El oro se perfila como gran protagonista en 2025
El metal amarillo cierra la temporada impulsado al alza y con los mercados previendo que se acerque a $us 3.000 la onza fina el año que viene.

El oro, tradicionalmente considerado un refugio seguro en tiempos de incertidumbre, parece estar preparado para un desempeño histórico en 2025. Según las proyecciones de los expertos, sus precios que podrían alcanzar los $us 3.000 el año que viene. Los factores clave citados incluyen los recortes en las tasas de interés, la incertidumbre geopolítica y los cambios en las políticas comerciales globales.
Heraeus Precious Metals prevé que los precios del oro oscilen entre $us 2.450 y $us 2.950 por onza en 2025. “Si las medidas de estímulo económico del gobierno chino impulsan la economía, China e India podrían proporcionar una base sólida para la demanda de oro”, destacó la firma en un informe reciente. Esta previsión viene acompañada por un fuerte aumento de más del 29% en los precios del metal durante 2024, marcando su mejor desempeño anual desde 2010.
El Banco Popular de China reanudó sus compras de oro en noviembre tras una pausa de seis meses, según datos de la esa institución. Este regreso al mercado refuerza el papel de los bancos centrales como actores clave en la demanda de oro. “Seguimos viendo a los bancos centrales diversificar sus reservas. Esto respalda los precios del oro”, señaló Michael Widmer, jefe de investigación de metales del Bank of America (BoA).
El oro en Bolivia
En el caso del país, el Banco Central de Bolivia (BCB) informó que hasta octubre adquirió cerca de 11 toneladas de oro en 2024. Las compras se realizaron en el marco de la Ley 1503 y están destinadas al fortalecimiento de las Reservas Internacionales Netas (RIN).
“A finales de octubre de este año, habríamos comprado 10.83 toneladas, prácticamente 11 toneladas. Es decir, en promedio más de una tonelada mensual”, destacó el presidente del BCB, Edwin Rojas.
“Hemos logrado generar procesos que nos han permitido comprar oro de producción nacional de manera permanente, efectuar todo lo que es el acopio de este oro, y por supuesto, posteriormente, hacer la refinación para obtener oro de buena entrega, así se denomina, y que pueda ser monetizado, y pueda ser utilizado, y reforzar las reservas internacionales en materia de pagos”, aseveró Rojas.
Al 7 de noviembre, las reservas del país sumaron $us 1.970 millones, superior en $us 262 millones respecto a finales de 2023.
Factores económicos y geopolíticos
Los analistas coinciden en que la incertidumbre geopolítica y económica será un motor clave para el oro en 2025. “Con el regreso de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, es probable que haya más incertidumbre con respecto al comercio y los aranceles”, indicaron Steffen Metzger y Stefan Staubach de Heraeus. Esta situación podría aumentar la demanda de activos refugio.
El Bank of America señaló que la administración Trump podría fomentar una combinación de políticas que “bien podrían limitar el apetito de los inversores por aumentar las compras de oro en el corto plazo”. Sin embargo, los riesgos macroeconómicos y el creciente déficit fiscal de Estados Unidos podrían contrarrestar este efecto; creando un entorno favorable para el metal precioso.
Goldman Sachs también pronostica un alza continua en los precios del oro, incluso en un escenario de fortalecimiento del dólar estadounidense. “Rechazamos el argumento común de que el oro no puede subir a $us 3.000 por onza para finales de 2025; en un mundo en el que el dólar se mantiene más fuerte durante más tiempo”, afirmaron los analistas liderados por Lina Thomas.
Dinámicas del oro
Aunque se espera que los bancos centrales reduzcan levemente sus compras respecto a 2024, su influencia en el mercado del oro seguirá siendo significativa. La demanda industrial también juega un papel relevante. En este sentido, Heraeus proyecta un aumento en la demanda de plata, impulsada por el crecimiento de la energía solar fotovoltaica. Los precios de la plata podrían oscilar entre $us 28 y $us 40 por onza, superando al oro en los mercados alcistas tardíos.
Por otro lado, el mercado del platino seguirá siendo deficitario, con precios estimados entre $us 850 y $us 1.220 por onza. Esto se debe a la creciente demanda en los sectores automotriz e industrial. En contraste, la demanda de paladio podría disminuir, afectada por el menor avance en la transición hacia los vehículos eléctricos.
Un entorno de consolidación
A pesar de las expectativas alcistas, los analistas advierten que el oro podría enfrentar una fase de consolidación en la primera mitad de 2025. “En este momento, el oro está estancado en un entorno en el que no tenemos nada tangible para que los inversores vuelvan al mercado”, explicó Widmer, de BoA. Sin embargo, se espera que esta situación sea temporal, con precios promedio de $us 2.750 por onza para el próximo año.
La creciente deuda nacional de Estados Unidos también podría respaldar los precios del oro, según los analistas. “Los bancos centrales siguen siendo grandes tenedores de bonos gubernamentales, y las perspectivas fiscales ofrecen un fuerte incentivo para diversificar y agregar oro a sus reservas”, destacó el informe del BoA.
Macroeconomía
Con un contexto macroeconómico incierto, tensiones geopolíticas y cambios en las políticas monetarias y fiscales, el oro se consolida como un activo clave para los inversores en 2025. Los expertos coinciden en que, aunque enfrentará desafíos en el corto plazo, el metal precioso podría alcanzar precios históricos en el transcurso del año. La paciencia será clave para los inversores, que seguirán atentos a los movimientos de los bancos centrales y a las políticas internacionales que configuren el mercado global.