El segundo gobierno de Donald Trump en Estados Unidos ratifica el poder que tienen las decisiones de las grandes potencias en un mundo cada vez más interconectado. Su enfoque agresivo en materia de comercio internacional ha generado un clima de incertidumbre y tensiones en la economía mundial. Para entender mejor las implicaciones de estas políticas, conversamos con el economista y expresidente del Banco Central de Bolivia, Gabriel Loza Tellería, quien nos ofrece una perspectiva detallada sobre los desafíos y riesgos que plantea la administración Trump en su segunda etapa.
Trump 2.0: continuidad y radicalización de la política comercial
Gabriel Loza Tellería no duda en calificar la segunda administración de Trump como un mayor desarrollo de ideas y decisiones que ya se pusieron en marcha durante su primer mandato. «Esta segunda versión, Trump 2.0, es una continuación, profundización, y yo diría una radicalización de su política comercial que hizo a partir del 2017», afirma Loza.
En su primer gobierno, Trump inició una guerra comercial con China, imponiendo aranceles unilaterales para proteger la economía estadounidense. Sin embargo, Loza señala que, en esta segunda etapa, las medidas son más amplias y amenazan con tener impactos mucho más amplios. «El problema es que ahora Trump por lo menos amenazó a aplicar aranceles a todo el mundo. Nosotros decimos, los economistas, al resto del mundo, al mundo menos Estados Unidos. Entonces a todos, aliados o no aliados, una tarifa, y se está viendo cuál va a ser esa tarifa uniforme».
Esta política de aranceles generalizados no solo afecta a China, sino también a aliados tradicionales como Canadá y México. «A sus socios, que se supone que son Canadá y México, les amenazó con aranceles del 25 por ciento a sus importaciones», explica Loza. Sin embargo, el economista boliviano destaca que Trump ha utilizado los aranceles como una herramienta de negociación. «La visión que surge es que está utilizando el arancel como un arma de negociación, como un mecanismo de negociación. Por lo tanto, pero con la particularidad que primero pega y después negocia».
La reacción de China y el riesgo de una guerra comercial global
Uno de los aspectos más preocupantes de la política comercial de Trump es la reacción de China. Según Loza, China ha respondido con medidas de reciprocidad, aunque de manera moderada. «China reaccionó con represalia, lo que en la Biblia se dice la ley del talión, el ojo por ojo, reaccionó en economía y la ley del talión comercial, aplicar medidas o contramedidas». Sin embargo, el economista advierte que la situación podría escalar si no se llega a un acuerdo entre ambas potencias. «Ese es un tema que nos deja mucha incertidumbre a nivel de la economía mundial. Está pendiente y todavía viene la otra parte».
Actualmente, Trump impuso un arancel del 10% a las importaciones chinas, lo que provocó una respuesta inmediata de Beijing, que aplicó tarifas a productos estadounidenses como el carbón y los automóviles grandes. Además, China inició una investigación antimonopolio contra Google, lo que demuestra que la guerra comercial no se limita solo a los bienes físicos, sino que también se extiende al ámbito tecnológico.
Unilateralismo de Trump y debilitamiento del multilateralismo
Uno de los temas centrales en la entrevista con Loza es el impacto del unilateralismo de Trump en el sistema multilateral de comercio. «Trump, en su primer gobierno, desconoció a la OMC (Organización Mundial de Comercio), aplicó unilateralmente, pero aún en forma limitada. Ahora lo ha extendido», señala el economista.
Loza advierte que esta política de unilateralismo está llevando a un nuevo orden, o más bien a un «desorden», en el que los acuerdos bilaterales predominan sobre los multilaterales. «Estamos transitando de un mundo donde debía negociarse multilateralmente con organismos multilaterales, a un nuevo orden, que yo llamaría desorden, de acuerdos bilaterales». Este cambio, según Loza, tiene implicaciones profundas para la equidad en el comercio internacional. «Las salidas bilaterales tienden a ir a ser más fuertes o a la confrontación».
Dólar y desdolarización
Otro aspecto que preocupa a Loza es la insistencia de Trump en mantener el dólar como la moneda dominante en el mundo, en un contexto en el que los países del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) están promoviendo la desdolarización del comercio. «Los BRICS plantearon, entre comillas, desdolarizar el comercio. La idea es que cada vez el dólar entre menos en las transacciones que se hacen los países», explica Loza.
