Pando, el departamento benjamín con mucho que ofrecer
Tiene variados atractivos turísticos como contemplar la llegada de loros al amanecer en Puerto Rico, la práctica de la pesca deportiva en la comunidad Galilea, el Festival de la Toronja Dorada, entre otros.

Pando es la Perla del Acre. Considerado el departamento benjamín de Bolivia, fue creado el 24 de septiembre de 1938 sobre lo que antes fuera territorio de colonias del noreste, y debe su nombre al militar explorador y expresidente, general José Manuel Pando.
Su nacimiento fue posible gracias a las gestiones de los pobladores y parlamentarios dirigidos por Roberto Jordán Cuéllar y reconocido por el teniente-coronel Germán Busch Becerra, mandatario beniano que comprendió la necesidad de consolidar la soberanía en la región del noreste del país con un noveno departamento, según explica la historiadora Alicia Navía Mier. Fue escenario del conflicto limítrofe y bélico entre Bolivia y Brasil, que terminó con la victoria brasileña y la consecuente anexión de los territorios sobre los que Bolivia señalaba soberanía.
Tiene una extensión de 63.827 km2 y su capital es Cobija, fundada el 9 de febrero de 1906 con el nombre de Bahía en el margen derecho del río Acre. Los grupos étnicos que la habitaron y que aún viven allí son los caripunas, cavineños, esse ejja-chamas, machiners, pakawaras, takanas, toromonas y yaminahuas.
Tiene variados atractivos turísticos como contemplar la llegada de loros al amanecer en Puerto Rico, la práctica de la pesca deportiva en la comunidad Galilea, el Festival de la Toronja Dorada con elección de Miss incluida, un abanico de haciendas que exhiben la hospitalidad del pandino, los atardeceres en la comunidad Blanca Flor y gastronomía nacional amazónica y también brasileña. Es la Perla del Acre que aguarda por usted.
Una invasión mañanera de loros en Puerto Rico
El amanecer en Puerto Rico (en la provincia Manuripi) difícilmente puede ser igualado por otro, ya que desde el pueblo se puede contemplar en el horizonte la confluencia de los ríos Tahuamanu y Manuripi, que desembocan en el río Orthon. Y hasta allí, siempre puntuales, a las 06.00 de todos los días, llegan bandadas de loros. Miles de aves que aprovechan las primeras horas del día para llegar a la ribera y alimentarse con salitre, tal vez como ocurre desde antes de 1938, cuando el departamento de Pando fue creado en honor al expresidente Juan Manuel Pando y el poblado de Puerto Rico fue designado como su capital. Sin duda, un espectáculo natural que todo visitante disfrutará.
Para llegar a esta región desde Cobija se puede tomar algún bus, el pasaje cuesta Bs 40. En los llamados “rapiditos” sube a Bs 50 y en surubís llega a Bs 60.
Para saber de la vida silvestre en el Manuripi
En cuanto se enciende la linterna durante el recorrido nocturno a través del río Manuripi, de repente aparecen cientos de ojos que alumbran el panorama como si fueran luces de una ciudad. De esta manera se puede vivir la experiencia de ingresar a la Reserva Nacional de Vida Silvestre Amazónica Manuripi, donde también se puede ver osos, jaguares, capibaras, una infinidad de peces, otra gran cantidad de aves. Para los amantes de la flora, el lugar espera con palmeras, cedros, siringa, mara y cedro, principalmente. Está ubicada al sudoeste de Pando, en gran parte de la provincia Manuripi, colindante con Perú.
Existen varias agencias de viajes en el país que ofrecen el paquete para visitar la Reserva Nacional Amazónica del Manuripi Heath.
El paraíso para los amantes de la pesca
En la comunidad Galilea del municipio de San Lorenzo (provincia Madre de Dios) uno de los mayores atractivos es la pesca, por lo que es un lugar ideal para los amantes de esta práctica. Allí se puede lanzar la caña para atrapar paiches, surubís, pacús, tambaquís, pirapitingas, palometas, sábalos y otras variedades de peces que habitan en la cuenca amazónica. Se recomienda visitar este lugar al menos por tres días, ya que además de la pesca se pueden realizar extensas y atractivas caminatas por la selva para apreciar la inmensa fauna silvestre que ofrece la zona.
Gonzalo Moreno, el puerto de las toronjas
No hubo necesidad de manipulación humana para que las toronjas crezcan en las tierras de Puerto Gonzalo Moreno, municipio de la provincia Madre de Dios. Si bien, por falta de mercados y de caminos, es dificultoso que el cítrico sea comercializado, es también un orgullo que la fruta se multiplique en esta región que tiene como límite el río Beni para arribar a Riberalta. Cada 17 de septiembre se lleva a cabo el Festival de la Toronja Dorada, en el que es elegida la Miss Toronja del año.
Gonzalo Moreno o Agua Dulce es la primera sección municipal de la provincia Madre de Dios y se encuentra a aproximadamente 450 kilómetros al sur de Cobija.
La comunicación con este municipio es posible a través de la vía fluvial o aérea.
