Quirquincho andino, la revelación de sus genes
Nuevos estudios plantean una evaluación de la clasificación del ‘Chaetophractus nationi’.

El quirquincho andino o Chaetophractus nationi (Thomas, 1894), también llamado armadillo peludo del altiplano, es una pequeña especie amenazada de extinción y vive en la región andina de Bolivia, Perú y Chile. Un reciente estudio genético a especímenes hallados en Oruro señala que éstos comparten un marcador de ADN (haplotipo mitocondrial único), que también se encuentra en un ejemplar de Chaetophractus vellerosus de Argentina. Esto sugiere una ausencia de diversidad genética, producto de una reducción local de su población. Además, el estudio plantea una nueva evaluación taxonómica, es decir, la reformulación de su clasificación.
“Existen actualmente 21 especies descritas de armadillos (Xenarthra, Cingulata, Dasypodidae). Una reevaluación reciente de su estado de conservación ha demostrado que prácticamente todas las especies son afectadas por la caza y la degradación de su hábitat. También se determinó la escasez de información básica en la historia natural y la dinámica poblacional de muchas especies de armadillos, e incluso inconsistencias en la taxonomía de algunas de estas especies”, explica Guido Valverde, doctor en Paleogenética por la Universidad de Adelaida, Australia, que formó parte del estudio.
El grupo de armadillos peludos tiene cinco especies clasificadas en la subfamilia Euphractinae: Euphractus sexcinctus, Zaedyus pichi y el Género Chaetophractus, cuyas especies descritas son Chaetophractus villosus, Chaetophractus vellerosus y Chaetophractus nationi, con una amplia distribución en Sudamérica.
En Bolivia, el quirquincho andino es cazado con fines tradicionales: los caparazones se utilizan para fabricar charangos y los cuerpos se convierten en matracas para bailes tradicionales folklóricos, especialmente durante el Carnaval en Oruro. “Si bien existe una ordenanza municipal que prohíbe la utilización de esta especie para estos fines, es necesario implementar medidas estrictas de protección para la preservación de su hábitat y por ende de la especie”, señala Valverde.
Ejemplar tipo taxidermizado utilizado en los estudios de morfología.
Hasta el momento, la investigación básica del quirquincho andino ha sido realizada desde un punto de vista tradicional y la información ha sido relevante para establecer aspectos como su población, hábitat, distribución y factores de amenaza y conservación. Sin embargo, un estudio científico que contemple parámetros como la diversidad genética y morfología no se había hecho hasta ahora.
El estudio Systematics of hairy armadillos and the taxonomic status of the Andean hairy armadillo (Chaetophractus nationi), publicado en el Journal of Mammalogy, reporta la primera evaluación sistemática filogenética —es decir, sobre la relación de parentesco entre especies— de los armadillos peludos en Sudamérica. “Se utilizó un análisis morfológico y molecular de todas las especies descritas, poniendo especial énfasis en el estado de conservación del quirquincho andino en Bolivia”.
En esta investigación participaron investigadores de universidades de Bolivia, Argentina y Francia y se contó con el apoyo de organizaciones que se dedican al control, registro y evaluación de estos ejemplares en el país, como el Zoológico Municipal Andino de Oruro, Conservación Boliviana de Fauna (CBF), la Dirección General de Biodiversidad (DGB) y el Grupo Especialista Armadillo, Oso Hormiguero y Perezoso de la UICN (Unión de la Conservación de la Naturaleza).
Los resultados son reveladores: la especie Chaetophractus nationi tiene similitud genética y morfológica con otra especie del género denominada Chaetophractus vellerosus, por lo que se ha determinado que la clasificación del quirquincho andino debe ser reevaluada. “A la luz de la nueva evidencia científica derivada en este estudio, Chaetophractus nationi no debe ser considerada una especie taxonómicamente válida”, señala el científico.
Guido Valverde (investigador), Abraham León (médico veterinario) en el Zoológico Andino Municipal de Oruro.
Además, los datos genéticos indican que los especímenes de Chaetophractus de regiones de altitud en Bolivia comparten un marcador de ADN que también se encuentra en un espécimen de Chaetophractus vellerosus de Argentina. Esto sugiere una ausencia de diversidad genética, observada en los 10 individuos muestreados a escala en Oruro. Este indicador muestra una reducción del tamaño local de la población de quirquinchos.
“Chaetophractus nationi, ahora llamado Chaetophractus vellerosus, tendría que ser incluido en una categoría amenazada – vulnerable o en peligro dentro de Bolivia, de acuerdo con la Lista Roja de especies amenazadas de la UICN y las medidas de conservación deberían ser implementadas tan pronto sea posible para salvar a la especie de la extinción regional”, sentencia el investigador boliviano, que recalca que este cambio taxonómico de la especie Chaetophractus nationi no debe excluir la protección de las poblaciones altoandinas de Bolivia que están sufriendo una reducción continua debido a su sobreexplotación para fines tradicionales.
“Los quirquinchos son emblemáticos en la región andina de Bolivia, particularmente de Oruro, donde están estrechamente relacionados con su patrimonio cultural. Sin embargo, no solo debe ser parte del ideal como la identificación de la población con este animal, cuando la especie se encuentra seriamente amenazada. Es ahora cuando a nivel municipal y en conjunto con las instancias pertinentes se debe tomar conciencia y, sobre todo, ejecutar políticas y estrategias de manejo adecuadas para preservar dicha especie, patrimonio del departamento y símbolo del pueblo orureño”, concluye Valverde.