Sin embargo, Trump ha respondido con amenazas de imponer aranceles a los países que busquen reducir su dependencia del dólar. «Trump amenazó con aranceles a aquellos del BRICS que planteen esta política de disminuir su dependencia al dólar», señala el economista. Esta política, según Loza, refleja una transición de un enfoque comercial a uno monetario, en el que Estados Unidos busca mantener su hegemonía financiera global.
Contradicciones en Occidente
La relación entre Estados Unidos y Europa también ha sido tensionada por las políticas comerciales de Trump. Loza destaca que, aunque Europa es uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos, también es uno de los más afectados por los aranceles. «Estados Unidos tiene déficit comercial con la Unión Europea, que es uno de sus principales socios, pero Estados Unidos tiene déficit con Canadá, con México, con China, con varios países y quiere resolverlo supuestamente a través del arancel».
Además, el economista señala que Europa ha perdido parte de su influencia en el escenario global, especialmente en el contexto de la guerra en Ucrania y la dependencia de la OTAN. «Europa ha perdido su perfil. Ya no es lo que era un peso multipolar y que puede estar al lado de Estados Unidos o no», afirma Loza.
América Latina en el juego geopolítico
En cuanto a América Latina, Loza advierte que la región no debe subestimar el impacto de las políticas de Trump. «Estados Unidos le va a decir, América Latina que no le compren a China o si no yo le voy a poner medidas arancelarias o cualquier tipo de restricciones», señala el economista. Esto se debe al creciente papel de China en la región, tanto en términos de inversiones como de comercio.
Loza también destaca la importancia de la coordinación entre los países latinoamericanos para enfrentar estos desafíos. «Yo no creo ya en la integración del pasado. Pero sí creo mucho en la coordinación, en hablarse, en prever acciones que pueden pasar». Sin embargo, el analista reconoce que la falta de unidad en la región dificulta una respuesta efectiva a las políticas de Trump.
Bolivia
Loza no duda en señalar que Bolivia ha fallado en anticiparse a los desafíos globales. «Nosotros estamos en retrospectiva. Estamos analizando el pasado: qué nos ha pasado, qué problemas hemos tenido. No consideramos lo que pasa en el entorno internacional», afirma el experto. Esta falta de perspectiva, según Loza, nos ha llevado a reaccionar tardíamente a los cambios en la economía mundial, en lugar de prepararnos para ellos.
El economista recuerda que, desde 2022, ya se vislumbraban cambios significativos en el escenario global, especialmente tras el inicio de la guerra en Ucrania. «En agosto del 2022, hubo un punto de inflexión ya en los precios, en la situación mundial”. Se preveía que, como consecuencia del conflicto,” iban a haber efectos en la economía mundial y en la economía boliviana». Sin embargo, en lugar de anticiparnos a estos eventos, «recién se reacciona y se está diciendo: ah, es que los precios, que la economía internacional, la crisis que hemos tenido. Estamos echando culpas al pasado lo que pasa».
Loza destaca que Bolivia debería estar más preocupada por los efectos globales, especialmente en áreas como los minerales estratégicos y las materias primas. «Hay efectos en el oro, en los minerales estratégicos, las tierras raras. Hay efectos en todo lo que va a ser el tema de materias primas», asevera. Además, el papel de China en el mercado global y su relación con Estados Unidos son factores que no deberían ser ignorados. «Cosas que deberíamos estar preocupados, no tanto en la parte financiera, porque no somos pocos insertos al mercado financiero internacional, pero sí lo somos en el tema de comercio», agrega.
Trump y un mundo en incertidumbre
En síntesis, la política comercial de Trump 2.0 ha generado un clima de incertidumbre y volatilidad en la economía global. Como bien lo expresa Loza Tellería, «estamos en un mundo de mucha volatilidad, mucha incertidumbre». Las amenazas de aranceles, las represalias comerciales y el debilitamiento del multilateralismo son solo algunos de los desafíos que enfrenta la comunidad internacional.
Mientras tanto, los mercados financieros y las empresas siguen esperando las próximas jugadas de un presidente impredecible. Como concluye el experto invitado, «cualquier acción, cualquier medida que después pueda ser excesiva, puede causar daños muy elevados. De hecho, ya todo este juego de Trump con los aranceles y después su suspensión, ya ha provocado un desorden». En este contexto, la única certeza es que el mundo está navegando en aguas turbulentas, y las decisiones que se tomen en los próximos meses tendrán repercusiones duraderas en la economía global.
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