Frutas selváticas en el mercado campesino
Además del copoazú y el asaí, frutas deliciosas y muy populares en Pando, al mercado campesino llegan alimentos orgánicos que crecen en medio de la Amazonía boliviana, como la carambola, el cedrillo, la cancharana, el mango, la grabiola o la guanábana, una variedad de cítricos y otra lista de frutas selváticas que se pueden encontrar en los centros de abasto, que se instalan los fines de semana en Cobija y en Porvenir, principalmente.
La feria campesina en la capital pandina se lleva a cabo todos los sábados y domingos en el centro, en la zona ex Patty Ray.
Desde temprano también llegan campesinos a Porvenir para ofrecer su producción orgánica todos los sábados.
Hospitalidad de las haciendas pandinas
La gente del lugar asegura que el pandino es amistoso y que le gusta compartir con la gente. Es por esa razón que el visitante no tiene problemas para ingresar en algunas de las haciendas cercanas a Cobija y observar el trabajo que llevan a cabo los ganaderos de la región. Ellos se precian de ser productores de una de las mejores carnes de res del país, gracias a los campos que siempre lucen verdes y crecen de manera natural, y también por la ayuda de la genética para el mejoramiento de las vacas, con la influencia principal de la ganadería cruceña y brasileña. Así es que si quiere experimentar la vida de ganadero, acuda a estos lugares.
Para ingresar a las haciendas es recomendable identificarse y pedir permiso a los responsables.
Cuando el boliviano o el real ya no importan
Marco Fernández n Si algo llama la atención en las caminatas por la capital pandina es que es indistinto pagar o cobrar en moneda boliviana o brasileña. Por la cercanía con las ciudades brasileñas de Epitaciolândia y Brasiléa, que están separadas de Cobija por el río Acre y a la vez unidas por el Puente de la Amistad, la población maneja tanto el boliviano como el real, y lo mismo ocurre al pasar el límite político. Lo bueno de esta costumbre es que no existe el temor de haber olvidado reales en el lado brasileño o viceversa.
Actualmente, un boliviano equivale a 0,47 reales brasileños. La gente cobijeña aconseja visitar Epitaciolândia o Brasileia, porque la moneda nacional es más fuerte.
Comida por kilo en el Curichi del Cocodrilo
Hay una gran variedad de alternativas gastronómicas para la familia en esta joven ciudad, pero la que llama la atención es el Curichi del Cocodrilo, un restaurante balneario que ofrece, desde el mediodía de miércoles al domingo, comida por kilo con una variedad de alternativas culinarias tanto de la Amazonía boliviana como brasileña. Guiso de gallina, majadito, jigote de charque o vacío al horno destacan en el caso de la gastronomía nacional, y feijoada en el caso de la brasileña. Por la comodidad de sus ambientes, es el lugar de preferencia para organizar charlas institucionales o celebrar acontecimientos especiales como cumpleaños.
El restaurante se encuentra en la avenida 16 de Julio, a cuadra y media del estadio Rubén Parada Suárez.
El precio del almuerzo buffet es Bs 70.
Molho pardo, con carne y sangre de pato
La gastronomía en el departamento de Pando, en todas sus provincias, se caracteriza por la fuerte influencia brasileña. Por ello no es extraño hallar una feijoada (hecha con frijoles y carne de cerdo) o una farofa (harina de yuca tostada acompañada con charque). Pero en esta mezcla culinaria destaca el molho pardo, un guiso de pato cocinado con la sangre del animal, y acompañado con ají cheiroso, una variedad del lugar, lo que otorga un sabor muy particular a esta comida, que es parte de la idiosincrasia pandina.
Lechón oriental con ensalada de papaya verde
Uno de los atractivos en Pando es sin duda su cocina local, muy distinta a la que se encuentra en las regiones del occidente del país, donde las frutas y las verduras ocupan generalmente un lugar secundario. En este platillo, la papaya, que debe estar bien verde, es la estrella. Se la cocina y se la pica en cubos, para luego mezclarla con cebolla, vinagre, sal y con ají cheiroso (un condimento brasileño que se caracteriza por ser dulce). Combina perfectamente con el chancho cocido en horno (preferentemente en uno de barro). Se complementa con arroz, plátano frito y algunos otros vegetales. Existen variaciones en toda la región oriental, pero sin duda el sabor pandino es un plus.
Este plato se ofrece en diferentes restaurantes, aunque uno preparado en casa se lleva la flor.
Atardecer espectacular en una Blanca Flor
La vegetación oscura contrasta con el atardecer que pinta de dorado y rojo el horizonte en Blanca Flor. Esa experiencia solo se puede vivir en esta comunidad perteneciente a la provincia Madre de Dios, distante 305 kilómetros de Cobija. Además de la naturaleza, que definitivamente es lo mejor, existen deliciosas alternativas gastronómicas locales, en especial con carnes de jochi pintado y de peta. Para posibilitar la comodidad del turista, la comunidad indígena esse ejja cuenta desde hace poco con cabañas ecológicas cerca de los ríos, lagos y sendas de bosques.
El transporte en bus desde la capital pandina dura aproximadamente cuatro horas.
El precio del pasaje fluctúa entre Bs 60 y 70.