeos, Francia

Con trajes amazónicos y la danza ancestral de “Los Macheteros”, Bolivia deslumbró por primera vez en el Carnaval des deux Rives, en la capital francesa del vino.

/ 15 de marzo de 2025 / 21:43

Bolivia se presentó por primera vez en el ya conocido “Carnaval des deux Rives” en la capital del vino, Burdeos: “la perla de Aquitania”, ciudad reconocida por su belleza, arquitectura y riqueza patrimonial. El rojo, amarillo y verde destacó entre al menos 25.000 bailarines que se dieron cita en el encuentro como cada año. En esta ocasión, los coloridos y llamativos trajes amazónicos, del departamento del Beni, tomaron posesión de las calles francesas, con la danza oriental “Los Macheteros”, con la participación de una treintena de residentes bolivianos, niños, jóvenes, adultos y hasta gente de la tercera edad. 

La Edición 2025 de este encuentro, que se lleva a cabo, cada año con distintas temáticas, se desarrolló frente a un público diverso, en esta ocasión con la temática “l’Amazonie” (la Amazonía). 

La asociación de países latinoamericanos “Latino Mex Bordeaux”, entre los que Bolivia participa por primera vez, destacó por la bella indumentaria proveniente de esta región de selva húmeda, que interpreta, desde una perspectiva nativa, la resurrección de Jesucristo y su ascensión a los cielos. 

Natalia Fernández Ledezma, estudiante de comunicación en la Universidad Montaigne de Bordeaux, señaló que “no es común ver los bailes bolivianos en eventos como este. Nosotros quisimos mostrar algo de nuestra riqueza cultural y destacar como país”. 

La defensa de la cultura boliviana a través de este tipo de eventos, debe ser la norma entre los residentes bolivianos en el extranjero, es por ello, que un grupo pequeño de compatriotas se organizó frente a otros países que se apropian del folklore nacional. 

La vistuosidad de ‘Los Macheteros’

Para el francés burdigalense, Dimitri Amirault, estudiante de desarrollo de webs, que participó de la organización junto al grupo de bolivianos, este primer encuentro con la cultura fue una sorpresa. “Estoy impresionado por la motivación del grupo boliviano que se organizó para participar en este Carnaval. Ver el proceso de la preparación de los trajes, la coreografía que se hizo en poco tiempo y el ambiente en general que se creó alrededor de esto, me ha parecido muy hermoso”.

“Increíble haber vivido esta experiencia tanto por dentro de la organización como por fuera. Me pareció espléndido”, comentó el joven francés.

En cuanto a la opinión de los espectadores, “Los Macheteros” sobresalieron por ser uno de los grupos más activos, alegres y entusiastas. El público elogió su participación. “Fuimos uno de los grupos más alegres, hemos recibido comentarios muy positivos”, señalaron los bailarines.

La parada de este pasado 9 de marzo dedicada a la Amazonia, combinó a la perfección con el espíritu de este Carnaval: coloreado, vasto y vivo en cuanto a culturas ancestrales. La cita para los bailarines fue a las 14:00 en punto para empezar en la calle Quai de Queyries. Atravesó el centro de la ciudad por las calles principales, Garonne via le pont de pierre, en el centro de Burdeos, continúo por el paseo Victor-Hugo, el paseo Pasteur et la rue Duffour-Dubierger hasta llegar a la place Pey-Berland, en pleno corazón de la capital. 

Esta primera iniciativa y participación del Carnaval de “Des deux Rives”, además,  de ser parte activa de la asociación de latinoamericanos en Burdeos; abre nuevas puertas para futuras actividades culturales donde la multiculturalidad y riqueza del folklore boliviano estará más presente que nunca. 

Le puede interesar: El 21 de marzo, el MNA inaugura una muestra pictórica del maestro Ismael Lizme

Comparte y opina:

Juan Ignacio Revollo: el arte de traducir a las montañas

El artista presenta en "El Valle de La Paz: Impresiones del Paisaje" una exploración visual que trasciende la mera ilustración para convertirse en una sinfonía de formas y texturas.

/ 8 de marzo de 2025 / 23:43

Pocos ejercicios como el grabado para entender el proceso de hechura de realización de una imagen: la complejidad, la sucesión de mediaciones, la trayectoria que oscila entre la observación atenta, la pasión por una idea, la justa combinación de instrumentos, la comprensión de secretos y singularidades propios de diversos materiales, la consolidación de recetas en una suerte de cocina simbólica, la agencia del tiempo en la materia y, al final del camino, la estampa definitiva en una superficie de papel, para recién hacerse visible al mundo.

Juan Ignacio Revollo (La Paz, 1982) ha hecho de esta vieja alquimia su oficio y lo ejerce con una poética muy personal y poderosamente enigmática, más aún dada su rebeldía cuando se trata de limitar la gráfica al campo de lo ilustrativo. Muy al contrario, en este caso, la visión, su visión, de Los Andes y de los alrededores del valle de Chuquiago, se manifiesta más como un poema o una sinfonía que como una simple ilustración del paisaje.

El miércoles 5 de este mes, el artista plástico inauguró la exposición «El Valle de La Paz: Impresiones del Paisaje» en la Galería de Arte de la Carrera de Artes y Diseño de la UMSA. La muestra subsume un trabajo de veinte años (2004-2024) de rigurosa indagación sobre la plástica de la cordillera que nos acuna, a través de diferentes procedimientos de grabado.

La exposición estará abierta al público hasta el día viernes 14 de marzo y amerita una o más visitas para disfrutar de una experiencia que invita a la contemplación y al diálogo –íntimo y silencioso– con el sobrecogedor panorama andino, a través de un manejo exquisito de técnicas que nos enseñan que una imagen para ser poética debe ser, sobre todo, una travesía.

Conversamos con Juan Ignacio sobre esta selección que funge, además, como una conclusión en su formación académica pero que trasciende por mucho el formalismo y el trámite de una tesis universitaria para adentrarse en lo realmente importante de una obra plástica: el amor inconmensurable por la imagen, sus técnicas y las emociones que de estas emanan.

¿Cómo ves la evolución en tu trabajo desde 2004 hasta 2024?

Puedo decir que hay una clara evolución en el manejo de las técnicas. A partir de la familiarización con las mismas y la relación que uno va desarrollando en la práctica, suceden encuentros y cabalidades entre lo imaginado y ejecutado.

¿Cómo trabajas el proceso que va desde la idea hasta la imagen plasmada en papel?

Por lo general voy realizando bocetos y trazando ideas en un cuaderno pequeño, resultando en composiciones, entre las cuales algunas, con suerte, logran expresar su propio carácter o, mejor dicho, muestran con qué técnica gráfica o pictórica serían idealmente producidas como obra final. En las técnicas gráficas clásicas, las matrices o planchas son impresas sobre papel, determinando gran parte del acabado final de la estampa. En mi trabajo intento encontrar una sintonía entre la composición grabada, el color de la tinta y el papel que soportará la imagen. Los aspectos que pueden variar entre los diferentes papeles que hay son el grosor, firmeza, textura y color, por mencionar algunos. Todos estos juegan un rol estético, a veces hasta conceptual, en la composición final de la obra.

¿Qué te gusta de las técnicas de aguafuerte y aguatinta?

Me gusta mucho la soltura y expresividad posibles en estas técnicas, tanto como los resultados estéticos que surgen de su impronta sobre el papel. Pero principalmente creo disfrutar más del contacto con los materiales en sus procesos, desde el agua, la plancha fría de metal, los abrasivos y las puntas, los barnices, solventes y otros, que configuran la atmósfera de un taller de grabado. Provocando mi abstracción y concentración en la hechura del trabajo.

¿Qué te gusta de la xilografía?

A diferencia de las técnicas en metal, que encuentro frías físicamente, la xilografía vendría a ser el medio más cálido, si vale el término, entre las técnicas del mundo gráfico. En este caso, el contacto con la matriz es directo durante todo el proceso de grabado. Las pocas herramientas y recursos necesarios hacen de ella una técnica sencilla de ejecutar, pero que a la vez requiere de mucha paciencia y precisión para encontrar la imagen buscada. Otros aspectos que me gustan de la xilografía son la resistencia que ofrece cada madera y la veta única que tiene cada pieza, que puede ser utilizada como recurso gráfico en una composición plástica.

Tu obra, por momentos, pareciera rozar con la abstracción. ¿Cómo relacionas el paisaje con la abstracción?

Encuentro una relación muy estrecha entre ambas configuraciones, hablando en términos de una imagen fija y enmarcada. Como a la vez encuentro en la contemplación del paisaje vivo, fragmentos y piezas hermosas de composiciones visuales, algunas puramente abstractas y otras que también figuran otros paisajes dentro de las mismas.

¿Cómo ves el rol del grabado en medio del tsunami de imágenes que circulan en el siglo XXI mediante redes sociales, videojuegos, plataformas de streaming y, ahora, a través de representaciones generadas por I.A.?

Creo que el grabado y sus medios de producción, que son esencialmente manuales, pueden ser un refugio de la memoria y la cultura gráfica de nuestros tiempos. Para tomar conciencia de lo que implica y significa recrear o fijar una imagen sobre un soporte para luego traspasarlo a otro y así poderla multiplicar.

¿Esta exposición cierra una época o piensas seguir ahondando en esta técnica y en esta poética del paisaje?

Pienso que esta exposición marca un hito en mi carrera profesional. No creo que cierre un ciclo o época, ya que la temática del paisaje todavía me genera curiosidad y, además, el ámbito geográfico donde habito es demasiado potente sensorial y visualmente, por lo que veo difícil que sus rasgos dejen de inspirarme. Sin embargo, espero poder ser crítico y versátil como también ampliar mi asombro por otros aspectos de la vida.

Le puede interesar: Una muestra en Homenaje al Día Internacional del Escultor se exhibe en la Casa de la Cultura

Comparte y opina:

Lady Gaga lanza ‘Mayhem’: vida y renacimiento de una popstar

El pasado viernes, la estrella del pop neoyorquina presentó su sexto álbum de estudio.

/ 8 de marzo de 2025 / 22:45

Desde sus inicios, Lady Gaga ha sido sinónimo de provocación, excentricidad y una reinvención constante que pocos artistas pop pueden igualar. A casi dos décadas de su debut, la estrella neoyorquina vuelve con su sexto álbum de estudio, Mayhem (que significa caos, violencia). Un regreso electrizante a sus raíces dance-pop, pero con un giro oscuro, industrial y tempestuoso que reafirma su capacidad de desafiar las expectativas.

Grabado en el legendario estudio Shangri-La de Rick Rubin en Malibu, Mayhem es un frenesí sonoro que recoge influencias de David Bowie, Prince, Trent Reznor, y Earth, Wind & Fire. Esta vez, Gaga se sumergió en un proceso de creación que la llevó a explorar la intensidad emocional de sus noches más salvajes. «Es como si te llevara en un viaje a través de una sola noche de locura», dijo en una entrevista reciente.

El álbum está impregnado de una sensación de urgencia, una mezcla de vulnerabilidad y agresividad que refleja tanto su faceta artística como su vida personal. A diferencia de Chromatica (2020), donde la música servía como un escape de su dolor, Mayhem abraza el caos de frente. Parte de esta evolución se debe a la participación de su pareja y co-productor, Michael Polansky, quien, según Gaga, la impulsó a regresar al pop puro después del interludio jazzístico de Harlequin (2024), la banda sonora de Joker: Folie à Deux.

Un sonido que desafía géneros

La variedad sonora de Mayhem es una de sus grandes fortalezas. El disco oscila entre el synth-pop y el industrial, con toques de grunge y funk ochentero. Canciones como Abracadabra canalizan la energía rave de los 90, mientras que Zombie Boy se sumerge en un groove disco futurista. Shadow of a Man, por otro lado, recuerda la electrónica minimalista del French Touch, y Killah, con producción de Gesaffelstein, se adentra en las sombras del trip-hop y el techno.

Pero no todo es oscuridad. Vanish Into You y Love Drug traen destellos de romanticismo con un sonido que evoca a New Order y Yazoo. Y, por supuesto, está Die With A Smile, su exitoso dueto con Bruno Mars que ya le valió un Grammy.

La furia y la crítica a la fama en Lady Gaga

Desde The Fame (2008), Gaga ha sido una cronista del precio de la celebridad. En Mayhem, retoma este tema con más cinismo que nunca. Perfect Celebrity es un himno mordaz que cuestiona la obsesiva búsqueda de la perfección en la era digital, con líneas como «You make me money, I’ll make you laugh» (Tú me haces ganar dinero, yo te haré reir) y referencias a la caza mediática de figuras como la princesa Diana. La canción pinta un retrato despiadado de la industria del entretenimiento, donde la imagen y la rentabilidad prevalecen sobre la autenticidad y el bienestar de los artistas.

No es la primera vez que Gaga toca este tema, pero en Mayhem lo hace con un nivel de desencanto y madurez que resuena con la era de las redes sociales y la presión por la inmediatez. Con la llegada de plataformas como TikTok y YouTube, la definición de «celebridad» ha cambiado drásticamente. Ahora cualquiera puede alcanzar la fama de la noche a la mañana, pero con ello vienen también el escrutinio y la explotación. Gaga juega con esta idea, sugiriendo que la cultura de la celebridad ha perdido su mística y se ha convertido en un producto desechable.

Otros temas del álbum también abordan esta tensión entre la fama y la identidad personal. Don’t Call Tonight habla de los límites necesarios que deben establecerse para protegerse del acoso. “You pull me close and knock me down. Then I beg to come back around. I’m so addicted to your lies, oh, and in the mirror I get weak, at the girl starin’ back at me. They’re your eyes, they’re your eyes” (Me acercas y me derribas. Entonces te ruego que vuelvas. Soy tan adicta a tus mentiras, oh, y en el espejo me debilito, ante la chica que me mira. Son tus ojos, son tus ojos).

Las letras de Lady Gaga

En The Beast explora la relación entre el glamour, el deseo y la caída. “You can’t hide who you are, 11:59. Your heart’s racin’, you’re growlin’ and we both know why. Yeah, we both know why. Turn on the music, turn off the lights, I wanna feel the beast inside. I know you’re hungry, ready to bite, I wanna watch you turn tonight, I wanna feel the beast inside” (No puedes ocultar quién eres, 11:59. Tu corazón late fuerte, estás gruñendo y ambos sabemos por qué. Sí, ambos sabemos por qué. Enciende la música, apaga las luces, quiero sentir la bestia dentro de ti. Sé que tienes hambre, listo para morder, quiero verte transformarte esta noche, quiero sentir la bestia dentro de ti).

El disco también tiene su cuota de rebeldía política. En los Grammy, Gaga usó su discurso de aceptación para defender a la comunidad trans en un momento político tenso en EEUU, un recordatorio de que su activismo sigue siendo una parte esencial de su arte. Al igual que en Born This Way, la cantante no teme utilizar su plataforma para desafiar el status quo y abogar por los derechos de las minorías. Esta dimensión política y crítica convierte a Mayhem en un disco que no solo hace bailar, sino que también invita a la reflexión sobre el precio de la fama y la responsabilidad de las figuras públicas en la sociedad actual.

Un regreso con sabor a legado

La crítica ha sido prácticamente unánime, aclamando Mayhem como un regreso triunfal a la esencia de Gaga, sin que parezca un intento desesperado por revivir glorias pasadas. “El primer álbum de Gaga en cinco años recuerda algunos de sus mejores momentos sin dar la sensación de un paso atrás”, escribió Brittany Spanos en Rolling Stone.

Si bien hay guiños evidentes a The Fame y Born This Way, la cantante logra actualizar su sonido sin caer en la nostalgia fácil. La producción de Andrew Watt y Cirkut añade un pulido moderno, mientras que la colaboración de Gesaffelstein le da un filo inusual para el pop contemporáneo.

En un panorama dominado por la experimentación de artistas como Charli XCX y Chappell Roan, Gaga demuestra que todavía puede marcar la pauta sin perder su esencia. Lo que hace a Mayhem destacar no es solo su sonido ecléctico, sino su capacidad de captar el espíritu de una era donde la música pop se enfrenta a nuevas demandas de originalidad y relevancia.

Además, el álbum muestra a una Gaga más madura, capaz de equilibrar su faceta provocadora con una exploración más introspectiva de su carrera y de su impacto en la cultura pop. Su habilidad para fusionar lo clásico con lo moderno la convierte en una de las pocas artistas de su generación que sigue evolucionando sin perder autenticidad.

Con Mayhem, no solo recupera su trono como una de las artistas pop más influyentes del siglo XXI, sino que también nos recuerda por qué su caos sigue siendo tan electrizante como el primer día. Su capacidad de reinventarse, de renacer una y otra vez, de desafiar convenciones y de mantenerse fiel a su visión artística garantiza que su legado continúe creciendo, asegurando su lugar en la historia de la música pop.

Le puede interesar: El Festiblues 2025 reúne a bandas de EEUU, Argentina, Brasil y Bolivia en abril

Comparte y opina: